Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

FELIPE IT. 034) IV.
Bure , y acreditado entre todos los hereges, apto ministro
contra la Iglesia católica , es intitulado entre
todos ellos el Papa de Ginebra , donde asienta su
residencia , y desde donde atiza el fuego en que por
tantos años se abraso la Francia; y que para apagarlo
costo tantas lágrimas , oraciones y tatigas á
Santa Teresa de Jesús. Espírit. de la Santa p. 2,
cap. 2.
CAPITULO
SEGUNDO.
SANTA T E R E S A E N F U E R Z A
de repetidos mandatos celestiales y aprobación de
hombres santos empieza á tratar de la
reforma.
Anos de Cristo.
Edad de la Santa.
15Ó0. 45.
j amas dexd de ser humilde Teresa , y á la vuelta
del baxo conocimiento de sí misma , de su debilidad
y miseria , sin embargo de la satisfacción que la daba
la Orden y protección divina, la parte inferior presintió'
las diíicuitades, contradicciones y peñasqueen
ello habia de sufrir ; y ya iba á cubrir un manto hlgubre
la serenidad y valentía de su corazón , quando
pronto el Señor sufoco en su propio nacimiento estos
sentimientos cobardes. "Yo sentí (a), dice ellá
«misma , grandísima pena , porque en parte se me representaban
ios grandísimos desasosiegos y trabajos que
ame habia de costar:::: mas fjé on muchas veces Jas
jjque el Señor me torno á hablar en ello, poniéndome
ucn ello tantas causas y razones que yo veía ser cla-
*>ras, y que era su voluntad , que ya no osé hacer
«otra cosa, sino decirlo á mi confesor , y dile por
(a) Su viJ. c. 33,