You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DIA 17 DIGIRMBRK. 551<br />
sino es á ver ó solicilar algunas imijeros, haciendo la casa<br />
<strong>de</strong> Üios lerreno<strong>de</strong> su apelilo. Alligida la pobre macliT <strong>de</strong><br />
dolor, perdió la vida, cuya nunTle fué nuevo Ululo para<br />
las disoluciones <strong>de</strong> Franco; pues so <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir: Ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
hoy haré mi volnnlad mas á mi giislo; pues se murió<br />
la mala vieja <strong>de</strong> mi madre, que en todo me era contraria.<br />
Disipó brevemente la mayor parte <strong>de</strong> la herencia, y con<br />
ella creció en sus disoluciones; porque el dinero en manos<br />
<strong>de</strong> un <strong>de</strong>sperdiciador es lo mismo que en las <strong>de</strong> un loco<br />
la espada, l'ero el Señor, que si le habia figurado monstruo<br />
en su primera edad, juntamente en la mayor le <strong>de</strong>lineó<br />
para sanio, dispuso su reducción, <strong>de</strong>jándole caminar<br />
por su mismo precipicio, á la manera (dicesan Ambrosio)<br />
que una madre <strong>de</strong>ja que se ahile el hijo <strong>de</strong> leche para quila<br />
ríe el pecho.<br />
Ahrasfihansc en guerra viva las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Sena y Orbielo:<br />
y Franco, senlando plaza <strong>de</strong> soldadote <strong>de</strong>senfrenó<br />
<strong>de</strong> modo ipie era una aduana don<strong>de</strong> lodos los vicios regis-<br />
Irahan lo último <strong>de</strong> su malicia. Dióse al juego, y con mas<br />
disolución á los votos y blasfemias, con universal escándalo<br />
: quitaba las mujeres á sus maridos: robábales las haciendas;<br />
y junio con otros bandoleros ni á las vidas <strong>de</strong> sus<br />
dueños perdonaba. No satisfecho déla fuerza, usó también<br />
<strong>de</strong>l arte para hurlar mas á su salvo, vistiendo diversos<br />
trajes, <strong>de</strong> esludiante, soldado, labrador, peregrino, borgoñon,<br />
francés, italiano y español, usando barbas poslizas,<br />
unas negras y otras blancas, con que engañaba á lodos y<br />
hacia <strong>de</strong> las suyas. De esta suerte iba dando cuerda el Señor<br />
á aquella fiera; así permitia se <strong>de</strong>jase arrastrar <strong>de</strong> sus<br />
vicios, para que <strong>de</strong>spués la experiencia le ensenase que<br />
son dueños tiranos; y al fin, quo es primor <strong>de</strong> Dios usar<br />
<strong>de</strong> regias torcidas, para sacar <strong>de</strong>rechos sus renglones.<br />
Todo lo experimentó así Franco; porque continuando su<br />
ejercicio, se sentó una noche á jugar, y habiendo perdido<br />
cuanto lenia, hasta el vestido y zapatos, señalando á sus<br />
ojos, dijo á los jugadores: ¿Hay quien quiera jugarme<br />
estos ojos? Porque <strong>de</strong>screo <strong>de</strong> quien los hizo.<br />
Al eco <strong>de</strong> esta blasfemia respondió el Señor con nn tan<br />
grave dolor y ardor en ellos , que quedó ciego <strong>de</strong>l todo:<br />
con que por inútil, y mas por su disolución, lo echaron <strong>de</strong><br />
una fortaleza en que estaba <strong>de</strong> guarnición. Viéndose arrojado<br />
y tan mal visto <strong>de</strong> lodos, que no habia quien le<br />
diese un bocado <strong>de</strong> pan; haciendo déla necesidad virtud,<br />
tomó por motivo <strong>de</strong> su reducción la miseria en que se hallaba.<br />
Volvió el corazón á Dios: reconoció los yerros <strong>de</strong> su<br />
pasada vida; y llorando con gran<strong>de</strong> amargura sus pecados,<br />
los <strong>de</strong>cia y confesaba á voces: tomaba rigurosas disciplinas,<br />
y con gran<strong>de</strong>s señales <strong>de</strong> contrición imploraba la<br />
divina clemencia, redimiendo con su dolor el tiempo que<br />
habia malogrado, y <strong>de</strong>cia, que si el loon generoso perdona<br />
á quien se le rin<strong>de</strong> á sus pies; ¿cómo un Dios tan bueno no<br />
habia <strong>de</strong> perdonar á un pecador, aunque tan gran<strong>de</strong>, que<br />
se le postraba arrepentido? Así lo sentía Franco: asilo<br />
confesaba; y pasando con su <strong>de</strong>songafio á las obras, limpió<br />
su conciencia con una confesión general <strong>de</strong> sus pecados:<br />
borrólos con muchas penitencias y lágrimas: vendió la<br />
poca bacienda que le quedaba, para satisfacer las IIUK has<br />
que habia robado: lo tpie hizo (en cuanto pudo) por medio<br />
<strong>de</strong> su confesor. Con estas diligencias, <strong>de</strong>snudiindose <strong>de</strong>l<br />
viejo hombre, renació nueva criatura, vestido <strong>de</strong> Cristo.<br />
No contenió <strong>de</strong> los muchos rigores y penitencias con que<br />
maceraba su carne, liizo voto <strong>de</strong> ir en romería á visitar el<br />
