Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo I
UN DEVOTO HUMILDE DE LA SERAFICA MADRE, Y D O C T O R A SANTA TERESA DE JESUS5 DESEANDO LA MAYOR GLORIA DE DIOS, de la Santa , y bien espiritual de los Fieles , por medio de la atenta lección , y Justa consideración de la Celestial Doctrina de sus Divinos Escritos, ha solicitado para los que leyeren , ú oyeren leer qualquier Capítulo, ó Carta de sus Obras las Indulgencias siguientes. J M L Emmo. Sr. Cardenal Don Luís BeJluga t Obispo de Carta* JjJ gena , concedió cien días de Indulgencia perpetuamente. El Eminentísimo Señor Cardenal Don Carlos de Borja , Patriarca de las Indias , concedió otros cien dias. El Excelentísimo Señor Don Diego de Astorga y Céspedes, Arzobispo de Toledo , quarenta días. El Excelentísimo Señor Don Juan de Alencaster, Duque de Abrantes y Obispo de Cuenca y otros quarenta. El Illmo* y Reverendísima Señor Don Juan Camargo, Obispo de Pamplona , Inquisidor General T otros quarenta. El Ecxmo, Señor Don Felipe Antonio Gil Taboada, Arzobispo de Sevilla, concedió otros quarenta días de Indulgencia , y que ruéguen á Dios nuestro Señor por la Exaltación de nuestra Santa Fé Católica, feliz gobierno de la Iglesia, y de este Arzobispado , ex-. tirpacion de las heregías y paz r y concordia entre los Príncipes Chris^ timos t y victoria contra los enemigos de nuestra Religión, Asimismo á todas las personas que rezaren un Padre nuestro , j¡ Ave María , delante de nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, hay concedidas las Indulgencias siguientes. TTIAT ip. de Octubre de 1672. el Illmo. y Rrno. Sr. D. Ambrosio Ig" lBnj nació de Espinóla, Arzobispo de Sevilla, concedió quarenta días. En iS de Diciembre de 1685. El Illmo. y Rmo. Sr. D. Jayme de Palafox y Car dona. Arzobispo de Sevilla,concedió otros quarenta días. En i~j de Noviembre de 1716, El Emmo. Sr, Cardenal D, Manuel Arias, Arzobispo de Sevilla, concedió cien días d todas las ImaH genes, y Reliquias que sus Antecesores tenían concedidas%
INDICE DE LOS C APÍTULOS DE ESTE PRImer Tomo de la Vida de la Seráfica Virgen Santa Teresa ^ y camino de Perfección. CAPITULO L En que trató, como comenzó el Señor á despertar esta alma en su niñez á cosas virtuosas , y la ayuda , que es para esto sedo los Padres. Pag. 2. CAP. II. Trata como fue perdiendo estas virtudes , y lo que importa en la niñez tratar con personas virtuosas. pag. 6. CAP. III. En que trata , como fue parte la buena compañía para tornar á despertar sus deseos , y por que manera comenzó el Señor á darle alguna luz del engaño que había traído. p. ii« CAP. IV. Dice como la ayudó el Señor para forzarse á sí , misma para tomar Hábito, y las muchas enfermedades que su Magestad la comenzó á dar. pag. 15. CAP, V. Prosigue en las grandes enfermedades que tuvo, y la paciencia que el Señor le dio en ellas , y como saca de ios males bienes , según se verá en una cosa que le acae* ció en este lugar que se fue á curar. pag. 22. CAP. VI. Trata de lo mucho que debió al Señor, en darle conformidad , con tan grandes trabajos; y como tomó por medianero, y abogado al glorioso San Joseph, y lo mucho que le aprovechó. pag. 29. CAP. Vil. Trata por los te'rmínos, que fue perdiendo las mercedes, que el Señor la habia hecho , y quán perdida vida comenzó á tener: dice los daños que hay en no ser muy encerrados los Monasterios de Monjas. pag. 37. CAP. VIII. Trata del gran bien que le hizo , no se apartar del todo de la Oración , para no perder el alma, y quán excelente medio es para ganar lo perdido. Persuade á que iodos la tengan. Dice como es tan gran ganancia , y que aunque la tornen á dexar , es gran bien usar algún tiempo de tan gran bien, pag. 51. CAP. IX. Trata por que términos comenzó el Señor á despertar su alma, y darle luz en tan grandes tinieblas , y á fortalecer sus virtudes para no ofenderle. pag. 55?, C AP. X. Comienza á declarar las mercedes que el Señor la hacía
- Page 1 and 2: OBRAS D E L A GLORIOSA MADRE SANTA
- Page 3 and 4: unas expresiones de su grandeza. De
- Page 5 and 6: los merecidos aplausos de su Héroe
- Page 7 and 8: origen en los afectos de V. M. para
- Page 9 and 10: A LAS MADRES PRIORA ANA DE JES US,
- Page 11 and 12: hombre el que oigo 5 y no dado sino
- Page 13 and 14: amigcs sin duda ninguna, y no les h
- Page 15 and 16: que estos libros. Resta ahora decir
