Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I
FELIPE n. 0 29) , PI0 IV' ventos (con nuevo prodigio) fundados por^ sí misma, llevarla tan adelante esta reforma de la Orden Carmelitana, que basta registrar sus adentros , para ver allí repetidos , como se dirá después , los santos excesos á que la gracia divina ha conducido á los justos mas privilegiados de qualquier estado, nación y edad. Corriendo pues el año 1560 gozaba ya la Santa alguna tranquilidad en su retiro , y en medio de su Comunidad de la Encarnación era una brillante antorcha, que edificaba con su conducta , y se atraía por su virtud los respetos de todas ias demás. Quando mas sosegada en la contemplación de los misterios divinos se deliciaba su corazo;i en la bondad del Señor, se le presentan de repente con la mayor viveza quantas visiones de la gíoria y del infierno había tenido , y con igual prontitud nacen en su alma dos afectos poderosos. El primero: un vehemente pesar de no haber agradecido bastante el favor que ]a hizo de librarla del infierno que vio' destinado para ella , de no hacer mas penitencia , y de no hallarse en los desiertos santificados con las maceraciones mas espantosas de los antiguos para imitarlos. El segundo afecto fue , una excesiva pena y compasión lastimosa al ver los estragos que hacia en Francia y en otras partes Lutero con su perverso extmplo , con su persuacion y su doctrina , y las innumerables almas que por él se precipitaban al infierno. En conseqüeneja del primero , se determina á ser perfecta en su estado, siguiendo la propia regla , no según las mitigaciones en que la habían criado, sino según el rigor en que la dio á los Carmelitas el Patriarca de Jerusalén , Alberto. En fuerza del segundo , idea congregar personas , que en el retiro quieran como ella aspirar á mayor unión con Dios, y en la oración y penitencia contrarrestar los ruinosos esfuerzos de Lutero. De esta suerte , la santificación propia , y el combatir por obras de virtud á Lutero y sus errores en obsequio de Dios, de la Iglesia y de los próximos, es tedo el motinjo y í> 2
TELIPÉ IT. (r30) ÍÍO IV. fin de establecer Santa Teresa la reforma de la Orden Carmelita. Y esta es también la ocasión por la que en el transcurso de esta historia se expresan y producen con individuación los hechos y doctrina de esta ilustre Virgen , quando oportunamente ocurre, se oponen á los de ese heresiarca. La Santa pues paso en silencio algunos dias en fervorosos deseos de esto, hasta que en uno de ellos no pudiendo contener encubierto el zelo por la gloria de Dios en que ardia, conversando con unas respetables religiosas mal avenidas con el demasiado trafago exterior de comunidad tan numerosa, expreso con tesón y ardor la dificultad de cumplir allí su vocación , el peligro de errar en su destino, y los poderosos embarazas q ie oponían á la perfección á que aspiraba, la falta de clausura , la multitud de religiosas , y la disipación que inspiraba en ellas el demasiado trato y correspondencia con seglares. Su sobrina (a) Doña María de Ocampo , inflamada con el iastiinaso discurso de su santa tía , prorrumpe en el generoso exórto de que si las presentes eran para ser monj.is á manera de las Descalzas Franciscas, aun era posible hacer un monasterio