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ni A 27 DICÍKMME. 5S7<br />
graves autores, qnc lo dicen, se saca esla verdad <strong>de</strong> la<br />
epístola que sanCelcslioo, papa, escribió al concilio efesino,<br />
y <strong>de</strong> otra que el misino concilio escribió al senado <strong>de</strong><br />
Conslanlinopla, y <strong>de</strong> Policrales, obispo <strong>de</strong> lífeso y antiqii;simo<br />
teólogo: el cual, escribiendo á san Víctor, papa y<br />
márlir, aíirma que san Juan murió en Efoso: y esto es lo<br />
mas dorio y mas seguro. Aunque no han faltado algunos<br />
que han escrito que san Juan aun no es muerto, sino que<br />
está en el paraíso terrenal, y vendrá con Enoc y Klias á<br />
predicar contra el Anticrisfo: ni oíros que han sonado,<br />
que está aun vivo, y como durmiendo en el sepulcro, <strong>de</strong>l<br />
cual dici-n que sale hirviendo una tierra ó polvo, como<br />
maná, que es provechosa para lodas las enfermeda<strong>de</strong>s:<br />
pero <strong>de</strong> los que esto dicen hace burla sín Agustin. No falta<br />
quien diga, que san Juan murió muerte viólenla, y que<br />
fué martirizado <strong>de</strong>l emperador Trajano, mas lodas oslas<br />
opiniones son parliculares y menos ciertas, y <strong>de</strong> aulores<br />
<strong>de</strong> menos nombre. El estar san Juan en el cielo, en cnerpa<br />
y alma, algunos doctores lo afirman, y entre ellos Beda<br />
y santo Tomás, y otros mo<strong>de</strong>rnos: y fúndanse en que<br />
murió sin dolor, y en que (según la opinión <strong>de</strong> algunos)<br />
los que resucitaron con Cristo subieron al (i 'lo encuerpo y<br />
alma. Murió el glorioso apóstol á los 21 <strong>de</strong> diciembre,<br />
imperando Trajano, el año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 101; y sesenta y<br />
ocho años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su pasión. En la edad en que murió,<br />
no concuerdan los aulores: porque unos le dan mas<br />
<strong>de</strong> cien arlos: otros noventa y ocho, ó noventa y nueve,<br />
otros noventa y lies. La causa <strong>de</strong> esta diversidad es no<br />
saber los años que tenia cuando Cristo nuestro Salvador le<br />
llamó para hacerle apóstol suyo: porque unos dicen que<br />
tenia veinte y dos años; otros, que veinte y ocho, y otros<br />
mas: y cada uno trae sus razones y conjeturas, para probar<br />
su opinión. Descosas parecen ciertas: la una, que san<br />
Juan era mozo, cuando el Señor le llamó, y el menor <strong>de</strong><br />
todos los apóstoles: la otra, que <strong>de</strong>spués que Cristo subió<br />
á los cielos, vivió (como dijimos) sesenta y ocho años, á<br />
los cuales añadiendo les tres que acompañó al Señor en<br />
su vida y muerte, son sesenta y uno: y si tenia veinte y dos<br />
años cuando le llamó, como siente el car<strong>de</strong>nal Baronio,<br />
vino á morir <strong>de</strong> noventa y Ir es; pero esto hace poco al caso,<br />
para <strong>de</strong>clarar la virtud y excelencias <strong>de</strong> san Juan, y<br />
para nuestra edificación y ejemplo, que son las dos cosas<br />
que en escribir su vida <strong>de</strong>bemos preten<strong>de</strong>r.<br />
No predicó solamente san Juan en Ju<strong>de</strong>a y Asia, sino<br />
también en la Frigia, y especialmente en Hierápoli, en<br />
don<strong>de</strong> dice Metafraste que estuvo hasta que vino á ella el<br />
apóstol san Felipe. Y á los parios asimismo parece que<br />
predicó; porque la primera epístola <strong>de</strong> las tres canónicas<br />
que escribió san Juan, antiguamente tenia por tílnloy sobrescrito<br />
: Ad Parlhos! y aun haber penetrado hasta la India,<br />
é iluslrádola con su celestial doctrina, los moradores<br />
<strong>de</strong> ella lo dicen, como lo escriben los padres <strong>de</strong> la Compañía<br />
<strong>de</strong> Jesús, qu? andan en aquellas regiones alumbrándolas<br />
con la luz <strong>de</strong>l Evangelio. Demás <strong>de</strong>l sagrado<br />
Evangelio y <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>l Apocalipsi, también escribió<br />
nuestro glorioso apóstol tres epístolas, que la Iglesia tiene<br />
por canónicas y por <strong>de</strong> san Juan, que aunque son breves<br />
en las palabras, son largas y copiosas en las sentencias, y<br />
echan llamas <strong>de</strong> amor y cal idad.<br />
Fuera <strong>de</strong> los milagros que san Juan hizo en la vida,<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto ha hecho oíros muchos, entre los cuales<br />
Tcodoreto y Nicéforo cuentan,que estando el emperador<br />
Tcodosio con su ejército para pelear con Eugenio, tirano'<br />
