Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo II
8 MORADAS so viene el mcsmo Señor á mandarlas se levanten > cotno al que había treinta años que estaba en la Picina tienen harta mala ventura } y gran peligro) sino con otras almas, que en fin entran en el Castillo -, porque aunque están mu^ metidas en el mundo, tienen buenos deseos, y alguna vez, aunque de tarde en tarde, se encomiendan á nuestro Señor , y consideran quien son, aunque no muy de espacio; y alguna vez en un mes rezan llenos de mil negocios el pensamiento (casi lo ordinario es esto) porque están tan asidos á ellos, que (como á donde está su tesoro, se va allá el corazón) ponen por sí algunas veces de desocuparse , y es gran cosa el propio conocimiento , y ver que no ván bien para atinar á la puerta. En fin entran á las primeras piezas de las baxas, mas entran con ellos tantas sabandijas, que ni les dexan ver la hermosura del Castillo , ni sosegar: harto hacen en haber entrado. 6 Pareceros ha, Hijas, que es esto impertinente, pues por la bondad del Señor no sois destas. Habéis de tener paciencia , porque no sabré dar á entender , como yo tengo entendido algunas cosas interiores de Oración., sino esansi, y aun plega al Señor que atine á decir algo ^ porque es bien dificultoso lo que querría daros á entender, sino hay experiencia*, si la hay, veréis que no se puede hacer menos de tocar, en lo que plega al Señor no nos to que por su misericordia. CA
PRIMERAS. 9 CAPITULO II. ^^r^í M QUAN FEA COSA ES UN ALMA que^stá en pecado mortal y y como quiso Dios dar á entender algo des to á una persona. Trata también algo sobre el propio conocimiento. Es de provecho , porque hay algunos puntos de notar. Dice tomo se han de entender estas Moradas., INtes que pase adelante , os quiero decir, vqiie consideréis, que será ver este Castillo tan resplandecientey y hermoso, esta Perla Oriental, éste Arbol de vida, que esta plantado en las mesmas aguas vivas de la vida, que esDios> quando cae en un pecado mortal, no hay tinieblas mas tenebrosas, ni cosa tan escura , y negra, que no lo esté mucho mas. No queráis mas saber, de que con estarse el mesmo Sol, que le daba tanto resplandor, y hermosura, todavía en el centro de su alma, es como si allí no estuviese para participar del, con ser tan capaz para gozar de su Magestad , como el cristal para resplandecer en el Sol. Ninguna cosa le aprovecha*, y de aquí viene, que todas las buenas obras que hiciere , estando ansi en pecado mortal, son de ningún fruto para alcanzar Gloria, porque no procediendo de aquel principio, que es Dios, de donde nuestra virtud, es virtud, y apartándonos del, no puede ser agradable a sus ojos: pues en fin el intento de quien hace un pecado mortal, no es contentarle, sino hacer placer ai demonio , que como es las mesmas tinieblas, ansi la pobre alma queda hecha una mesma tiniebla. Obras Tom. II. B Yo
- Page 1 and 2: OBRAS D E L A c' GLORIOSA MADRE SAN
- Page 3 and 4: INDICE DE LOS CAPITULOS DE ESTE SEG
- Page 5 and 6: tt en esto y no seguirse por su par
- Page 7 and 8: que tiene el alma de comulgar , y d
- Page 9 and 10: INDICE DE LOS CAPITULOS DEL TRATADO
- Page 11 and 12: PROLOGO DE LA SANTA MADRE TERESA DE
- Page 14 and 15: Curjihus tviidarutn proferí T/ertf
- Page 16 and 17: 4 MORADAS hay muchas moradas. Que s
- Page 18 and 19: 6 MORADAS como dlxo del Ciego que d
