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Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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nu 17.<br />

DIC1K<br />

pero él, como verda<strong>de</strong>ro humil<strong>de</strong> , <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> Imil las, se<br />

fué hacia Groli, su palria, y á millaymedia <strong>de</strong>l lugar, hallando<br />

un hosque cerrado <strong>de</strong> malezas , en lo interior <strong>de</strong> él<br />

edificó una casilla, á quien no <strong>de</strong>jó ninguna luz, don<strong>de</strong> negado<br />

á visitas, aclamaciones y todo alivio humano, gastaba<br />

lo mas <strong>de</strong>l dia y noche en oración, favorecido <strong>de</strong> Dios<br />

y <strong>de</strong> su Madre MaWa santísima, que habiéndole llevado á<br />

la soledad , lenian con :él dulces y frecuentes coloquios.<br />

Tero ni aquí quiso tampoco su divina Majestad que su santidad<br />

se ocultase ; antes bien con una singular maravilla<br />

(entre otras) la aplicó para común beneücio.<br />

El concejo <strong>de</strong> Groti hacia una solemne Qesla, y para<br />

ella convidó á todos los ermitaños <strong>de</strong> aquel lerrilorio.<br />

Excusóse Franco con humildad, pero vencióle la villa , por<br />

disposición divina sin duda : con que asistió á la fiesta y<br />

convite. En medio <strong>de</strong> la comida, uno <strong>de</strong> los convidados,<br />

instigado sin duda <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio, viendo comer á Franco<br />

como abstinente, comenzó á hlasfemar <strong>de</strong> su santa vida y<br />

acciones, diciendo era un hipócrita, engañador y falsario,<br />

y que ahora se vendía sanio ermitaño , y afectaba el ser<br />

bueno cuando no le permitía su vejez el ser malo y vicioso.<br />

Oyó el santo estas injurias con el gusto que el mas vano<br />

pudiera sus alabanzas : y creyendo por su humildad, que<br />

aquel hombre le quería bien, pues le <strong>de</strong>cia la verdad tan<br />

sin rebozo, se lo agra<strong>de</strong>ció, y <strong>de</strong>spués le dijo : Hermano,<br />

<strong>de</strong> mí se pue<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>ben creer peores cosas <strong>de</strong> las que me<br />

has dicho : solo <strong>de</strong> una cosa me pesa, que es el escándalo<br />

que has dado á los circunstantes, con tanto <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong><br />

tu alma. Enlonees el hombre, tan lleno <strong>de</strong> pasión como <strong>de</strong><br />

vino, anadió : \ o he dicho la verdad on lo que he dicho;<br />

y digo mas, que así tú eres bueno y te pue<strong>de</strong>s salvar, como<br />

volver á vivir este capón que está en el plato, i Cosa maravillosa!<br />

Apenas el maldiciente acalx') estas razones tan<br />

sin razón, cuando el capón salló <strong>de</strong>l plato , vivo y vestido<br />

<strong>de</strong> sus plumas, como estaba antes que lo <strong>de</strong>stinasen al<br />

convite, y juntamente el <strong>de</strong>monio se entró en el cuerpo<br />

<strong>de</strong>l blasfemo, cuyos doloi esllenaron <strong>de</strong> un horror sagrado<br />

á los presentes. Confundióle Franco con la maravilla: agra<strong>de</strong>cióla<br />

al Señor, y no sufriendo que su crédito fuese á<br />

costa <strong>de</strong> otro, rogó por la salud espiritual y corporal <strong>de</strong><br />

aquel hombre : y haciendo sobre él la señal <strong>de</strong> la cruz,<br />

quedó libre <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio on el cuerpo y en el alma, y todos<br />

los présenles con nueva estimación <strong>de</strong> Franco y <strong>de</strong> sa<br />

gran virtud y santidad.<br />

Con milagros tan patentes temió Franco la gloria vana<br />

<strong>de</strong>l mundo y sus honores ; pero porque no se introdujese<br />

en su conizon, permitió el Señor (pie le lenljise el <strong>de</strong>monio<br />

en el pecado do la sensmdidad , asi para su humillación,<br />

como para dar un nuevo aumento á sus coronas. Estando,<br />

pues, reposando una noche, le trajo á la menioria<br />

los pecados y torpezas <strong>de</strong> su mocedad, y las mujeres con<br />

quienes las habia ejecutado. La memoria encendió el fuego,<br />

y su imaginación tan fuerte balería , que á no valerle<br />

el socorro <strong>de</strong>l Señor, se hubiera perdido. Pidióle favor:<br />

armóse <strong>de</strong> la disciplina ; pero mas se abrasaba : porque<br />

el <strong>de</strong>monio, viendo la resistencia , añadía leña al fuego,<br />

lleconociendo que tantas llamas no eran <strong>de</strong> su natural<br />

sino <strong>de</strong> su torpe enemigo, se <strong>de</strong>snudó en carnes, y en una<br />

cama <strong>de</strong> zarzas y abrojos, que contra estas y semejanres<br />

tentaciones tenia prevenida, se acostó ; y tanto lo refregó<br />

en las espinas, que salió bañado en su misma sangro. De<br />

aquí se fué á un lago <strong>de</strong> agua frigidisinia, y arrojándose<br />

TOMO Hl.<br />

<strong>de</strong>ntro, templó coñ su frialdiui los ardores <strong>de</strong> su carne;<br />

