Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

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y exemplar por las que se deben modelar , aprobar d
reprobar quantas ocurran en causas de beatificaciones.
Los sabios Auditores de la Rota probaron con evidencia
, que las revelaciones de Santa Teresa , como
esráu en sus libros, son verdaderas, procedidas del Espíritu
Santo, y que nada de ilusión hay en ellas. S. Pedro
de Alcántara que sondeó bien su espíritu , solia
decir : excepción de los dogmas de la fe católica,
«nada tengas por mas cierto, que el espíritu de Tere-
«sa es divino" En el consistorio pontificio se aclamo
aquella expresión : "Dios ha dado á su Iglesia por
«maestra de celestial doctrina á Teresa" y se mando
se publicase así, para que se aprovechasen de ella todos
los fieles. Quatro Obispos que la confesaron y examinaron
muy menuda y diligentemente ; el Santo Tribunal
de la Inquisición , á que ella misma recurrid;
S. Francisco de Borja y S. Juan de la Cruz que la dirigieron
, todos aprobaron por de Dios, quanto sobresaliente
observaron en ella. S.Pedro de Alcántara, el
maestro Pedro Ibañez, y el apostólico varón Juan de
Avila , por amor á la verdad , se empeñaron a defender
en publico con escritos el espíritu y revelaciones
sobrenaturales de Teresa. Sus mismas revelaciones escritas
por ella , sus conseqíiencias, su conducta , su doctrina,
forman su apología contra el Muratori; quien
quando con ningún fundamento combate las revelado-
' nes tan auténticas de Teresa , da motivo para sospechar
, que armado del filosofismo, toma parte con los
centuriadores magdeburgenses, para desvanecer de la
Iglesia católica toda revelación sobrenatural. El Nicole
nos ahorra el trabajo de impugnar por rgzon al Muratori,
pues aquel lo hace con precisión y brevedad en
su obra en francés, Ensayos morales, tom. 4- trat. 1 de
las postrimerías del hombre, lib. 2, c. 10. Este escritor
después de haber leído una visión que* Santa Teresa
tuvo del infierno , y ella dexd escrita , dice él:
•'No tendré dificultad en referir aquí lo que dice SanwU
Teresa de una visipn, por la qual la hizo Dios