Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

SETIEMBRE. 83
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j;ir en l;is minas (le la Palestina, En ollas formaron una
especie de oratoi ios, duiide celebraban los divinos misterios
, hasta qne habiéndolo sabido el gobernador de la
provincia, los dispersó, mandando algunos á las minas de
Chipre, otros á las del monto Líbano, y los restantes á
otros punios. Los tres, de que hace hoy memoria la Iglesia,
merecieron no ser desterrados, sino condenados á ser
quemados vivos en la misma Palestina, cujo martirio se
efectuó en setiembre del año 311.
SANTA POMPOSA, VÍUGEN V MÁHTIII.—Nació de padres nobles
en la ciudad de Córdoba, en tiempo de la dominación
sarracena. Pasó sus primeros anos en el monasterio de
San Salvador de Peña Melaría, y en él aprendió á ejercitar
todas las virtudes. En la que mas sobresalió la santa, fué
en una extrema huinild;id y en el amor á los sufrimientos.
San Eulogio dice, que sabia de ella tantas excelencias,
san Eustaquio caballero y valeroso soldado, y siendo gentil
se llamaba Plácido, ó como otros dicen Plácidas; y á]
cardenal Bar onio le parece probable, que haya sido aque*
Plácido, de quien hace mención Josefo De kilo judaico: él
cual fué capitán de caballos y sirvió valerosamente á Yespasiano
y Tilo, cu la guerra que hicieron contra los judíos:
en la cual también sirvió Traja no, que después fué emperador.
Tenia mujer é hijos Plácido ; y aunque era soldado
y gentil, era hombre de buenos respetos y moralmenlu
virtuoso, modesto, benigno y amigo de hacer bien. Deleitábase
en la caza, tomándola por una manera do ejercicio
para la guerra. Yendo un dia á caza, y estando apartado
de sus criados y cazadores, vió un ciervo de extraña grandeza,
y siguiéndole desapoderadamente, con deseo de cogerlo,
quedó cogido y alumbrado del Señor; porque parándose
el ciervo, vió entre los cuernos un Crucifijo do
que seria prolijo el referirlas. El amor de Dios engendró inmensa claridad, y oyó una voz que le dijo: Plácido,
en el alma de Pomposa el deseado dar por él su vida, y
después del martirio de santa Colomba, se escapó secretamente
de su monasterio y se presentó al juez mahometano,
Díjolequeera crisliaua y que solo su Diosera el verdadero,
y Mahoma no mas que un impostor. Enfurecido
el juez, sin contestarle ni hablarle una palabra, mandó
que al punto la degollasen, cuya sentencia se ejecutó delante
de la puerta del alcázar de Córdoba, el dia 1» de
setiembre del año 853. Su sagrado cuerpo fué echado al
rio, pero unos trabajadores cristianos lo sacaron y le dieron
sepultura.
SA\ RüDair.o r»; SILOS, CONFESOU.—Era espaííol y tio de
santo Domingo de Guzman. Floreció en el reinado do
¿por qué me persigues? Yo soy Jesucristo tpie mori por
tu amor, y ahora le deseo salvar. Itajó luego del caballo
Plácido : arrojóse en el suelo; y con la novedad sobresaltado
y despavorido, estuvo como atónito, hasta que volviendo
eu si, tomó ánimo, y como otro Saulo progunló
al Sefior qué mandaba que hiciese. Y el Señor lo mandó
que entrase eu la ciudad, y fuese al sacerdote de los cristianos
y se bautizase con su mujer y con sus hijos, y después
volviese á aquel mismo lugar; portpie allí le tornaria
otra voz á aparecer, y le diria lo que quería que para en
adelante hiciese. Hizo Plácido luego con grande cuidado
y alegría lo que Dios le mandaba. Bautizóse, y tomó en
el bautismo nombre de Eustaquio:, y su mujer, que antes
san Fernando y de su hijo don Alonso el Sabio. Renunció
se llamaba Trujana, se llamó Teopista : y sus dos hijos,
al mundo y sus vanidades y se hizo mongo en el monasterio
de Silos, del cual fué luego abad. Fué muy eslimado
de los dos reyes qne hemos nombrado, que le hicieron
algunas visiias en su mismo retiro. Obró muchos prodigios,
entre ellos el de convertir el agua en vino. Dióse
lodo entero á la contemplación, al ayuno y penitencia, y
murió santamente el dia 19 de setiembre del año r¿80
El Sefior glorificó su sepulcro con muchos milagros.
