27.08.2017 Views

Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DÍA 3.<br />

SETIEMBRE<br />

bes: pierdan, Señor, la luz <strong>de</strong> sus ojos, para que no<br />

puedan tocar á tu humil<strong>de</strong> esclava que en tí confia, ni contaminar<br />

mi cuerpo á tí consagrado: avergüéncense, Señor<br />

<strong>de</strong> su misma <strong>de</strong>shonestidad , y no permitas que me<br />

manchen; ánles, Señor, llévame para tí: asiste también<br />

Señor, á tu esclava Sabina: confírmala con tu virlud y<br />

po<strong>de</strong>r, huen Jesús; no se burle <strong>de</strong> ella el cruel enemigo<br />

<strong>de</strong>l linaje humano: mira , Señor, quopor tu santo nombre<br />

ha sufrido muchas cosas por mi causa: Señor mió Jesucristo,<br />

óyeme tú, que eres bendito y glorioso con el<br />

Padre y el Espíritu Santo, por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />

Amen.<br />

Apenas acabó esta humil<strong>de</strong> y <strong>de</strong>vota oración , cuando<br />

se oyó un gran ruido y terremoto tal, que sonó por<br />

toda la ciudad; y aquellos dos lascivos jóvenes cayeron<br />

en tierra medio muertos, y quedaron sin sentido ni operación<br />

vital alguna, cuando juzgaron violar la castísima<br />

doncella: la cual reconocida al divino favor, dió gracias<br />

h su amante esposo Jesús, y se estuvo en oración , regalándose<br />

con él toda la noche. Apenas amaneció, cuando<br />

envió sus ministros el presi<strong>de</strong>nte, á que supiesen <strong>de</strong> aquellos<br />

dos mozos , si habían saciado bien sus libidinosos <strong>de</strong>seos.<br />

Entraron los ministros y hallaron á la santa virgen<br />

puesta en oración, y á los jóvenes tendidos en tierra como<br />

muertos , sin fuerzas para hablar ni levantarse; solo tenían<br />

los ojos abiertos. Llegóse gran concurso á ver el espectáculo<br />

; y el presi<strong>de</strong>nte , noticioso <strong>de</strong>l caso, hizo parar<br />

su tribunal y traer allí á Serapia, y puesta en su presencia<br />

, la dijo: Y pues, Serapia , ¿cómo has pasado la nothe?<br />

¿ Has cumplido bien tus <strong>de</strong>seos libidinosos , ó te<br />

queda algún incendio? A palabras tan <strong>de</strong>shonestas respondió<br />

la santa virgen : Tú hablas según tu perverso juicio<br />

, ocupado y poseído <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio : lo que le sé <strong>de</strong>cir<br />

C-S que ni he oido á los mancebos, ni sé si han estado<br />

conmigo. ¿Pues no han estado contigo toda esta noche?<br />

Solo conmigo ha estado (respondió Serapia) aquel <strong>de</strong><br />

quien yo soy , y me quiere para sí. ¿Quién es ese? (dijo<br />

e' presi<strong>de</strong>nte). Mi custodio y conservador, y mi Señor<br />

'«sucristo (respondió la santa virgen). No gastemos el<br />

tiet»[io (dijo Berilo ): dime; ¿<strong>de</strong> qué encantamientos has<br />

Usado contra aquellos pobres mozos , que así los has<br />

puerto ? A nosotros los cristianos (dijo Serapia) no nos es<br />

Ilcito como á vosotros usar <strong>de</strong> maleficios: ánles nuestro<br />

Señor Jesucristo vuelve á la vida á los que vosotros la<br />

pitáis con ellos. Supuesto (dijo Berilo) que tu Cristo vence<br />

los encantos todos, invócale para que vuelva la vida<br />

a aquellos dos míseros jóvenes , para que sepamos <strong>de</strong><br />

05' qué han hecho contigo toda la noche; porque yo<br />

esloy cierto que con tus hechizos los has pueslo así para<br />

(¡ue no digan tus <strong>de</strong>shonestida<strong>de</strong>s. Mi Dios, <strong>de</strong> quien yo<br />

himiildo esclava (dijo Serapia), todopo<strong>de</strong>roso es; á<br />

nada hay imposible. Haz, pues ( dijo Berilo), que vuel-<br />

Van 0808 pobres jóvenes y hablen. Tú juzgas (digo Serapia)<br />

9Ue yo soy maga y hechicera; pero le digo <strong>de</strong> verdad,<br />

^ue todos mis encantos se reducen á hacer oración á mi<br />

^ cnor Jesucristo. Sea como tú quieres (dijoel presi<strong>de</strong>nte):<br />

i haz que hablen los dos mozos; que no <strong>de</strong>seo otra cosa<br />

Por ahora: y así vé al lugar don<strong>de</strong> están , y allí haz oraron<br />

a tu Dios. Nada importa (dijo la sania) que yo vaya<br />

a . Onó; antes será mejor los man<strong>de</strong>s traer aquí, para<br />

(iu

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!