Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

27.08.2017 Views

DIA 10. XeHdióá su patria por su intercesión. Los godos veneraron m gran manera el templo y la túnica de sania Eulalia. El r«y don l'elayo, reparador de Esparta y destruidor de los «IOTOS, se mandó enterrar en una iglesia de esta santa, llamada Santa Olalla de Velanio, por baberla llamado en su favor cuando peleaba con los moros, y vencídolos. Teniendo el reyTeodorico délos godoscercadaá Mérida, santa Eulalia la socorrió y la libró que no fuese asolada, mandando en sueño al rey que levantase el cerco, y asi lo bizo : y otras victorias y buenos sucesos se cuentan baber recibido los cristianos con el patrocinio de esta gloriosa virgen, por los cuales en España se le ticncgran devoción, y mocbas mujeres toman su nombre, y aun algunos pueblos en el reino de Toledo y Andalucía: que todo es señal de los grandes merecimientos de esta purísima virgen, y de la devoción que estos reinos con ella tienen. Gregorio Tiuouense escribe un milagro que cada año se solia hacer en el dia de su martirio, de algunos árboles que estaban sobre su sepulcro y le cubrían; y con estar desnudos y rín hoja (por ser el mes de diciembre), aquel dia florecían, y producían unas flores que tenían íigura de paloma, desuave olor: por las cuales, según el tiempo en que salían, la gente entendía si el año siguiente babia de ser próspero ó esléril, baciendo gracias á nuestro Señor por lo uno, y suplicando á la santa por lo otro, que librase aquella ciudad de toda calamidad. Aquel mismo dia en que fué martirizada santa Eulalia, fué también degollada Julia, su compafiera en la santidad y en el deseo de padecer, cumpliéndose, el órden que la santa Eulalia le babia significado. El cuerpo de santa Eulalia se trasladó después de Mérida á la ciudad de Oviedo, donde ahora está en una rica arca de plata, la - brada de ataujía, que muestra grande antigüedad. Está en la iglesia catecb al y en el altar particular que se instituyó con su advocación. Suélese sacaren procesión cuando hay alguna grande necesidad; y siempre se experimenta, que nuestro Señor Jesucristo oye lasplegarias de su pueblo yle concede lo que le piden por intercesión de esta gloriosa virgen : cuyo martii io fuéá los 10 de diciembre del año 30í, imperando Diocleciano y Maximiano. Hace mención de ella ci Martirologio romano, el de Beda, Usuardo y Adon, y los otros autores que escriben vidas de santos, demás de los que en esta quedan referidos. SAN MELQUÍADES, PAPA Y MÁmui.—Fué san Melquíades africano, y sucedió en el sumo pontificado á Eusebio. Fué varón sanlisimo, y padeció grandes trabajos y fatigas>por Ja gloría del Señor. Ordenó que no ayunasen ios cristianos el domingo ni el jueves, por no imitar á los paganos, que ayunaban aquellos días y tenían aquel ayuno por ayuno sagrado: aunque después cesando la causa de ayunar los jueves, cesó aquella prohibición. Ilabia en Roma muchos herejes maniqueos: y el santo pontífice procuró reprimirlos y reducirlos alcaminode la verdad. Escribió san Melquíades una epístola á los obispos de España, en que enseña, que todos los apóstoles reconocieron la preeminencia y superioridad que tuvo san Pedro, y que el sacramento del bautismo es de mayor necesidad que el de la confirmación; porque sin él ninguno se puede salvar: pero que el sacramento de la confirmación por parte del ministro es de mayor dignidad, porque no le puede conferir sino el obispo: y después pone los efectos del uno y del otro sacramento; y