Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

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ciso dar una idea oportuna del siglo décimo sexto en
que nació y vivid Teresa. La gloria de unos Príncipes
disperto la emulación de otros. La ambición parecía
no conocer límites. Los propios intereses hacían
formar ligas artificiosas y malignas entre quienes
habia ocu'tos resentimientos. Una política ruinosa daba
infl ixo en todos los gabinetes de un extremo á
otro de la Earopa. Y las pasiones humanas, sacudido
el yugo del Evangelio y de la razón , llamando en
su ayuda las furias desencadenadas del infierno, vomitaron
los errores mas groseros y escandalosos que
parecían poner al mundo en un incendio. Lutero, después
de haber pervertido la Saxonia logra en breve
tiempo Iglesias y Cátedras de doctrina abominable.
Sus discípulos que pasaron á la Holanda y al Brabante
, no contentos con los errores de su maestro, se
adquirieron allí el título de libertinos por su désvergonzada
libertad en opinar , seguir , vivir , creer y
predicar , y como una mortal epidemia inficionaron
rápidamente toda la tierra. Calvino, derramado como
un torrente sobre la Francia y la Saboya, nada dexa
incorrupto en la Religión. Los anabaptistas desprendidos
de su maestro Lutero con la violencia como de im
rayo arruinan quanto por descuido d malignidad dexo
intacto aquel hcresiarca , y se ceban con permanencia
en el destrozo de Inglaterra. Los revi&quianos
con la divisa de blasfemos hacen los ímpetus mas
esforzados contra la fe ya vacilante en Holanda. Los
socinianos mas impíos y desatinados que todos estos renuevan
las antiguas heregías, y uniéndolas á las modernas
forman un monstruo extraordinario de secta,
que por desgracia conducen victoriosamente por Polonia
y Transilvania. Carlostadio, Zuingüo, Écolompadio
'reproducen la guerra contra la Sagrada Eucaristía
á exemplo de rengarlo , quien por esto pereció
en el último suplicio. Teresa pues estaba destinada
á pelear contra estos enemigos formidables,
pa;a dtfender el partido de Jesucristo , y combatir