Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE II. (2Ó9) PIO IV.
añadieron austeridades crpamosas. A las dos de !a mañana
se levantaban á oración , y para tsra y la de
la tarde la preparación era cada vez y todos los dias
una disciplina. El perpetuo silencio reduxo á muelKis
á olvidar el uso de la palabra (rara excelencia en nutgeres)
: en muchos años no encendieron fuego para
templar los fríos de aquel país , sin embargo de su
mucha desnudez. Un amargar su penitente alimento,
un empeño continuo en violentar sus propias inclinaciones
y no darse gusio en cosa alguna, hicieron de
aquella comunidad un espectáculo agradable á Dios,
á los Angeles y al mundo. Mientras estas dichosas vírgenes
no pensaban sino en deshacer en sí miomas el
viejo Adán, y formarse dignas de Cristo, Teresa, que
se les presentaba corno modelo , fraguaba al mismo
tiempo la fundación de sus Descalzos según las facultades
con que estaba autorizada, Atrae para esto al
R. P. Fr. Antonio Heredia, Prior del Carmen de Medina,
y un incidente oportuno le presenta á Fr. Juan
de Ja Cruz, joven Carmelita , de quien agradada para
el intento lo pide á Dios, él se lo otorga, tienele
ya por suyo, y con los seguros que la dá siempre
su heroyea confianza, con estos débiles pero prosperos
principios tiene ya por hecha en la Orden sureforma
en hombres, antes Carmelitas, como la hizo
primero en mugeres también Carmelitas, empezando
la reforma por sí misma que lo era. Llena de ideas
santas por la gloria de Dios , y bien de las almas,
se las favorece y facilita el Señor publicando su eredito
y su honor. Doña Helena de Quiroga gran Señora
en aquel pueblo pasa como vecina á visitar á
la Santa: sorprendida en su presencia á vista de tanta
virtud y sabiduría, al modo que San Agustín á
Alipio , vuelta á su hija Doña Gero'nima exclama:
«Erradas vamos las que seguímos al mundo: dei ciedlo
ha baxado esta virgen á enseñarnos el verdadero
«camino. No es muger, Angel es del Señor para con-
«quistarle el mundo : apóstol de estos tiempos, luz
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