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m LA LEYENDA DE 0110.<br />
lira: y cunnJo ya pudieron , levantando las manos al cie-<br />
• lo y los corazones á Dios, dieron á su Majestad y á su Madre<br />
santísima las gradas <strong>de</strong> qoe trajese á su religión á un<br />
varón tan liijo <strong>de</strong> sus cuidados: y Franco , no ménes obligado<br />
que reconocido, y mas advirtiondo en que aquel liábilo<br />
era el mismo-que traia c-n sus manos la soberana Reina<br />
María , <strong>de</strong>rramando rmicbas lágrimas <strong>de</strong> ternura y gozo,<br />
le ofreció do nuevo su humil<strong>de</strong> corazón, por coronarlo<br />
á sus divinas plantas.<br />
'.Viéndose con el hábito, que tomó el aílo 1239 ,y con la<br />
, profesión á su tiempo, no es <strong>de</strong>cible los fervores con que<br />
, procuró que con el nuevo estado se confórmasela vida:<br />
<strong>de</strong>smenlia con su aliento las carnes: la edad volvió en<br />
juventud: ninguno habia mas diligcnleen el trabajo, mas<br />
continuo en la oración, mas ferviente en los rigores, mas<br />
afecto á la humildad , siendo en todo un perfecto ejemplar,<br />
<strong>de</strong> que aprendían los mas ejercitados en la religión.<br />
La vida que en ella sentó fué <strong>de</strong> esta forma. Su comida or-<br />
- diñaría no pasaba <strong>de</strong> unas raiws.dc yerbas, y en falta <strong>de</strong><br />
- ellas, pan y agua ; .que vino no lo probaba : esta comida<br />
• era solo los tres dias<strong>de</strong>la semana ; aporque lunes, miércoles,<br />
viernes y sábado, con sola la sagrada comunión se<br />
sustentaba. Su cama era la tierra <strong>de</strong>snuda y una tabla.<br />
Tara enjaular el cuerpo , hizo unos aros <strong>de</strong> hierro <strong>de</strong> dos<br />
• <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> ancho , ligados con unas ca<strong>de</strong>nas , tan estrechos<br />
y apretados ,.que le entraban por las carnes. Echóse una<br />
• argolla al cuello para pa<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> todas maneras, y que<br />
no hubiese; parle en su cuerpo que no participase su dolor:<br />
y-para guardar perpetuo silencio, hizo una bola <strong>de</strong><br />
plomo <strong>de</strong> media libra <strong>de</strong> peso, y la traia siempre en la boca,<br />
y para no per<strong>de</strong>rbi, cuando se ©fi ecia socarla, la traia<br />
pendiente <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> las que cofiian su cuerpo.<br />
Kn el coro siempre era el primero , sin fallar por eslo á las<br />
.ocupaciones en que le ponia la obediencia. Gompa<strong>de</strong>cían-<br />
;se muebo los religio-os: admiraban aquel espectáculo los<br />
ángeles; y aun el mismo Dios, sin duda , lo alondia con<br />
ternura , viendo una alma , como mil otros, cargada <strong>de</strong><br />
tanlosbierros, según lo dió á enten<strong>de</strong>r con el suceso siiguienfe.<br />
Estaba Franco un viernes conlemplando los mislerios<br />
<strong>de</strong> la sagrada pasión, y se le apareció nueslro Rcdcnlor<br />
puesto en la cruz, cubierto <strong>de</strong> las muchas llagas y<br />
heridas que pa<strong>de</strong>ció en el Calvario; y mirando á Franco<br />
y como consolándose con el dijo: Mirad Franco, lo mucho<br />
que pa<strong>de</strong>cí por los hombres; y lo mal que lo agra<strong>de</strong>cen.<br />
Con eslo <strong>de</strong>sapareció, pero <strong>de</strong>jó al santo con tan vivo sentimieiiío<br />
, así por ver á su Majestad tan heiádo, como tan<br />
ingratosá los hombres , que fué provi<strong>de</strong>ncia particular no<br />
ge le arrancase el alma. Tomó luego la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> hierro<br />
y con ella tan gran disciplina, que salían arroyos <strong>de</strong> sangre<br />
<strong>de</strong> su cuerpo. Rogaba al Sefior diese á los hombres<br />
un claro conocimienlo y verda<strong>de</strong>ro dolor <strong>de</strong>sús culpas, é<br />
hizo fabricar una efigie <strong>de</strong>votísima <strong>de</strong> Cristo en la cruz,<br />
como se le habia aparecido, y con ella salía por las calles<br />
y plazas, predicando con fervor la obligación, que á tan<br />
buen Dios tenemos, y el olvido y <strong>de</strong>sagra<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong><br />
1 JS hombres.<br />
Con esta visión nació en el santo uu temor filial, en que<br />
consi<strong>de</strong>rando lo mucho que Dios pa<strong>de</strong>ció por él , y lo poco<br />
que pa<strong>de</strong>cía por élandaba confuso y dudoso si Dios le<br />
