Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DIA 20.
Virgen, de quien era muy dovofo, adornado do lodaslas
virludes, y disíingnido especialmcnle por el don de profecía
y de nñlagrcs; después de haberse despedido de sus
amados monges, y dejando veren su venerable semblimle
una exlraordinaria alegría, á vista de los espíritus celestiales
que con arpas de oro en sus manos acompañabiin
sus úllimos acentos, entregó su candorosa alma á su Criador,
probablemente en"30 de abril del ailo 1131. Su sagrado
cuerpo fué (rasiadudo á la ciudad de Orlcans, y colocado
religiosamente dentro de una iglesia dedicada á su
nombre. La fama de su santidad sonó en breve por lodos
los ángulos de la tierra; y el nombre de san Adjulorio haciéndose
de cada dia mas célebre por sus continuos prodigios
y milagros en favor de sus devotos, es invocado.por
doquiera con fervor y confianza: y no solo en Orleans de
Francia, sino también en otros varios puntos se han dedicado
suntuosos templos á nuesli o santo, mereciendo nombrarse
en este lugar el que de tiempo inmemorial se halla
construido en el pueblo de Olosl, diócesis de Vich, en
Cataluña, donde los fieles acuden á porfía de todas parles
á implorar el poderoso valimiento de san Adjutorio, y en
donde nuestro santo es venei ado con esmerado culto y
devoción por los moradores de Olost, y puebloslimílrofes.
NOTA. Hacen memoria de san Adjulorio abad, entre
otros,'Saussay en su Martirologio; el obispo Kquilin y Ga-
7:e;y el benemérito abad de san Pablo don Juan de Zafonl y
de Ferrer en su Almanaque ano 1833 , impreso en
Barcelona.
DIA 20.
SANTO DOMINGO DE SILOS, CONFESOR.—Fué sanio Domingo
de Silos natural de Cañas, lugar pequeño en la llioja:
ejen ilosede pequeño, como olro David, en apacentar ganado
de su padre, y después se apartó á hacer vida solitaria
y darse del todo á la contemplación: y pareciéndole
mas seguro, se hizo monge de la órden de San Beniío en
el monasterio de San Millau, en donde estudiólas divinas
Letras, y en poco tiempo aprovechó mucho. Ordenóse de
sacerdote, y diéronle cargo de cura de Santa María, del
mismo lugar de Cañas, donde habia nacido. Dió tan buena
cuenta de este oficio, que le volvieron á llamar del monasterio
de San Millan, y allí le hicieron prior, l úe varón
santísimo y señalado en milagros. En su tiempo el rey don
García de Navarra.por su propia autoi idad, y con violencia,
intentó sacar y lomar ciertas joyas, oro y plata de la
sacristía del convento; y el santo con gran constancia y
ánimo resistió á la codicia del rey, teniendo mas cuenta
con la gloria de Dios y con la defensa de los bienes de la
Iglesia, tan necesarios para el culto divino, que no con la
voluntad ni indignación del rey: el cual le desterró y le
echó de su casa de San Millan con algunos de sus monges.
El santo varón se fué al rey don Fernando, I de este
nombre, de Castilla y de Aragón: fué recibido del rey coa
mucho amor y benevolencia, y su fama de santidad comenzó
á extenderse mas por Fspaña: y con esta ocasión de
su destierro vino á ser abad del monasterio de Silos-el
cual habiendo sido antes de los mayores y mejores santuarios
de España, estaba ya tan por el suelo en lo espiritual
y temporal, que obligó al rey don Fernando v á los
prelados á buscar remedio; y no se halló otro mejor que
encomendarle á santo Domingo: y él en veinley tres años
TOMO III.
DICIEMBRE.
5ni
que fué abad, le formó de manera, quo podía con tiflzon
conlarse por un nuevo y raro milagro del iiümdo. Fué admirable
el ejemplo do su santa vida, maravillososu zelo, y
el cuidado que puto en administrar y enriquecer las almas
de sus subditos de todas virtudes, y el monasterio de bienes,
los cuales el Señor aumentaba, y se los daba, como
por añadidura de sus grandes y provechosos sen icios.
También resplandeció con muchas y grandes maravillas,
que Dios en vida y en muerte obro porél, sanando á muchos
enfermos, ciegos, cojos, tullidos y de otras diversas
enfermedades. Pero en lo que principalmente se señaló,
fué en socorrer á los cristianos que eslaban en poder de
moros, que á la sazón eran muchos, y era su entero remedio
la intercesión de este sanio para con Dios. Fué esto
con tan grande extremo, que encomendándose á él desde
sus mazmorras los cautivos, se liallafian á deshora en
lierra de cristianos, aun á las puertas de su monaslerio,
dejando allí por testimonio las cadenas, grillos é hierros
de su cautiverio, y reconociendo á Dios por autor de su
libertad, y á santo Domingo de Silos por mediimero: y
fueron tantos los despojos de los cautivos que se pusieron
en aquel convento, que decían por refrán en Castilla: «No
te bastarán los hierros de santo Domingo.» Y no sohmientetraian
y colgaban estos despojos en el templo del monaslerio
de Sanio Domingo de Silos los cautivos, que pt r
su intercesión se hallaban libres, sino también en los olios
templos y oratorios de su advocación, como se ve en la
iglesia de Jesús del Monte, que tienen los padres déla Compañía
de Jesús, junto á la villa de Loranca de Tajuña; la
cual, por haber sido antes ermita de sanio Domingo de
Silos, tiene hoy dia colgadas muchas cadenas de los cautivos
crislianos, que por sus oraciones alcati/aron remedio
en sus trahajosy miserias; que es grande argumento de la
devoción que se tenia en estos reinos á este glorioso confesor,
y no menos las novenas que doña Juana Daza, madre
de santo Domingo de Guzman, patriarca y fundador de la
órden de Predicadores, hizo en el monasterio de Silos, velando
en el sepulcro del sanio monge, y suplicándole que
le alcanzase dichoso parto de la criatura que tenia en el
vientre; y él la consoló y regaló, y se le apareció en su
propia forma y hábito, y le dió nuevas ciertas del bienaventurado
hijo que habia de parir: el cual se llamó Domingo,
del nombre de su pairen y abogado sanio Domingo
de Silos: y aun fundó el monaslerio de monjas de su
órden en Madrid, y le llamó Santo Domingo, por la devoción
que tenia á sanio Domingo de Silos; aunque con el
tiempo, creciendo mas la fama y el resplandor de su fundador,
oscureció el un Domingo al otro Domingo,)' al presente
comunmente se entiende ser la advocación de aquel
convento del padre santo que le fundó, y nó del olro por
cuyaadvocacion se fundó. Finalmente, habiendo estegiau
siervo del Señor corrido glonosamcnle su carrera, cayó
malo, y entendió que se acercaba la hora en que Diosle
quería librar de la cárcel del cuerpo: llamó á sus frailes y
dióles muy buenos documentes para sus almas, y dijoles
algurWs cosas que hablan de venir, las cuales como él las
dijo se cumplieron; y recibidos los sacramenlos, dió su
alma al Señor, que vieron subir al cielo con tres coronas
unos niños sin malicia ni doblez. Su cuerpo fué sepultado
en el mismo monasterio de Silos, que después se llamó de
su nombre. Algunas iglesias de España celebraban su fiesla
el dia de su glorioso tránsito, que fué á los 20 do diciern-
71