adelante trata de los efectos que el Esplrilu santo obró con su venida en los apóstoles, y los que DICÍEMBRE. AJ 535 reciben los cristianos en el santo bautismo y confirmación. Celebróse (según algunos autores) en su tiempo el concilio provincial de Neocesarea: en el cual se establecieron algunas cosas locantes al estado de la Iglesia en aquellos tiempos. Hizo una vez órdenes por el mes de diciembre, y en ella ordenó once obispos, seis presbileros y cinco diáconos: y habiendo regido santamente la Iglesia del Señor dos años, dos meses y siete dias, dió su alma á Dios con ínucho contento, no solamente porque iba á gozar de él, sino también porque dejaba la Iglesia libre de las persecuciones de los tiranos, y quieta y pacífica con el imperio de Constantino. Fué su muerte á los 10 de diciembre del año del Señor de 313. El Martirologio romano dice que padeció mucho en la persecución de Maximiano, y que murió teniendo paz la Iglesia ; y por baber padecido tanto, los Martirologios antiguos llaman mártir á san Melquíades, y como á tal la celebra la Iglesia. Fué su cuerpo sepultado en el cementerio de Calixto, en la via A pía, y su sagrada cabeza está en Roma, en la iglesia de la casa profesa de la Compañía de Jesús. De san Melquíades hacen mención los Martirologios romano, el de Beda, l'siiai do, Adon y los autores antiguos y modernos que escriben vidas de sumos pontífices. * Los SANTOS CAIU'ÓFORO Y ABUNDIO, MÁUTIUES.—De eslos santos el primero era presbítero y el segundo diácono. Sufrieron el martirio en tiempo de Diocleciano, que consistió primero en ser cruelmente apaleados, luego metidos en una cárcel, privados de todo alimento y atormentados después en el potro, siendo por fin degollados. Algunos como Galesino creen que murieron en Espolelo; mas Reda y Vasco pretenden que murieron en España en la ciudad de Sevilla el año 290 de Jesucristo. SANTA JULIA, VÍBGEN Y MÁUTIII.—Esta santa virgen, natural de Mérida en España, fué compañera en las virtudes y martirio de santa Eulalia, cuya vida hemos puesto mas arriba y que puedo verse. Alcanzó juntamente con ella la corona de las vírgenes. Los SANTOS MENAS, HERMÓGENES Y ELT.RAFO, MÁUTIUES,— Fueron griegos y padecieron por la fé de Jesucristo en Alejandría do Egipto. Menas era un funcionario público encargado de hacer obedecerlas órdenes del emperador. Un dia reprendió á Hermógenes porque con su elocuencia y sus milagros convertía á muchos del paganismo, y viendo que el siervo de Dios no hacia caso de sus reconvenciones, mandó que le'arrancasen los ojos y la lengua; pero á los dos dias volvió á ver al santo con la lengua y los ojos recobrados. Admirado de tan grande portento, se hizo instruir en el cristianismo, abrazó la fé y fué bautizado. Poco después Menas y Hermógenes, con otro gentil llamado Eugrafo que servia de escribano en las ejecuciones y que se había también convertido, fueron degollados por órden del emperador Galerio Maximiano, el año 307. SAN MERCURIO Y sus COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Mercurio era centurión romano, que se hallaba con sus soldados en Lenliní, en Sicilia, cuando sucedió la conversión dei emperador Constantino á la religión cristiana. Era cristiano y había hecho conocer á sus subordinados las luces del Evangelio, de modo que todos habían recibido el agua santa. El cruel Licinio, que todavía hacia correr en Occidente la sangre de los fieles, mandó que todos aquellos crislianos adorasen á los ídolos ó que fuesen degollados, y ha-