- Page 17 and 18: ta j líetia de peligros? Y en el l
- Page 19 and 20: 'diñarlos privilegios, como en la
- Page 21 and 22: moríase, en que nadie entendiese c
- Page 23 and 24: cía á sus Superiores en cosas dif
- Page 25 and 26: pírítu , y conocerlas , y como ta
- Page 27 and 28: Pe muy viva , y la Esperanza tan cl
- Page 29 and 30: dó con tanta flaqueza de cabeza ,
- Page 31: Que vuelta en nuestra lengua Españ
- Page 35 and 36: que el Señor pone al alma que est
- Page 37 and 38: ausentase de este lugar , dice la c
- Page 39 and 40: CAP. XIII. Prosigue en la mertifica
- Page 41: ni os en estas palabras: Et ne nos
- Page 44 and 45: Pag. r LA DE LA SANTA VIDA MADRE jl
- Page 46 and 47: TERESA DE JESUS. 3 te años. Ayudá
- Page 48 and 49: TERESA DE JESUS. ; y mucKas lágrim
- Page 50 and 51: TERESA DE JESUS. 7 . vanidades que
- Page 52 and 53: TERESA DE JESUS. 9 sonas virtuosas
- Page 54 and 55: TERESA DE JESUS. n panía de buenos
- Page 56 and 57: TERESA DE JESUS. 13 na 3 que resid
- Page 58 and 59: TERESA DE JESUS. i j CAPITULO IV. D
- Page 60 and 61: TERESA DE JESUS. 17 quebrárseme el
- Page 62 and 63: TERESA DE JESUS. i? 3 Comenzóme su
- Page 64 and 65: tftRESA DE JESUS. i t desvaratada e
- Page 66 and 67: TERESA DE JESUS. 23 que comía: mur
- Page 68 and 69: TERESA DE JESUS. peligroso estado c
- Page 70 and 71: TERESA DE JESUS. 27; plexíon: á l
- Page 72 and 73: TERESA DE JESUS. 19 cado, aunque fu
- Page 74 and 75: TERESA DE JESUS. 31 porque en la En
- Page 76 and 77: TERESA DE JESUS.^ 3 3 mas servirle)
- Page 78 and 79: TERESA DE JESUS. 3 5 como se puede
- Page 80 and 81: TERESA DE JESUS. 37 CAPITULO VIL TR
INDICE DE LOS C APÍTULOS DE ESTE PRImer<br />
<strong>Tomo</strong> <strong>de</strong> la Vida <strong>de</strong> la Seráfica Virgen <strong>Santa</strong><br />
<strong>Teresa</strong> ^ y camino <strong>de</strong> Perfección.<br />
CAPITULO L En que trató, como comenzó el Señor á <strong>de</strong>spertar<br />
esta alma en su niñez á cosas virtuosas , y la ayuda<br />
, que es para esto sedo los Padres. Pag. 2.<br />
CAP. II. Trata como fue perdiendo estas virtu<strong>de</strong>s , y lo que importa<br />
en la niñez tratar con personas virtuosas. pag. 6.<br />
CAP. III. En que trata , como fue parte la buena compañía<br />
para tornar á <strong>de</strong>spertar sus <strong>de</strong>seos , y por que manera comenzó<br />
el Señor á darle alguna luz <strong>de</strong>l engaño que había<br />
traído.<br />
p. ii«<br />
CAP. IV. Dice como la ayudó el Señor para forzarse á sí<br />
, misma para tomar Hábito, y las muchas enfermeda<strong>de</strong>s que<br />
su Magestad la comenzó á dar. pag. 15.<br />
CAP, V. Prosigue en las gran<strong>de</strong>s enfermeda<strong>de</strong>s que tuvo, y<br />
la paciencia que el Señor le dio en ellas , y como saca<br />
<strong>de</strong> ios males bienes , según se verá en una cosa que le acae*<br />
ció en este lugar que se fue á curar. pag. 22.<br />
CAP. VI. Trata <strong>de</strong> lo mucho que <strong>de</strong>bió al Señor, en darle<br />
conformidad , con tan gran<strong>de</strong>s trabajos; y como tomó<br />
por medianero, y abogado al glorioso San Joseph, y lo<br />
mucho que le aprovechó. pag. 29.<br />
CAP. Vil. Trata por los te'rmínos, que fue perdiendo las<br />
merce<strong>de</strong>s, que el Señor la habia hecho , y quán perdida<br />
vida comenzó á tener: dice los daños que hay en no ser<br />
muy encerrados los Monasterios <strong>de</strong> Monjas. pag. 37.<br />
CAP. VIII. Trata <strong>de</strong>l gran bien que le hizo , no se apartar<br />
<strong>de</strong>l todo <strong>de</strong> la Oración , para no per<strong>de</strong>r el alma, y quán<br />
excelente medio es para ganar lo perdido. Persua<strong>de</strong> á que<br />
iodos la tengan. Dice como es tan gran ganancia , y que<br />
aunque la tornen á <strong>de</strong>xar , es gran bien usar algún tiempo<br />
<strong>de</strong> tan gran bien, pag. 51.<br />
CAP. IX. Trata por que términos comenzó el Señor á <strong>de</strong>spertar<br />
su alma, y darle luz en tan gran<strong>de</strong>s tinieblas , y<br />
á fortalecer sus virtu<strong>de</strong>s para no ofen<strong>de</strong>rle. pag. 55?,<br />
C AP. X. Comienza á <strong>de</strong>clarar las merce<strong>de</strong>s que el Señor la hacía