Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo II
48 MORADAS aun no sabemos preguntará los que saben, ni entendemos que hay que preguntar, y pasanse terribles trabajos porque no nos encendemosj y lo que no es malo, sino bueno pensamos que es mucha culpa. De aquí proceden las aflicciones de mucha gente que trata de Oración, y el quejarse de trabajos interiores (al menos mucha parte en gente que no tiene letras) y vienen las melancolías , y á perder la salud, y aurt á dexarlo todo, porque no consideran que hay un mundo interior acá dentro. Y ansi como no podemos tener el mo* vimlento del Cielo, sino que anda á priesa con toda velocidad , tampoco podemos tener nuestro pensamiento , y( luego metemos todas las potencias del alma con él, y nos parece que estamos perdidas, y gastando mal el tiempo que estamos delante de Dios: y estáse d alma por ventura toda junta con él en las Moradas muy cercanas, y el pensamiento en el arrabal del Castillo, padeciendo con mil bestias fieras , y ponzoñosas, y mereciendo con este padecen Y ansi ni nos ha de turbar , ni lo hemos de dexar, que es lo que pretende eldemomioj y por la mayor parte todas las inquietudes, y trabajos vienen deste no nos entender. 10 Escribiendo esto, estoy considerando lo que pasa en mi cabeza del gran ruido della, qué dixe al principio, por donde se me hizo casi imposible poder hacer lo que me mandaban de escribir. No parece sino qiíe están en ella muchos rios caudalosos, y por otra parte que destas aguas se despeñan muchos paxarillos, y sil vos; y no en los oídos, sino en lo superior de la cabeza , á donde dicen que^ está lo superior del alma. Y yo estuve en esto hartó tiempo , por parecer, que el movimiento grande del espíritu acia arriba subia con velocidad, Plega á Dios que se me acuer-
QUARTAS. 4P acuerde en las Moradas de adelante , decir la causa desto (que aquí no viene bien) y no sera mucho que haya querido el Seííor darme este mal de cabeza , para entenderlo mejor ^ porque con toda esta barabúnda delia , no me estorva á la Oración , ni á lo que estoy diciendo , sino que el alma se esta muy entera en su quietud, y amor, y deseos, y claro conocimiento. 11
- Page 9 and 10: INDICE DE LOS CAPITULOS DEL TRATADO
- Page 11 and 12: PROLOGO DE LA SANTA MADRE TERESA DE
- Page 14 and 15: Curjihus tviidarutn proferí T/ertf
- Page 16 and 17: 4 MORADAS hay muchas moradas. Que s
- Page 18 and 19: 6 MORADAS como dlxo del Ciego que d
- Page 20 and 21: 8 MORADAS so viene el mcsmo Señor
- Page 22 and 23: io MORADAS- fi x Yo sé de una pers
- Page 24 and 25: 1% MORADAS pío , y entendía como
- Page 26 and 27: 14 MORADAS Dios que se cxercite en
- Page 28 and 29: i¿ MORADAS para combatir que no pa
- Page 30 and 31: i8 MORADAS tender sus ardides, y qu
- Page 32 and 33: zo A D A S SEGUNDAS. HAT EN ELLAS U
- Page 34 and 35: i i MORADAS verdad , que enseña en
- Page 36 and 37: H MORADAS ras para sanar, y harta m
- Page 38 and 39: z6 MORADAS que el Señor haga la nu
- Page 40 and 41: 2,8 MORADAS la muerte que paso por
- Page 42 and 43: so MORADAS 3 Por cierto. Hijas mía
- Page 44 and 45: 3i MORADAS Señor posea el alma, no
- Page 46 and 47: 4 MORADAS nosotros^ y nos crió, y
- Page 48 and 49: 3? MORADAS mos 3 y nos probemos a n
- Page 50 and 51: 38 MORADAS salud. No hayáis miedo
- Page 52 and 53: 4o MORADAS perfección en los gusto
- Page 54 and 55: 42 MORADAS deprender en lo principa
- Page 56 and 57: 44 MORADAS el Rey, es grande su her
- Page 58 and 59: 4^ MORADAS lágri mas congojosas, q
- Page 62 and 63: So MORADAS ser muy penoso , y casi
- Page 64 and 65: MORADAS gunas de espíritu, que est
- Page 66 and 67: S4 MORADAS ni donde está, mas el c
- Page 68 and 69: S6 MORADAS aquí, solo se di á qui
