Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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ñera, que seamos parlicioneros de lodos los dones y bienes
que con este inefable misterio y humildísimo nacimiento
nos trajo del cielo.
SANTA ANASTASIA, VÍKGKÍ Y MUTIR, S SANTA ANASTASIA,
MÁRTIR.—Dos Anastasias celebra la. Iglesia, ambas romanas,
ambas nobilísimas y mártires. La primera, llama
el Martirologio romano Anastasia la anciana, á diferencia
de la segunda, que fué martirizada después. La primera,
habiendo escogido la vida monáslica y perfecta (como dice
el Melafraste) y habiendo sido instruida de la virgen santa
Sofía, en la persecución de Valeriano, por mandato de
probo, prefeclo, fué presa, encadenada, abofeteada, atormentada
con fuego y con azotes; y corlados los pechos, arrancadas
las uñas, quebrantados los dientes y tronchados
los piés y las manos, fué degollada y voló á su Esposo virgen
y mártir, adornada de tan preciosas joyas, y tantas,
cuantos fueron sus lormcnlos. El dia de su martirio fué á
los 11 de octubre del año del Sgftoc de 2C2.
La segunda Anastasia (cuyo martirio celebra hoy la sania
Iglesia) fué casada con un caballero muy principal y de
gran linaje, llamado Publio, que era hombre fiero y cruel,
y dado á la adoración de sus falsos dioses; y por eslo aborrma
á santa Anastasia, porque era cristiana, y siempre
se ocupaba en hacer bien y socorrer á los santos confesores,
que en la persecución atrocísima de los emperadores
Diocleciano y Maximiano estaban presos y eran atormentados
por la fé de Jesucristo. El Metafrasle dice que sania
Anastasia conservó su virginidad, y que Publio, su
marido, no llegó á ella, pero afligióla sobremanera: encerróla
en un aposento de su casa, dándole de comer por
tasa para que acabase preslo sus dias, y tratándola tan
desapiadadamente, que la santa tuvo necesidad de escribir
dos cartas á san Crisógono, mártir, que á la sazón oslaba
también preso en Roma, rogándole que la favoreciese con
sus oraciones delante del Señor: y san Crisógono le respondió
otras dos carias que pusimos en su vida, y la consoló
y animó para la corona del marliiio. Pero sucedió,
que en el mismo tiempo que ella estaba tan angustiada y
afligida, el emperador Diocleciano envió á Publio, su marido,
por embajador al rey dePersia: el cual partiendo de
Uoma, la dejó en la misma cárcel, con intento de darle la
muerte cumdo volvii se de Persia: mas por voluntad de
Dios cayó malo en el camino y murió, pagando con la
niuerte temporal y cierna los desafueros y tiranías que
contra sania Anastasia habia usado: y ella quedó libre y señora
de sí y de su hacienda, y la empleé loda en servicio
y sustento de los pobres, especialmente de los santos confesores
y mártires, como lo habia prometido. Era cosa
maravillosa ver el ardor y afecto con que esta bienaventurada
viuda y virgen se empleaba en visitar las cárceles
que calaban llenas de santos mártires, y cómo los consolaba
y recreaba, y limpiaba sus llagas, y aliviaba sus penas,
y enterraba sus cuerpos muertos, y en todas las cosas
se trataba para con ellos como una sierva y esclava. Pero
entendiendo en estas sanias obras, el Señor, que la habia
librado del marido, quiso darle el premio de ellas, y que
la que con tanta caridad y humildad servia á los mártires,
no careciese de la corona del marlirio. Fué presa por un
prefecto y echada en una áspera y horrible cárcel, donde
santa Teodora (que ya habia consumado su marlirio y reinaba
en el cielo con Cristo; dos meses la sustentó con
manjares traídos del cielo.
LA LEYENDA DE ORO. DÍA 26.
Al cabo de ellos la bienaventurada sania Anaslasia fué
puesta en una nave con doscientos hombres cristianos, y
setenta (Usuardo y Adon dicen setecientas] mujeres, para
que se ahogasen en el mar: psro la nave, guiada de la
providencia del Señor, llegó á la isla Palmaria, donde santa
Anaslasia fué atada á unos palos y levantada algo do
tierra. Pusieron fuego debajo, y así fué quemado su cuerpo
y purificada su bendita alma, que estaba mas encendida
y resplandeciente con el fuego del divino amor, que su
cuerpo con las llamas del otro fuego material, con que quedó
abrasado y consumido. Todos los otros sanios que hablan
venido con ella murieron por el Señor con varios géneros
de tormentos y muertes: entre los cuales estaba uno
llamado Euliciano; bombre muy sencillo y sin malicia alguna.
Era muy rico, quitáronle loda la hacienda, y él no
mostró pena alguna por ello: porque tenia puesto su corazón
donde estaba su tesoro, y preguntado, nunca respondía
otra cosa sino; No me quitarán á Cristo, aunque
me quiten la cabeza. El cuerpo de santa Anaslasia, medio
quemado, recogió una matrona llamada Apolonia : y
besándolo muchas veces con ternura , y ungiéndolo con
preciosos ungüentos, le envolvió en limpísimos lienzos,
y sepultó en un huerto de su casa , en donde poco después
fabricó una iglesia, y la intituló de su nombre. El
martirio de Sania Anaslasia fué á los 23 de diciembre, imperando
Diocleciano y Maximiano, año de Cristo de 303.
Fué muy célebre esta sania en Roma, donde hoy dia tiene
un templo, que es título de cardenal. Escribieron de ella
los Martirologios romanos, el de Reda, Usuardo y Adon,
y Mclafraslc en los aclos de la otra Anastasia mas anciana,
que refieren Lipomano en el v tomo, y el P. Fr. Lorenzo
Surio en el vi de las Vidas de los santos.
* SANTA EUGENIA , VÍRCEN Y MÁRTIR.—Era esta santa un
ejemplar de virtud, sobresaliendo en su grande amor para
con Dios , por manera que era la admiración de cuantos la
conocían. Sabedor el tirano de las dotes cristianas que resplandecían
en Eugenia , la probó de varios modos, hasta
que martirizada cruelmente murió en Roma el año 261
en tiempo del emperador Galeno ó Galieno.
LA CONMEMORACIÓN DE MUCHOS MII.ES DE MÁRTIIIES.—Eslando
lodos ellos en una iglesia , mandaron cerrarla por
órden del emperador Diocleciano, y rodearla de fuego.
Entonces se intimó á los de denlro que si querían salvar
su vida , debían adorar á Júpiter. Negáronse Indos á una
voz, y en medio del mas alioz tormento dieron el alma á
Dios.
SAN PEDRO NOEASCO, CONFESOR V FUNDADOR.—Aunque el
Martirologio romano le menciona también en este día,
su fiesta corresponde á 31 de enero , que es donde debe
verse.
DIA 26.
SAN ESTÉBAN , PROTOMÁRTIR.—«Ayer (dice el glorioso
san Agustín} celebramos el nacimiento en el mundo del
Iley do los mártires , y boy celebramos el dia en que el
primicerio y capitán de los mártires salió del mundo: porque
era conveniente que para dar vida á los mortales, el
que es inmortal primero se vistiese de carne : y que después
el hombre mortal por amor de Dios inmortal menospreciase
la muerte : y por esto nació el Señor para morir
por el siervo, para que el siervo no temiese morir por su