Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo II
4 MORADAS nosotros^ y nos crió, y da ser , que no nos tengamos por venturosos en que se vaya desquitando algo délo que le debemos , por lo que nos ha servido? (de mala gana dixe esta palabra, mas ello es ansi, que no hizo otra cosa todo que? vivió en el mundo) sin que le pidamos mercedes de nuevo, y regalos, p Mirad mucho , Hija^ , algunas cosas que aquí van apuntadas, aunque arrebujadas, que ño lo sé mas declarar: el Señor os la dará á entender, para que saquéis de las sequedades humildad, y no inquietud , que es lo que pretende el demonio', y creed que á donde la hay de veras , que aunque nunca dé Dios regalos, dará una paz, y conformidad con que anden mas contentas, que otros con regalos, que muchas veces (como habéis leído) los da la Divina Magestad á los mas flacos, aunque creo dellos, que no los trocarian por las fortalezas de los que andan con sequedad. Somos amigos de contentos, mas que de Cruz. Pruébanos tií Señor, que sabes las verdades, para que nos conozcamos. CAPITULO II. PROSIGUE EN LO MESMO > Y TRATA DE LAS sequedades en la Oración, y de lo que podría suceder á su parecer , y como es menester probarnos , y que prueba el Señor á ios que están en estas Moradas, i "^7"0 he conocido algunas almas, y aun creo puedo decir hartas,'de las que han llegado á este estado , y estado , y vivido muchos años en esta rectitud , y con-
TERCERAS. 3s concierto alma, y cuerpo (a lo que se puede entender) j después dellos, que ya parece habían de estar señores del mundo , al menos bien desengañados del , probarlos su Mag^tad en cosas no muy grandes, y andar con tanta inquietud, y apretamiento de corazón, que á mí me traían tonca, y aun temerosa harto. Pues darles consejo, no hay remedio, porque como ha tanto que tratan de virtud, pareceles que pueden ensenar á otros, y que les sobra razón en sentir aquellas cosas. En fin, que yo no he hallado remedio , ni le hallo para consolar á semejantes personas^ sino es mostrar grande sentimiento de su pena (y á la verdad se tiene de verlos sujetos á tanta miseria) y no contradecir su razón, porque todas las conciertan en su pensamiento, que por Dios las sienten, y ansi no acaban de entender que es imperfecion : que es otro engaño para gente tan aprovechada, que de que lo sientan, no hay que espantar, aunque á mi parecer habia de pasar presto el sentimiento de cosas semejantes. Porque muchas veces quiere Dios, que sus escogidos sientan su miseria , y aparta un poco su favor j que no es menester mas, que á usadas que nos conozcamos bien presto. Y luego se enciende esta manera de probarlos , porque entienden ellos su falta muy claramente, y á las veces les da mas pena esta , de ver que sin poder mas sienten cosas de la tierra, y no muy pesadas , que lo mesmo de que tienen pena. Esto tengolo yo por gran misericordia de Dios *, y aunque es falca , muy gananciosa para la humildad. En las personas que digo no es ansi, sino que canonizan, como he dicho, en sus pensamientos estas cosas *, y ansi querrían que otros las canonizasen. Quiero decir alguna dellas, porque nos encenda- E 2, mos,
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concierto alma, y cuerpo (a lo que se pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r) j<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>llos, que ya parece habían <strong>de</strong> estar señores <strong>de</strong>l<br />
mundo , al menos bien <strong>de</strong>sengañados <strong>de</strong>l , probarlos su<br />
Mag^tad en cosas no muy gran<strong>de</strong>s, y andar con tanta inquietud,<br />
y apretamiento <strong>de</strong> corazón, que á mí me traían<br />
tonca, y aun temerosa harto. Pues darles consejo, no hay<br />
remedio, porque como ha tanto que tratan <strong>de</strong> virtud, pareceles<br />
que pue<strong>de</strong>n ensenar á otros, y que les sobra razón<br />
en sentir aquellas cosas. En fin, que yo no he hallado remedio<br />
, ni le hallo para consolar á semejantes personas^<br />
sino es mostrar gran<strong>de</strong> sentimiento <strong>de</strong> su pena (y á la verdad<br />
se tiene <strong>de</strong> verlos sujetos á tanta miseria) y no contra<strong>de</strong>cir<br />
su razón, porque todas las conciertan en su pensamiento,<br />
que por Dios las sienten, y ansi no acaban <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r<br />
que es imperfecion : que es otro engaño para gente<br />
tan aprovechada, que <strong>de</strong> que lo sientan, no hay que espantar,<br />
aunque á mi parecer habia <strong>de</strong> pasar presto el sentimiento<br />
<strong>de</strong> cosas semejantes. Porque muchas veces quiere<br />
Dios, que sus escogidos sientan su miseria , y aparta un<br />
poco su favor j que no es menester mas, que á usadas que<br />
nos conozcamos bien presto. Y luego se encien<strong>de</strong> esta manera<br />
<strong>de</strong> probarlos , porque entien<strong>de</strong>n ellos su falta muy<br />
claramente, y á las veces les da mas pena esta , <strong>de</strong> ver que<br />
sin po<strong>de</strong>r mas sienten cosas <strong>de</strong> la tierra, y no muy pesadas<br />
, que lo mesmo <strong>de</strong> que tienen pena. Esto tengolo yo<br />
por gran misericordia <strong>de</strong> Dios *, y aunque es falca , muy<br />
gananciosa para la humildad. En las personas que digo no<br />
es ansi, sino que canonizan, como he dicho, en sus pensamientos<br />
estas cosas *, y ansi querrían que otros las canonizasen.<br />
Quiero <strong>de</strong>cir alguna <strong>de</strong>llas, porque nos encenda-<br />
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