Í>3G LA LEYENDA DE ORO. DIA 14. biéndose todos negado á lo primero, alcanzaron la palma del martirio á principios del siglo IV. SAN GEMELO, MÁRTIR.—Kste ilustre confesor de la fé fué crucificado en la ciudad de Ancira, en Galicia, por órdon de Juliano Apóstala, el año 362 de Jesucristo. A ejemplo del divino Salvador, pidió por sus verdugos estando pendiente en la cruz, y con sus oraciones logró la conversión de muchos infieles, quienes recogieron después su sagrado cuerpo y le dieron sepultura, obrando el Señor por su intercesión muchos milagros. SAN SIM)ÜI,FO, OBISPO T CONFESO».—Fué el XXXI obispo de Yiena, ilustre por sus esclarecidas virtudes, célebre por su sabiduría, y memorable por los establecimientos de piedad que dejó en su diócesis. Pastor vigilante y padre amoroso, reformó el clero y las costumbres públicas de su diócesis, y fué el amparo y el apoyo de todos los necesitados. Asistió á varios concilios, y murió en paz el afio C69. NÜESTBA SEÑORA DE I.ORUTO.—La fiesta que se celebra hoy con este nombre, es en memoria de la traslación de la santa casa de nues'ra Señora al campo de Loreto, en la Marca de Ancona. Comenzó á celehrarse en dicha provincia con misa y oficio propio en el año UG9. Propagóla luego el papa Benedicto VUI, primero á todo el (errilorio del estado eclesiástico, por los años de lili), después á todos los pueblos sujetos á la república de Venecia, y úllimamente á todos los dominios del rey católico de España. El hecho que dió ocasión á esta festividad, que es haber sido trasladada por manos de ángeles desde Nazaret á Dalmacia, y desde aquí al campo de Loroto, la casa de la santísima Virgen, esto es, la habitación en que fué visitada y saludada por el ángel, tiene á su favor testimonios muy esclarecidos. Dicese que sucedió esto en el pontificado de Celestino V, ó según algunos, entre ellos Natal Alejandro, á principios del de Itonifacio VIII, esto es, por los años de li9í. El santuario de Lorelo es muy frecuentado de los fieles de todo el mundo católico. SAN DEÜSDEIIIT, OBISPO.—Gobernó la Iglesia de Brescia en santidad, y brilló en portentos. Tuvo que sufrir persecuciones y grandes digustos do parle de los herejes de su tiempo, y por fin murió tranquilamente en el Señor. DIA II. SAN DÁMASO, OBISPO Y CONFESOR.—El santísimo y doctísimo pontífice Dámaso fué español de nación, y su padre se llamó Antonio. Algunos dicen que fué natural de Tarragona : otros que fué de Madrid, y en la iglesia do San Salvador de esta villa hay una letra que lo dice: otros le hacen portugués y natural de Guimaraens, que es entre Duero y Miño. Fué san Dámaso muy insigne pontífice, y muy alabado de los escrilorcs de su tiempo. Teodorelo dice quele llamaban varón admirable y dignode loda alabanza, y que resplandecía en toda virtud. San Gerónimo, su secretario y grande amigo, entre otros loores dice de él que fué virgen como verdadero pontífice de la Iglesia, limpio y sin mancilla. San Ambrosio dice que fué elegido por juicio divino: y en el sexto concilioconstantinopolilano le llamaron diamante de ta fé, por la gran firmeza y constancia que tuvo contra los herejes que en su tiempo turbaron la Iglesia del Señor: y los demás autores no acaban de decir sus grandezas y excelencias. Sucedió en el pontificado á Liberio, papa, cuyo vicario y presbítero habia sido después desn elección, un diácono llamado Ursino ó Ursicinio, hombre inquieto y ambicioso, procuró que le eligiesen á él, y tuvo muchos que le ayudaron y favorecieron, y causaron grande alteración en la ciudad de Roma ; de manera, que los de un bando y del otro vinieron á las manos, y hubo de la una parte y otra muchos heridos y muertos, y se causó cisma en la Iglesia del Señor contra la voluntad del santo pontifico Dámaso: de quien escribe san Gerónimo, que era manso y que venció á sus adversarios, y no les hizo daño después de vencidos. Pero después cesó el cisma y prevaleció la verdad, y con la autoridad del cmpcnidor Valenliniano, el mayor, se atajaron los males que de lan mala raiz podían nacer, y san Dámaso quedó en su legítima posesión. Mas no por eso los malos y aficionados á Ursino se sosegaron ; ánles viendo que no habían podido quitar la silla apostólica á san Dámaso, le pretendieron infamar y despojar de la opinión que de su santidad lodos tenian. Para esto sobornaron á dos diáconos, llamados Cuncordio y Calixto, hombres perversos y malvados, los cuales le acusaron como á hombre deshonesto, y que habia cometido adulterio: mas el santo ponlífice hizo junlar en Roma un concilio de cuarenta obispos, y en él públicamente si defendió: y averiguada la verdad, y convencidos de calumnia los acusadores, fueron echados del gremio de la Iglesia. Y para cerrar la puerta á semejantes calumnias, en el mismo concilio se ordenó, que la misma pena que se habia de dar al acusado, probándosele la culpa, se diese al acusador, constando desa calumnia y falsedad. Hubo en tiempo de san Dámaso muchos herejes, que con nuevas y falsas opiniones inficionaban y turbaban la paz de la Iglesia calólica, especialmente en las provincias de Oriente. Para cortarlas de raiz, persuadió san Dámaso al grande y religiosísimo emperador Teodosio (que también era eapafiol) que se juntase concilio general en Constanlinopla : y así se hizo ysocelebró, hallándose en él ciento cincuenta obispos, y todos unánimes confesaron la fe del concilio Niceno, y condenaron á Macedonio y otros herejes: y san Dámaso confirmó lo decretado en aquel concilio, que es uno de los cuatro concilios generales, que san Gregorio dice que reverenciaba como á los santos cuatro Evangelios. Y el emperador Teodosio, en compañía de los emperadores Graciano y Yalenliniano, hizo una ley, en que manda que lodos los súbditos de su imperio sigan aquella religión que enroñó san Pedro en Roma, y el pontífice Dámaso seguía condenando todas las oirás doctrinas á ella contrarias. También se celebró en su tiempo otro concilio en la ciudad de Aquileya, donde se halló presente san Ambrosio, que fué muy amigo de san Dámaso, y le ayudó y sirvió con gran diligencia y cuidado en perseguir á los herejes y desterrarlos de Milán y de su tierra, en donde con el favor y potencia de Justina, madre del emperador Valenliniano (que era hereje arriana, y gobernaba á su hijo por ser niño), habían hecho pié y grande estrago en perjuicio de nuestra santa religión. Demás de la diligencia y solicitud que puso nuestro santo pontífice en arrancar la zizaña de las herejías del campo del Señor; también atendió á quitar los abusos que se habian introducido en la Iglesia por descuido de los prelados : y así mandó que de allí adelante no hubiese coepiscopos, que era una manera de sacerdotes que hubo antiguamente en las aldeas y pueblos pequeños, para ayudar

