Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DI A m.
gorio : y san fegOstis dico: «¡ 0"" !"Kinr» fin; la ignorancia
que inslniyó á los ignoranlos y onscfiá á los incrédulos!
[Qqé provccliosa fué aquella incrctlnlidad qnc sirvió á la
fé do lodos los siglos! >. Mas si Tomás falló y poco liempo
fnéinci édnlo, presto se levantó y recompensó aquella culpa
con una perfeclisima y excelentUima confesión de su
fé: porque el benignísimo Salvador, como vigilante y amoroso
pastor, viendo á aquella oveja fuera de camino, la recogió
y redujo á su rebaño; y lomando después de oclio
días a aparecerse a los apóstoles, estando con ellos Tomás,
y habiéndolos saludado, se volvió á él y le dijo: Pon aquí
un dedo y mira mis manos: extiende tu mano y toca mi
costado; y no seas incrédulo, sino fiel. Quedó asombrado
Tomás con la visla y dulzura del Salvador, y entendió que
era Dios e! que habia visto su corazón, y estando ausente,
sabido lo que tiabia dicho: y locó (por obedecer) las llagas
en aquel cuerpo sagrado y glorioso, esmaltadas y resplandecientes:
porque aunque para su fé bastaba el haberlas
visto (como dice san León]; pero para nosotros iaqwlaha
imu'ho que las locase con sus manos: y traspasado de amor
y atónito con la novedad, y derretido de gozo, alzó la voz
y dijo : Dominus meas, el Deus mena : Señor mió y Dios
mió; confesando que aquel Señor que habia sido crucüicado,
y ahora veia resucitado, era verdadero Señor suyo, y
Señor de lodo lo criado, y que juntamente era verdadero
Dios, y en lodo igual al Padre.
Y aunque pare-e que creyó Tomás lo que vio; todavía
(como dice san Agusliu) una cosa vió, y otra creyó: vió
al hombre, y creyó que era Dios; y con su confesión y
tocamiento de las llagas nos ensenó loque debiMiioscreer,
y deshizo lodos los errores que acerca de la gloria de Crislo
los herejes haitian de inventar: y por esto el artículo déla
resurrección de Cristo, en que confesamos en el Credo que
resucitó, y decimos aquellas palabras: Sarrcxil a moríais;
san Agustín y otros las ali ihnyen á santo Tomás. Otra vez
se hace mención en el Kvangelio de santo Tomás : porque
yendo san Pedro á pescar, lli vó consigo algunos de los
apóstoles y discípulos, y entre ellos á Tomás. Gastaron t )da
la noche en pescar sin provecho alguno: aparecióles a la
mañana el Salvador; y estando en la ribera, les mandó
que echasen la red á la parle derecha del navio, lliciéronlo
asi, y prendieron gran copia de peces, y salieron con ellos
á tierra, en donde los aguardaba el Hijo de Dios, y allí dió
el sumo pontificado á san Pedio. Esto es lo que hallamos
do santo Tomás en el sagrado Evangelio: lo demás hubenios
de sacar de graves y antlgnoa autores, dejando algunas
cosas apócrifas sin fundamento, (pie otros escriben
en su vida.
Dc-piK's que ei sanio apóstol Tomás recibió el Espirilu
santo con los demás apóstoles, y liuho predicado en Jcrnsalen
y Judea aquella doctrina del cielo, que habia oído á
su Maestro y Señor; apartándose de los demás, so fué por
varias y diferentes provincias y naciones del mundo, para
sacarlas de la ceguedad en que oslaban, y alumbrarlas
con la luz del Evangelio. Primeramente fué á Oriente donde
halló á los Ircs bienaventurados reyes magos, que de
aquella región, guiados por la estrella, hahiim venido á
Belén á dar vasallaje, y adorará Dios niño recién nacido,
y bautizólos el santo apóstol, y lomólos por compañeros en
su trabajo y predicación. Asi Indice el autor sobre SanMaleo,
que con nombre de san Juan Cri.^óslomo anda entro
sus obras: y Doroteo y Sofronio y un calendario antiguo
DÍC1KMBRR.
