Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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loque á él le tocaba , sufiia con mncha paciencia y mansedumhre
; pero por loque tocaba al bien de la Iglesia , y
á su oficio, le hizo resistencia, ittíñtt concilio en Roma, en
el cual fueron condenados Novato y Novaciano , con lodos
sus secuaces , y los errores que enseftaban ; y gran tiú-
UIPÍ'O de fieles que habian sido en^;!fiados , se redujeron
á ta unidad de la Iglesia , y con muchas lágrimas y penitencia
, pidieron perdón á san Coruelio. Kl los recibió
con gran benignidad, juntándo los presbíieios de Roma,
y el pueblo católico , para que como el delito habia sido
público, también fuese pública la penitencia : como lo escribe
el mismo san Coi nelio, papa , á San Cipriano en una
epístola. Con esto dió nuestro Señor al santo ponlífice Cornelio
victoria de sus enemigos, y cesó aquella tonnenla
que tanto cuidado le babia dado: pero no por eso paró la
otra tempestad y cruel persecución de los tiranos, la cual
fué tan terrible que hablando de ella el mismo san Cornelio,
escribiendo á Lupicino, obispo de Vicna, le dice
estas palabras: «Quiero que sepas hermano carísimo,
que la era del Señor, con el viento de la persecución,
gravemente está luí-bada i y que los cristianos por los
edictos de los emperadores, en todas parles son atormentados
con varias penas : y en Roma se ha puesto emperador
para esto; y es de manera que ya no pueden los
cristianos ofrecer el santo sacrificio de la misa públicamente
sino en las cuevas mas escondidas. Por tanto vuestra
caridad exhorte á lodos los que creen en Cristo, que
no teman á los que matan el cuerpo, sino á aquel Señor
que liene potestad de malar el alma con el cuerpo. Muchos
han sido coronados de martirio : rogad á Dios que
nos dé gracia para (pie acabemos felizmente nueslra carrera
como él nos lo ha revelado. Dios te guarde, hermano
.carísimo. Saluda de nueslra parte á todos los que nos
aman en Cristo.» Hasta aqni son palabras de san Cornclio
en el principio de aquella persecución: en el cual fué desterrado
á Cenlum-Cellas, ciudad que algunos dicen que
se llamaba Forcele. Eslando en el destierro san Cornelio,
le escribió san Cipriano una caria, alabándole de la gran
fortaleza y constancia ,xcon la cual como valeroso capitán,
iba delante de sus soldados; y precediendo con su ejemplo
á la corona del martirio, habia hecho muchos compañeros
de su gloria; y añade estas palabms: «Grande
eii'mplo de fortaleza habéis dado á todos los hermanos:
baboislos enseñado gloriosamente á temer á Dios , abrazarse
gloriosamente con Cristo , unirse en los peligros
el pueblo con los sacerdotes, y no apartarse en
Ja persecución los hermanos de los hermanos; y que la
concordia y unión no puede en ninguna manera ser vencida
, y que Dios de la paz otorga á los pacíficos lo que
junlamente y con un corazón le piden. Entendido ha el
enemigo, que los soldados de Cristo están velando , y
armados y á punió para pelear, y que pueden morir y no
pueden ser vencidos: y que por eso son invencibles, porque
no temen en la muerle.» Eslo es de san Cipriano : el
cual escribió otras muchas epístolas á san Cornelio, papa,
alabándole, exhortándole, animándole y avisándole de lo
qne se ofrecía para bien de toda la Iglesia. Supo esla coni'.micacion
por cartas entre san Cornelio y Cipriano, Vohisiauo
Auguslo, que (muerto el emperadorDecio desastrosamente
en pena de su pecado) imperaba con Caio,
sn padre; y entendió que muchos iban á Centnm-Cellas
P';r verfl! santo prelado, y mandó que se lo ¡rajesen á
