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I>G0<br />
-empedrada <strong>de</strong> clavos. En este tormento solo se le oian<br />
eslas palabras á la santísima esposa <strong>de</strong> Jesús: Señor<br />
mío Jesucristo, gracias le doy infinitas: tú, Señor, conoces<br />
los corazones, eres la gloria y corona <strong>de</strong> los justos,<br />
recibe á esta humil<strong>de</strong> é indigna sierva tuya: y haz, Señor,<br />
que Maximino te conozca y confiese por solo verda<strong>de</strong>ro<br />
i)ios, para que todos sepan que tú solo lo eres, y á tí solo<br />
se <strong>de</strong>be la gloria por los siglos. Viendo Ensebio qne no<br />
senlia Fausta táñemeles tormentos y era vencido <strong>de</strong> una<br />
tierna nifta ; por no confesarlo, hizo traer una gran saríen<br />
ó cal<strong>de</strong>ra, y puesta al fuego, echar en ella pez, resina,<br />
alquebrile y plomo, y cuando todo estaba <strong>de</strong>rretido<br />
y hervía, hizo echar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>snudos á los dos valerosos<br />
é invictos mártires <strong>de</strong> Jesucristo, Fausta y Evelasio. Lo<br />
dos gloriosos santos, maestra y discípulo, comenzaron á<br />
cantar salmos, y al instante el fuego se apagó, y el plomo<br />
y <strong>de</strong>más ingredientes quedaron como un baño suavísimo.<br />
Entonces Maximino, locado <strong>de</strong> la divina luz, dijo á voces:<br />
Dios eterno, que con tu infinita bondad y misericordia hiciste<br />
que Evelasio fuese parü'cipe<strong>de</strong> la corona <strong>de</strong> tu sierva<br />
Fausta, recíbeme también. Señor, á mí, humil<strong>de</strong> y pecador,<br />
para que, aunque por tantos títulos indigno, junto con<br />
los dos haga el número <strong>de</strong> la Trinidad santísima, que<br />
constante adoro y confieso. Muestra, Señor en mí, indigno<br />
pecador, logran misericordia, para que por ti me salve,<br />
pues tú me redimiste.<br />
Luego al punto se abrieron los cielos y so <strong>de</strong>jó ver Jesucristo,<br />
ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> ejércitos <strong>de</strong> ángeles y espíritus gloriosos,<br />
con lodos los justos queresplan<strong>de</strong>cian masque el sol.<br />
Viendo tanta gloria y tantas maravillas, Maximino exclamó<br />
diciendo: Señor, recíbeme como á tu siervo Evelasio,<br />
y no te acuer<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la multitud <strong>de</strong> mis pecados: bien sé.<br />
Señor, cuan indigno soy <strong>de</strong>que me oigas; pero mayores<br />
tu misericordia quemi indignidad y malicia; recíbeme, Seftór,<br />
como recibiste al buen ladrón. Al punto corrió adon<strong>de</strong><br />
estaba la sartén, y levantándolos ojos al cíelo, y signándose<br />
con la señal déla sania cruz, dijo: En el nombre<br />
<strong>de</strong>l padre, y <strong>de</strong>l Hijo, y <strong>de</strong>l Espíritu Santo, también yo<br />
soy con vosotros: y <strong>de</strong>snudándose átoda prisa y haciendo<br />
¡a señal <strong>de</strong> la santa cruz por todo su cuerpo, se arrojó á<br />
la sartén con los dos gloriosos mártires <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
Fausta y Evelasio. Entonces llena <strong>de</strong> gozo y alegría espirilnal,<br />
la bendila Fausta excíanu) diciendo: (¡loria te sea<br />
dada. Cristo Jesús, que no quieres que ninguno se pierda,<br />
sino es que todos se salven y vengan al conociinienlo <strong>de</strong><br />
la verdad. ¡Qué gozosa estoy, Señor, en medio <strong>de</strong> estos<br />
dos, como la vid con su fruto! Recíbenos, Señor, pues tú<br />
nos has llamado para tí. En esto se oyó una voz <strong>de</strong>l cielo<br />
que dijo: Venid á mí vosotros (pie trabajáis por mi nombre,<br />
que yo os recibiré en el reino <strong>de</strong> los cielos. Oyendo<br />
esla dulce voz, quedaron llenos <strong>de</strong> gozo: alabaron á Dios:<br />
diérnule gracias, y entregaron en sus divinas manos sus<br />
santas almas con gran<strong>de</strong> paz, gozo y alegría, á los 6 <strong>de</strong><br />
fehrcrí), según unos, á los 20 <strong>de</strong> diciembre, segnn otros,<br />
óá los 19 <strong>de</strong> diciembre, si es esta gloriosa Fausta (que lo<br />
dudo) la qne este dia trae el Martirologio romano; porque<br />
una es <strong>de</strong> Roma, otra <strong>de</strong> Cizico: una es virgen y mártir,<br />
otra es matrona noble y madre <strong>de</strong> santa Anastasia: si bien<br />
á ésta llama Nicéforo Calixto, lib. iv, in fin., Flavia y nó<br />
Fausta. Pero como quiera que sea, ahora sea una misma,<br />
ahora sean dos diversas, esla verdad se sabrá en la gloria<br />
don<strong>de</strong> las veamos. Escribieron la vida y raurlirio <strong>de</strong><br />
