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Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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imicho <strong>de</strong>sapogo á lodas las cosas torrcslres, aspirando<br />

solo á las celestiales y ciernas. Enlró en el monasloi io ile<br />

Winchester, y ciillivó en él sus piadosas flisposiciones. Kl<br />

rey EJgarconcibió por ella una pasión viólenla; pero lodos<br />

los recursos fueron inúliles para ganar la voluntad <strong>de</strong> la<br />

casia virgen, y el rey viendo y admirando lanía virlud,<br />

fomenlósu vocación religiosa, doló espléndidamente el monasterio<br />

en que la sania vivía, y <strong>de</strong>spués la hizo nombrar<br />

aba<strong>de</strong>sa. Gobernó con pru<strong>de</strong>ncia y santidad, dando el<br />

ejemplo <strong>de</strong> las mas eminentes virtu<strong>de</strong>s. Murió el año 990,<br />

y obró muchos milagros.<br />

SANTA GORGOMA.—Nació en Al ianza, pequeña villa <strong>de</strong><br />

Capadocia, a principio <strong>de</strong>l siglo IV. Sus padres, san tiregorio<br />

y sania Nona, la educaron en el conocimienlo <strong>de</strong> las<br />

verda<strong>de</strong>s evangélicas, y sus cuidados no cayeron en terreno<br />

estéril. Gorgonia fué un ¡lustre <strong>de</strong>chado <strong>de</strong> todas las<br />

virtu<strong>de</strong>s, como lo <strong>de</strong>muestra su hermano san Gregorio<br />

Nacianceno, en la oración fúnebre que hizo cuando ella<br />

murió, y que se halla en la colección <strong>de</strong> las obras do este<br />

gran Padre <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

<strong>Los</strong> SIKTE MÁRTIRES DE SAMOSATA.—Mui icron en Samosata,<br />

ciudad <strong>de</strong> Siria, en el año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 29'J, víctimas<br />

<strong>de</strong> la persecución do Maximiano. Según Hntler, son<br />

sus nombres: Hiparco, Jaime, Román, Soliano ó Loliano,<br />

l'ilolco, Habido y Paragro.<br />

DIA 10.<br />

LA LEYENDA DE ORO.<br />

SANTA KI;UI,IA DE MÉRIDA, VÍRGEN Y MÁRTIR.—Bien es,<br />

que á la vida y martirio <strong>de</strong> la virgen sania Knlalía <strong>de</strong> H;ircelona<br />

que escribimos en su dia, que es á los 12 <strong>de</strong> febrero,<br />

añadamos la vida y martirio <strong>de</strong> olra santa virgen Eulalia<br />

<strong>de</strong> Mérida ; avisando primero al que esto leyere, que<br />

algunos autores han hecho <strong>de</strong> estas dos Eulalias una; y<br />

tuvieron ocasión para engañarse; porque ambas tuvieron<br />

el mismo nombre y eran <strong>de</strong> poca edad, y ellas mismas sin<br />

ser llamadas se fueron al juez y se ofrecieron al martirio,<br />

y murieron en la misma persecución, y <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l mismo<br />

presi<strong>de</strong>nte Daciano; y las almas <strong>de</strong> la una y <strong>de</strong> la olra<br />

fueron vistas subir al cielo en figura <strong>de</strong> paloma, y el Señor<br />

cubrió sus cuerpos con nieve, que sobre ellos cayó:<br />

<strong>de</strong> manera que no es maravilla, que habiendo tantas semejanzas<br />

entre las dos, algunos escrilores se han engañado,<br />

pensando que no fueron dos, sino una; pero ellas fueron<br />

dos : la una nacida en Barcelona, y la otra en Mérida:<br />

la una <strong>de</strong> catorc e años, y la otra <strong>de</strong> doce años, la una<br />

martirizada en Barcelona por el mismo presi<strong>de</strong>nte Daciano;<br />

y la otra por un juez y <strong>de</strong>legado suyo llamado Callurniano:<br />

la <strong>de</strong> Barcelona murió <strong>de</strong>gollada ó en cruz; y la<br />

<strong>de</strong> Mérida en fuego: cuya vida y marlirio escnbió el poeta<br />

Pru<strong>de</strong>ncio en un himno muy elegante: <strong>de</strong>l cual y <strong>de</strong><br />

los breviarios antiguos sacaremos lo que do ella diremos<br />

aquí.<br />

Fué santa Eulalia natural <strong>de</strong> Mérida, nacida <strong>de</strong> gente<br />

noble. Su padre se llamaba Liberio, hombre crisliano y<br />

temeroso <strong>de</strong> Dios: el cual hahia criado á su bija <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niña<br />

en toda virtud, y dándole para que la enseñase á ella y á<br />

Olra doncella, por nombre Julia, un sacerdote llamado Donato,<br />

y ella se dió tanto al amor <strong>de</strong> la virginidad, y á todas<br />

las cosas <strong>de</strong> recogimiento y religión, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella<br />

edad no gustaba <strong>de</strong> galas y atavíos, ni quería oir pláticas<br />