LA \MY$M \ M ORO. DÍA m
Roma. Itablóle secretamente; y como san Cornelio le respondiese
con grande fortaleza y conslancía, mandó que se
le (piilasen de delante, y que con plomadas hiriesen su
boca sagrada y le llevasen al templo de Marte, para que
allí le ofreciese sacriíicio, ó , no queriendo obedecer, le
corlasen la cabeza. Antes que llevasen á san Cornelio al
templo de Marte, la guarda que le lenia á cargo, y se
lianiaba Cerca!, le suplicó que se fuése con él á su casa,
y visitase á sn mujer por nombre Salustia, que estaba paralitica
ya hacia quince años. Entró el santo en casa de
Cereal: hizo oración al Señor, tomó á Salustia por la mano
y dijole : En nombre de Jesucristo Nazareno levántale y
ponle sobre lus piés. Levantóse luego la mujer y dijo:
Verdaderamente que Cristo es Dios, é Hijo de Dios: y pidió
luego íer banlizada , y así la bautizó san Cornelio y
á todos los soldados de Cereal que eslaban présenles: y
por haber vislo aquel tan grande milagro , se echaron á
sus pies y le pidieron que los baulúase; y él lo hizo, y
dijo misa y los comulgó. Cuando el emperador supo loque
habia pasado en casa de Cereal, le mandó prender á el y
á Salustia su mujer, y á lodos los otros soldados que se
habían bautizado , y que con san Cornelio fuesen llevados
al templo de Marte, para que sacrificasen ó muriesen : y
como todos siguiesen el ejemplo de su buen maeslro y
santo pastor , y escupiesen é hiciesen burla de sus falsos
dioses; todos fueron degollados con él, en número de
veinle y una personas. Vino aquella noche la bienaventurada
Lucina , acompañada de muchos clérigos y criados
, y recogió los cuerpos de los sanios márlires, y enterrólos
en un campo suyo cerca del cemenlerio de Calixto,
l'adedó martirio san Comelio en l í de setiembre, año
del Señor de 235, imperando Galo y Volusiano, y no
Decio, como algunos escriben : lomando ocasión de llamarse
la persecu; ion que tuvo la Iglesia en tiempo de Galo
y Volusiano, persecución de Decio; porque fué una conlinuacion
que Decio liabia comenzado, y se ejecutó con
las mismas leyes y edictos que Decio habia promulgado.
Tuvo san Cornelio la silla de san Pedro dos años, como lo
escribe san Gerónimo; aunque algunos le dan mas tiempo,
por venlura porque cuentan el principio de su pontificado
desde la mueiic de san Fabián, no considerando que
vacó la silla apostólica mas de un año , y que después fué
elegido san rornelio. No se lee que baya hecho órdenes,
que es cosa rara y que apenas se lee de otro romano pontífice.
San Gerónimo cuenla á san Cornelio, papa , entre
los escritores eclesiásticos, y dice que escribió cuatro epístolas
muy graves. Hizo este santo pontífice algunas cosas
muy provechosas para ornato y gloria de la Iglesia romana.
Sacó los cuerpos de los bienaventurados apóstoles
san Pedro y san Pablo de las catacumbas , porque no eslaban
allí con la decencia que convenia. Kl cuerpo de san
Pablo, puso I.ucina nobilísima matrona romana, en una
heredad suya , en la via Osliense, cerca del lugar donde
fué descabezado: y después el emperador Constantino edificó
allí un templo muy sunluoso. El cuerpo de san Pedro
colocó san Cornelio en el monle Valicano, donde también
el mismo emperador labró otro templo con gran magnificencia.
Esto de haber quitado san Cornelio los cuerpos de
los apóstoles de la» catacumbas, lo dice el libro de los romanos
ponlíficesque anda con nombre de Dámaso: aunque
el cardenal Baronio lo pone en duda. También hizo algunos
decretos de Cosas útiles , provechosas y convenientes:
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