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imicho <strong>de</strong>sapogo á lodas las cosas torrcslres, aspirando<br />
solo á las celestiales y ciernas. Enlró en el monasloi io ile<br />
Winchester, y ciillivó en él sus piadosas flisposiciones. Kl<br />
rey EJgarconcibió por ella una pasión viólenla; pero lodos<br />
los recursos fueron inúliles para ganar la voluntad <strong>de</strong> la<br />
casia virgen, y el rey viendo y admirando lanía virlud,<br />
fomenlósu vocación religiosa, doló espléndidamente el monasterio<br />
en que la sania vivía, y <strong>de</strong>spués la hizo nombrar<br />
aba<strong>de</strong>sa. Gobernó con pru<strong>de</strong>ncia y santidad, dando el<br />
ejemplo <strong>de</strong> las mas eminentes virtu<strong>de</strong>s. Murió el año 990,<br />
y obró muchos milagros.<br />
SANTA GORGOMA.—Nació en Al ianza, pequeña villa <strong>de</strong><br />
Capadocia, a principio <strong>de</strong>l siglo IV. Sus padres, san tiregorio<br />
y sania Nona, la educaron en el conocimienlo <strong>de</strong> las<br />
verda<strong>de</strong>s evangélicas, y sus cuidados no cayeron en terreno<br />
estéril. Gorgonia fué un ¡lustre <strong>de</strong>chado <strong>de</strong> todas las<br />
virtu<strong>de</strong>s, como lo <strong>de</strong>muestra su hermano san Gregorio<br />
Nacianceno, en la oración fúnebre que hizo cuando ella<br />
murió, y que se halla en la colección <strong>de</strong> las obras do este<br />
gran Padre <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
<strong>Los</strong> SIKTE MÁRTIRES DE SAMOSATA.—Mui icron en Samosata,<br />
ciudad <strong>de</strong> Siria, en el año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 29'J, víctimas<br />
<strong>de</strong> la persecución do Maximiano. Según Hntler, son<br />
sus nombres: Hiparco, Jaime, Román, Soliano ó Loliano,<br />
l'ilolco, Habido y Paragro.<br />
DIA 10.<br />
LA LEYENDA DE ORO.<br />
SANTA KI;UI,IA DE MÉRIDA, VÍRGEN Y MÁRTIR.—Bien es,<br />
que á la vida y martirio <strong>de</strong> la virgen sania Knlalía <strong>de</strong> H;ircelona<br />
que escribimos en su dia, que es á los 12 <strong>de</strong> febrero,<br />
añadamos la vida y martirio <strong>de</strong> olra santa virgen Eulalia<br />
<strong>de</strong> Mérida ; avisando primero al que esto leyere, que<br />
algunos autores han hecho <strong>de</strong> estas dos Eulalias una; y<br />
tuvieron ocasión para engañarse; porque ambas tuvieron<br />
el mismo nombre y eran <strong>de</strong> poca edad, y ellas mismas sin<br />
ser llamadas se fueron al juez y se ofrecieron al martirio,<br />
y murieron en la misma persecución, y <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l mismo<br />
presi<strong>de</strong>nte Daciano; y las almas <strong>de</strong> la una y <strong>de</strong> la olra<br />
fueron vistas subir al cielo en figura <strong>de</strong> paloma, y el Señor<br />
cubrió sus cuerpos con nieve, que sobre ellos cayó:<br />
<strong>de</strong> manera que no es maravilla, que habiendo tantas semejanzas<br />
entre las dos, algunos escrilores se han engañado,<br />
pensando que no fueron dos, sino una; pero ellas fueron<br />
dos : la una nacida en Barcelona, y la otra en Mérida:<br />
la una <strong>de</strong> catorc e años, y la otra <strong>de</strong> doce años, la una<br />
martirizada en Barcelona por el mismo presi<strong>de</strong>nte Daciano;<br />
y la otra por un juez y <strong>de</strong>legado suyo llamado Callurniano:<br />
la <strong>de</strong> Barcelona murió <strong>de</strong>gollada ó en cruz; y la<br />
<strong>de</strong> Mérida en fuego: cuya vida y marlirio escnbió el poeta<br />
Pru<strong>de</strong>ncio en un himno muy elegante: <strong>de</strong>l cual y <strong>de</strong><br />
los breviarios antiguos sacaremos lo que do ella diremos<br />
aquí.<br />
Fué santa Eulalia natural <strong>de</strong> Mérida, nacida <strong>de</strong> gente<br />
noble. Su padre se llamaba Liberio, hombre crisliano y<br />
temeroso <strong>de</strong> Dios: el cual hahia criado á su bija <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niña<br />
en toda virtud, y dándole para que la enseñase á ella y á<br />
Olra doncella, por nombre Julia, un sacerdote llamado Donato,<br />
y ella se dió tanto al amor <strong>de</strong> la virginidad, y á todas<br />
las cosas <strong>de</strong> recogimiento y religión, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquella<br />
edad no gustaba <strong>de</strong> galas y atavíos, ni quería oir pláticas<br />
<strong>de</strong>. casamientos, moslrando gran mesura en el rostro<br />
DIA 10.<br />