y que por su parte ofrecía mil ducados para principiar la fundación. Tollas se enardecen para la empresa: glorifican á Dios que prospera sus deseos, y Teresa ve el camino abierto para sus grandes proyectos. Luego lo comunica con su grande amiga Doña Guíomar de Uiioa , la que también le ofrece su ayuda é intereses, y pasa inmediatamente á negociarlo con Dios. Atenta á esto solo, oportuna é iinpor- (a) Esta Selíora joven estaba de seglar edncanda en aquel monasterio, y por íítas circunstancias, y no interesur en el asunto mas que el rt.sp¿to á Dios, hizo á su Magcstad mas agradable la oferta de su caudal , el qual bien presto la agradeció el Sefior en una visión celestial : la llamó á- acompañar á su íanta tia en la reforma: llenó su vocación, y colmada de . niiíritos y virtudes murió siendo priora de Valladolld , á cuya muerte asistieron I
- Page 93 and 94: FELIPE TI. (78) PAULO IT» mo de aq
- Page 95 and 96: FELIPE IT. (80) PAULO IV, ?jfin , y
- Page 97 and 98: FELIPE H. C^2) PAULO TV. «presenta
- Page 99 and 100: FELIPE IT. C84) PAUIO IV. »dria pe
- Page 101 and 102: FELIPE rr. (86) PAULO ir, con tanta
- Page 103 and 104: FELIPE ir. (88) pro ir, whincan una
- Page 105 and 106: ntivn ir. (90) m m «ritual» aunqu
- Page 107 and 108: F£ITPI TT. (92) no ir. presentaba
- Page 109 and 110: IEL1PE II» (94) no ir, APENDICE PR
- Page 111 and 112: FELTPE n. (96) PIO rv. fundados en
- Page 113 and 114: FJELIPE IT. (98) fio ir. y exemplar
- Page 115 and 116: FELIPE ir, (roo) PIO IV. ees de los
- Page 117 and 118: FELTPE rr. (í02) PÍO IV. «estand
- Page 119 and 120: "FELIPE IT. (ro4) PIO TV. 7^ »> Ot
- Page 121 and 122: FELTPE TT. (ic6) PIO TV. »me parec
- Page 123 and 124: FELIPE If. C10^) PIO IT* «trate de
- Page 125 and 126: IT. (lio) ^ l'TO IV. «ría, 6 me H
- Page 127 and 128: PELÍPE i r. (112) no iv. 5.0 Todas
- Page 129 and 130: F£LPE ir. (ir4) Tl0 IV* ijcin ar r
- Page 131 and 132: FELIPE II. PIO IV. CAPITULO • DEC
- Page 133 and 134: FELIPE IT. Cri^) rT0 Iv' »cion : m
- Page 135 and 136: FELIPE IT. (I20) riO TY. Dios ha fi
- Page 137 and 138: FELIPE TT. i1*}) ?r® IV* formaban
- Page 139 and 140: FELIPE II. CI24) 710 1V' por el mis
- Page 141 and 142: FELIPE ir. (n6) pro IT. co y fin de
- Page 143: FELIPE II. O ^8) PíO IV. vigilias
- Page 147 and 148: FELIPE II. C1^2) ÍIO IT, APENDICE.
- Page 149 and 150: FELIPE IT. 034) IV. Bure , y acredi
- Page 151 and 152: FELIPE IT. OJÓ) PÍO IV. «vuestra
- Page 153 and 154: FEJLIPB IT. 0¿fr) PÍO IV. tos de
- Page 155 and 156: FELIPE II. (l40) PI0 IV, como no fu
- Page 157 and 158: FELIPE ÍI. (M2) "P10 Iv' las contr
- Page 159 and 160: FELIPE II. (I44) 1,10 sucedido , ig
- Page 161 and 162: FELIPE II. i146) PI0 1Vwbidme dos p
- Page 163 and 164: FELIPE ir. O4*0 rro IV' «enrienda
- Page 165 and 166: FELTPE rr. (r50) 1510IV* continua p
- Page 167 and 168: FELIPE IT. (lS¿) I>10 IV. cd segui
- Page 169 and 170: FELIPE II. ('54) píf> 1Vintemos no
- Page 171 and 172: J TlPE II. O 5 6) PIO IV. agradable
- Page 173 and 174: F£L!PE II. (lS%) PJ0 íaculrades p
- Page 175 and 176: jELTPE n. (160) PIO IV. cer, obscur
- Page 177 and 178: PELYPE IT. (162) PÍO TV. «había
- Page 179 and 180: FELIPE IT. (164) PIO IV. del Correg
- Page 181 and 182: FELiPE IT. (1(5(5) Pío iy. CAPITUL
