Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

526 LA LEYENDA DE ORO
abadcsn. La roputacion di su sanlidad corrió dosdoluogo
por todas parles, do modo que fueron á vigilarla nmehísimm
príncipes y prelados, y hasta sn dichosa muerte acaecida
el S de abril del año i")5 , fué la santa un modelo
cabal de castidad, y demás virtudes cristianas.
SAN ÜIIBANO, OBISPO Y CONFESOU.—Floreció durante el
siglo V en Italia, siendo obispo de Teano. En la inundación
de los bárbaros delNorle, desplegó todas sus virtudes
apostólicas, y prestó á su pais inmensos benetieios. La herejía
de los arrianos, que quería invadir su rebano, tuvo
en él un muro de bronce, donde se estrellaron todos sus
conatos, pues el santo impugnó con incansable zelo los errores,
y defendió constantemente las doctrinas de la Iglesia
católica. Murió en i8í.
DIA 8.
Lft PuaísiMA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SESOUA.—Cuando
el real profeta David habló á los príncipes del pueblo do
Israel, exhortándolos á labrar un templo rmigníüco y suntuoso
al Seflor, les dijo : Opus fjrandc est; ñeque enim hontini
prwparatur habilalio, sed Do : Ksta es una grande
obra ; porque no tratamos de hacer un palacio para un
rey, y hombre mortal, sino un templo en que more y habite
Dios. En todas las fieslas de la Virgen sacratísima
podemos usar de estas palabras 5 pero mns particularmente
en la íiesia de su purísima Concepción : porque fué e]
principio de todas sus fieslas, y en la que después de su
eterna predestinación se pusieron los fundamentos de este
templo divino , y se comenzó á aparejar la casa en (pie
habia de morar el Señor ; y esta fué una grande obra , y
todas las cosas que concurren en ella son grandes ; y así
dijo la misma Virgen : Quia fecil milti naym , qui potens
esl: l'orque el Todopoderosa ha hecho cosas grandes en
mí. Y si el cimiento del muro de aquella soberana y celestial
ciudad está adornado y enriquecido de todas las piedras
preciosas , como lo dice el evangelista san Juan en su
Apocalipsi; ¿con cuánta mas razón debemos creer que la
inmaculada Concepción de la Virgen sacratísima, que es
el fundamento de sus fiestas, está lleno de misterios y prodigios
divinos '? Pues ella es aquella espiritual y admirable
ciudad de Dios, de la cual dice el Profeta, se han dicho
y predicado cosas gloriosas y estupendas. Mas para tratar
de la fiesta de hoy, y para que mejor se entienda lo que
celebra la santa Iglesia , celebrando la Concepción da
nuestra Señora, bien será que tomemos el agua un poco
mas arriba, y declaremos lo que la fó enseña del pecado
original, del cual decimos que la virgen fué exenta y libre
; de manera, que aunque fué hija de Adán , no incurrió
en el pecado original, como incurren todos los que
por el curso natural son bijos y descendientes do
Adán.
Así como Dios nuestro Setior es en sí riquísimo y felicísimo,
sin tener necesidad de nadie, asi por su sola é inlinifci
bondad crió al hombre, tan noble y adornado de su semejanza
é imágen, que pudiese ser particionero y compañero
de su misma gloria, y viese, amase y gozase de
la misma esencia y hermosura de Dios (aunque no en tan
alto grado como él, que solo se comprende ); así , fuese
bienaventurado como él lo es, y con lo mismo que él lo
es : y como este fu>es tan alto y tan excelente, proveyó el
Señor al hombre de las bahilidades y gracias sobrenalu-
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rales, con las cuales pudiese habilitarse para esta dignidad.
Rslas habilidades y dones sobrenaturales, señaladamenlefueron
dos, gracia y ¡uslicia original. La gracia hacia
al hombre hermoso y grato á Dios, y amigo suyo, y como
hijo, le daba lífulo y derecho para la gloria; y juntamente
con ella era adornado de todas las demás virtudes y dones
del Espíritu santo para poder con facilidad y suavidad hacer
obras merecedoras de la gloria, para (pie así alcanzase
por su justicia aquello á que Dios le había predestinado
por gracia. Ll segundo don era la justicia original,que es
mía rectitud y órden con que el hombre eslaha en paz
con Dios y consigo mismo , y tenia señorío sobre lodos
sus afectos y pasiones naturales, y la parle inferior y animal
del hombre estaba sujeta á la racional ; y demás de
esto tenia señorío universal sobre todos los animales y sobre
la muerte, y sobre todas las enfermedades, que son
aposentadores de la misma muerte. Mas dió todo esto á
nuestro padre primero, con condición que gozase de lodos
estos privilegios, así él como sus descendientes , siendo
liel y obediente á Dios ; y si no lo fuese, los perdiese para
sí y para ellos : y para prueba y ejercicio de esta fidelidad
y obediencia, poniendo al hombre en el paraiso terrenal,
y dándole licencia para que pudiese comer de todos
los árboles de él, le mandó so pena de muerte, y pérdida
de todos los dones recibidos, que no comiese de uno solo
que él había entredicho. Comió Eva del árbol vedado, engañada
de la serpiente ; y ella pervertida, perverlió también
ásu marido: y así ambos traspasaron el mandamiento
de Dios, y perdieron luego la inocencia y aquellos dones
admirables que hahian recibido, y quedaron desnudos,
pobres, ciegos , miserables y mortales; y cuales ellos
quedaron, tales nos engendraron á nosotros : dé manera,
que cuando Adán pecó y quebrantó el matulamienlo de
Dios, no solamente hizo daño así mismo, sino también á
nosotros, así en el cuerpo como en el alma : en el cuerpo,
porque quedamos sujetos á muerte y corrupción, y á dolores
y penas : en el alma , porque en siendo concebido
cualquier hijo de Adán por obra de varón , en el mismo
punto tiene en su alma pecado original, que es muerte del
alma, y una desnudez y falla de aquella gracia y justicia
original que debia tener, la cual el mismo Dios habia dado
tan liberalmente á su primer padre , para si y para toda
su posteridad. Este pecado no se puede qui lar por fuerzas
naturales, sino por solo el merecimiento de Cristo nuestro
Seüor, que se aplica en el bautismo, por el cual seresliluye
la gracia y se perdona y quita todo pecado, sin quedar
en el alma cosa por la cuaí Dios aborrezca al bautizado.
También nos dañó Adán en el alma, porque en él y en nosotros
se desordenó y alborotó el apetito y concupiscencia
que ántes con la justicia original estaba bien ordenada,
enfrenada y sujeta á la razón, y quedó esta bestia lien»
tan suelta, tan rebelde y tan inclinada á los bienes sensibles,
que, quitado el demonio aparte, no hay en el mundo
cosa mas furiosa, mas desenfrenada y dañosa que ella:
porque esla rebelión de la concupiscencia, y una inclinación
habitual de amarse mas á si que á Dios, con ipie después
del pecado nacemos, es un manantial y seminario de
lodos los pecados del mundo. Verdad es (pie después dd
bautismo no puede dañar esta concupiscencia á los que no
consienten á sus deleites y apetitos , y pelean contra lovicios,
y la loman por materia y ejercicio de virtud. Y si
el Apóstol llama pecado á esla concupiscencia, no es porque