y en todo su proce<strong>de</strong>r y hablar. Era ya <strong>de</strong> <strong>de</strong>ce año*,<br />
cuando un juez y sub<strong>de</strong>legado <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Daciano^pte<br />
se llamaba Galíurniano, llegó á la ciudad <strong>de</strong> Mérida pava<br />
perseguirlos cristianos y hacer en ella lo que Daciano hacia<br />
en las <strong>de</strong>más por don<strong>de</strong> pasaba. Para po<strong>de</strong>rlo ham'<br />
mejor y'Jcner mas noticia <strong>de</strong> los que eran cristianos, mandó<br />
publicar un solemne sacrificio á sus dioses. <strong>Los</strong> padres<br />
<strong>de</strong> la santa virgen, viéndola inllamada <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Cristo,<br />
y ansiosa <strong>de</strong>l marlirio, temiendo per<strong>de</strong>rla y que aquel torbellino<br />
se la arrebataría, la tenían como escondida y retirada<br />
en una heredad llamada Porcejana, diez leguas <strong>de</strong><br />
la ciudad, á la parte <strong>de</strong> Andalucía. Mas cuando la santa<br />
doncella oyó el edicto que el juez había publicado, dice el<br />
poeta Pru<strong>de</strong>ncio, que ella <strong>de</strong> su voluntad se vino secretamente<br />
<strong>de</strong> noche á la ciudad para ofrecerse al martirio con<br />
gran fervor y ansia <strong>de</strong> morir por Cristo, á quien había tomado<br />
por esposo: y algunos dicen, que la santa virgen<br />
Julia venía en su compañía; y que habiéndose a<strong>de</strong>lantado<br />
un poco en el camino, le dijo Eulalia con espíritu <strong>de</strong> profecía:<br />
Por masque te apresures, yo moriré primero. Llegó<br />
pues, la tierna y pura doncella á los estrados <strong>de</strong>l juez Calfurniíino,<br />
y con mucha mesura, cordura y libertad, le dió<br />
en rostro y afeó la crueldad que usaba con los cristianos,<br />
y la vanidad <strong>de</strong> sus dioses y la liram'a y mal gobierno <strong>de</strong><br />
sus emperadores. Pretendió el juez engañarla con palabras<br />
blandas y amorosas: púsole <strong>de</strong>lante su nobleza, su ternura<br />
y poca edad ; y quiso probar sí con halagos y promesas<br />
comoá niña, la podía apartar <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
Guando vio que perdía tiempo, trocó la blandura en severidnd,<br />
y los halagos en terrores y lormentos, los cuales<br />
mandó ejecutar en aquella cor<strong>de</strong>rila con lanía braveza y<br />
furor, que fueron <strong>de</strong> los mas crueles que en aquel tiempo<br />
se daban á los sanios mártires. Azotáronla mulamenU',<br />
y quebrantáronla los huesos con plomadas: echáronle aceite<br />
hirviendo por todo el cuerpo: arañáronla con garfios <strong>de</strong><br />
hierro, levantáronla y <strong>de</strong>scoyuntáronla en la garrucha; y<br />
ella, como quien tenia á Dios en su alma, mostraba en el<br />
rostro la alegría <strong>de</strong> su corazón, y alzando los ojos al cielo,<br />
se encomendaba á su dulcísimo Esposo y le pedia favor; y<br />
mirando sus mismas heridas (como Pru<strong>de</strong>ncio escribe) lo<br />
<strong>de</strong>cía: Ahora, Re<strong>de</strong>ntor mió Jesucristo, le señalas mejor m<br />
mí; y estas letras que so escriben en mis carnes con mi<br />
sangre, me representan mejor tu pasión. Finalmente, poniéndole<br />
fuego por los lados, le dieron la muerte y la corona<br />
<strong>de</strong> glorioso marlirio, como dice san Isidoro. Y aña<strong>de</strong><br />
Pru<strong>de</strong>ncio, que la sagrada virgen <strong>de</strong>seaba tanto morir por<br />
Cristo, que abrió su boca para que las llamas entrasen en<br />
ella y la acabasen; que conforma con lo que dice el Martirologio<br />
romano : Hauslo ign?, spirihmreddidil: quoWngó<br />
el fuego y dió su espíritu. Asi acabó la santa virgen como<br />
una paloma blanca y sin hiél, y en figura <strong>de</strong> paloma<br />
fué visla su purísima alma subir al cielo: la cual vieron<br />
muchos, y entre otros el mismo verdugo que la había atormentado<br />
; y con esta vista quedó atónito y espantado, y<br />
niovído á penitencia. Y porque el santo cuerpo estaba <strong>de</strong>snudo,<br />
cayó luego gran abundancia <strong>de</strong> nieve para cubrirle,<br />
y <strong>de</strong>spués los cristianos le dieron sepultura lo mejor<br />
que pudieron, y en tiempo <strong>de</strong>l; poeta Pru<strong>de</strong>ncio ya tenia la<br />
santa virgen un solemne templo en Mérida, don<strong>de</strong> era reverenciada,<br />
como el mismo autor lo escribe; y siempre<br />
sus sagradas reliquias fueron tenidas en gran veneración,<br />
y Dios nuestro Señor hizo muchos milagros porellas y <strong>de</strong>-