27.08.2017 Views

Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

470 LA LlíYENDA DE OKO. DIA 30.<br />

(lia sacrifico á Dios único , oninipolotile y verda<strong>de</strong>ro , nó<br />

liumo <strong>de</strong> incienso, ni carne <strong>de</strong> loros , ni sangre <strong>de</strong>cüb o-<br />

nes, sino el Cor<strong>de</strong>ro inmaculado, que recibido <strong>de</strong> los Coles<br />

y bebida su sangre , quedo tan entero como antes. El íin<br />

<strong>de</strong> esta plática fué, que Egeas mandó poner en la cárcel á<br />

san Andrés, y la gente se alborotó y quería poner las manos<br />

en el procónsul, si el mismo sanio no se lo estorbara,<br />

exhortándolos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cárcel que no se rebelasen contra<br />

aquel tirano, sino que imitasen la paciencia y mansedumbre<br />

<strong>de</strong> Jesucristo, el cual le babia enviado para que luviesen<br />

ocasión <strong>de</strong> merecer, y que ánlesliabian <strong>de</strong> acariciarle<br />

y bonrarle; pues por él les habia <strong>de</strong> venir poco mal<br />

y mucho bien : y les rogó que <strong>de</strong> ninguna manera impidiesen<br />

su iiKirlirio : porque los tormentos pasarían presto;<br />

y el premio do ellos duraría para siempre. Oiro día mandóle<br />

Egeas traer á su piesencia, y estando allí, dijo:<br />

Creído tengo que habrás vuelto sobre tí, y aparládolo <strong>de</strong><br />

la locura en que has estado, para gozar la dulce y sabrosa<br />

vida, y librarle <strong>de</strong> la amargura y trida muerte, la cual yo<br />

te daré , sí lodavia tienes á Cristo por Dios. Aquí dijo el<br />

apóstol: El que no cree en Cristo no pue<strong>de</strong> tener conlenlo<br />

ni vida, como siempre he predicado en esta provim ia. Y<br />

aun por eslo ( dijo Egeas) te hago fuerza que sacriliques<br />

á los dioses, para (pie lodos oslos pueblos que por tí han<br />

sido engañados, <strong>de</strong>jea la vanidad <strong>de</strong> lu doctrina y vuelvan<br />

á reconocer sus antiguos dioses , porque veo que no<br />

hay ciudad en Acaya don<strong>de</strong> sus templos no estén <strong>de</strong>siertos<br />

por lu falsa predicación : y pues tú los has engañado,<br />

bien será los (k'seiignñes ; y si oirá cosa haces, aparéjale<br />

á pa<strong>de</strong>cer giTm<strong>de</strong>s Uirmentos, y al cabo la mnerle en una<br />

cruz. Ut'spotulió á esto Andrés y dijo : Hijo <strong>de</strong> la muerte y<br />

leño seco aparejado para el fuego, óyeme. Yo hasta ahora<br />

te he hablado con blandura, pensando que, como hombre<br />

<strong>de</strong>, razón, le aprovecharas do ella, <strong>de</strong>jando la vana adoración<br />

<strong>de</strong> tus dioses ; mas pues estás lan empe<strong>de</strong>rnido y<br />

pertinaz , digo que no pienses llevarme con amenazas y<br />

espantos i haz lo que quisieres , que aquí estoy : cuanto<br />

fueren mayores los tormentos que aquí me dieres , tanto<br />

será mayor el premio que me dará Jesucnsto por haberlos<br />

sufrido por su amor y mayor el ínfiernoquepara tí está<br />

aparejado. Enojóse <strong>de</strong> eslo Egeas : mandóle <strong>de</strong>snudar y<br />

azotar por siete verdugos, los cuales se remudaron por<br />

tres veces : fué (anta la lluvia <strong>de</strong> azotes que <strong>de</strong>scargó sobre<br />

él, que todas las carnes <strong>de</strong>l santo apóstol quedaron<br />

abiertas y vertiendo sangre. Finalmenle, vista su constancia,<br />

mandó Egeas ponerle en una cruz , y nó enclavarle,<br />

sino alarle con sogas , para que el n arlírio fuese nías<br />

prolijo. Al liempo que le llevaban al martirio , ocurrió<br />

el pueblo dando voces, y diciendo: ¿Qué ha hecho<br />

esle justo y amigo <strong>de</strong> Dios ? ¿ por qué le crucifican ? Y el<br />

santo apóstol les rogaba que no le impidiesen aquel gran<br />

bien ; y regocijado por la cruz en que habia <strong>de</strong> morir , y<br />

encendido en amor <strong>de</strong> su Maestro , y <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> imitarle,<br />

estando aun léjos, alzó la voz y con gran fervor <strong>de</strong> espírilu<br />

dijo: Yo le adoro , ó cruz preciosa , que con el cuerpo <strong>de</strong><br />

mi Señor fuiste consagrada , y <strong>de</strong> sus miembros como <strong>de</strong><br />

