Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

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con candor y con franqueza toda la tela preciosa de
su vida | la comunicación íntima con Dios , quanto
ha obrado el Señor en ella, sus dones, sus gracias,
sus maravillas , sus prodigios. Sorprehendido el venerable
anciano de tanto cúmulo de bienes juntos , levanta
las manos al cielo , dá humildes gracias á Dios,
que antes de acabar sus dias le ha dexado ver á esta
mugcr fuerte , que es ya la g;oria del Carmelo.
Reconoce en ella la mano y asistencia de Dios para
efectuar cosas grandes : confiesa ingenuamente que
ni una parte de quanto por sí ha observado le habían
referido de antemano; y con esto dá por bien
empleadas las fatigas y peligros de su largo viage por
mar y tierra ,'y el de su vuelta á Italia. Ve muy de
cerca y examina menuJamente la rigurosa observancia
de las venerables hijas de esta dichosa Virgen.
Arrebatado de admiración piensa ver allí una de la
Lauras de Palestina, y que en la hora se halla en
el primer Colegio de los Profetas del Carmelo. Llora
tiernamente de gozo al ver en ellas tanta virtud,
fervor y devoción : cree que sus lágrimas en este lance
lo llenan de honor , y son dignas de un General
que á la seguida de muchos sus antecesores han
solicitado lo que á él solo se le concede ver, executado
por una subdita suya ; y venera los consejos de
Dios, al ver que su Magesíad para la reforma de la
Orden ha desechado los brazos fuertes, y solo emplea
los débiles de una doncella en quien presagia facilitada
la reforma en hombres , como presencia la de
mugeres. Teresa le da á este Reverendísimo superior
de la Orden la obediencia de su convento , que de
orden de Dios dio primero al Obispo , por pedirlo
así entonces las circunstancias : él le concede ámplias
facultades para fundar monasterios de monjas como
el ya fundado , y le promete dárselas también para
religiosos, pues reconoce que Dios la ha elegido á
ella y no á otro para tanto empeño ; y colmándola
de bendiciones á ella y á sus hijas, que reciben de