Santidad, Gloria y Prodigios de Santa Teresa de Jesus Tomo I

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«ritual» aunque no dexa de participar el cuerpo algo,
9>y aun harto. Es un requiebro tan suave que pasa
»emre !a alma y Dios, que suplico yo á su bondad
«lo dé á gustar á quien pensare que miento." Ni puede
haber comparación entre los excesos del amor humano
con los del amor divino, ni, menos entenJer nosotros
sin la feliz experiencia de Teresa, las industrias
y artificios conque el soberano am uire á costa de muchos
proJigios se comunicó de un modo tan singular
á esta ilusíre virgen. No paro esto en sola representación
intelecTual, sino en traspasarle el Serafín muchas
veces con distinta^ heridas su corazón , como
consta de su propia relación de la Santa , de los testimonios
aprobados por la autoridad pontificia, y por
las li TÍdas mismas qu? se hallaron en su corazón después
de muerta, conforme á lo que dixo viva.
Su viJa sostenida en adelante con un continuo milagro
, su conizon inflamado con fuego del cielo, y
su alma encendida en amor divino, brillando en ella
el resplandor celestial ,. ya no aspira sino á Dios, y
con una ansia fogosa, pero sin turbación ni inquietud
que la desasosiegue , ni impida el acierto de quanto
piensa , dice y hace, vuela á Dios , y en todo tiene
por principio, fin y centro á Dios, su amor y su
servicio. Los bzos de las pasiones que sujetan fuertan
míe el espíritu a la carne, en ella esrán ya rotos
, y su alma mas libre para elevarse , siente en sí
con' fívqüencia la fuerza irresistible que tienen los
auactivos de la bondad divina, que tan á las claras
se le comunica. Esta recíproca y vehemente correspondencia
de amor , produce en su cuerno dulces deliquios
, porque su alma cediendo á los infinitos excesos
de su amado , entiende la arrebata hacia sí. Dí?
aq í resu'tan sus muchos arrobamientos, raptos, éxtasis
, vuelos de espíritu. Su alma , aunque ligada con
un soplo de vida al cuerpo , es levantada á superior
esfera sin que él h pueda impedir sus altas operación
nes desde donde débilmente la anima» JEs á veces im-