Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

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bia en la hora de pronunciíirlos proporción alguna.
Su magisterio exercitado en Mabgon con tantos resplandores
, brilló hasta un grado que denotaba su especial
predilección á él, y en él se criaron á sus
pechos tantas religiosas eminentes en virtud, que serán
mientras dure la historia y memoria de los hombres
un testimonio auténtico de su celestial prudencia
y sabiduría. Le avisan la muerte apresurada de
D. Bernardino de Mendoza , y agradecida á su bienhechor
, corre á la oración á rogar por él i en ella
le revelan lo expuesta que ha estado su salvación: que
no ha contribuido poco á ella la donación que le
ha hecho para fundar en Valladolid , y que no saldrá
de purgatorio hasta que allí se diga la primera
Misa. Dexa sin repugnancia la estación placentera y
delicias celestiales de que en Malagon abundaba, por
librar á aquella alma del santo y penoso carcelaje.
Mes y medio se detuvo en el camino embarazada con
los negocios graves que se dirán en el capítulo siguiente
, y en el mayor calor de ellos el mi&mo Dios
le dá priesa para felicitar á aquella alma. Llegada a
Valladolid por el Agosto del mismo año halla á su
disposición la bella casa y huerta ofrecida, donde dispuesto
de pronto lo nesesario , se dixo la primera Misa
, en la que al ir á comulgar arrebatada pilblicamente
en un éxtasis soberano ve al lado del Sacerdote
la alma ya gloriosa de D- Bernardino de Mendoza
, quien agradeciéndole lo que habia trabajado
^¿ira efectuar la fundación y su salida del purgatorio
, á su vista se marcha al cielo. Después de referir
la santa madre la misericordia que Dios tuvo
de D. Bernardino por dar una casa á M; ría Santísima
, añade (a): «Gran cosa es lo que agrada á nues-
»tro Señor qualquier servicio que se haga á su madre,
«y grande es su misericordia. Sea por todo alabado
»>y bendito que así paga con eterna vida y gloria Ja
(a) Lib. de las fund. c, 10, n. $,