- Page 70 and 71: 58 MORADAS mas no es esto, que esto
- Page 72 and 73: éo MORADAS ría pena de tener el h
- Page 74 and 75: 4t MORADAS atada como antes en las
- Page 76 and 77: H MORADAS robamícnto: y llamóle y
- Page 78 and 79: 66 MORADAS declararlo; porque son m
- Page 80 and 81: ^8 MORADAS siente; y como no llegan
- Page 82 and 83: 7o MORADAS y si no son derramados,
- Page 84 and 85: 72, MORADAS tenderlo , cpara qué n
- Page 86 and 87: 74 MORADAS con las boquillas van de
- Page 88 and 89: 76 MORADAS lo que he dicho todo lo
- Page 90 and 91: 78 MORADAS que sí tienen, y muy gr
- Page 92 and 93: 8o MORADAS se os puso delante la tr
- Page 94 and 95: Si MORADAS x Yo Ke conocido persona
- Page 96 and 97: 84 MORADAS 6 Esta es la unión, que
- Page 98 and 99: 26 MORADAS do, dará mil vueltas al
- Page 100 and 101: 88 MORADAS CAPITULO IV. PROSIGUE EN
- Page 102 and 103: 9o MORADAS 3 Por eso almas Christia
- Page 104 and 105: 9z MORADAS trar, ni desierto tan ap
- Page 106 and 107: 9+ MORADAS MORADAS SEXTAS. HAT EN E
- Page 108 and 109: MORADAS monias: y hasc de notar (qu
48 MORADAS<br />
aun no sabemos preguntará los que saben, ni enten<strong>de</strong>mos<br />
que hay que preguntar, y pasanse terribles trabajos porque<br />
no nos encen<strong>de</strong>mosj y lo que no es malo, sino bueno pensamos<br />
que es mucha culpa. De aquí proce<strong>de</strong>n las aflicciones<br />
<strong>de</strong> mucha gente que trata <strong>de</strong> Oración, y el quejarse <strong>de</strong> trabajos<br />
interiores (al menos mucha parte en gente que no tiene<br />
letras) y vienen las melancolías , y á per<strong>de</strong>r la salud, y aurt<br />
á <strong>de</strong>xarlo todo, porque no consi<strong>de</strong>ran que hay un mundo<br />
interior acá <strong>de</strong>ntro. Y ansi como no po<strong>de</strong>mos tener el mo*<br />
vimlento <strong>de</strong>l Cielo, sino que anda á priesa con toda velocidad<br />
, tampoco po<strong>de</strong>mos tener nuestro pensamiento , y(<br />
luego metemos todas las potencias <strong>de</strong>l alma con él, y nos<br />
parece que estamos perdidas, y gastando mal el tiempo que<br />
estamos <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Dios: y estáse d alma por ventura toda<br />
junta con él en las Moradas muy cercanas, y el pensamiento<br />
en el arrabal <strong>de</strong>l Castillo, pa<strong>de</strong>ciendo con mil bestias fieras<br />
, y ponzoñosas, y mereciendo con este pa<strong>de</strong>cen Y ansi<br />
ni nos ha <strong>de</strong> turbar , ni lo hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>xar, que es lo que<br />
preten<strong>de</strong> el<strong>de</strong>momioj y por la mayor parte todas las inquietu<strong>de</strong>s,<br />
y trabajos vienen <strong>de</strong>ste no nos enten<strong>de</strong>r.<br />
10 Escribiendo esto, estoy consi<strong>de</strong>rando lo que pasa<br />
en mi cabeza <strong>de</strong>l gran ruido <strong>de</strong>lla, qué dixe al principio,<br />
por don<strong>de</strong> se me hizo casi imposible po<strong>de</strong>r hacer lo que<br />
me mandaban <strong>de</strong> escribir. No parece sino qiíe están en<br />
ella muchos rios caudalosos, y por otra parte que <strong>de</strong>stas<br />
aguas se <strong>de</strong>speñan muchos paxarillos, y sil vos; y no en los<br />
oídos, sino en lo superior <strong>de</strong> la cabeza , á don<strong>de</strong> dicen que^<br />
está lo superior <strong>de</strong>l alma. Y yo estuve en esto hartó tiempo<br />
, por parecer, que el movimiento gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>l espíritu<br />
acia arriba subia con velocidad, Plega á Dios que se me<br />
acuer-