Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo II

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LIV INDICE DE LAS COSAS NOTABLES. para dar á entender como asiste el Señor en el alma, y el modo con que se la suele manifestar la Humanidad de Christo en visión imaginaría. Ibid. n. r. y z' ^>as3 muy veloz esta vista de la Santísima Humanidad. Ocasiona su admirable hermosura grande espanto , y reverencia: si el alma puede estar mucho espacio mirándola, es señal que no es verdadera esta visión. Ibid. n. y f. Al modo de aquella tempestad que ocurrió en la Conversión de San Pablo , quando fue derribado del Caballo , suelen conmoverse las potencias en el mundo interior del alma al principio de alguna visión imaginaria , y en un punto queda en sosiego aprendiendo muchas verdades. Ibid. n. 6. Visitadores , y Visitas de las Ccmunidades Religiosas. Depende mucho el bien de Jas Comunidades del acierto de los Provinciales, y Visitadores en sus Visitas : En el Prolog, al Tratado dd modo de Visitar , n. i. Es necesario que no se disimulen las faltas en las Visitas , porque como son de tarde en tardé , si no se corrigen con fuerza, se relaja la Religión. V. n. 3. Debe el Visitador ser muy severo, para quitar el oficio á la Prelada que no fuese para ello. Ibid. Suele poner el demonio en los Visitadores un linage de piedad para no corregir á los Subditos, que es la mayor crueldad para la Religión. Ibid. n. ;. Aunque la Prelada sea Santa, si no tiene talentos para la Prelacia , ordena la Santa que se la quice el oficio; y si las Monjas ván apasionadas en alguna elección , que entonces las traigan por Prelada otra de distinco Convento. Ibid. n. 6. Tenga el Visitador gran puntualidad en registrar el Libro de los gastos, y saber como se' distribuye la renta. Ibid. Cuide de que no hagan muchas deudas los Monasterios que viven en pobreza , y sepa como se trata á los Subditos en salud , y enfermedad. Ibid. n. 7. Infórmese de las labores que se hacen, y agradézcaselo á las aplicadas en beneficio de su Comunidad ; y en donde no son trabajadoras, excítelas para que se atareen, refiriéndolas lo que trabajan en otros Conventos aplicados. Ibid. n. 8. Ha de registrar toda la Casa de las Monjas , para reconocer el recogimiento en que están , y quitar todas las ocasiones de perderle. Ibid. u. 10. Infórmese si hay mucha comunicación que impida el recogimiento de la Casa. Ibid. n. ir. No han de ser las Religiosas nimias en las advertencias, ni las deben encarecer con tema. En cosas que son graves , antes ha de atender el Visitador á las Preladas, que á las Subditas. Ibid. No se de á entender á las Religiosas el que es posible puedan mudar de Convento, que trae esto muchos perjuicios. V. n. iz. No crea el visitador el informe de uno solo para castigar las faltas. Ponga gran cuidado en que se guarden las Constituciones , y no multiplique los preceptos. Ibid. n, 14. Sí entrare Ja relaxacion en algún Convento , se debe reparar , aunque sea apartando de él á todas las Monias, y poniéndolas divididas en otros; y traer otías ajustadas", como si se hiciese de nuevo. Ibid. n. i¿. Sea el Visitador muy rígido en no dar licencias , ni dispensaciones á las Preladas, ni otras Monjas para cosas que no son conformes á las Leyes. Ibid. n. 17. Sealo también para las licencias que hubiere de dar para recibir Monjas , especialmente si fueren de la vida activa: y en ningún Convento se reciba alguna , si está cumplido el número. Ibid. n. 18. y 15». Procure que las Preladas no añadan mas rezo , ni obligaciones , que las que ordenan Jas Leyes. Ibid. n, 20. Zele mucho el modo de asistencia al Coro , y que el cantado sea con voz mortificada, atendiendo mas á esto , que al dar gusto á los que lo oyen. Ibid. n. ZÍ. LZ Pre-

