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OÍA 30.<br />
drés en Corinto, vino á él y le dijo; que setenta y cuatro<br />
años había vivido en <strong>de</strong>shonestida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>jando la rienda á<br />
sos apetitos <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nados y entregándose á lodo género<br />
<strong>de</strong> torpezas : y que entrando poco antes en la casa pública<br />
para ofen<strong>de</strong>r á Dios, lievandoconsigo el Evangelio, una<br />
mala mujer <strong>de</strong> aquella casa , con quien qncria pecar , le<br />
apariócon gran espanto, y le rogó que no ta tocase, ni se<br />
llegase al lugar (lonrle estaba ella ; porque veia en él cosas<br />
maravillosas y misteriosas. Después <strong>de</strong> esto rogó Nicolás<br />
á san Aniliés que le diese remedio para aquella su<br />
grafedé niupieza, y costumbre envejecida en el pecar. El<br />
santo se puso en oración y ayunó cinco dias, suplicando á<br />
nuestro Señor que perdonase á aquel miserable viejo, y le<br />
otorgase el don <strong>de</strong> la castidad. Al cabo <strong>de</strong> los cinco dias,<br />
perseverando el sanio apóstol en su oración , oyó una voz<br />
<strong>de</strong>l ciclo que le <strong>de</strong>cia i Yo te concedo lo que me pi<strong>de</strong>s por<br />
el viejo ; pues es mi voluntad, que como tú has ayunado<br />
por él, asi él ayune también y se allijaporsí, si quiere<br />
ser salvo. Mandó el santo apóstol á Nicolás que ayunase,<br />
y á lodos los cristianos que hiciesen oración por él, y pidiesen<br />
al Señor misericordia. Oyólos Dios <strong>de</strong> tal manera,<br />
que Nicolás volvió á su casa, y dió lodo lo que tenia á los<br />
pobres y maceró su carne con gran<strong>de</strong> aspereza , y por<br />
espacio <strong>de</strong> seis meses no comió sino pan seco y bebió un<br />
poco <strong>de</strong> agua ; y cumplida esta penitencia , pasó <strong>de</strong> esta<br />
vida, y Dios reveló á san Andrés ( que á la sazón estaba<br />
ausenle] que se habia salvado: para que entendamos,<br />
que no se <strong>de</strong>be <strong>de</strong>sesperar la salud <strong>de</strong> ningún pecador,<br />
por gran<strong>de</strong> que sea , si <strong>de</strong> veras se vuelve á Dios; y que<br />
l as oraciones <strong>de</strong> los santos son muy eíicaces para alca rizar<br />
perdón <strong>de</strong>l Señor : pero para que nos sean <strong>de</strong> provecho,<br />
es menester que orando ellos también oremos nosotros, y<br />
ayunando ellos por nosotros, también nosotros ayunemos;<br />
porque <strong>de</strong> esta manera nos serán fructuosos sus ayunos y<br />
oraciones. También dicen que fué al sanio apóstol un mozo,<br />
llamado Sostrato, y le <strong>de</strong>claró que su madre le habia<br />
(pierido inducir á (pie cometiese una gran maldad , y que<br />
él nunca habia consentido : y que la madre , enojada y<br />
brava, le habia acusado <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l procónsul, y que estaba<br />
<strong>de</strong>terminado á no hablar palabra en su <strong>de</strong>fensa , poíno<br />
<strong>de</strong>scubrir la maldad <strong>de</strong> su madre, y pa<strong>de</strong>cer cualquier<br />
tonnenlo, ánles que infamarla ; y suplicaba al santo apóstol,<br />
que se dignase rogar á Dios que le librase <strong>de</strong> las manos<br />
<strong>de</strong>l procónsul, y no le <strong>de</strong>jase pa<strong>de</strong>cer y morir , pues<br />
no tenia culpa. Hizo el santo apóstol oración por el mozo,<br />
y por inducimiento <strong>de</strong> la mala madre el buen hijo fué con<strong>de</strong>nado<br />
á ser encubado 5 y san Andrés fué preso y echado<br />
en la cárcel , porque volvía por él. Púsose en oración<br />
el santo apóstol , y súbitamente comenzó á temblar la tierra<br />
y tronar el cielo y caer muchos rayos, y el procónsul<br />
cayó <strong>de</strong> su silla, y la gente, <strong>de</strong>spavorida y asombrada, se<br />
postró en el suelo , y la <strong>de</strong>sventurada madre , que habia<br />
incitado á mal á su hijo, y acnsádole y perseguídole, porque<br />
no habia querido ofen<strong>de</strong>r á Dios , quedó allí seca y<br />
muerta ; y se conoció la inocencia <strong>de</strong>l mozo y la eficacia<br />
<strong>de</strong> la oración <strong>de</strong> san Andrés , y que Dios nuestro Señor<br />
aunque á las veces los <strong>de</strong>ja pa<strong>de</strong>cer , al cabo vuelve pollos<br />
suyos. Haciendo <strong>de</strong> nuevo oración san Andrés, el Señor<br />
sosegó aquella tempestad , y levantó á los caldos y<br />
dio ánimo á los que estaban <strong>de</strong>smayados ; y fué esto ocasión<br />
para que muchos se convirtiesen y abrazasen la fé<br />
