Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo I
TERESA DE JESUS. 27; plexíon: á los dos meses á poder de medicinas me tenia casi acabada la vida*, y el rigor del mal de corazón^ de que me fui á curar, era mucho mas recio, que algunas veces me parecia con dientes agudos me asian del, tanto que se temió era rabia. Con la falta grande de virtud (porque ninguna cosa podía comer, sino era bebida , de gran hastío, calentura muy concína, y tan gastada, porque casi un mes me hablan dado una purga cada dia) estaba tan abrasada, que se me comenzaron á encoger los nervios, con dolores tan incomportables, que dia, ni noche ningún sosiego podia tener, y una tristeza muy profunda. Con esta ganancia me tornó á traer mi Padre, á donde tornaron á verme Médicos: todos me desahuciaron, que decian sobre todo este mal estaba ética. Desto se me daba a mí poco, los dolores eran los que me fatigaban, porque eran en un sér desde los pies hasta la cabeza*, porque de nervios son intolerables, según decian los Médicos, y como todos se encogían, cierto si yo no lo hubiera por mi culpa perdido, era recio tormento. En esta reciedumbre no estarla mas de tres meses, que parecia imposible poderse sufrir tantos males juntos. Ahora me espanto, y tengo por gran merced del Señor la paciencia que su Magestad me dio, que se veía claro venir dél. Mucho me aprovechó para tenerla haber leído la Historia de Job en los Morales de San Gregorio, que parece previno el Señor con esto, y con haber comenzado á tener Oración, para que yo lo pudiese llevar con tanta conformidad. Todas mis platicas eran con él. Traía muy ordinario estas palabras de Job en el pensamiento, y decíalas: Pues recibimos los bienes de la mano del Señor, ¿por qué no sufrirémos los males > Esto parece me ponia esfuerzo. D 2, Vi-
% 8 VIDA DE LA SANTA MADRE 4 Vino la fiesta de nuestra Señora de Agosto^ que Hasta entonces desde Abril habia sido el tormento^ aunque los tres postreros meses mayor. Di priesa a confesarme , que siempre era muy amiga de confesarme amenudo. Pensaron, que era miedo de morirme-, y por no me dar pena, mi Padre no me dexó. i O amor de carne demasiado , que aunque sea de tan Católico Padre, y tan avisado, que lo era harto, que no fue ignorancia, me pudiera hacer gran daño l Dióme aquella noche un parasismo, que me duró estar sin ningún sentido quatro dias poco menos: en esto me dieron el Sacramento de la Unción, y cada hora, ó momento pensaban espiraba, y no hacian sino decirme el Credo, como si alguna cosa entendiera. Teníanme a veces por tan muerta, que hasta la cera me hallé después en los ojos. La pena de mi Padre era grande, de no me haber dexado confesar ^clamores, y oraciones á Dios muchas: bendito sea el que quiso oirías, que teniendo dia y medio abierta la sepultura en mi Monasterio esperando el cuerpo allá, y hechas las honras en uno de nuestros Fray les fuera de aquí, quiso el Señor tornase en mí s luego me quise confesar. Comulgué con hartas lagrimas, mas á mi parecer, que no eran con el sentimiento, y pena de solo haber ofendido áDios, que bastara para salvarme, si el engaño que traía de los que me har bian dicho no eran algunás cosas pecado mortal, que cierto he visto después lo eran, no me aprovechara. Porque los dolores eran incomportables con que quedé, el sentido poco, aunque la confesión entera, á mi parecer, de todo lo que entendí habia ofendido á Dios, que esta merced me hizo su Magestad entre otras, que nunca después que comencé á comulgar dexé cosa por confesar , que yo pensase era peca-
- Page 19 and 20: 'diñarlos privilegios, como en la
- Page 21 and 22: moríase, en que nadie entendiese c
- Page 23 and 24: cía á sus Superiores en cosas dif
- Page 25 and 26: pírítu , y conocerlas , y como ta
- Page 27 and 28: Pe muy viva , y la Esperanza tan cl
- Page 29 and 30: dó con tanta flaqueza de cabeza ,
- Page 31 and 32: Que vuelta en nuestra lengua Españ
- Page 33 and 34: INDICE DE LOS C APÍTULOS DE ESTE P
- Page 35 and 36: que el Señor pone al alma que est
- Page 37 and 38: ausentase de este lugar , dice la c
- Page 39 and 40: CAP. XIII. Prosigue en la mertifica
- Page 41: ni os en estas palabras: Et ne nos
- Page 44 and 45: Pag. r LA DE LA SANTA VIDA MADRE jl
- Page 46 and 47: TERESA DE JESUS. 3 te años. Ayudá
