Obras de La Gloriosa Santa Teresa de Jesus Tomo I
TERESA DE JESUS. ^3 oír mis clamores, y haber lastima de tantas lágrimas. 8 Comenzóme á crecer la afición de estar mas tiempo con él , y a quitarme de los ojos las ocasiones, porque quitadas, luego me volvia a amará su Magestadv que bien cntendia yo á mi parecer le amaba, mas no entendía, "en qué está el amar de veras á Dios, como lo habia de entender. No me parece acababa yo de disponerme á quererle servir, quando su Magestad me comenzaba á tornar a regalar. No parece, sino que lo que otros; procuran con gran trabajo adquirir , grangeaba el Señor conmigo, que yo lo quisiese recibir, qpe era ya en estos postreros anos , darme gustos, y regalos.. Suplicar yo me los diese, ni ternura de devoción, jamás á ello me atreví, solo le pedia me diese gracia para que na le ofendiese , y me perdonase mis grandes pecados. Como los veía tan grandes, aun desear regalos , ni gusto, nunca de advertencia osaba: harto me parece hacia su piedad, y con verdad hacia mucha misericordia conmigo, en consentirme delante de sí, y traerme á su presencia „ que veía yo, si tanto él no lo procurára , no viniera. Solo una vez en mi vida me acuerdo pedirle gustos , estando con mucha sequedad ^ y como advertí lo que hacia, quedé tan confusa, que la mesma fatiga de verme tan poco, humilde, me dio lo que me habia atrevido a pedir. Bien sabia yo era lícito pedirlo , mas parecíame á mí, que lo es á los que están dispuestos, con haber procurado la que es verdadera devoción con todas sus fuerzas, que es no ofender á Dios, y estar dispuestos, y determinados para todo bien. Parecíame , que aquellas mis lágrimas eran mugeriles, y sin fuerza, pues no alcanzaba con ellas lo que deseaba. Pues con todo creo me
^4 VIDA DE LA SANTA MADRE me valieron; porque como digo, en especial después destas veces de tan gran compunción dellas, y fatiga de mi corazón j comenzé mas a darme a Oración, y á tratar menos en cosas que me dañasen, aunque aun no las dexaba del todo^ sino como digo, fueme ayudando Dios a desviarme, como no estaba su Magestad esperando sino algún aparejo en mí , fueron creciendo las mercedes espirituales de la manera que diré. Cosa no usada darlas el Señor, sino á los que están en mas limpieza de conciencia. CAPITULO X. COMIENZA A DECLARAR LAS MERCEDE^ que el Señor la hacía en la Oración, y en lo que nos podemos n0" sotros ayudar y y lo mucho que importa que entendamos las mtr~ cedes y que el Señor nos hace. Pide á quien esto envía, que de aqm'adelante sea secretólo que escribiere i pues la mandan diga tan particularmente las mercedes que le hace el Señor. Enla yo algunas veces, como he dicho, (aunque con mucha brevedad pasaba) comienzo de lo que ahora diré. Acaecíame en esta representación que hacia de ponerme cabe Christo, que he dicho, y aun algunas veces leyendo, venirme á deshora un sentimiento de la presencia de Dios, que en ninguna manera podía dudar, que estaba dentro de mí, ó yo toda engolfada en él. Esto no era manera de visioa-, creo lo llaman Mística Teología: suspende el alma de suerte que toda parecía estar fue-
- Page 56 and 57: TERESA DE JESUS. 13 na 3 que resid
- Page 58 and 59: TERESA DE JESUS. i j CAPITULO IV. D
- Page 60 and 61: TERESA DE JESUS. 17 quebrárseme el
- Page 62 and 63: TERESA DE JESUS. i? 3 Comenzóme su
- Page 64 and 65: tftRESA DE JESUS. i t desvaratada e
- Page 66 and 67: TERESA DE JESUS. 23 que comía: mur
- Page 68 and 69: TERESA DE JESUS. peligroso estado c
- Page 70 and 71: TERESA DE JESUS. 27; plexíon: á l
- Page 72 and 73: TERESA DE JESUS. 19 cado, aunque fu
- Page 74 and 75: TERESA DE JESUS. 31 porque en la En
- Page 76 and 77: TERESA DE JESUS.^ 3 3 mas servirle)
- Page 78 and 79: TERESA DE JESUS. 3 5 como se puede
- Page 80 and 81: TERESA DE JESUS. 37 CAPITULO VIL TR
- Page 82 and 83: TERESA DE JESUS. 35> que eran buena
- Page 84 and 85: TERESA DE JESUS, 4^ 3 Pues comenzan
- Page 86 and 87: TERESA DE JESUS. 45 6 Estando yo ma
- Page 88 and 89: TERESA DE JESUS. Ví bajos el Seíi
