Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I
FELIPE II. i1?)?) PI0 dad d desarreglos del corazón. Busca la Santa una casa para su monasterio intentado , la halla, la concierta y dá priesa á que se hagan las escrituras del contrato , para luego reducirla á convento , y descalzarse en él. Publícase el secreto sin saber por donde. El común de todas las clases y estados de la ciudad, que siempre procede de ímpetu y sin reflexión , no vé en este proyecto de Teresa , sino una novedad y ligereza con que (á su parecer) acredita la debilidad de su sexo , y hablan desenfrenadamente contra ella. Su monasterio de la Encarnación, se presume afrentado aporque una su monji joven , va á plantar fuera la perfección que no tiene ni cree hallar dentro, y concluyen con que d.be sepultarse en una cárcel. Su Provincial retira la promesa de la licencia : su confesor la aflige mas que todos inhibiéndola del intento para en adelante , á causa de lo que él intitula escándalo ocurrido, de que la hace responsable; y á Doña Guiomar, su amiga y favorecedora , no la quieren absolver sus confesores , mientras no se aparte de Teresa, y cesa la negociación. En medio de esta borrasca , solo el temor de si no han obrado bien , y si quanto precedió de parte de Dios ha sido ilusión, las consterna. Recurren con consulta al P.Fr.Pedro Ibuñez, conceptuado en Avila por el sugeto mas juicioso, y el mayor letrado. Este desde entonces célebre Dominico, está en la preocupación que los demás, pero Dios le muda sin habérsele noticiado los extraordinarios favores con que Dios honraba á Teresa , y los repetidos mandatos que de él tenia para esto ; si solo el empeño de reforma y razones de conveniencia y perfección , fué bastante para que acreditase mas sus letras y juicio , y abriese así (a) la puerta á su bienaventuranza y propia felicidad aprobando los inten- (a) La Santa Madre (su vid. c. 38 , n. 9,) dice: que este Padre desde esta ocasión ^ aplicó á toda virtud y perfección, y qae María Santísima por estos servicios que hizo á la reforma le hizo s^guiares favores. Por mandato de este Religioso escribiá' Santa Teresa su propia vida. T 2
FEJLIPB IT. 0¿fr) PÍO IV. tos de esta Santa Virgen , y tomando ínteres en que los llevase adelante. Ei Señor varias veces en este tiempo aparece y consuela á Teresa : la enstña lo mucho que es preciso pasar para efectuar las obras grandes: quanto padecieron los Patriarcas cristianos al fundar sus religiones; que por este camino quería se estableciese la suya para gloria divina , ventaja propia y bien de muchos; y que no se dexaria de hacer. Dio á su amiga los recados consolantes que su Magestad la encargo para ella. Esta al saber así, que su devoción , diligencia y ayuda eran tan del agrado de Dios, tomo mayor empeño en lo mismo, y junto con el E. Ibañt-z, determinaron recurrir con el mayor disimulo al Sumo Pontífice Pió IV, para que con un breve autorizase á Teresa : la que obediente en extremo á su desconfiado confesor , negociaba con solo Dios en su silencio y retito , y allanaba con él los caminos para llegará su deseado fin. La rranquilidad que Dios infundid en Doña Guiomar y Teresa , y la cautela preeisa las hicieron aparecer con una serenídad que sorprehendid á tantos contrarios; quienes en su vista para su propio engaño olvidaron su pasada ardimiento contra ellas. A ios seis meses de esta aparente inacción , entrado ya el año i5
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dad d <strong>de</strong>sarreglos <strong>de</strong>l corazón. Busca la <strong>Santa</strong> una casa<br />
para su monasterio intentado , la halla, la concierta<br />
y dá priesa á que se hagan las escrituras <strong>de</strong>l contrato<br />
, para luego reducirla á convento , y <strong>de</strong>scalzarse<br />
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común <strong>de</strong> todas las clases y estados <strong>de</strong> la ciudad, que<br />
siempre proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> ímpetu y sin reflexión , no vé en<br />
este proyecto <strong>de</strong> <strong>Teresa</strong> , sino una novedad y ligereza<br />
con que (á su parecer) acredita la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> su<br />
sexo , y hablan <strong>de</strong>senfrenadamente contra ella. Su monasterio<br />
<strong>de</strong> la Encarnación, se presume afrentado aporque<br />
una su monji joven , va á plantar fuera la perfección<br />
que no tiene ni cree hallar <strong>de</strong>ntro, y concluyen<br />
con que d.be sepultarse en una cárcel. Su Provincial<br />
retira la promesa <strong>de</strong> la licencia : su confesor<br />
la aflige mas que todos inhibiéndola <strong>de</strong>l intento para<br />
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ocurrido, <strong>de</strong> que la hace responsable; y á Doña<br />
Guiomar, su amiga y favorecedora , no la quieren<br />
absolver sus confesores , mientras no se aparte <strong>de</strong><br />
<strong>Teresa</strong>, y cesa la negociación. En medio <strong>de</strong> esta borrasca<br />
, solo el temor <strong>de</strong> si no han obrado bien , y si<br />
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consterna. Recurren con consulta al P.Fr.Pedro Ibuñez,<br />
conceptuado en Avila por el sugeto mas juicioso, y<br />
el mayor letrado. Este <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces célebre Dominico,<br />
está en la preocupación que los <strong>de</strong>más, pero Dios<br />
le muda sin habérsele noticiado los extraordinarios<br />
favores con que Dios honraba á <strong>Teresa</strong> , y los repetidos<br />
mandatos que <strong>de</strong> él tenia para esto ; si solo el<br />
empeño <strong>de</strong> reforma y razones <strong>de</strong> conveniencia y perfección<br />
, fué bastante para que acreditase mas sus letras<br />
y juicio , y abriese así (a) la puerta á su bienaventuranza<br />
y propia felicidad aprobando los inten-<br />
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La <strong>Santa</strong> Madre (su vid. c. 38 , n. 9,) dice: que este Padre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta ocasión<br />
^ aplicó á toda virtud y perfección, y qae María Santísima por estos servicios que<br />
hizo á la reforma le hizo s^guiares favores. Por mandato <strong>de</strong> este Religioso escribiá'<br />
<strong>Santa</strong> <strong>Teresa</strong> su propia vida.<br />
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