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no pndiemlo dolonortos lágrimas <strong>de</strong> censuólo, volvió á otra<br />
parte los ojos y dio gracias á Dios nuestro Señor porque<br />
le había dado un hijo tan compasivo y misericordioso. Haluéndose<br />
puesto un dia do fiesta un vestido nuevo, saliendo<br />
<strong>de</strong> su casa, vió un mucliacho <strong>de</strong> su estatura que tenia<br />
el vestido viejo y rolo, trocó con él su vestido, y volviendo<br />
á su casa, preguntado <strong>de</strong> sn madre, qué haliia hecho el<br />
vestido nuevo, dijo que le hahia dadoá un pohre que le<br />
merecia mejor que él, y que su vestido le venia mejor al<br />
pobre, y el <strong>de</strong>l pobre áé!. Siempre que pódiá alcanzar <strong>de</strong><br />
su madre algún dinero ó cosa <strong>de</strong> comer, lo llevaba luego<br />
al hospital délos pobres. Kslaiulo un dia su madre fuera<br />
<strong>de</strong> casa, llegaron unos pobres á pedir limosna, y no hallando<br />
nada que darles, se fué el santo niño adon<strong>de</strong> estaba<br />
una gallina con seis pollos que criaba, y repartió los pollos<br />
entre los pobres, dando á cada uno el suyo. Vino su<br />
madre, y preguntándole cómo habia hecho aquello, respondió:<br />
Sefiora, no me sufrían las entrañas que los pobres<br />
se fuesen como hablan venido, y así les di los pollos,<br />
y si viniera otro pobre pensaba darle la gallina. En el<br />
agosto le enviaban sus padres á llevar el almuerzo y comida<br />
á los segadores, y sin que ellos lo echasen <strong>de</strong> ver, distribuía<br />
mucha parte á los pobres que por allí andaban y<br />
venian, como es costumbre, á recoger las espigas; mas<br />
al llegar los cegadores á comer, con ser gente voraz,<br />
no echaban méuos la falta, y quedaban satisfechos y contentos.<br />
No solo <strong>de</strong> misericordia, mas <strong>de</strong> otras virtu<strong>de</strong>s daba raros<br />
ejemplos eula niñez y puericia. Ayunaba muchos dias,<br />
fuera <strong>de</strong> los que manda la Iglesia, y se disciplinaba<br />
con tanto rigor como si tuviera muchas culpas, pero con<br />
gran secreto: y así tuvo gran pesar y sentimiento, porque<br />
un dia halló sumadle las disciplinas junto á su cama. Era<br />
obedientísimoásuspada-:* sin apartarse en nada <strong>de</strong>su voluntad,<br />
muy humil<strong>de</strong> y <strong>de</strong>voto, y aficionado á las cosas<br />
' <strong>de</strong>l culto divino; y tan honesto y mo<strong>de</strong>sto en todas sus acciones<br />
y palabras, que no solo notaba falta ninguna, aun<br />
<strong>de</strong> las que son propias <strong>de</strong> aquella edad, antes reparando<br />
los vecinos sus acciones, <strong>de</strong>cían: Este niño ha <strong>de</strong> venir á<br />
ser un gran santo: y por muchos años duró en Vilhmueva<br />
la fama <strong>de</strong> la santidad que habia mostrado en su niñez.<br />
Huía <strong>de</strong> los muchachos traviesos é inquietos, y ordinariamente<br />
andaba solo, poi' no andar mal acompañado. Era<br />
muy amigo <strong>de</strong> oir misa y sermón : y los dias <strong>de</strong> fiesta <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> comer, juntaba los niños que podía <strong>de</strong> su vecindad<br />
y barrio, y no fallaban hombres que se hacían niños<br />
para oir al predicador niño; y subiéndose á algiin lugar<br />
eminente, repetía el sermón que habia oído, con tanto espíritu<br />
y fervor, (pie muchas veces se acababa el sermón<br />
con lágrimas <strong>de</strong>l predicador y <strong>de</strong> los oyentes que ¿i; compungian,<br />
oyendo los <strong>de</strong>sengaños que Ies <strong>de</strong>cía Dios por la<br />
boca <strong>de</strong> aquel niño inocente.<br />
Mostró en esta edad singular ingenio, y así teniendo<br />
quince ó diez y seis años, le enviaron sus padres á la univeisidad<br />
<strong>de</strong> Alcalá, que habia fundado poco antes el cardonal<br />
don fray lYanciscn Jiménez fle Cisneros. Aquí con<br />
los buenos principios (pie llevaba <strong>de</strong> latinidad, y su aplicación<br />
y capacidad, salió en breve e\celente latino y retórico.<br />
Fuélc forzoso volver á su casa para consolar á su<br />
madre en la muerte <strong>de</strong> su padre, y viendo que había heredado<br />
una casa principal que su padre le habia Iiedm.<br />
para que viviese cuando acabados sus estudios volviese á<br />
LA LEYENDA DE ORO.<br />
DIA 18.<br />
Villanucva; rogó á sn madre que pusiese en ella camas<br />
y ropa, y sirviese <strong>de</strong> hospital para pobres y peregrinos;<br />
porque dando él á Dios casa en sus pobres, Dios le daría<br />
á él casa en que vivir. Ilízose así, y <strong>de</strong>spués dotó el santo<br />
aquel hospital con la herencia <strong>de</strong> sus padres, y se llama<br />
