Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

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ijcin ar resistir no puede , y queda entonces tal á los
»quc la ven , que pone grandísima devoción.
2$. "No puede sufrir á quien la trata que la diga
«sus faltas y no la reprehenda ; lo qual recibe con gran-
«dc humildad.
26 "Con estas cosas no puede sufrir á los que eswtán
en estado de perfección, que 110 la procuren te>
»rer conforme á su instituto.
27. "£siá despegadísima de parientes, de querer tra-
»#.tar con las gentes: amiga de soledad : tiene gran de-
»v©cion con los Santos; y en sus fiestas y misterios
«que la Iglesia representa , tiene grandísimos sentiwmientos
de nuestro Señor.
28. »Si todos los de la compañía y siervos de Dios
«que hay en la tierra, le dicen que es demonio , d di-
«xesen teme y tiembla antes de las visiones, pero esatando
en oración y recogimiento, aunque la hagan
»mil pedazos, no se persuadirá, sino que es Dios eí
«que la trata y habla.
29. «Hale dado Dios un tan fuerte y valeroso áni-
"tno/que espanta. Solía ser temerosa , ahora atropella
ȇ todos los demonios. Es muy fuera de melindres y
«niñerías de mugeres: muy sin escrúpulo : es rectí-
"shna.
30 «Con esto le ha dado nuestro Señor el don de
. iílagrimas suavísimas. Grande compasión de los prd-
«ximos : conocimiento de sus faltas: tener en mucho
«á los buenos : abatirse á sí misma. Y digo cierto,
«que ha hecho piovetho á tantas personas , y yo
«soy una.
31. «Traía ordinaria memoria de Dios, y sentimien-
«to de su presencia.. Ninguna cosa le han dicho jamas
«que no haya sido así, y no se haya cumplido, y es-
»te es grandísimo argumento.
32. »Hstas cosas causan en ella una claridad de en-
«tendimiento, y una luz en las cosas de Dios ad-
« mira ble-
33. "Que le dixeron que mirasen Jas escrituras, y