ñm
dicen lomi^mo. Demás de oslo, envió este glorioso apóstol
á Tadeo, uno de los setenta discípulos, á Abagaro, rey
deEdesa, para qne le predicase el Evangelio, como Cristo
nuestro lledentor por cartas se lo habia prometido : así lo
aiirma Ensebio Cesariense en su Hisiori;1,, y .Niceforo Calixto.
Después ¡lustró los medos, persas, hircanos, y el Martirologio
romano añade los bracmanes y otras muchas naciones,
y con los rayos y resplandores de la luz evangélica
penetró hasta la India, como lo dice el Martirologio romano,
y se saca de Orígenes, y de Ensebio Cesariense, y
de san Gregorio Nacianceno. San Juan Crisóslomo añade,
que los etíopes fueron lavados y blanqueados por este
santo apóstol con el agua del bautismo: y los abisinios,
que son los pueblos de Etiopía, sujetos al preste Juan, boy
dia llenen particular devoción y reverencia á santo Tomás
como á su primero y propio apóstol: y no ménos !e tienen
por tal los pueblos de Alemania, como lo dice el obispo
Guillermo Eindano, varón doclisimo: y en aquella provincia
hay templos muy antiguos, dedicado? á santo Tomás,
npóstol: y aun en las parles mas septentrionales, y casi
debajo del mismo polo ártico, hay iglesias de santo Tomás,
reconociendo aquellas gentes el beneficio que por medio
de su predicación recibieron. Y no solamenle predicó el
santo apóstol á todas oslas provincias y naciones; pero en
el Brasil, escribe el P.Manuel do Nobrega,provincial de la
Compañía de Jesús, que fué en aquella provincia, que los
naturales de ella tienen noticio desanlo Tomás, y de haber
pasado por aquella tierra, y qne muestran algunos rastros
y señales de ello, las cuales el mismo padre habia visto por
sus ojos. Pero donde el santo apóstol mas tiempo vivió, fué
en la India oriental, como en propia y particular provincia
que el Señor le habia encomendado para labrarla y cultivarla,
y sembrar en ella la semilla del cielo. En esta provincia
dice Simeón Metafraste qne entró sanio Tomás muy
humilde y muy pobre, sus cabellos crecidos y desmelenados,
el rostro amarillo y seco, su cuerpo tan exlenuado,
qne mas parcela sombra que cuerpo, cubierto con un vestido
viejo y roto: de esta manera despreciado en los ojos
de la gente, y rico con el tesoro do Cristo, qne llevaba en
su corazón, comenzó á predicar que los dioses qne adoraban
eran falsos, y que no habia sino un Dios vivo y verdadero,
criador del cielo y de la tierra, y Salvador del
género humano, Jesucristo, conQrmando con innumerables
milagros su predicación aposlólica, y convirliendo á muchos
á nuoslra santa religión. Por esto los enemigos de
ella y amigos del culto desús falsos diosos, le alancearon
y mataron; y el santo apóstol, libre de las miserias de esta
temporal y. breve vida, se fué á gozar de la eterna; y su
martirio fué en la ciudad de Calamina, que ahora se llama
Malipur. á 21 de diciembre, y en el año de Cristo do
7;j, según Oaufrio, imperando Vespasiano. Esto es lo qne
se tiene por cierto, sacado de buenos y graves autores.
Otras cosas hay ó fabulosas, ó ménos ciertas y probables:
y Gelasio, papa, da por apócrifos los actos de sanio Tomás,
y antes de Gelasio, s in Agusliu los tuvo por sospechosos.
Otros libros con nombre de osle santo, intitulados CArcuitus,
Aclus, Evaiuji'lium, ft
Áponílypsis Tlinmce, son reprobados
por san Atauasio, Epifanio, Inocencio pap.1, Cirilo y
por Gelasio papa. Y puesto caso, que en la vida de sanio
Tomás, qne escribió Abdías Babilónico, á quien otros autores
modernos han seguido, puede ser que haya algunas
cosas verdaderas; pero como no sabemos cuáles son