Í>3G LA LEYENDA DE ORO. DIA 14.<br />

biéndose todos negado á lo primero, alcanzaron la palma<br />

<strong>de</strong>l martirio á principios <strong>de</strong>l siglo IV.<br />

SAN GEMELO, MÁRTIR.—Kste ilustre confesor <strong>de</strong> la fé fué<br />

crucificado en la ciudad <strong>de</strong> Ancira, en Galicia, por órdon<br />

<strong>de</strong> Juliano Apóstala, el año 362 <strong>de</strong> Jesucristo. A ejemplo<br />

<strong>de</strong>l divino Salvador, pidió por sus verdugos estando pendiente<br />

en la cruz, y con sus oraciones logró la conversión<br />

<strong>de</strong> muchos infieles, quienes recogieron <strong>de</strong>spués su sagrado<br />

cuerpo y le dieron sepultura, obrando el Señor por su intercesión<br />

muchos milagros.<br />

SAN SIM)ÜI,FO, OBISPO T CONFESO».—Fué el XXXI obispo<br />

<strong>de</strong> Yiena, ilustre por sus esclarecidas virtu<strong>de</strong>s, célebre por<br />

su sabiduría, y memorable por los establecimientos <strong>de</strong><br />

piedad que <strong>de</strong>jó en su diócesis. Pastor vigilante y padre<br />

amoroso, reformó el clero y las costumbres públicas <strong>de</strong> su<br />

diócesis, y fué el amparo y el apoyo <strong>de</strong> todos los necesitados.<br />

Asistió á varios concilios, y murió en paz el afio C69.<br />

NÜESTBA SEÑORA DE I.ORUTO.—La fiesta que se celebra<br />

hoy con este nombre, es en memoria <strong>de</strong> la traslación <strong>de</strong> la<br />

santa casa <strong>de</strong> nues'ra Señora al campo <strong>de</strong> Loreto, en la<br />

Marca <strong>de</strong> Ancona. Comenzó á celehrarse en dicha provincia<br />

con misa y oficio propio en el año UG9. Propagóla<br />

luego el papa Benedicto VUI, primero á todo el (errilorio<br />

<strong>de</strong>l estado eclesiástico, por los años <strong>de</strong> lili),<br />