LA LEYENDA DE ORO.<br />
DIA 19.<br />
santa Fausla , Beda, üsuardo, Adon, los griegos t» Menolog.;<br />
Metafrasle; Lipomano, lom. v; Surio, tom. i; Pedro<br />
<strong>de</strong> Nalalibus, tu Calhalogo, lib. vm, cap. 97; el Martirologio<br />
romano y Baronio en sus anotaciones, y en el lomo<br />
v <strong>de</strong> sus Anales, año 311, núm. 19, y lom. u, año 300<br />
núm. 4.<br />
* SAN CnEGOftio, OBISPO T CONFESOU.—Era este santo<br />
obispo <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> Auxerre, y fueron tantos sus Irabajos<br />
apostólicos, que murió llorado <strong>de</strong> su grey, qne le<br />
miraba como un verda<strong>de</strong>ro padre y santo prelado.<br />
Hace memoria <strong>de</strong> él el Martirologio romano en este dia.<br />
LAS SANTAS MAURA, ÓMEULIS Y TEA,MÁimaES.—Murieron<br />
cruelmente martirizadas por los bárbaros, durante la persecución<br />
que los sucesores <strong>de</strong> Diocleciauo fomentaron en<br />
Gaza <strong>de</strong> la Palestina. Dicen que Tea sobrevivió al martirio,<br />
y murió en la soledad.<br />
SAN TIMOTKO, DIÁCONO Y MÁnxm.—En la Mauritania, durante<br />
los primitivos siglos <strong>de</strong> la Iglesia, fué encarcelado<br />
por la fé <strong>de</strong> Cristo, y luego arrojado vivo á las<br />
llamas.<br />
<strong>Los</strong> SANTOS CIRÍACO, PAULILIO, SECUNDO, ANASTASIO, SIN-<br />
DIMIO Y COMPAÑEROS, MÁRTUIES.—Sufrieron por las verda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> la fe, á mediados <strong>de</strong>l siglo III, y murieron gloriosamente<br />
en Nicomedia.<br />
<strong>Los</strong> SANTOS DRARIO, ZÓSIMO, PAULO Y SECUNDO, MÁRTIRES.<br />
—Sucedió en Meen el marlirio <strong>de</strong> esos ilustres varones<br />
reinando el emperador Diocleciauo.<br />
SAN NEMESIO Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Durante la persecución<br />
<strong>de</strong> Decio fué preso Nemesio, y como no pudieron<br />
acusarle <strong>de</strong> robo, lo hicieron <strong>de</strong> cristiano. El juez lo hizo<br />
quemar vivo. Sucedió su martirio, con el <strong>de</strong> otros, en Alejandría,<br />
año <strong>de</strong> 252.<br />
SANTA SAMTANA, VÍRGF.N Y ABADESA.—Fundó un monasterio<br />
en Irlanda, y murió en 7.18. Colgan lo menciona.<br />
SAN ADJÜTOKIO Ó ADJUTO.—Por éntrelos luminosos asiros<br />
<strong>de</strong> virtud y sabiduría que brillan en el firmamento déla<br />
Iglesia, se <strong>de</strong>scubre el glorioso san Adjulorio, á maneia<br />
<strong>de</strong>l hermoso arco iris que se <strong>de</strong>scribe en el cap. 42 <strong>de</strong>l<br />
Eclesiástico. Normandía, antigua provincia <strong>de</strong> Francia, fué<br />
la dichosa concha do naciera esla preciosa perla <strong>de</strong>l claustro<br />
benedictino. Su dichosa vida, cual aromático jardin,<br />
fué toda esmaltada con las balsámicas llores <strong>de</strong> todas las<br />
virtu<strong>de</strong>s, por manera qne <strong>de</strong>s<strong>de</strong> m cuna hasta el sepulcro<br />
fué siempre amado <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> loé hombres: su infancia<br />
una candida azucena <strong>de</strong> inocencia y simplicidad; su mocedad<br />
un precioso tejido <strong>de</strong> actos <strong>de</strong> religión; su edad varonil<br />
un estrellado cielo <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s. Abrasado <strong>de</strong>l amiadivino,<br />
disgustado <strong>de</strong>l mundo y ansioso <strong>de</strong> volar, mal<br />
Cándido cisne, á la cumbre <strong>de</strong> la mas remontada perfección;<br />
abrazó el estado religioso en un monasterio <strong>de</strong> Manta,<br />
ciudad situada en la diócesis <strong>de</strong> Chartres, á doce leguas<br />
<strong>de</strong> París. Su eminente virtud lo elevó á la dignidad<br />
<strong>de</strong> abad, cuyo encargo <strong>de</strong>sempeñara con el mayor acierto<br />
en dos diferentes monasterios, que gobernó con edificación<br />
<strong>de</strong> todos sus subditos. Se cree que uno <strong>de</strong> estos fué el <strong>de</strong><br />
Tirón, lugar situado en la Boeciaen Francia sobre el arroyo<br />
Tirón entre Chartres y Nagent <strong>de</strong>l Rolrou. Esta célebre<br />
abadía <strong>de</strong> la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> San Benito fué cabeza <strong>de</strong> una<br />
congregación recomendable, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año <strong>de</strong> 1029 fué<br />
déla <strong>de</strong> San Mauro.<br />
Inflamado por lin este gran santo <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
encendido cnuna in<strong>de</strong>cible leniuraconla sanlísima