- Page 22 and 23: io MORADAS- fi x Yo sé de una pers
- Page 24 and 25: 1% MORADAS pío , y entendía como
- Page 26 and 27: 14 MORADAS Dios que se cxercite en
- Page 28 and 29: i¿ MORADAS para combatir que no pa
- Page 30 and 31: i8 MORADAS tender sus ardides, y qu
- Page 32 and 33: zo A D A S SEGUNDAS. HAT EN ELLAS U
- Page 34 and 35: i i MORADAS verdad , que enseña en
- Page 36 and 37: H MORADAS ras para sanar, y harta m
- Page 38 and 39: z6 MORADAS que el Señor haga la nu
- Page 40 and 41: 2,8 MORADAS la muerte que paso por
- Page 42 and 43: so MORADAS 3 Por cierto. Hijas mía
- Page 44 and 45: 3i MORADAS Señor posea el alma, no
- Page 46 and 47: 4 MORADAS nosotros^ y nos crió, y
- Page 48 and 49: 3? MORADAS mos 3 y nos probemos a n
- Page 50 and 51: 38 MORADAS salud. No hayáis miedo
- Page 52 and 53: 4o MORADAS perfección en los gusto
- Page 54 and 55: 42 MORADAS deprender en lo principa
- Page 56 and 57: 44 MORADAS el Rey, es grande su her
- Page 58 and 59: 4^ MORADAS lágri mas congojosas, q
- Page 60 and 61: 48 MORADAS aun no sabemos preguntar
- Page 62 and 63: So MORADAS ser muy penoso , y casi
- Page 64 and 65: MORADAS gunas de espíritu, que est
- Page 66 and 67: S4 MORADAS ni donde está, mas el c
- Page 68 and 69: S6 MORADAS aquí, solo se di á qui
PRIMERAS. 9<br />
CAPITULO <strong>II</strong>.<br />
^^r^í M QUAN FEA COSA ES UN ALMA<br />
que^stá en pecado mortal y y como quiso Dios dar á enten<strong>de</strong>r<br />
algo <strong>de</strong>s to á una persona. Trata también algo sobre el propio<br />
conocimiento. Es <strong>de</strong> provecho , porque hay algunos puntos<br />
<strong>de</strong> notar. Dice tomo se han <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r estas<br />
Moradas.,<br />
INtes que pase a<strong>de</strong>lante , os quiero <strong>de</strong>cir,<br />
vqiie consi<strong>de</strong>réis, que será ver este Castillo<br />
tan resplan<strong>de</strong>cientey y hermoso, esta Perla<br />
Oriental, éste Arbol <strong>de</strong> vida, que esta<br />
plantado en las mesmas aguas vivas <strong>de</strong> la<br />
vida, que esDios> quando cae en un pecado mortal, no hay<br />
tinieblas mas tenebrosas, ni cosa tan escura , y negra, que<br />
no lo esté mucho mas. No queráis mas saber, <strong>de</strong> que con<br />
estarse el mesmo Sol, que le daba tanto resplandor, y hermosura,<br />
todavía en el centro <strong>de</strong> su alma, es como si allí no<br />
estuviese para participar <strong>de</strong>l, con ser tan capaz para gozar<br />
<strong>de</strong> su Magestad , como el cristal para resplan<strong>de</strong>cer en el<br />
Sol. Ninguna cosa le aprovecha*, y <strong>de</strong> aquí viene, que todas<br />
las buenas obras que hiciere , estando ansi en pecado<br />
mortal, son <strong>de</strong> ningún fruto para alcanzar Gloria, porque<br />
no procediendo <strong>de</strong> aquel principio, que es Dios, <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />
nuestra virtud, es virtud, y apartándonos <strong>de</strong>l, no pue<strong>de</strong> ser<br />
agradable a sus ojos: pues en fin el intento <strong>de</strong> quien hace<br />
un pecado mortal, no es contentarle, sino hacer placer ai<br />
<strong>de</strong>monio , que como es las mesmas tinieblas, ansi la pobre<br />
alma queda hecha una mesma tiniebla.<br />
<strong>Obras</strong> Tom. <strong>II</strong>. B Yo