la noche antes <strong>de</strong> la batalla, orando y pidiendo á Dios que<br />
le favoreciese, se le aparecieron los apostólos san Juan<br />
evangelista y san Felipe, vestidos <strong>de</strong> blanco y en caballos,<br />
y le animaron y mandaron que pelease con el enemigo»<br />
porque ellos te ayudarían y le darían la victoria. Peleó<br />
Teodosio, y venció milagrosamente; porque Dios envió un<br />
torbellino en su favor, que daba en los ojos <strong>de</strong> los enemigos,<br />
y los cegaba, y revolvía contra ellos las armas que tiraban<br />
contra el ejército <strong>de</strong> Teodosio. Estando san Juan Crísóslomo<br />
en oración, se le apareció san Juan evangelista,<br />
y le puso un libro en las manos, y le dijo, que con 61 enten<strong>de</strong>ría<br />
fácilmente la sagrada Escrilura, y que ayudándole<br />
él, no tendría dificullad, como lo dijimos en la vida <strong>de</strong><br />
san Juan Crisóslomo. San Gregorio, papa, hubo una túnica<br />
<strong>de</strong> san Juan Evangclisla, y la tuvo (con granrrazon) por<br />
un tesoro inestimable: y dice Juan, diácono, en la vida<br />
que escribió <strong>de</strong> san Gregorio, que Dios obraba gran<strong>de</strong>s y<br />
continuos milagros por ella : y que en tiempo <strong>de</strong> gran sequedad,<br />
sacándola, luego llovía ; y en tiempo <strong>de</strong> muchas<br />
aguas, volvía serenidad : y que las lámparas que ardían<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l altar, don<strong>de</strong> est i preciosa reliquia estaba, alguna<br />
vez so encendieron milagrosamente, sin que nadie<br />
las tocase, y que e¡ aceite <strong>de</strong> ellas nunca se consumía. San<br />
(íregorioTuronense aíirma, que en Kfeso, en el lugar don<strong>de</strong><br />
el sagrado evangelista escribió su Evangelio, con ser<br />
<strong>de</strong>scubierto y sin lecho, no caía gota <strong>de</strong> agua por mas que<br />
lloviese, honrando el Señor <strong>de</strong> esla manera aquel lugar,'<br />
en el cual se habia escrito el Evangelio <strong>de</strong> san Juan.<br />
Pero ¿quién podrá encerrar en una eseiiiura tan breve<br />
como esta, el mar océano <strong>de</strong> las viiimles, privilegios y<br />
excelencias <strong>de</strong>l sagrado apóstol y evangelista san Juan?<br />
¿Quién referir las alabanzas y títulos que los santos doctores<br />
le dan? San Dionisio Arepoagita le llama sol <strong>de</strong>l Evangelio,<br />
y alma sagrada al alma <strong>de</strong> san Juan : y le dice que<br />
se alegre; ponpie es amado en gran manera <strong>de</strong> Aquel<br />
qnc verda<strong>de</strong>ramente os amable y <strong>de</strong>seable, y digno <strong>de</strong> ser<br />
querido Orígenes dice: «San Juan, teólogo, sobrepuja á<br />
toda criatura visible ó invisible, lodo entendimiento penetra,<br />
y <strong>de</strong>ificado en Dios á sí mismo traspasa: y pasando<br />
por todas las crialuras, llega al principio y causas <strong>de</strong> todas<br />
las cosas; y allí oyó una palabra, por la cual todas<br />
ellas fueron hechas.» San Juan Crisóslomo dice, que los<br />
mismos ángeles <strong>de</strong>l cielo aprendieron muchas cosas <strong>de</strong> san<br />
Juan, las cuales no sabían, antes que él las dijese: y<br />
confírmalo con aquellas palabras <strong>de</strong>l apóstol san Pablo:<br />
-'Para que á los principados y potesta<strong>de</strong>s, ahora so <strong>de</strong>scubra<br />
por la Iglesia la sabiduría <strong>de</strong> Dios, que es varia y<br />
multiforme.» Y aña<strong>de</strong>. Crisóslomo, que los ángeles, los<br />
querubines y serafines oían con gran<strong>de</strong> atención á san<br />
Juan: y quo es gran<strong>de</strong> honra nnesira el haber ellos<br />
aprendido con nosotros lo que no sabían. San Agustín dice,<br />
qne cuando oyéremos <strong>de</strong>cir algo <strong>de</strong> la divinidad <strong>de</strong> Cristo,<br />
qm-' sepamos que habla san Juan; y san Ambroski dice:<br />
«Ninguno con tanta sublimidad <strong>de</strong> sabiduría vió la majestad<br />
<strong>de</strong> Dios, y nos la <strong>de</strong>claró con tan propias palabras,<br />
como san Juan. Transcién<strong>de</strong>las nubes: íranseien<strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> los cielos: transcien<strong>de</strong> los angele- con su vista ; y<br />
halla al Verbo en el principio, y vió al Yerbo junto'con<br />
Dios. » Y Beda dice, que el haber estado recostado san Juan<br />
en la cena sobre el pecho <strong>de</strong>l Señor, no fué solamente señal<br />
<strong>de</strong>l amor regalado que él le tenia, sino también di^l