hoy «el bo-pital <strong>de</strong>l Arzobispo <strong>de</strong> Valencia :» y se pue<strong>de</strong><br />
llamar el hospital <strong>de</strong> la Salud; porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que se empezaron<br />
á hacer las informaciones <strong>de</strong> su santidad y milagros,<br />
fueron muchos los enfermos que cobraron salud,<br />
mas por virtud <strong>de</strong>, la intercesión <strong>de</strong>l santo á quien se encomendaban<br />
que por la eficacia <strong>de</strong> las medicinas; y así casi<br />
ninguno moria <strong>de</strong> cuantos entrahau en el. Volvió á Alcalá,<br />
y Dios le (lió casa en que vivir, como se lo prometía su<br />
confianza; porque aprovechó tanto en los esludios <strong>de</strong> filosofía<br />
y teología, que buscando el car<strong>de</strong>nal Cisneros los<br />
mejores estudiantes, para dar buen principio al colegio<br />
mayor <strong>de</strong> San Il<strong>de</strong>fonso que liabia fundado; por los informes<br />
que tuvo <strong>de</strong> los maestros y otros varones doctos y<br />
graves <strong>de</strong> la universidad, le nombró luego por su colegial,<br />
siendo el nono entre los primeros que tuvo aquel insigne<br />
colegio. El ejemplo que dió <strong>de</strong> todas las virtu<strong>de</strong>s fué tal,<br />
que el maestro Juan <strong>de</strong> Vergara, uno <strong>de</strong> los hombres mas<br />
insignes en letras y pulpito, que tuvo aquella universidad<br />
y estaba en aquel colegio al mismo tiempo; en los sermones<br />
que predicaba, traía por ejemplo á sus oyentes las virtu<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> Tomás; y los exhortaba á imitarle, como si hablara,<br />
no <strong>de</strong> un mancebo y colegial que vivía, sino <strong>de</strong> un santo<br />
que estaba ya canonizado.<br />
Diéronle una cátedra <strong>de</strong> artes, en que no ménos procucuraba<br />
enseñar á sus discípulos la virlud que las letras<br />
: y fuera <strong>de</strong>l ejemplo que les daba, no perdía ocasión<br />
<strong>de</strong> exhortarlos á la castidad, rpcogimienlo, <strong>de</strong>voción, frecuencia<br />
<strong>de</strong> sacramenlos y áplicadtón al estudio.<br />
La fama <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s [¡artes excitó la codicia <strong>de</strong> la universidad<br />
do la ciudad <strong>de</strong> Salamanca, porque <strong>de</strong>seaba gozar<br />
<strong>de</strong> su doctrina; y así vacando la cátedra <strong>de</strong> filosofía moral,<br />
la proveyeron en él por claustro y le enviaron á llamar.<br />
Ya Tomás <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> retirarse <strong>de</strong>l mundo y entregarse<br />
todo á Dios, <strong>de</strong>liberaba acerca <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> vida que había<br />
<strong>de</strong> tomar, ó do clérigo ó <strong>de</strong> religioso, pidiendo á Dios<br />
nuestro Señor luz <strong>de</strong> su voluntad, con oraciones, ayunos<br />
y limosnas, por no errar en lo que tanto importa, como<br />
la elección <strong>de</strong> oslado, <strong>de</strong> que ordinariamente <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la<br />
salvación, y resolver <strong>de</strong>spacio lo que ha <strong>de</strong> durar toda la<br />
vida. Con lodo eso, por mostrarse reconocido á la <strong>de</strong>mostración<br />
<strong>de</strong> aquella universidad, fué á la ciudad <strong>de</strong> Salamanca<br />
y leyó tres leccioiK's. y en la postrera, don<strong>de</strong> fué<br />
oyente el rector leyóaquel misterioso salmo: In cxiiu ¡miel<br />
<strong>de</strong> Mfjiplo, <strong>de</strong>spidiéndose <strong>de</strong>l siglo con la palabras <strong>de</strong> David;<br />
porque al otro dia tomó el hábito en el convento <strong>de</strong><br />
San Agustín, habiendo escogido esta sagrada religión,<br />
<strong>de</strong>spués do madura consi<strong>de</strong>ración y mucho consejo; porque<br />
sus reglas le parecieron las mas acomodadas á sus<br />
<strong>de</strong>seos, y su instituto el mas conforme á su inclinación.<br />
Uecibióel hábito dia <strong>de</strong> sania Caialina, virgen y mártir,<br />
<strong>de</strong>l año <strong>de</strong> IJÍn ; teniendo veinte y nueve años <strong>de</strong> edad,<br />
con gran gozo <strong>de</strong> aquellos religiosos ; porque Dios nuestro<br />
Señor los traía á su casa un varón tan excelente en letras<br />
y virtud, y mayor gozo <strong>de</strong>l santo; porque le sacaba el<br />
Señor <strong>de</strong>l piélago <strong>de</strong>l mundo al puerto seguro <strong>de</strong> la religión.<br />
No dió cuonla <strong>de</strong> su vocación ni enlr'ada á sus parieulcs<br />
ni á su misma madre, aunque era tan gran<strong>de</strong> sier-