Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo II

28.08.2017 Views

xxnv INDICE DE LAS que aunque la tengamos imperfectamente , nos lo premia , ñamándonos con divinos auxilios. M. 2. cap. 1. n, 2. y 5. Pensar ir al Cielo sin Oiacfon, es desatino. Ibid. rúm. 1 4 . Quando Dios llamare en la Or.c'cn con a?- gu'.n auxilie cspec'al , no se ha de dcxsf de ir á seguir este llaman iento, poí* estarse la consideración ocupada en h meditación que tiene de costumbre. ívj. 4- cap. 1. núm. 7. No está la utilidad Je Ja Oración en pensar mucho, sino ei: .ímar mucho. Ib. Es excelente modo de Oración el que se funda en Fé , mirando ¿ Dios dentro de nosotros , como le K alio San Agustín. Ibid. cap. n. En la Oración hemos de pedir al Señor como el pobre nécésirado al rico , baxa.^do Jos oíos, y esperando con humildad. Ibid. núm. 5-. Quando el Señor hace la merced al alma de que ella entienda la oye su Magestad , entonces será bien escuchar , y detener los actos del discurso ; pero si no hay esto , no se ha de hacer fuerza el alma para embobar las potencias , sino que ha de pedir, y considerar que está en presencia de Dips. Ibid. En la obra del espíritu quien menos piensa , y quiere hacer , hace mas. No podia llevary la Sama industrias humanas , para aquellas cosas en que Dios puso limite, y solo dependen de su Magestad , por haberlas reservado para sí. Ibid. n. S. y 6. Algunas a'mas no se atreven á bullir en la Oración, y están en ella muy encapotadas pareciendolas que en aquel gusto , y sosiego consiste la unión con Dios, y descuidan en el amor del próximo, que es en lo

INDICE DE LAS COSAS NOTABLES. en ella. M. 4. cap. 2. n. 2. y siguientes. En esta Oración el deleite , 7 efectos que siente el alma suelen>rebosar hasta el cuerpo : aquí no están las potencias unidas , sino embebidas, y mirando como espantadas lo que pasa en el alma , aunque la voluntad g| en alguna manera está unida con la .-de Dios. Ibid* n. 6. Explica la Santa con un simil excelente el modo con que se ensancha «1 alma en esta Ora- , cron , para no estar tan atada como antes en, las cosas del íeryício de Dios , y declara sus efectos , y los grandes bienes que dexa en el alma. Ibid. cap. 3. n. 8. Importa mucho á Jas^ ahpas que llegan; á, este estado, el apartarse de las ocasiones de ofender á Dios , potque todavía están muy tiernas, y como niñas , y el demonio pone mucho conato en meterlas en ellas por el mucho daño que le . harán , y también porque barrunta el que Dios las mira con especial amor. Ibid. n. 5>. y 10. Acaece muchas veces empezar una Oración de quietud i manera de. un sueño espiritual , que embebece al alma de modo, que si no entendemos como.se ha de proceder, /puede hacer gran perjuicio. F. cap. ^tf, núm. 1. Se ha 4e procurar desviar ^ este embebecimiento , porque no se tullan las potencias , y sentidos para , no hacer lo que el alma las manda. Ihfd. por todo el capit. Tratase del amor dulc^ , que nace en el altpa en la Oración de quierud , y se refieren I sus ccjestiales efectos. C- cap. 4. por todo él. Oración de Union. ExpÜcala la Santa largamente en las Moradas quintas, cap. 1 . desde el fol. ^ Pone la Santa un , exemplo admirable para explicar esta ' Oración , ,.7 , uíce sus efectos. M. ^ cap. 2. por todo iél. Oración del, P idre^ nuestro. Esta Oración es la mas dispuesta leña para cebar el ' fuego del amor de Dios. M. P. n. r. y a. En jpstaYOZ Padre nuestro se debe XXXV considerar la guerra de Dios, y amor á la- criatura^ , el Stñcr Criador de todas , y sentir el que sea ofendido. Ibid. 1 . Petición , n. 1 . y siguientes. De dos maneras se puede entender esta Petición. Vénganos el tu Rcyno. La una , pidiendo c^ie nos dé el Reyno de los Cielos: y la otra, pidiendo qne reyne su Magestad en nosotrosw Ibid. 2. Petición , n. r. Para excitarse el alma á hader Ja voluntad de Dios , es conveniente considerar 3 su Magestad como Esposo suyo. Ibid. 5. Petición, n. r. y siguientes. Quando decimos esta Oración hemos de considerar , que Christo está á nuestro lado , y haciéndonos compaíiu. Ibid. /. Petición , núra, j. AH S el Palto. Las mercedes que Je hizo Señor en su conversión , no fue por ser mas Santo que otras criaturas, sino para que resplandeciesen e» él . las grandezas, y piedades de Dios. M. 1 . cap. 1 . n. 4. Las mercedes que Je hizo el Señor fueron para fortalecerle para que trabajase : nunca descansaba , y hasta por las noches trabajaba para ganar el sustento. M. 7. cap. 4. n. 4. El Padre Públo Hermndex., de la Compañía de Jesut. Fue uno de los Confesores de la Santa, gran sugeto, y el que dio principio á la fundación del Conven- . to de Religiosas Carmelitas de Toledo. F. cap. iy. n. ti Padres. De padres santos nacieron hijos malos. M. ^. cap. 1 . n. 4. Hace el Señor grandes mercedes á los hijos de ios padres virtuosos: no deben estos impedirlos el entrar en Religión, por el báxo fin de conservar sus mayorazgos. F. cap. 10. n. 9' Será muy grande el gozo que tendrán en el Cielo los padres que criaron bien á sus hijos, Ibid. cap. 11. n. 1, Sin que los padres lo merezcan, suele el Señor hacer pier- Nnnn x ce-