SAX FÉLIX Y SANTA CONSTANCIA, MÁIITUUÍS.—-El primero
era sacerdote de Nocera, eu Italia, y santa Constancia
noble matrona de la misma ciudad. El año C9 de .losucrislo,
siendo emperador el cruel Nerón, fueron condenadados
á muerte por seguir la fe cristiana, y su martirio se
ejecutó el dia 17 de setiembre.
el mayor Agapilo, y el segundo Teopisto. Hecho esto, volvió
Eustaquio a! puesto en que le habia aparecido el Señor,
para ciiíonder de él lo que mandaba que hiciese. Eslando
eu oración, y suplicando con grande afecto al Sefior
que se le mostrase y que cumpliese su promesa, le apareció
el Salvador: y alabándole de lo que ya habia hecho,
le avisó que el demonio le habia de tentar y probar como
á otro Job, para que su virtud fuese mas afinada y conocida;
pero que tuviese fuerte, porque él le ayudaría, y
después do haberle probado, le baria glorioso en la tierra
y en el cielo. Con esto desapareció aquella visión, y Eustaquio
se volvió á su casa con grande ánimo y gozo, armáudasey
apercibiéndose contra las batallas do Satanás,
y confiando en Dios que le daría victoria de ellas, como
solo había prometido. Y porque Teopista ora mujer cuerda
LOS SANTOS TRÓFIMO, SABACIO Y DORIMEDONTES, MÁRTIy
temerosa de Dios, Eustaquio le díó parle do lo que so
RES.—Eran de Asia, y practicaban las mas puras virtudos
lo había revelado, para prevenirla y disponerla para los
del cristianismo. Reinando el emperador Probo, y según
trabajos que le habian de venir. Di! allí á pocos dias entró
sus edictos, fueron presos y obligados á ofrecer adoración
la pestilencia encasa de Eustaquio, y malo á lodos sus
á los dioses; pero negándose á semejante sacrilegio, Sabacio
fué azotado en Anlioquía hasta que espiró, y Tró-
criados y criadas. Dió olra enfermedad á todo su ganado
mayor y menor, que de olla pereció; y en breve tiempo
Gmo fué enviado á Sinnada, al presidente Percnnio, donde,
después de muchos tormentos, para dar glorioso fin á
se halló pobre y desnudo de las grandes riquezas que
ánles poseía, y comenzó á ser menospreciado en aquella
su martirio fué degollado junlamento con el senador Dorimedonlcs.
Los bolandistas colocan el martirio de estos
adversidad de los mismos que en su prosperidad poco áules
le acompañabau y servían. Parecióle dejar su patria, e
santos en el año 277.
irseá vivirá alguna parte remota y escondida: y lomando
á su mujer y á sus dos hijos (que oían de poca edad),
DIA 26.
y algunas pocas cosillas que le habían quedado, se partió
de noche camino de Egipto, donde pensaba vivir. Siguiendo
su camino, llegó á un puerlo, y halló en él un navio
SAN EUSTAQUIO, MÁRTIR.—La vida y martirio de san
Eustaquio y do Teopista su mujer, y de Agapilo y Teo|jislo,
sus dos hijos, esciibiMMetafraüle de osla manera.
aprestado: entró en ó); y el patrón do él puso los ojos en
Fué