Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE II. (220) PIO IV.
joria se practicase en todos los conventos, dice: »qiie
fjf\ no se pone remedio en esto en todas partes, que
«verán en lo que para , y no se habían de descui-
«dar de mandarlo, que jamas dexará Dios de dar lo
«necesario ; si poco les dan , poco les dará." Nunca
despreció á nadie: una madre natural no se compadecería
de su hijo enfermo , mas que ella , quando lo
estaban sus religiosas. La luz divina le hacia comprender
sus disposiciones interiores y obrar según ellas.
De aquí resultaban aquellas sus providencias repentittas,
y fuera del orden regular pero acertadas, y que
no deben servir de regla á los Prelados destituidos
de tal iíustracion superior. Su exemplo y su doctrina
convencían, y no dexaban resistencia para seguirla
con gusto. Tenía (a) unas palabras tan vivas , y
las decía con tal fuerza y sentimiento, que pegaba
espíritu y gran deseo de mejorarse á los que con ella
trataban. Tenia (b) otro particular don de nuestro Señor
, y era ; que todas las personas que la trataban,
mudaban sus vidas y las mejoraban. San Francisco de
Sales estaba echizado al considerar las maravillas que
obró Teresa con la dulzura y eficacia de su gobierno
; y confiesa le es deudor á la santa de el que el
imita. Un Ministro Real (c) decia : Esta Señora parece
que trac consigo una provisión de Dios en el
pecho, que todo lo que quiere se ha de hacer , aunque
no queramos. Pero por dulce y suave que fuese
el gobierno de Santa Teresa, no dexaba de mostrar
rigor siempre que convenía , para la entereza de la
observancia contra los espíritus fuertes. Así lo aviso
á su Provincial para que se manejase según sus instrucciones
(d). «Rigor y blandura ha de haber, que
«así nos lleva nuestro Señor , y esas muy determi-
«nadas no tienen otro remedio que el rigor." Así
(a) Dr. Enrique Enriquez en el TeresiRn. t. r. pág. 541.
(b) Don Tentonio de Braganza allí pag. 546.
(c) Teres i an. t. í. pág, 548.
(d) Carta 23. t. 2,