- Page 183 and 184: FELIPE II. O&O P'O IV. duce á este
- Page 185 and 186: FELIPE IT. (í/o) ÍÍO TV» dre ,
- Page 187 and 188: FELIPE II. O?2) VT0 Iv» juturcs ,
- Page 189 and 190: FELIPE n. ('74) *lo «Casas eran es
- Page 191 and 192: FELIPE n. (r7^) rro iv. las crudeza
- Page 193 and 194: FELIPE IT. 078) PÍO IV. trocar sus
TELIPÉ IT. (r30) ÍÍO IV.<br />
fin <strong>de</strong> establecer <strong>Santa</strong> <strong>Teresa</strong> la reforma <strong>de</strong> la Or<strong>de</strong>n<br />
Carmelita. Y esta es también la ocasión por la que en<br />
el transcurso <strong>de</strong> esta historia se expresan y producen<br />
con individuación los hechos y doctrina <strong>de</strong> esta<br />
ilustre Virgen , quando oportunamente ocurre, se oponen<br />
á los <strong>de</strong> ese heresiarca. La <strong>Santa</strong> pues paso en<br />
silencio algunos dias en fervorosos <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> esto,<br />
hasta que en uno <strong>de</strong> ellos no pudiendo contener encubierto<br />
el zelo por la gloria <strong>de</strong> Dios en que ardia,<br />
conversando con unas respetables religiosas mal avenidas<br />
con el <strong>de</strong>masiado trafago exterior <strong>de</strong> comunidad<br />
tan numerosa, expreso con tesón y ardor la dificultad<br />
<strong>de</strong> cumplir allí su vocación , el peligro <strong>de</strong> errar<br />
en su <strong>de</strong>stino, y los po<strong>de</strong>rosos embarazas q ie oponían<br />
á la perfección á que aspiraba, la falta <strong>de</strong> clausura<br />
, la multitud <strong>de</strong> religiosas , y la disipación que<br />
inspiraba en ellas el <strong>de</strong>masiado trato y correspon<strong>de</strong>ncia<br />
con seglares. Su sobrina (a) Doña María <strong>de</strong> Ocampo<br />
, inflamada con el iastiinaso discurso <strong>de</strong> su santa<br />
tía , prorrumpe en el generoso exórto <strong>de</strong> que si las<br />
presentes eran para ser monj.is á manera <strong>de</strong> las Descalzas<br />
Franciscas, aun era posible hacer un monasterio<br />
y que por su parte ofrecía mil ducados para principiar<br />
la fundación. Tollas se enar<strong>de</strong>cen para la empresa:<br />
glorifican á Dios que prospera sus <strong>de</strong>seos, y<br />
<strong>Teresa</strong> ve el camino abierto para sus gran<strong>de</strong>s proyectos.<br />
Luego lo comunica con su gran<strong>de</strong> amiga Doña<br />
Guíomar <strong>de</strong> Uiioa , la que también le ofrece su<br />
ayuda é intereses, y pasa inmediatamente á negociarlo<br />
con Dios. Atenta á esto solo, oportuna é iinpor-<br />
(a) Esta Selíora joven estaba <strong>de</strong> seglar edncanda en aquel monasterio, y por<br />
íítas circunstancias, y no interesur en el asunto mas que el rt.sp¿to á Dios,<br />
hizo á su Magcstad mas agradable la oferta <strong>de</strong> su caudal , el qual bien presto<br />
la agra<strong>de</strong>ció el Sefior en una visión celestial : la llamó á- acompañar á su<br />
íanta tia en la reforma: llenó su vocación, y colmada <strong>de</strong> . niiíritos y virtu<strong>de</strong>s<br />
murió siendo priora <strong>de</strong> Valladolld , á cuya muerte asistieron I