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que aunque la tengamos imperfectamente<br />

, nos lo premia , ñamándonos<br />

con divinos auxilios. M. 2. cap. 1. n,<br />

2. y 5. Pensar ir al Cielo sin Oiacfon,<br />

es <strong>de</strong>satino. Ibid. rúm. 1 4 . Quando<br />

Dios llamare en la Or.c'cn con a?-<br />

gu'.n auxilie cspec'al , no se ha <strong>de</strong><br />

dcxsf <strong>de</strong> ir á seguir este llaman iento,<br />

poí* estarse la consi<strong>de</strong>ración ocupada<br />

en h meditación que tiene <strong>de</strong><br />

costumbre. ívj. 4- cap. 1. núm. 7. No<br />

está la utilidad Je Ja Oración en pensar<br />

mucho, sino ei: .ímar mucho. Ib.<br />

Es excelente modo <strong>de</strong> Oración el que<br />

se funda en Fé , mirando ¿ Dios <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> nosotros , como le K alio San<br />

Agustín. Ibid. cap. n. En la Oración<br />

hemos <strong>de</strong> pedir al Señor como<br />

el pobre nécésirado al rico , baxa.^do<br />

Jos oíos, y esperando con humildad.<br />

Ibid. núm. 5-. Quando el Señor hace la<br />

merced al alma <strong>de</strong> que ella entienda<br />

la oye su Magestad , entonces será<br />

bien escuchar , y <strong>de</strong>tener los actos <strong>de</strong>l<br />

discurso ; pero si no hay esto , no se<br />

ha <strong>de</strong> hacer fuerza el alma para embobar<br />

las potencias , sino que ha <strong>de</strong><br />

pedir, y consi<strong>de</strong>rar que está en presencia<br />

<strong>de</strong> Dips. Ibid. En la obra <strong>de</strong>l<br />

espíritu quien menos piensa , y quiere<br />

hacer , hace mas. No podia llevary la<br />

Sama industrias humanas , para aquellas<br />

cosas en que Dios puso limite, y<br />

solo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> su Magestad , por<br />

haberlas reservado para sí. Ibid. n.<br />

S. y 6. Algunas a'mas no se atreven<br />

á bullir en la Oración, y están en ella<br />

muy encapotadas pareciendolas que<br />

en aquel gusto , y sosiego consiste la<br />

unión con Dios, y <strong>de</strong>scuidan en el<br />

amor <strong>de</strong>l próximo, que es en lo

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