Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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la.» En lasóplima sínodo se dice que fué inmaculada, y
mas pura y limpia que ninguna otra criatura sensible ó
intelectual. El concilio francfordiense, Orígenes, lífren,
Andrés Cretense y Eulimio, la honraron con los mismos
títulos de «inmaculada y totalmente limpia y pura, y
digna Madre de su dignísimo é inmaculado Hijo. » Teodorclo
la llama «santísima é inmaculada María madre de
Dios. » San Gregorio Taumaturgo dice, que sola la Virgen
fué santa y del todo limpia, y sin mancilla en el cuerpo y
en el espíritu. Fulberlo Garnotcnse saluda á lavírgencon estas
palabras: «Dios le salve, María escogida, que siempre,
desde el principio de tu concepción fuiste inmaculada; porque
hablas de parir al Autor y fuente de toda sanlidad.»
El gran doctor y luz de la Iglesia san Agustín, tan gran
defensor y ensalzador de la gloria de Cristo y perseguidor
de los herejes pelagianos que la 'pretendieron oscurecer é
impugnar en el libro de la Naturaleza y Gracia, dice estas
notables palabras:» Exceptuando á la Virgen y Madre de
Dios, de la cual, cuando tratamos do los pecados, en ninguna
manera quiero que se ponga alguna duda; porque
sabemos que lo fué dada tan abundante gracia para vencer
iolalmente el pecado, porque mereció concebir en sus
entrañas y parir al que sabemos que no tuvo algún pecado.»
Todas estas palabras son de san Agustín, hablando
conlra los pelagianos que negaban el pecado original: del
cual y de cualquiera otro actual, de tal manera libra á la
Virgen, que no quiere que se ponga en disputa nfen duda,
por ser cosa cierta que había vencido, nó en parle, sino
del todo el pecado, para ser digna Madre del que ni tuvo
ni pudo tener pecado. Esta doctrina es conforme á lo que
el mismo santo doctor enseña, escribiendo contra Juliano:
que el que siendo adulto no hizo pecado, siendo niño no le
contrajo: y de lasanlisima Virgen la Iglesia católica á boca
llena conQesa, que no tuvo pecado actual, de lo que se sigue
que tampoco pecado original.
San Gerónimo declarando aquellas palabras del salmo:
Exaudí eos in nube diñ: por la nube del dia entiéndela
Virgen sacratísima; porque siempre estuvo en luz y nunca
en tinieblas. El bienaventurado Lorenzo Jusliniano dice,
que ninguno está excepluado del pecado original, sino solo
aquella que engendró al Salvador del mundo. San Juan
Dainasceno dice: «O santísima Virgen, que has engañado
á los príncipes y potestades, y has sido conservada inmaculada
para esposa de Dios» y en olro lugar dice, que la
serpiente no tuvo entrada en este parmso de deleites; ó
inlroduce á la Virgen, que hablando con su Hijo, le dice:
«Recibe raí alma tan querida, que la guardaste siempre
limpia de pecado.» - c • i
Nunca acabaríamos, si quisiésemos aquí referir lo que
los santos dicen do la pureza de la inmaculada Virgen:
léalo quien quisiere en el padre doctor Francisco Suarcz,
que copiosa y eruditamente trata esUi materia: y nosotros
declaremos algunas de las razones que hay para que Dios
haya preservado á su gloriosa Madre de todo pecado original
y actual; porque así convenía;» la grandeza de!Hijo,
y á la dignidad de la Madre, y á los hombres y á los ángeks,
y á toda la corle celestial: porque primeramente, ¿(pié
buen hijo hay en el mundo que no honre á su madre, ó
qué hombre, que si estuviese en su mano, no naciese de la
Hinjer mas evcelenle y mas adornada de (odas las gracias
que puede haber? Porque la honra de la madre es honra
del hijo. Pues si Cristo nuestro Señor pudo hacer osla
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honra ásu Madre benditísima; ¿qué causa hay para que
no se le haya hecho? Y si la sabiduría (como dice Salomón)
no entra en el alma perversa, ni habita en cuerpo sujeto á
pecados; ¿cómo creeremos nosotros que la Sabiduría eterna
(piiso inorar en el vientre virginal, y en aquel cuerpo
y alma que en algún tiempo babia sido sa jela á pecado, y
que pagasen pecho al demonio los pechos que hablan de
dar lecho á Dios? Especialmente diciendo el apóstol san
Pablo, que era cosa muy convenienle que liiviésemos lal
pontífice, que fuese santo, inoccnle, inmaculado y apartado
de los pecadores : porque, ¿cómo fuera apartado de los
pecadores, si su santísima Madre, cuya carne él era, hubiera
sido snjela á pecado? Fué, pues, muy conveniente
que el Hijo honrase á su Madre, porque no faltándole | o-
der para hacerlo, no era que le fallase la voluntad : y que
siendo Redentor de todos, y habiendo varios grados en
esta redención (porque algunos gozan ; y otros por su culpa
no gozan déosle benelicio) , no usase con su dulcísima
Madre del grado mas perfecto y mas excelenlc de redención,
que es no dejarla caer para levantarla, sino tenerla
para que no cayese : porque aquel es mas excelente médico
que preserva al enfermo, que no el que después le
sana: y mas perfecto redentor el que no deja cautivar,
que el que rescata al cautivo: y mas debe el deudor al
que paga su deuda ánles que por olla lo echen en la cárcel,
que al que libra después de preso por ella; y mas está
obligado al Señor el ¡nocente que no cayó, por haber sido
guardado de su poderosa mano, que el que después de
haber caído por su gracia se levantó. De aquí o.-*, que por
haber sido preservada del pecado original esta Virgen sacratísima,
no solamenle no está excluida de la gracia do
la redención de Jesucristo; ánles goza mas perfectamente
que lodos los oíros hijos de Adán, y por una manera singular
é inefable, do la gracia de su redención : lo cual redunda
en mayor gloria del mismo Redentor que tal supo y
pudo hacer; y lo hizo con aquella que le dió la carne y sangro
con que á lodos nos babia de redimir. Por esta causa
san Uernardo do Sena gravemente ía llama á la Virgen
«Primogénita del Redentor: y fué muy conveniente, que
así como el unigénito Hijo de Dios, en cnanto Dios, es figura
substancial del Padre cierno y resplandor de su gloria,
é imágen perfectísima de todas sus perfecciones; asf
en cuanto hombre, fuese muy parecido á su bendita Madre
en la complexión, condiciones y facciones del cuerpo:
y que ella en las del alma (pues también era bija de su
Hijo) fuese un vivo retrato de sus gracias y virtudes.
Pues si miramos que esla Virgen es Madre de Dios, y lo
que esto nombre de Madre do Dios comprende, y la dignidad
que en si encierra, hallaremos que ninguna gracia y
privilegio puede caber en una pura criatura que no quepa
en esta dignidad : y con esta regla habernos de medir y
regular todo loque toca áesta sacratísima Virgen, porque
como dice san Iluenavenlura}l)ien puede Dios hacer unciólo
mas hermoso, y un mundo mayor y mas lleno do varias y
nuevas especies de criaturas ; mas no puedo hacer una
madre que sea mayor que la Madre de Dios, porque no
puede ser madre de mayor ni mas excelente hijo, que el
mismo Dios. Y poique sepamos, que esto es el nivel con
que hahemos de nivelar lo que toca á la Virgen, no quiso
Dios que en las divinas Letras se hiciese mención del padre
ni de la madre de ella, para darnos á GÜtoigtel
que la debemos mirar, nó como cosa de la tierra, sino