- Page 90 and 91: : TERESA DE JESUS. 47 fesor, qué e
- Page 92 and 93: TERESA DE JESUS. 49 poco, según el
- Page 94 and 95: TERESA DE JESUS. JI y ruin que todo
- Page 96 and 97: TERESA DE JESUS. ||t raba, que las
- Page 98 and 99: TERESA DE JESUS. "5 $ que os ha ofe
- Page 100 and 101: | TERESA- DE JESUS. 57 solo digo ^
- Page 102 and 103: «O*» K33» ^li» ^IO»«Oft^«0
- Page 104 and 105: TERESA DE JESUS. 61 estar muy ganad
- Page 108 and 109: TERESA DE JESUS. fuera de sí. Ama
- Page 110 and 111: TERESA DE JESUS. ^7 bienes, nos dar
- Page 112 and 113: TERESA DE JESUS. é9 verdad digo ,
- Page 114 and 115: TERESA DE JESUS. 71 CAPITULO XI. DI
- Page 116 and 117: TERESA DE JESUS. 73 áí gracia, y
- Page 118 and 119: TERESA DE JESUS. 7í el Señor sin
- Page 120 and 121: TERESA DE JESUS. 77 ni dexe jamás
- Page 122 and 123: TERESA DE JESUS. 19 en firme fundam
- Page 124 and 125: TERESA DE JESUS, 81 al campo > como
- Page 126 and 127: TERESA DE JESUS. 83 aprovecha en to
- Page 128 and 129: TERESA DE JESUS. 8 5 mirar , este p
- Page 130 and 131: TERESA DE JESUS. 87 puedan estar ta
- Page 132 and 133: TERESA DE JESUS. sumimos de espirit
- Page 134 and 135: TERESA DE JESUS, ~ n ttñtt por mal
- Page 136 and 137: TERESA DE JESUS. 93 miento para dar
- Page 138 and 139: TERESA DE JESUS. 5>5 •debe , ^qu
- Page 140 and 141: TERESA DE JESUS. 97 no le tenga bue
- Page 142 and 143: TERESA DE JESUS. % 99 hortelano mas
- Page 144 and 145: TERESA DE JESUS. 101 por ver que se
- Page 146 and 147: TERESA DE JESUS. 103 Señor da esp
- Page 148 and 149: TERESA DE JESUS. mi podría Señor
- Page 150 and 151: TERESA DE JESUS. 107 cordia del Se
- Page 152 and 153: TERESA DE JESUS. 109 fítío , y am
- Page 154 and 155: TERESA DE JESUS. 111 6 Ansí que en
TERESA DE JESUS.<br />
^3<br />
oír mis clamores, y haber lastima <strong>de</strong> tantas lágrimas.<br />
8 Comenzóme á crecer la afición <strong>de</strong> estar mas tiempo<br />
con él , y a quitarme <strong>de</strong> los ojos las ocasiones, porque<br />
quitadas, luego me volvia a amará su Magestadv que bien<br />
cntendia yo á mi parecer le amaba, mas no entendía, "en<br />
qué está el amar <strong>de</strong> veras á Dios, como lo habia <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r.<br />
No me parece acababa yo <strong>de</strong> disponerme á quererle<br />
servir, quando su Magestad me comenzaba á tornar<br />
a regalar. No parece, sino que lo que otros; procuran<br />
con gran trabajo adquirir , grangeaba el Señor conmigo,<br />
que yo lo quisiese recibir, qpe era ya en estos postreros<br />
anos , darme gustos, y regalos.. Suplicar yo me los diese,<br />
ni ternura <strong>de</strong> <strong>de</strong>voción, jamás á ello me atreví, solo le<br />
pedia me diese gracia para que na le ofendiese , y me perdonase<br />
mis gran<strong>de</strong>s pecados. Como los veía tan gran<strong>de</strong>s,<br />
aun <strong>de</strong>sear regalos , ni gusto, nunca <strong>de</strong> advertencia osaba:<br />
harto me parece hacia su piedad, y con verdad hacia mucha<br />
misericordia conmigo, en consentirme <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sí,<br />
y traerme á su presencia „ que veía yo, si tanto él no lo<br />
procurára , no viniera. Solo una vez en mi vida me acuerdo<br />
pedirle gustos , estando con mucha sequedad ^ y como<br />
advertí lo que hacia, quedé tan confusa, que la mesma<br />
fatiga <strong>de</strong> verme tan poco, humil<strong>de</strong>, me dio lo que me habia<br />
atrevido a pedir. Bien sabia yo era lícito pedirlo , mas<br />
parecíame á mí, que lo es á los que están dispuestos, con<br />
haber procurado la que es verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>voción con todas<br />
sus fuerzas, que es no ofen<strong>de</strong>r á Dios, y estar dispuestos,<br />
y <strong>de</strong>terminados para todo bien. Parecíame , que aquellas<br />
mis lágrimas eran mugeriles, y sin fuerza, pues no alcanzaba<br />
con ellas lo que <strong>de</strong>seaba. Pues con todo creo<br />
me