y por quitarle mas los brios, volvió á tomar tan fuei le disciplina,<br />

que mas parece tiraba á quitarse la vida , qun á<br />

huir déla tentación. Viendo el <strong>de</strong>monio que no le valían<br />

sus trazas, buscó otras nuevas. Apareciósele en forma <strong>de</strong><br />

una dama muy hermosa, que mostraba gran<strong>de</strong> compasión<br />

en sus dolores, y le dijo ; O pobre y engañado hombre,<br />

¿ qué haces? ¿NO sabes que pecas en quitarte la<br />

vida por lu mano? ¿No ves que estos sentimientos, que<br />

ha hecho tu carne, son movimientos naturales, en los cuales<br />

ni hay mérito ni <strong>de</strong>smerito ? ¿Para qué así la afliges<br />

y maltratas? Dios me envía para que yo la cui<strong>de</strong> , y en<br />

todo me sujeto á lu gusto , y con él vivirás y serás mas<br />

provechoso á su Iglesia. Franco, que luego conoció entre<br />

aquellas llores el áspid , tomando un palo comenzó á esgrimirlo<br />

en el aire, para romperle la cabeza : y haciendo<br />

con él la señal <strong>de</strong> la cruz en la pared, le dijo : En virtud<br />

<strong>de</strong> Jesucristo, que te venció en el <strong>de</strong>sierto, te mando que<br />

no me molestes mas, ni dures en mi presencia. Con esto<br />

huyó el común enemigo, confesando en el ruido y estruendo<br />

con que <strong>de</strong>sapareció, que quedaba por Franco el li iuufo<br />

y la victoria.<br />

Acabada esta pelea y tentación, viendo la sagrada Virgen<br />

María sin pecado concebida que el que habia escogido<br />

para suyo y <strong>de</strong> su ór<strong>de</strong>u , se habia poil ulo tan animoso<br />

, se le apareció sentada on un trono real asistida <strong>de</strong><br />

muchos cortesanos celestiales : traía en la mano <strong>de</strong>recha<br />

una guirnalda <strong>de</strong> varias y hermosas flores, y en la siniistra<br />

el hábito <strong>de</strong> su religión carmelita ; y díjole : La voluntad<br />

<strong>de</strong> mi Hijo y mía es que vistas este hábito <strong>de</strong> mi<br />

religión <strong>de</strong>l Carmen, en la cual, si perseverares, sirviéndonos<br />

con leda pureza y perfección , serás coronado en la<br />

gloria con esta guirnalda. Con esto <strong>de</strong>sapareció la Madre<br />

<strong>de</strong> Dios; y Franco, agra<strong>de</strong>cido y <strong>de</strong>voto, procuró obe<strong>de</strong>cerla.<br />

Partió al convento délos carmelitas <strong>de</strong> Sena: comunicó<br />

cen un religioso docto y espinloal la revelación, y<br />

rogóle fuese buen medianero con el prelado, para que llegase<br />

á eonsegnir su santo hábito. El padre prior, viendo<br />

su mucha edad y que ni habia estudiado para corista , ni<br />

para fuera <strong>de</strong>l coro tenia fuerzas, le <strong>de</strong>spidió y aconsejó<br />

perseverase en su vocación <strong>de</strong> crmilaño; pues en ella<br />

servia á Dios, y edificaba á los fieles. Mucho sintió el bendito<br />

pretendiente la repulsa ; pero alentado <strong>de</strong> la sacratísima<br />

Virgen María, sin pecado concebida, y echándose á<br />

los piés <strong>de</strong> los religiosos , ya con ruegos,ya con lágrima.s<br />

consiguió lo (pie tanto <strong>de</strong>seaba. Knlraron los padres en el<br />

capiUdo y con gusto le admitieron : solo fallaba el dinero<br />

para comprarle los hábitos; porque no los tenia Franco ni<br />

el convento, que con mas <strong>de</strong> quinienlos afios <strong>de</strong> antigüedad<br />

conservaba su pobreza primitiva. Fntónces llamaron<br />

á Franco á la coimmidad: dijét otile como ya estaba admitido,<br />

pero que era preciso tuviera paciencia, basta tener<br />

posibilidad para comprarle los hábiles.<br />

Tiernamente sintió el fervoroso pretendiente la <strong>de</strong>tención;<br />

aunque no duró mucho su pena : porque la Reina<br />

<strong>de</strong>l cielo , que lodo lo facilitaba , envió al convento (ai<br />

mismo punto) un ángel en forma <strong>de</strong> un agraciado mancebo<br />

, que trayendo en sus manos ya cosido y dispuesto el<br />

hábito <strong>de</strong> la religión, entró en la pieza don<strong>de</strong> asistía la<br />

comunidad, y dándolo al padre prior, dijo: liste hábito es<br />

para Franco; y al punto <strong>de</strong>sapareció. Quedaron lodos tan<br />

pasmados, que en largo espacio nadie .pudo hablar pa!a-<br />

7.0

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