INDICE DE LAS COSAS NOTABLES. Prelada humilde no siente las advertencias que la hacen en las Visitas: quien las lleva mal, no es para Prelada. Ibid. n. 23. Se han de tener gran secreto en que no se entienda quien hizo las advertencias ; y las que se hacen á las Preladas será bien que se corrijan en secreto , si no fueren de cosas graves que piden público castigo. Ibid. n. 24- y tf* Vuelve á encargar la Santa que el Visitador sea 'severo , que es muy necesaria esta partida para gobernar mugeres. Ibid. n. 27. Infórmese si hay exceso en el trato con los confesores, y en lo que se les asiste , y que en la Reforma no haya Vicarios de Monjas. Ibid. n. 25?. Las Preladas son unas Mayordomas de los bienes de sus Conventos , y así deben gastar solo lo preciso, y no ser muy galantes. Ibid. n. ?o. No ha de tener el Provincial , ó Visitador amistad particular, ni favorecer con singularidad á ninguna Religiosa de los Conventos de su Visita, que será murmurado , aunque sea buena la amistad. Ibid. n. 3;. Zele mucho el que no le regalen en las comidas en los Monasterios que visita , y en que el Compañero no entienda Jas faltas de las Monjas aunque sean leves , porque las mugeres sienten mucho se entiendan sus miserias. Ibid. v.úm. 37. No manifieste que tiene especial aprecio, y amistad con la Priora, porque no se atreverán á advertirla sus faltas. Ibid. n. ? 8. No sea fácil en creer á las Preladas , porque á estas las suele tentar el demonio para que entiendan de algunas Subditas muy de otra suerte, que Jo que ellas son en sí; y lo mismo sucede á las demás mugeres , respecto de otras. Ibid. n. ?8. y ¿9. ÍTJJ/CH. Quando el alma está unida con Dios , no se arrima á ella el demonio, ni la puede dañar. M. f. cap. 1, n. 6. La principal señal para conocer quando. es verdadera la unión del alma con Dioí, consiste en 'la gran cer- LV teza que Dios dexa en el alma, de que estuvo en ella , de suerte que nunca se la olvida, aunque pasen muchbs años. Ibid. n. 8. y 9. Explica la Sant^ la Oración de unión , y sus efectos. M. c. 1. y 2. en todo. Para unirse con Dios, no es forzoso que su Magestad nos comunique mercedes sobrenaturales en la Oración. Aquella alma está unida con su Magestad , que ea todo se conforma con el beneplácito Divino. Explica la Santa la excelencia de esta unión. M. f.cap. 5. n. j. y siguientes. La señal mas cierta de estar el alma unida con Dios, es el amor de su Magestad, y del próximo. Ib. n. 7. y siguientes. El desasirse el alma de todo lo criado , es lo que junta al alma con su Criador. F. cap. 4. n. 4. Es gran dicha quando llega el alma á estar unida con la voluntad de Dios, no solo por palabras, y deseos , sino por obras. C. cap. 3. n, z. Las almas que llegan á esta unión, desprecian todo lo terreno, y en todo se ofrecen al servicio de Dios , porque obra en ella el amor, y la Fé meior que el entendimiento. Ibid. n. 3. De esta unión con Dios participa el alma, que salgan sus obras, después de ella, heroicas , y divinizadas, al modo que los hijos de una Labradorcilla que se casase con el Rey, serian de sangre Real. Ibid. n. 8. y 9» Refierense muchos afectos admirables de Ja unión del alma con Dios. Ibid. cap. 4. por todo él. Véase Verbo: Grxcion, Arrobamientos , y Visiones. Voluntacfpropia. Lo que mas nos daña es el hacer nuestra propia voluntad. M. 3. cap. 2. n. 7. Muchas almas parece que lo han dexado todo por Dios; mas por no estar exercitadas en negar Ja propia voluntad , en negocios graves de la honra de Dios vuelven á tomar la suya, y dexar ]a del Señor. C. cap. 2. n. 24. y 25". Santa Ursola. Ganó muchas almas para Dios. M. Í, cap. 4. n. 4* Z o