habia perdonado sus pecados, y si ellos eran la causa <strong>de</strong> que<br />
se le mostrase tan dolorido, cuando le consi<strong>de</strong>raba glorioso.<br />
Repella muchas veces : Si el justo apenas se salva;<br />
mA 17.<br />
¿qué espera el malo y pecador? Y como él se tenia por el<br />
mayor <strong>de</strong>l mundo, le traia esta consi<strong>de</strong>ración en una penosísima<br />
congoja. Para sacarle <strong>de</strong> ella , le hizo Dios entre<br />
los <strong>de</strong>más, dos singularísimos favores, que confirman<br />
cuán acepto era en sus ojos; pues así lo singularizaba en<br />
las finezas. Estando un día <strong>de</strong> la infraoctava <strong>de</strong>l Corpus<br />
disponiéndose para comulgar, el confesor, por probar su<br />
obediencia y resignación, le mandó no comulgase aquel<br />
día, y reconociéndose por indigno <strong>de</strong> recibir ton gran Señor,<br />
se contentase con recibirle espirilualmente en su alma.<br />
Así lo hizo , sin discurrir en lo que su padre espiritual<br />
le mandó, juzgándose tan indigno como su maestro<br />
y humildad le persuadían. Acopó su divina Majestad el sacrificio<br />
<strong>de</strong> su resignación; mas no quiso privarlo <strong>de</strong> su»<br />
provechos: y así, estando ayudando una misa , or<strong>de</strong>nó<br />
que cuando el sacerdote partía la hostia, saltase una parte<br />
<strong>de</strong> ella , y volando por el aire , se fuese á la boca <strong>de</strong><br />
Franco , sirviéndole <strong>de</strong> Sacramento y sacerdote el mismo<br />
Señor, en premio <strong>de</strong> su humildad gran<strong>de</strong>:y singular<br />
resignación.<br />
El otro fué no menos tierno : porque estando en oración<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> un crucifijo , y receloso si estaba en su gracia<br />
y amor (que no hay rosa mas cercada <strong>de</strong> espinas, que aa<br />
justo <strong>de</strong> temores), le suplicaba con instancia lo sacase <strong>de</strong><br />
aquella perplejidad; mereció que <strong>de</strong>senclavando su divina<br />
Majestad los brazos <strong>de</strong> la cruz, y echándoselos al cuello,<br />
por dos veces lo abrazase y dijese : Franco , no tienes<br />
que temer: persevera en lo comenzado, y alcanzarás<br />
lo que <strong>de</strong>seas. Si este favor es excesivamente gran<strong>de</strong>,<br />
pondérelo atcnlamenle el <strong>de</strong>voto y versado cu las divinas<br />
historias. Con ser, pues, tan gran<strong>de</strong>, aun se quedó-Franco<br />
en sus dudas y recelos. Para salir <strong>de</strong> ellas buscó medianeros<br />
, y experimentado en los favores que <strong>de</strong>bía á Ja<br />
sacratísima Virgen María,lc suplicó inlerccdiese con su Hijo<br />
precioso, y alcanzase <strong>de</strong> su misericordia el perdón <strong>de</strong><br />
sus pecados. Conlinuando esla súplica, un sábado se la<br />
apareció esla Señora lan cercada <strong>de</strong> luz y resplandores,<br />
que los que paseaban la ciudad crejeron que se abrasaba<br />
el convenio; y díjole con mucha afabilidad y ternura:<br />
Franco, Dics ha perdonado luspecados, y todos aquellos<br />
por quienes has rogado han conseguido remedio en sus<br />
necesida<strong>de</strong>s , y lo conseguirás en lo fuluro sí perseverares<br />
la vida comenzada. Con esías palabras y otras <strong>de</strong> sumo<br />
favor, <strong>de</strong>sapareció nuestra Señora; y llegando muchos<br />
seglares al convento , y viendo que <strong>de</strong>scargaban las luces<br />
y el fuego sobre la eelda <strong>de</strong>l santo , asustados repelían:<br />
Socorred, padres, socorred á Franco; porque se abrasa su<br />
celda. Acudieron todos, y viendo salir <strong>de</strong> ella gran<strong>de</strong>s<br />
llamas, repararon que ni quemaban, ni naoleslaban: con<br />
que se persuadieron á que era sobrenatural ciincend¡o.,y<br />
mas cuando le vieron elevado en el aire , los ojos abiertos<br />
y vueltos al cielo, y que hablaba entre sí, aunque nadie<br />
entendía loque <strong>de</strong>cía, y tan quieto que nadie podia<br />
moverlo: con que los seglares creyeron estaba difunto:<br />
pero los religiosos, que tenían experiencia <strong>de</strong> sus éxtasis<br />
lejuzgaron absorto en Dios como muchas veces lo hallaban.<br />
Así duró algún espacio , hasta que volviendo en sí,<br />
y viéndose cercado <strong>de</strong> lanía gente, <strong>de</strong> suerte se avergonzó<br />
, que retirándose á una parle oculla, lomó tina sangrienla<br />
disciplina, castigando al igual <strong>de</strong> las culpas que<br />
hizo cuando pecador, la opinión en que ya eslaba do<br />
santo,