Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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en Toscana : pero lo mas cierto es, que fué en Nicomodia,
cómese lia dicho. También algunos se engañan, pensando
que el martirio de sania líárbara fué en tiempo de Ma\imiano;
pero no fué sino en tiempo de Maximino, que sucedió
en el imperio á Alejandro Severo (comolo alirma fe)
Martirologio romano), y algunos dicen que fué enseñada
por Origenes en las sagradas Letras. Es particular abogada
sania Bárbara contra los iruenos y rayos: con los cuales
parece que quiso nuestro Señor castigar á su padre y al
inicuo juez que la condenaron y mataron.
Un insigne milagro reliere un sacerdote, llamado Teodolico,
porcayas manos pasó el año de 1448, en una villa
de la isla de Holanda, llamada Gorco, y le trae Fr. Lorenzo
Surio, do un hombre que era muy devoto de esta santísima
virgen, por haber entendido que lodos los que en
vida lo eran, no moririan sin los santos sacramentos. Eslando,
pues, este hombre, que se llamaba Henricn, durmiendo,
se pegó fuego de improviso en la casa donde oslaba,
cen tal incendio (pie por ninguna manera pudo escapar
: y estando cercado por todas parles de las llamas,
y ardiendo su cuerpo en ellas, lavo mas pena de morir sin
sacramenlos, que de la misma muerte lan atroz que tenia
presente.
Acordóse de santa Bárbara : invocóla: pidió su favor y
suplicóla, nó que no muriese,sino que no muriese sin recibir
los sacramentos de la Iglesia. Aparecióle luego la virgen,
y con el manto apagó las llamas de aquel incendio,
y sacólo y púsole en lugar seguro, y díjole, que por la
devoción que había tenido con ella, Dios le habia dado
plazo de la vida hasta la mañana signienle, para que se
confesase y comulgase, y recibiese la extremaunción: y
r.sí fué, estando todo el cuerpo del pobre hombre de tal
manera de pies á cabeza quemado, que mas parecía su figura
do un hombro asado, que de hombre vivo; y él contó
á todos los que coiicurrian á ver este milagro, la merced
que Dios le habia hecho por inlereesion de sania Bárbara,
exhortándolos á tener con ella grande devoción y servir
al .Señor, que por aquel camino lo habia querido salvar; y
el mismo sacerdote que le confesó es el que reíiere el
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* SAN TKÓFANKS T SUS COMPASUHOS, MÁRTIIIES.—Todos
eran sirvientes del emperador León el Armenio, dj este
hoiiibie lan enemigo de! culto de los santos; y por no
querer obedecer sus mandaíos sobre este punto, fueron
mai lii i/ados en Constanlinopla, el año 780.
S w M;aciao, OBISPO Y CONFESOR. — Este santo, celebre
en la lgle>ia oriental por su ilustre sabiduria y virtud, lloreció
en el siglo li¡ y fue obispo del l'onlo. Durante la persecución
de Diocleciano, sufrió muebos trabajos por cansa
de la fé; pero no .pudo alcanzar la gloria del marlirio
San nasilio en el capitulo 2!) de su libro lindado de Spirilii
¿anclo hace un magniüco elogio de este grande obispo,
alabando principalmente la inocencia de su vida y su pureza
de cosiumbres. Murió, segan Baronio, el año 287
SAN FKLIX, OBISPO Y CONFESOR.—Ferrarlo dice, que nació
en Italia, que se dedicó al estudio de las sagradas Letras
y ([ne en tiempo de san Ambrosio fué diácono de la Iglesia
dn Milán. De aquí pasó á Bolonia, de cuya ciudad fué el
quinto obispo, mereciendo ser contado entre los pastores
que mas trabajaron contra los an-ianosyconiralosestra-os
de los godos. Murió saulamenle elafío 398.
SAN OS.MLÍ.NDO, OBÜPO Y CONFESOU.—Fué natural de Ñor-
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mandia, hijo de los condes de Séez. Abrazóla carrera militar
y siguió á Guillermo el Conquistador en su expedición
á Inglaterra. En recompensa de sus servicios, fué
nombrado conde de Dorsct. Supo enlazar la santidad de
vida á todos los deberes de cortesano, de oficial y de magistrado,
pues fué algún tiempo gran canciller de Inglaterra.
Pero ni las dignidades ni los honores comentaron
nunca á aquel corazón que solo se gozaba en Dios. Retiróse,
pues, del mundo y abrazó el estado eclesiástico, y al
poco tiempo sus virtudes y sus talentos lo hicieron colocar
sobre la sede episcopal de Salisbury, en 1078. Desde enlonces
ocupado en la salvación de las almas y en su propia
santificación, fué un pontífice grande, según el corazón
de Dios, un verdadero sucesor de los apóstoles, hasla que.
mnrió el año 1099.
SAN ANNON, OBISPO Y CONFESOR.— En su juventud siguió
este sanio la carrera de las armas; pero después,
tocado de la gracia, dejó el mundo y abrazó el
estado eclesiástico. En 103(! fué elevado á la silla episcopal
de Colonia, venciendo por fuerza su humildad, que le
hacia considerarse indigno do aquel pueslo. Su caridad
con los pobres, sus cxlraordinarias penitencias, sus oraciones
y su zelo lo hicieron agradable á Dios y á los hombres,
y cuando murió el emperador Enrique 111, fué Annon
nombrado regente del impei io durante la menor edad de
Fm iqae IV. Fué admirable en el gobierno de la Iglesia y
del eslado, y murió santamente en Colonia el dia i de diciembre
del año 1072.
SAN MAMITAS, OBISPO Y CONKKSOR.— Este sanio, uno de
los mas ilustres doctores de la Iglesia de Siria, fué obispo
de Martirópolis, ciudad de Mesopolamia, fronteriza al reino
de Fersia. Escribió las actas de los mártires que murieron
en dicho reino durante la persecución de Sapor, desde el
año ¡fiO al 380, y compuso además muchos himnos y
otros discursos en alabanza dolos mártires. El Martirologio
romano dice que restauró en Persia las iglesias destruidas
durante la persecución. El emperador Teodosio el Jóven
depositó su confianza en el santo prelado, y por dos veces
conserntivas lo envió de embajador á la corte de Isdtgudes,
rey de Persia, que también le veneró como á un
hombre enviado de Dios. Los magos de aquel pais, temiendo
la confianza que el principe depositaba en san Marolas,
levanlaron contra este calumnias infames, de las cuales
triunfócon su paciencia y por medio déla virtud milagrosa
que el ciclo le comiiiiicaba. Después de haber hecho mucho
bien á la Fersia, volvió el memorable obispo á su diócesis
deMesopotapiia, publicó varios tratados sobre el dogma
y la disciplina de la Iglesia, y murió santamente á
mediados del siglo V.
SAN CniAvo, ó SICIIRANO, ABAD.—Nació de distinguida
familia en Berri y se educó en la ciudad de Tonrs Fué
coperp del rey Ciolario II, y entre las grandezas de la
córte practicó todas las virtudes de un solitario. Cuando
se trataba de casarle, hizo voto de perpetua continencia,
recibió la tonsura clerical, fué nombrado arcediano de la
catedral de Tonrs, y después de haber sufrido muchos
conlraliempos y disgustos, rompió enteramente con el
ninmlo, repartió sus bienes á los pobres, y se retiró al territorio
de Berri donde fundó dos monasterios. En uno do
ellos, el de Lourey, fué Cirano abad muchos años hasla
su dichosa muerte, sucedida el 637.
SAN CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, DOCTOR DE LA IGLESIA.—