preciosas margaritas adornada : antes que Jesucristo se<br />

pusieseon tí espantabas á los hombres; y ahora los alegras<br />

y regocijas. Yo vengo á tí regocijado y alegre ¡ recíbame<br />

tú en tus brazos con alegría y regocijo. O buena<br />

cruz, lan hermoseada con los miembros <strong>de</strong> Cristo, días há<br />

que te <strong>de</strong>seo : con solicitud y diligencia le he buscado;<br />

ahora que le hallé recíbeme en tus brazos , y sacándome<br />

<strong>de</strong> entre los hombres, preséntame á mi Maestro, para que<br />

por tí me reciba el que por tí me redimió. «No se <strong>de</strong>mudó<br />

el roslro <strong>de</strong>l sanio apóstol ( dicesan Jíernardo ), como<br />

suele hacer la flaqueza humana, cuando víó la cruz, ni perdió<br />

la voz , ni tembló el cuerpo , ni se turbó el alma , ni<br />

perdió el juicio ; ánles el fuego <strong>de</strong> ¡a cariibid que ardía en<br />

su pecho echó llamas por la boca, i Cuánta fué aquella<br />

dulzura que sintió san Andrés cuando vió la cruz ; pues<br />

endulzó la amargura déla misma muertel ¿Qué cosa pne<strong>de</strong><br />

haber lan <strong>de</strong>sabrida y llena <strong>de</strong> hiél, que no se baga dulce<br />

con aquella dulcedumbre que hizo suave la muerte ? San<br />

Andrés hombre era semejante á nosotros y apacible; pero<br />

tenia tan gran sed <strong>de</strong> la cruz , y con un gozo jamás oído<br />

estaba tan regocijado, y como fuera <strong>de</strong> sí, que prorumpiú<br />

en aquelbts palabras tan dulces y tan amorosas. Su lengua<br />

no fué <strong>de</strong> carne, sino <strong>de</strong> fuego que arrojaba llamas : y si<br />

fué lengua , fué <strong>de</strong> fuego, y sus palabras fueron carbones<br />

encendidos con aquel fuego que Cristo había encendido en<br />

sus huesos : pero no es maravilla que el Señor que hizo á<br />

Lorenzo suave el fuego , haya hecho á Andrés suave la<br />

cruz.» Todo eslo es <strong>de</strong> san Bernardo. Estando , pues , el<br />

santo apóstol junto á la cruz, él por sí mismo se <strong>de</strong>snudó<br />

sus vestidos y los dió á los verdugos, los cuales le levantaron<br />

en alto, y ataron en la cruz, <strong>de</strong> la manera que les<br />

habia sido mandado. Estaban al re<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la cruz como<br />

veinte mil personas , lamenlándose , por ver y adorar<br />

al santo apóstol ; y él las consolaba y animaba á pa<strong>de</strong>cer<br />

semejantes tormentos por Cristo. Esluvo vivo dos<br />

dias en la cruz : y llevándolo á mal el pueblo, daba voces<br />

y <strong>de</strong>cía : No hay para qué muera varón lan santo,lan piadoso,<br />

tan mo<strong>de</strong>sto , <strong>de</strong> tan buenas costumbres y que lan<br />

buena doclrina enseña. Supo Egeas el sentimiento <strong>de</strong>l<br />

pueblo contra él, y para alajar el alboroto y daño que podía<br />

temer, <strong>de</strong>terminó quitar al santo apóstol <strong>de</strong> la cruz: y<br />

habiendo ido él mismo en persona, y mandado á los verdugos<br />

que le quitasen , y queriendo ellos hacerlo, nunca<br />

pudieron llegar al cuello <strong>de</strong>l glorioso apóstol : y extendiendo<br />

los brazos para <strong>de</strong>satarle, se entorpecían y pasmaban,<br />

y perdían su fuerza y vigor ; poique el santo, alzando<br />

la voz dijo : Señor mió Josucríslo , yo te suplico que<br />

no permitas que este tu siervo, que por tu amor está colgado<br />

en esta cruz, sea quitado <strong>de</strong> ella ; y que el que por<br />

la cruz ha conocido lu gran<strong>de</strong>za, que sea sepultado <strong>de</strong> un<br />

hombre corruptible y miserable, como Egeas. Mas tú, Señor<br />

y Maestro mío , á quien he amado y conocido , y al<br />

presente confieso y <strong>de</strong>seo ver, y en quien soy todo lo (¡no<br />

soy, recibe mi espíritu en paz ; que ya es tiempo que vaya<br />

á tí, pues há tanto que te <strong>de</strong>seo. Diciendo esto bajó<br />

<strong>de</strong>l cielo un gran<strong>de</strong> resplandor , á manera <strong>de</strong> rayo, y ro<strong>de</strong>ó<br />

el cuerpo <strong>de</strong>l apóstol , encubriéndole á los ojos <strong>de</strong> los<br />

que allí estaban, que no pudieron sufrir tan <strong>de</strong>sacoslumbrada<br />

claridad, la cual duró por media hora, y al tiempo<br />

que <strong>de</strong>sapareció, dió el santo apóstol su espíritu al Señor,<br />

en 30 días <strong>de</strong> noviembre, año<strong>de</strong>Crislo <strong>de</strong> 62, imperando<br />

Nerón.<br />

El cuerpo <strong>de</strong> san Andrés recogió una santa mujer, rica y<br />

principal, llamada Mnximila , y sepultó en un sepulcro,<br />

ungiéndole con preciosos ungüentos. Súpolo Egeas, y no<br />

se atrevió á caslígarla, por ser mujer lan po<strong>de</strong>rosa, y ver<br />

al pueblo lan alterado por la muerte <strong>de</strong>l sagrado apóstol;<br />

pero tratando <strong>de</strong> enviar acusación al emperador contra

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!