<strong>de</strong>spués á todos los pueblos sujetos á la república <strong>de</strong> Venecia,<br />

y úllimamente á todos los dominios <strong>de</strong>l rey católico<br />

<strong>de</strong> España. El hecho que dió ocasión á esta festividad,<br />

que es haber sido trasladada por manos <strong>de</strong> ángeles <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

Nazaret á Dalmacia, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí al campo <strong>de</strong> Loroto, la<br />

casa <strong>de</strong> la santísima Virgen, esto es, la habitación en que<br />

fué visitada y saludada por el ángel, tiene á su favor testimonios<br />

muy esclarecidos. Dicese que sucedió esto en el<br />

pontificado <strong>de</strong> Celestino V, ó según algunos, entre ellos<br />

Natal Alejandro, á principios <strong>de</strong>l <strong>de</strong> Itonifacio VIII, esto es,<br />

por los años <strong>de</strong> li9í. El santuario <strong>de</strong> Lorelo es muy frecuentado<br />

<strong>de</strong> los fieles <strong>de</strong> todo el mundo católico.<br />

SAN DEÜSDEIIIT, OBISPO.—Gobernó la Iglesia <strong>de</strong> Brescia<br />

en santidad, y brilló en portentos. Tuvo que sufrir persecuciones<br />

y gran<strong>de</strong>s digustos do parle <strong>de</strong> los herejes <strong>de</strong> su<br />

tiempo, y por fin murió tranquilamente en el Señor.<br />

DIA II.<br />

SAN DÁMASO, OBISPO Y CONFESOR.—El santísimo y doctísimo<br />

pontífice Dámaso fué español <strong>de</strong> nación, y su padre<br />

se llamó Antonio. Algunos dicen que fué natural <strong>de</strong> Tarragona<br />

: otros que fué <strong>de</strong> Madrid, y en la iglesia do San<br />

Salvador <strong>de</strong> esta villa hay una letra que lo dice: otros le<br />

hacen portugués y natural <strong>de</strong> Guimaraens, que es entre<br />

Duero y Miño. Fué san Dámaso muy insigne pontífice, y<br />

muy alabado <strong>de</strong> los escrilorcs <strong>de</strong> su tiempo. Teodorelo<br />

dice quele llamaban varón admirable y digno<strong>de</strong> loda alabanza,<br />

y que resplan<strong>de</strong>cía en toda virtud. San Gerónimo,<br />

su secretario y gran<strong>de</strong> amigo, entre otros loores dice <strong>de</strong> él<br />

que fué virgen como verda<strong>de</strong>ro pontífice <strong>de</strong> la Iglesia, limpio<br />

y sin mancilla. San Ambrosio dice que fué elegido por<br />

juicio divino: y en el sexto concilioconstantinopolilano le<br />

llamaron diamante <strong>de</strong> ta fé, por la gran firmeza y constancia<br />

que tuvo contra los herejes que en su tiempo turbaron<br />

la Iglesia <strong>de</strong>l Señor: y los <strong>de</strong>más autores no acaban <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cir sus gran<strong>de</strong>zas y excelencias. Sucedió en el pontificado<br />

á Liberio, papa, cuyo vicario y presbítero habia sido<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>sn elección, un diácono llamado Ursino ó Ursicinio,<br />

hombre inquieto y ambicioso, procuró que le eligiesen<br />

á él, y tuvo muchos que le ayudaron y favorecieron,<br />

y causaron gran<strong>de</strong> alteración en la ciudad <strong>de</strong> Roma ; <strong>de</strong><br />

manera, que los <strong>de</strong> un bando y <strong>de</strong>l otro vinieron á las manos,<br />

y hubo <strong>de</strong> la una parte y otra muchos heridos y<br />

muertos, y se causó cisma en la Iglesia <strong>de</strong>l Señor contra<br />

la voluntad <strong>de</strong>l santo pontifico Dámaso: <strong>de</strong> quien escribe<br />

san Gerónimo, que era manso y que venció á sus adversarios,<br />

y no les hizo daño <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> vencidos.<br />