- Page 48 and 49: TERESA DE JESUS. ; y mucKas lágrim
- Page 50 and 51: TERESA DE JESUS. 7 . vanidades que
- Page 52 and 53: TERESA DE JESUS. 9 sonas virtuosas
- Page 54 and 55: TERESA DE JESUS. n panía de buenos
- Page 56 and 57: TERESA DE JESUS. 13 na 3 que resid
- Page 58 and 59: TERESA DE JESUS. i j CAPITULO IV. D
- Page 60 and 61: TERESA DE JESUS. 17 quebrárseme el
- Page 62 and 63: TERESA DE JESUS. i? 3 Comenzóme su
- Page 64 and 65: tftRESA DE JESUS. i t desvaratada e
- Page 66 and 67: TERESA DE JESUS. 23 que comía: mur
- Page 68 and 69: TERESA DE JESUS. peligroso estado c
- Page 72 and 73: TERESA DE JESUS. 19 cado, aunque fu
- Page 74 and 75: TERESA DE JESUS. 31 porque en la En
- Page 76 and 77: TERESA DE JESUS.^ 3 3 mas servirle)
- Page 78 and 79: TERESA DE JESUS. 3 5 como se puede
- Page 80 and 81: TERESA DE JESUS. 37 CAPITULO VIL TR
- Page 82 and 83: TERESA DE JESUS. 35> que eran buena
- Page 84 and 85: TERESA DE JESUS, 4^ 3 Pues comenzan
- Page 86 and 87: TERESA DE JESUS. 45 6 Estando yo ma
- Page 88 and 89: TERESA DE JESUS. Ví bajos el Seíi
- Page 90 and 91: : TERESA DE JESUS. 47 fesor, qué e
- Page 92 and 93: TERESA DE JESUS. 49 poco, según el
- Page 94 and 95: TERESA DE JESUS. JI y ruin que todo
- Page 96 and 97: TERESA DE JESUS. ||t raba, que las
- Page 98 and 99: TERESA DE JESUS. "5 $ que os ha ofe
- Page 100 and 101: | TERESA- DE JESUS. 57 solo digo ^
- Page 102 and 103: «O*» K33» ^li» ^IO»«Oft^«0
- Page 104 and 105: TERESA DE JESUS. 61 estar muy ganad
- Page 106 and 107: TERESA DE JESUS. ^3 oír mis clamor
- Page 108 and 109: TERESA DE JESUS. fuera de sí. Ama
- Page 110 and 111: TERESA DE JESUS. ^7 bienes, nos dar
- Page 112 and 113: TERESA DE JESUS. é9 verdad digo ,
- Page 114 and 115: TERESA DE JESUS. 71 CAPITULO XI. DI
- Page 116 and 117: TERESA DE JESUS. 73 áí gracia, y
- Page 118 and 119: TERESA DE JESUS. 7í el Señor sin
% 8 VIDA DE LA SANTA MADRE<br />
4 Vino la fiesta <strong>de</strong> nuestra Señora <strong>de</strong> Agosto^ que Hasta<br />
entonces <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Abril habia sido el tormento^ aunque los<br />
tres postreros meses mayor. Di priesa a confesarme , que<br />
siempre era muy amiga <strong>de</strong> confesarme amenudo. Pensaron,<br />
que era miedo <strong>de</strong> morirme-, y por no me dar pena, mi Padre<br />
no me <strong>de</strong>xó. i O amor <strong>de</strong> carne <strong>de</strong>masiado , que aunque<br />
sea <strong>de</strong> tan Católico Padre, y tan avisado, que lo era<br />
harto, que no fue ignorancia, me pudiera hacer gran daño<br />
l Dióme aquella noche un parasismo, que me duró estar<br />
sin ningún sentido quatro dias poco menos: en esto me dieron<br />
el Sacramento <strong>de</strong> la Unción, y cada hora, ó momento<br />
pensaban espiraba, y no hacian sino <strong>de</strong>cirme el Credo, como<br />
si alguna cosa entendiera. Teníanme a veces por tan<br />
muerta, que hasta la cera me hallé <strong>de</strong>spués en los ojos. <strong>La</strong><br />
pena <strong>de</strong> mi Padre era gran<strong>de</strong>, <strong>de</strong> no me haber <strong>de</strong>xado confesar<br />
^clamores, y oraciones á Dios muchas: bendito sea el<br />
que quiso oirías, que teniendo dia y medio abierta la sepultura<br />
en mi Monasterio esperando el cuerpo allá, y hechas<br />
las honras en uno <strong>de</strong> nuestros Fray les fuera <strong>de</strong> aquí, quiso el<br />
Señor tornase en mí s luego me quise confesar. Comulgué<br />
con hartas lagrimas, mas á mi parecer, que no eran con el<br />
sentimiento, y pena <strong>de</strong> solo haber ofendido áDios, que bastara<br />
para salvarme, si el engaño que traía <strong>de</strong> los que me har<br />
bian dicho no eran algunás cosas pecado mortal, que cierto<br />
he visto <strong>de</strong>spués lo eran, no me aprovechara. Porque los dolores<br />
eran incomportables con que quedé, el sentido poco,<br />
aunque la confesión entera, á mi parecer, <strong>de</strong> todo lo que entendí<br />
habia ofendido á Dios, que esta merced me hizo su<br />
Magestad entre otras, que nunca <strong>de</strong>spués que comencé á<br />
comulgar <strong>de</strong>xé cosa por confesar , que yo pensase era peca-