sepulcro <strong>de</strong> nucslro patrón Saniiago. Por la falla <strong>de</strong> vista<br />
<strong>de</strong>seó llevar compañía, y hallóla á medida <strong>de</strong> su <strong>de</strong>seo en<br />
un mozo <strong>de</strong> su oficio, llamado Dato, que también se habia<br />
reducido á pcnilcnna. Como vi <strong>de</strong>monio es gran zahori <strong>de</strong><br />
sus daños, y entendió los (pie le hablan <strong>de</strong> seguir <strong>de</strong> este<br />
viaje, procuró impedirle; y así obligó á Dato, persuadido<br />
<strong>de</strong> sos parientes, no solo á que no quisiese acompañarle,<br />
sino también á que le disuadiese <strong>de</strong> tan buenos intentos<br />
con eficaces razones y persuasiones blandas. A todas so<br />
resistió valerosamente Franco, respondiendo con gran confianza<br />
en el Señor, y concluyendo así: Su Majestad nos<br />
dice, es verdad, vida y camino: y siendo verdad, no fallará<br />
á quien la busca: siendo vida, la dará á mis pasos; y<br />
siendo camino, jamás quedaré <strong>de</strong>scaminado. Bien creo pa<strong>de</strong>ceré<br />
necesida<strong>de</strong>s; pero eso es lo que busco, para que si<br />
con todas las partes <strong>de</strong> mi cuerpo ofendí á Dios, todas pa<strong>de</strong>ciendo<br />
satisfagan : y así, ni la Iribulacion, ni la angustia,<br />
ni-la hambre, ni la sed, ni la <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z, ni los peligros<br />
me han <strong>de</strong> apartar <strong>de</strong> la caridad <strong>de</strong> Cristo; ni yo<br />
con su favor <strong>de</strong>jaré el camino: pues en obe<strong>de</strong>cer su inspiración<br />
está mi dicha, mi gloria y mi contento.<br />
Con esta resolución salió Franco á su camino, y á pocos<br />
pasos experimentó la mano <strong>de</strong>l Sefior y su asisiencia;<br />
porque se le aclaró un poco la vista, y en este favor conoció<br />
que su divina Majestad se agradaba en su camino. Confirmóse<br />
mas cuando llegando á la Gascuña, y viendo en<br />
un espesé monle que el camino que llevaba se dividía en<br />
dos parles, se paró suspenso,sin saber cuál e'egiria. Ac udió<br />
á la oración, y por ella mereció oir la voz <strong>de</strong> un niño, que<br />
nombrándole tres veces, le dijo en su lengua: Franco, loma<br />
el camino <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>recha, que por él irás seguro.<br />
Ueconocido al favor, se hincó <strong>de</strong> rodillas, y con tiernas lágrimas<br />
y suspiros le agra<strong>de</strong>ció, tomándole por fiador <strong>de</strong><br />
que Diosle bahía <strong>de</strong> perdonar sus pecados; pues quien<br />
agasaja al ofensor, perdonar quiere la ofensa.<br />
No le pareció bien al <strong>de</strong>monio, y ardiendo en el inlienio<br />
<strong>de</strong> sus celos, se le apareció en traje <strong>de</strong> peregrino, y mos-<br />
1 raudo tenerle gran compasión <strong>de</strong> verle solo, se ofreció á<br />
acompañarle: y lo primero que hizo fué sacarle <strong>de</strong>l camino,<br />
diciendo iba perdido; y luego comenzó á predicarle y<br />
<strong>de</strong>sesperarle <strong>de</strong> la misericordia <strong>de</strong> Dios í porque á petición<br />
suya le habia contado Franco su vida loda); y asi le dijo:<br />
¡O ciego y miserable! ¿Presumes que lan feos y abominables<br />
pecados se han <strong>de</strong> borrar en esta romería? ¿Cuatro<br />
pasos que das han <strong>de</strong> abrir paso al perdón <strong>de</strong> tantos <strong>de</strong>litos?<br />
Si por un pecado solo echó Dios á los ángeles <strong>de</strong>l cielo,<br />
y al hombre <strong>de</strong>l paraíso; ¿Ui confias que hallarás perdon",<br />
teniendo laníos? «nena es la confianza en Dios; pero<br />
la <strong>de</strong>masiada es especie <strong>de</strong> locura: porque con la penitencia<br />
<strong>de</strong> pocos dias no se curan las culpas <strong>de</strong> muchos años.<br />
Vuelve, vuelve, miserable, á tu patria, y sigue tu primera<br />
vida; que habiendo sido tan <strong>de</strong>sperdiciada, que vivas bien<br />
ó mal, has <strong>de</strong> quedar con<strong>de</strong>nado. Mucho turbaron al sanio<br />
estas palabras; pero dándole luz el Señor, que le permitió<br />
la teulacion, salió <strong>de</strong> ella con ganancia. Humillóse anle su<br />
Majestad, é ilustrado con su gracia, respondió al santo peregrino<br />
: Bien sé que mis pecados son mas que las arenas<br />
<strong>de</strong>l mar y estrellas <strong>de</strong>l cielo; pero la misericordia <strong>de</strong> Dios<br />
es mayor; y asi será mayor lisonja <strong>de</strong> su piedad perdonar<br />
mayores culpas. Confieso soy un mar y abismo <strong>de</strong> miserias;<br />
pero también sé que con flacos baluartes <strong>de</strong> arena<br />
quebranta el Señor sus bríos. Pues ¿por qu:» <strong>de</strong>sconfiare