Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DIA 12. DICIEMBRE, 537
y servirá los obispos; pero ellos habian extendido la mano
mas de lo quo les con venia, y usurpado lemerariamente
los oficios que son propios de los obispos ; como consagrar
diáconos, subdiáoonos, monjas, iglesias y crisma. En una
epísloia que escribo san Dámaso, reprende gravemenle á
las obispos que por holgar y quitarse de trabajo, loman
aoompafiados, que son mas mercenarios que pastores, y
aílade: « Los buenos obispos y cuidadosos pastores han do
guardar su rebano con el mismo cuidado que Jacob
dijo á su suegro Laban, que él habia tenido en apacentarle
sus ovejas, y no echar á otros la carga y darse ellos á buena
vida.» También escribió á los obispos de África, avisándoles,
que las cosas graves y de calidad, y los negocios
délos obispos, no se pueden determinar sin autoridad
del pontífice romano. Edificó dos templos, uno dentro de
la ciudad de Roma, en honra del iuviclísimo mártir san Lorenzo,
y otro fuera en la via Ardeatina á las Catacumbas,
donde consagró la Platónica, que habia sido sepultura del
apóstol san Pedro, y enriqueciólos con varios y ricos dones.
Halló muchos cuerpos de mártires, cuyos sepulcros
ilustró con versos eleganles. Kscribió algunas obras, y una
en verso á la sepultura de los príncipes de los apóstoles
san Pedro y san Pablo; y otro libro, en que escribió los
hechos de los sumos pontífices, hasta su tiempo.
Verdad es (pie el cardenal Baronio y el cardenal Belarmino,
y otros varones doctos y graves de nuestro tiempo,
no le tienen por digno do san Dámaso. Sirvióse do san Gerónimo
para responder á las dudas y consultas de todas las
Iglesias de la cristiandad, que acudiau á la sede apostólica,
y estimóle y honróle tanto, por su excelente sabiduría
y santidad, que él mismo, siendo sumo pastor y
maestro de toda la Iglesia, como si fuera su discípulo
(tanta era su humildad ), le proponía las dificultades que
•tenia en la sagrada Eserilma, para quo 61 se las declarase,
Dió autoridad á la traslación del Viejo Testamento que
el santo doctor habia hecho, habiéndose usado comunmente
en la Iglesia, basta aquel tiempo de los Setenta Intérpretes.
Finalmente, habiendo gobernado santísimamenlc la
nave de san Pedro diez y ocho afjos comenzados, ó como
dice el breviario reformado de la santidad do Clemente
VIH, diez y siete años, dos meses y veinte y seis días,
y siendo ya de edad de ochenta, lleno de virtudes y merecimientos,
pasó do esta vida temporal á la eterna, á los 11
dias del mes de diciembre del año del Señor de 384, imperando
Teodosio el mayor.
Tuvo órdenes cinco veces, y en ellas hizo Ireinla y un
sneerdotes, once diáconos y sesenta y dos obispos. Fué sepultado
en la basílica que él habia fundado en la via Ardeatina,
juntamente con su madre y una hermana. Después
fuétrasladado su cuerpoá la otraiglesia deSanLorenzo
t)i Z)amaso, que él mismo habia edificado dentro de Roma.
Hizo el Señor muchos milagros por este pontífice después
de muerto, librando de varias enfermades á los dolientes y
á los que eran atormentados de los demonios: y en vida
restituyó la vista á un ciego que habia trece años estaba
sin ella. De san Dámaso escriben todos los Martirologios,
el romano, el de Boda, Usuardo y Adon, y los autores'que
han escrito las vidas de los sumos pontífices é historia eclesiástica,
y el cardenal Baronio en las anotaciones del Martirologio,
y en el iv tomo desús Anales, y los otros santos
qne en el principio de esta vida quedan referidos.
* SAN TRASON, T sus COMPAÑEROS PONCUNO Y PRETEXTA-
TOMO III.
TO, MÁRTIRES.—El martirio de estos santos fué en Roma, en
tiempo de la persecución de Maximiliano. Se cree que eran
de aquellos cristianos que trabajaban en los baños y en
otras obras públicas.
SAN BARSABAS, MÁRTIR.—El Martirologio romano dice de
él en este dia, que sufrió martirio en Persia.
SAN VICTÓRICO, SAN FUSCIANO Y SAN GENCIANO, MÁRTIRES.
—Los dos primeros, hombres apostólicos, fueron á predicar
la fé á las Gallas, casi al mismo tiempo que san Dionisio
de París. Penetraron hasta las partes mas remotas do
aquellas regiones, y al fin se detuvieron en Teruan, donde
fijaron su misión. Pasando desde allí á Amiens, donde habia
cruel persecución de cristianos, se alojaron en casa de
un tal Genciano, que deseaba ser discípulo de Cristo.
Esto les informó de que poco antes san Quintín habia sufrido
el martirio, y no bien les acababa de contar las circunslancias
de aquel padecimiento, cuando llegaron los
saléliles de Riccio Varo, y prendieron no solo á los dos
apóstoles, sí que también á su huésped. Los tres fueron
martirizados el año de 286.
SAN EÜTIQUIO, MÁRTIR.—Menciónale el Martirologio romano
en este dia. como uno de los mas ilustres mártires
que cuenta la Iglesia española, sin añadir mas circunstancias
de su vida.
SAN DANIEL EI, STIUTA, coNTESoa.—Llevado de una fé
ardiente, fué Daniel á un desierto en las montañas que
avanzan hácia el Ponto Euxino, á unas cuatro millas del mar,
y á unas siete de Conslanlinopla por la parto del norte.
Allí sufría resignado toda suerte de intemperies, y á pesar
dci lo mucho jue con ello se estragaba su salud, llegó á los
ochenta años, que es cuando el obispo de Conslanlinopla
fué á ordenarle. No usaba mas comida que raices y yerbas
desabridas, y Dios le honró con el espíritu de profecía,
y con el don de hacer milagros. Él mismo predijo su cercana
muerte, acaecida en el año 494, asistiéndole en sus
últimos momentos el patriarca Eufemio.
SAN SABINO , OBISPO Y CONFESOR.—Es muy venerado
en Plasencia , por sus virtudes y por los muchos milagros
que por su intercesión obró el Señor. Floreció en el siglo
IV.
DIA 12.
LAS SANTAS AMMONARIA, MERCIRIA, DIONISIA I OTRA AM-
MONARIA, VÍRGENES Y MÁRTIRES.—Cuatro nobles señoras naturales
de Alejandría de Egipto , llamadas Ammonaria,
Mercuria, Dionisia y Ammonaria, encendidas en el divino
fuego de Jesucristo , que ardía en sus pechos , viendo la
creldad con que los tiranos perseguían á los cristianos y
los martirizaban, deseosas de padecer por su esposo Jesús
y dar por la confesión de su santo nombre las vidas , se
presentaron voluntariamente ante el juez que Decio emperador
tenia en aquella ciudad : y habiendo confesado publicamente
que eran cristianas, le comenzaron á reprender
y afear su rigor y crueldad, y el error y ceguedad en que
vivía, adorando por dioses á los demonios : de que ofendido
el juez, trató de lomar venganza á su satisfacción. La
primera que incitó su ira, y contra quien se esmeró y estrenó
su rigor, fué con Ammonaria , virgen tierna de pocos
años y mucha hermosura. Mandóla azotar rigurosamente,
y ejecutó en ella tan crueles tormentos y martirios
tan atroces, que no saben los autores de esta historia,
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