<strong>de</strong>. casamientos, moslrando gran mesura en el rostro<br />

DIA 10.<br />

y en todo su proce<strong>de</strong>r y hablar. Era ya <strong>de</strong> <strong>de</strong>ce año*,<br />

cuando un juez y sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Daciano^pte<br />

se llamaba Galíurniano, llegó á la ciudad <strong>de</strong> Mérida pava<br />

perseguirlos cristianos y hacer en ella lo que Daciano hacia<br />

en las <strong>de</strong>más por don<strong>de</strong> pasaba. Para po<strong>de</strong>rlo ham'<br />

mejor y'Jcner mas noticia <strong>de</strong> los que eran cristianos, mandó<br />

publicar un solemne sacrificio á sus dioses. <strong>Los</strong> padres<br />

<strong>de</strong> la santa virgen, viéndola inllamada <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Cristo,<br />

y ansiosa <strong>de</strong>l marlirio, temiendo per<strong>de</strong>rla y que aquel torbellino<br />

se la arrebataría, la tenían como escondida y retirada<br />

en una heredad llamada Porcejana, diez leguas <strong>de</strong><br />

la ciudad, á la parte <strong>de</strong> Andalucía. Mas cuando la santa<br />

doncella oyó el edicto que el juez había publicado, dice el<br />

poeta Pru<strong>de</strong>ncio, que ella <strong>de</strong> su voluntad se vino secretamente<br />

<strong>de</strong> noche á la ciudad para ofrecerse al martirio con<br />

gran fervor y ansia <strong>de</strong> morir por Cristo, á quien había tomado<br />

por esposo: y algunos dicen, que la santa virgen<br />

Julia venía en su compañía; y que habiéndose a<strong>de</strong>lantado<br />

un poco en el camino, le dijo Eulalia con espíritu <strong>de</strong> profecía:<br />

Por masque te apresures, yo moriré primero. Llegó<br />

pues, la tierna y pura doncella á los estrados <strong>de</strong>l juez Calfurniíino,<br />

y con mucha mesura, cordura y libertad, le dió<br />

en rostro y afeó la crueldad que usaba con los cristianos,<br />

y la vanidad <strong>de</strong> sus dioses y la liram'a y mal gobierno <strong>de</strong><br />

sus emperadores. Pretendió el juez engañarla con palabras<br />

blandas y amorosas: púsole <strong>de</strong>lante su nobleza, su ternura<br />

y poca edad ; y quiso probar sí con halagos y promesas<br />

comoá niña, la podía apartar <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Jesucristo.<br />

Guando vio que perdía tiempo, trocó la blandura en severidnd,<br />

y los halagos en terrores y lormentos, los cuales<br />

mandó ejecutar en aquella cor<strong>de</strong>rila con lanía braveza y<br />

furor, que fueron <strong>de</strong> los mas crueles que en aquel tiempo<br />

se daban á los sanios mártires. Azotáronla mulamenU',<br />

y quebrantáronla los huesos con plomadas: echáronle aceite<br />

hirviendo por todo el cuerpo: arañáronla con garfios <strong>de</strong><br />

hierro, levantáronla y <strong>de</strong>scoyuntáronla en la garrucha; y<br />

ella, como quien tenia á Dios en su alma, mostraba en el<br />

rostro la alegría <strong>de</strong> su corazón, y alzando los ojos al cielo,<br />

se encomendaba á su dulcísimo Esposo y le pedia favor; y<br />

mirando sus mismas heridas (como Pru<strong>de</strong>ncio escribe) lo<br />

<strong>de</strong>cía: Ahora, Re<strong>de</strong>ntor mió Jesucristo, le señalas mejor m<br />

mí; y estas letras que so escriben en mis carnes con mi<br />

sangre, me representan mejor tu pasión. Finalmente, poniéndole<br />

fuego por los lados, le dieron la muerte y la corona<br />

<strong>de</strong> glorioso marlirio, como dice san Isidoro. Y aña<strong>de</strong><br />

Pru<strong>de</strong>ncio, que la sagrada virgen <strong>de</strong>seaba tanto morir por<br />

Cristo, que abrió su boca para que las llamas entrasen en<br />

ella y la acabasen; que conforma con lo que dice el Martirologio<br />

romano : Hauslo ign?, spirihmreddidil: quoWngó<br />

el fuego y dió su espíritu. Asi acabó la santa virgen como<br />

una paloma blanca y sin hiél, y en figura <strong>de</strong> paloma<br />

fué visla su purísima alma subir al cielo: la cual vieron<br />

muchos, y entre otros el mismo verdugo que la había atormentado<br />

; y con esta vista quedó atónito y espantado, y<br />

niovído á penitencia. Y porque el santo cuerpo estaba <strong>de</strong>snudo,<br />

cayó luego gran abundancia <strong>de</strong> nieve para cubrirle,<br />

y <strong>de</strong>spués los cristianos le dieron sepultura lo mejor<br />

que pudieron, y en tiempo <strong>de</strong>l; poeta Pru<strong>de</strong>ncio ya tenia la<br />

santa virgen un solemne templo en Mérida, don<strong>de</strong> era reverenciada,<br />

como el mismo autor lo escribe; y siempre<br />

sus sagradas reliquias fueron tenidas en gran veneración,<br />

y Dios nuestro Señor hizo muchos milagros porellas y <strong>de</strong>-

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