Pero <strong>de</strong>spués cesó el cisma y prevaleció la verdad, y<br />

con la autoridad <strong>de</strong>l cmpcnidor Valenliniano, el mayor, se<br />

atajaron los males que <strong>de</strong> lan mala raiz podían nacer, y<br />

san Dámaso quedó en su legítima posesión. Mas no por eso<br />

los malos y aficionados á Ursino se sosegaron ; ánles viendo<br />

que no habían podido quitar la silla apostólica á san<br />

Dámaso, le pretendieron infamar y <strong>de</strong>spojar <strong>de</strong> la opinión<br />

que <strong>de</strong> su santidad lodos tenian. Para esto sobornaron á<br />

dos diáconos, llamados Cuncordio y Calixto, hombres<br />

perversos y malvados, los cuales le acusaron como á<br />

hombre <strong>de</strong>shonesto, y que habia cometido adulterio: mas<br />

el santo ponlífice hizo junlar en Roma un concilio <strong>de</strong> cuarenta<br />

obispos, y en él públicamente si <strong>de</strong>fendió: y averiguada<br />

la verdad, y convencidos <strong>de</strong> calumnia los acusadores,<br />

fueron echados <strong>de</strong>l gremio <strong>de</strong> la Iglesia. Y para cerrar<br />

la puerta á semejantes calumnias, en el mismo concilio se<br />

or<strong>de</strong>nó, que la misma pena que se habia <strong>de</strong> dar al acusado,<br />

probándosele la culpa, se diese al acusador, constando<br />

<strong>de</strong>sa calumnia y falsedad. Hubo en tiempo <strong>de</strong> san Dámaso<br />

muchos herejes, que con nuevas y falsas opiniones inficionaban<br />

y turbaban la paz <strong>de</strong> la Iglesia calólica, especialmente<br />

en las provincias <strong>de</strong> Oriente. Para cortarlas <strong>de</strong><br />

raiz, persuadió san Dámaso al gran<strong>de</strong> y religiosísimo<br />

emperador Teodosio (que también era eapafiol) que se<br />

juntase concilio general en Constanlinopla : y así se hizo<br />

ysocelebró, hallándose en él ciento cincuenta obispos, y<br />

todos unánimes confesaron la fe <strong>de</strong>l concilio Niceno, y con<strong>de</strong>naron<br />

á Macedonio y otros herejes: y san Dámaso confirmó<br />

lo <strong>de</strong>cretado en aquel concilio, que es uno <strong>de</strong> los<br />

cuatro concilios generales, que san Gregorio dice que reverenciaba<br />

como á los santos cuatro Evangelios. Y el emperador<br />

Teodosio, en compañía <strong>de</strong> los emperadores Graciano<br />

y Yalenliniano, hizo una ley, en que manda que lodos<br />

los súbditos <strong>de</strong> su imperio sigan aquella religión que<br />

enroñó san Pedro en Roma, y el pontífice Dámaso seguía<br />

con<strong>de</strong>nando todas las oirás doctrinas á ella contrarias.<br />

También se celebró en su tiempo otro concilio en la ciudad<br />

<strong>de</strong> Aquileya, don<strong>de</strong> se halló presente san Ambrosio,<br />

que fué muy amigo <strong>de</strong> san Dámaso, y le ayudó y sirvió<br />

con gran diligencia y cuidado en perseguir á los herejes y<br />

<strong>de</strong>sterrarlos <strong>de</strong> Milán y <strong>de</strong> su tierra, en don<strong>de</strong> con el favor<br />

y potencia <strong>de</strong> Justina, madre <strong>de</strong>l emperador Valenliniano<br />

(que era hereje arriana, y gobernaba á su hijo por<br />

ser niño), habían hecho pié y gran<strong>de</strong> estrago en perjuicio<br />

<strong>de</strong> nuestra santa religión.<br />

Demás <strong>de</strong> la diligencia y solicitud que puso nuestro<br />

santo pontífice en arrancar la zizaña <strong>de</strong> las herejías <strong>de</strong>l<br />

campo <strong>de</strong>l Señor; también atendió á quitar los abusos que<br />

se habian introducido en la Iglesia por <strong>de</strong>scuido <strong>de</strong> los prelados<br />

: y así mandó que <strong>de</strong> allí a<strong>de</strong>lante no hubiese coepiscopos,<br />

que era una manera <strong>de</strong> sacerdotes que hubo antiguamente<br />

en las al<strong>de</strong>as y pueblos pequeños, para ayudar

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!