INDICE DE LAS COSAS NOTABLES.<br />

Prelada humil<strong>de</strong> no siente las advertencias<br />

que la hacen en las Visitas:<br />

quien las lleva mal, no es para Prelada.<br />

Ibid. n. 23. Se han <strong>de</strong> tener gran<br />

secreto en que no se entienda quien<br />

hizo las advertencias ; y las que se hacen<br />

á las Preladas será bien que se<br />

corrijan en secreto , si no fueren <strong>de</strong><br />

cosas graves que pi<strong>de</strong>n público castigo.<br />

Ibid. n. 24- y tf* Vuelve á encargar<br />

la <strong>Santa</strong> que el Visitador sea 'severo<br />

, que es muy necesaria esta partida<br />

para gobernar mugeres. Ibid. n. 27.<br />

Infórmese si hay exceso en el trato<br />

con los confesores, y en lo que se les<br />

asiste , y que en la Reforma no haya<br />

Vicarios <strong>de</strong> Monjas. Ibid. n. 25?. <strong>La</strong>s<br />

Preladas son unas Mayordomas <strong>de</strong> los<br />

bienes <strong>de</strong> sus Conventos , y así <strong>de</strong>ben<br />

gastar solo lo preciso, y no ser muy<br />

galantes. Ibid. n. ?o. No ha <strong>de</strong> tener<br />

el Provincial , ó Visitador amistad<br />

particular, ni favorecer con singularidad<br />

á ninguna Religiosa <strong>de</strong> los Conventos<br />

<strong>de</strong> su Visita, que será murmurado<br />

, aunque sea buena la amistad.<br />

Ibid. n. 3;. Zele mucho el que no le<br />

regalen en las comidas en los Monasterios<br />

que visita , y en que el Compañero<br />

no entienda Jas faltas <strong>de</strong> las<br />

Monjas aunque sean leves , porque<br />

las mugeres sienten mucho se entiendan<br />

sus miserias. Ibid. v.úm. 37. No<br />

manifieste que tiene especial aprecio,<br />

y amistad con la Priora, porque no se<br />

atreverán á advertirla sus faltas. Ibid.<br />

n. ? 8. No sea fácil en creer á las Preladas<br />

, porque á estas las suele tentar<br />

el <strong>de</strong>monio para que entiendan <strong>de</strong> algunas<br />

Subditas muy <strong>de</strong> otra suerte, que<br />

Jo que ellas son en sí; y lo mismo suce<strong>de</strong><br />

á las <strong>de</strong>más mugeres , respecto<br />

<strong>de</strong> otras. Ibid. n. ?8. y ¿9.<br />

ÍTJJ/CH. Quando el alma está unida con<br />

Dios , no se arrima á ella el <strong>de</strong>monio,<br />

ni la pue<strong>de</strong> dañar. M. f. cap. 1,<br />

n. 6. <strong>La</strong> principal señal para conocer<br />

quando. es verda<strong>de</strong>ra la unión <strong>de</strong>l alma<br />

con Dioí, consiste en 'la gran cer-<br />

LV<br />

teza que Dios <strong>de</strong>xa en el alma, <strong>de</strong> que<br />

estuvo en ella , <strong>de</strong> suerte que nunca<br />

se la olvida, aunque pasen muchbs<br />

años. Ibid. n. 8. y 9. Explica la Sant^<br />

la Oración <strong>de</strong> unión , y sus efectos.<br />

M. c. 1. y 2. en todo. Para unirse<br />

con Dios, no es forzoso que su Magestad<br />

nos comunique merce<strong>de</strong>s sobrenaturales<br />

en la Oración. Aquella alma<br />

está unida con su Magestad , que ea<br />

todo se conforma con el beneplácito<br />

Divino. Explica la <strong>Santa</strong> la excelencia<br />

<strong>de</strong> esta unión. M. f.cap. 5. n. j. y<br />

siguientes. <strong>La</strong> señal mas cierta <strong>de</strong> estar<br />

el alma unida con Dios, es el amor<br />

<strong>de</strong> su Magestad, y <strong>de</strong>l próximo. Ib. n.<br />

7. y siguientes. El <strong>de</strong>sasirse el alma<br />

<strong>de</strong> todo lo criado , es lo que junta al<br />

alma con su Criador. F. cap. 4. n. 4.<br />

Es gran dicha quando llega el alma á<br />

estar unida con la voluntad <strong>de</strong> Dios,<br />

no solo por palabras, y <strong>de</strong>seos , sino<br />

por obras. C. cap. 3. n, z. <strong>La</strong>s almas<br />

que llegan á esta unión, <strong>de</strong>sprecian<br />

todo lo terreno, y en todo se ofrecen<br />

al servicio <strong>de</strong> Dios , porque obra en<br />

ella el amor, y la Fé meior que el entendimiento.<br />

Ibid. n. 3. De esta unión<br />

con Dios participa el alma, que salgan<br />

sus obras, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ella, heroicas<br />

, y divinizadas, al modo que los<br />

hijos <strong>de</strong> una <strong>La</strong>bradorcilla que se casase<br />

con el Rey, serian <strong>de</strong> sangre Real.<br />

Ibid. n. 8. y 9» Refierense muchos<br />

afectos admirables <strong>de</strong> Ja unión <strong>de</strong>l alma<br />

con Dios. Ibid. cap. 4. por todo<br />

él. Véase Verbo: Grxcion, Arrobamientos<br />

, y Visiones.<br />

Voluntacfpropia. Lo que mas nos daña es<br />

el hacer nuestra propia voluntad. M.<br />

3. cap. 2. n. 7. Muchas almas parece<br />

que lo han <strong>de</strong>xado todo por Dios;<br />

mas por no estar exercitadas en negar<br />

Ja propia voluntad , en negocios graves<br />

<strong>de</strong> la honra <strong>de</strong> Dios vuelven á tomar<br />

la suya, y <strong>de</strong>xar ]a <strong>de</strong>l Señor. C.<br />

cap. 2. n. 24. y 25".<br />

<strong>Santa</strong> Ursola. Ganó muchas almas para<br />

Dios. M. Í, cap. 4. n. 4*<br />

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