<strong>de</strong> Jeáucrislo. Otra vez dice que en la ciudad <strong>de</strong> Filipo, en<br />
NOVIEMBRE.<br />
4G9<br />
llaccdonia, habia dos hermanos caballeros y ricos, <strong>de</strong> los<br />
cuales el uno tenia dos hijos, y el otro dos hijas : concorláronse<br />
entre si que los dos hijos se casasen con las dos<br />
hijas que eran primos hermanos, para que la hacienda y<br />
memoria <strong>de</strong> su casa mejor se conservasen; pero estando ya<br />
para celebrarse las bodas, los padres fueron avisados <strong>de</strong><br />
parle <strong>de</strong> Dios, que nocasasen á sus hijos hasta que su siervo<br />
Andrés viniese; porque él diria loque habian <strong>de</strong> hacer.<br />
Vino elsánlo apóstol <strong>de</strong> allí á Ires dias , y fué recibido <strong>de</strong><br />
ellos con gran gozo y alegría, y vieron en él un resplandor<br />
que salia <strong>de</strong> su rostro, tan gran<strong>de</strong>, que parecía un sol <strong>de</strong>.<br />
maravillosa claridad. Dijéronle loque habían <strong>de</strong>terminado<br />
<strong>de</strong> sus hijos, y que habian dilatado la fiesta <strong>de</strong> bodas por<br />
aguardarle; porque así se les habia mandado Dios. Respondióles<br />
que no les convenia aquel casamiento, por ser parientes<br />
tan cercanos los hijos que se habian <strong>de</strong> casar : que<br />
hiciesen penitencia <strong>de</strong> lo que habian pensado hacer; y que<br />
entendiesen que él no reprendía el matrimonio que Dios<br />
habia instituido, sino las <strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s que en él se cometen.<br />
Con esto todos quedaron enseñados, y no se casaron<br />
aquellos primos hermanos, por aviso <strong>de</strong>l santo apóstol:<br />
que es conforme á lo que san Gregorio dice, que aunque<br />
una ley romana permitía que el primo hermano se casase<br />
con su prima hermana ; pero que la experiencia enseñaba<br />
que no nacían hijos <strong>de</strong> tal matrimonio. Dejo los oíros milagros<br />
que se cuentan en aquella vida que escribió Abdías,<br />
así porque no son tan ciertos y auténticos , como porque<br />
son comunes y ordinarios. Estos he, querido referir aquí<br />
porque traen consigo enseñanza y doctrina. Digamos<br />
ahora lo que aconteció al sanio apóstol con Egeas, procónsul<br />
<strong>de</strong> Acaya, y como fué <strong>de</strong> él martirizado , resumiendo<br />
en breve lo que mas largamente refieren los presbíteros<br />
y diáconos <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> Acaya que escribieron (como<br />
dijimos) la historia <strong>de</strong>l martirio. Después que el glorioso<br />
apóstol había alumbrado las otras provincias y berras que<br />
arriba se dijo con la predicación <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong>l cielo,<br />
vino á I'atrás, ciudad <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Acaya ; y allí comenzó<br />
á esparcir los rayos <strong>de</strong>l Evangelio , y sacar <strong>de</strong>l<br />
cautiverio <strong>de</strong> Satanás las almas <strong>de</strong> muchos gentiles. Supo<br />
esto un procónsul, llamado Egeas , el cual con varias artes,<br />
tormentos y muertes procuraba persuadir á los cristianos<br />
(queya eran muchos), que adorasen á los falsos<br />
dioses. Euése á él san Andrés , y díjole : Razón fuera , ó<br />
Egeas, que tú que eres juez délos hombres , conocieses á<br />
tu juez que está en el cielo , y conociéndole le honrases<br />
por verda<strong>de</strong>ro Dios, como lo es, y <strong>de</strong>jases <strong>de</strong> honrar á los<br />
que no son dioses. Egeas le dijo : ¿Eres tú , Andrés, el<br />
que <strong>de</strong>struyes los templos <strong>de</strong> los dioses, y persua<strong>de</strong>s á los<br />
hombres qiie reciban aquella secta superticiosa , que los<br />
príncipes romanos mandan <strong>de</strong>sterrar <strong>de</strong> su imperio? Tomó<br />
ta mano el santo apóstol, para <strong>de</strong>clarar al procónsul el<br />
misterio inefable <strong>de</strong> nuestra re<strong>de</strong>nción , y la caridad inmensa<br />
con que Jesucristo se habia vestido <strong>de</strong> nuestra carne<br />
mortal, y <strong>de</strong> su voluntad muerto en nna cruz por nuestros<br />
pecados , ensalzando y magnificando la gran<strong>de</strong>za soberana<br />
<strong>de</strong> la misma cruz , y explicando la conveniencia<br />
que había en aquel misterio escondido y encubierto á los<br />
ojos ciegos <strong>de</strong> los gentiles.<br />
Después que Egeas le hubo oído , dijo al sanio apóstol:<br />
Todo eso cuenta á los que han <strong>de</strong> creer; y créeme tú á mí,<br />
que si no sncríficares á los dioses, te mandaré poner en<br />
la cruz que tanto alabas. Respondió san Andrés : Yo cada