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Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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DIA 27.<br />

la victoria y corona. Embravecióse el rey, y por parecer<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong> su consejo, para terror y espanto do los <strong>de</strong>más<br />

cristianos, mandó que le matasen, corlándole uno á<br />

uno lodos sus miembros. Lleváronle al lugar <strong>de</strong>l suplicio,<br />

y tomando el verdugo la mano <strong>de</strong>recha, le corló el <strong>de</strong>do<br />

pulgar, y <strong>de</strong>spués uno á uno todos los oíros <strong>de</strong>dos <strong>de</strong><br />

aquella mano, alabando el santo mártir en cada uno <strong>de</strong><br />

sus tormentos al Señor, y haciéndole gracias porque como<br />

vid le podaba para que diese mas copioso y suave fruto.<br />

Por este ór<strong>de</strong>n le corlaron los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> la mano izquii'ida<br />

y luego los <strong>de</strong> los piés, y <strong>de</strong>spués los mismos piés,<br />

manos, y las piernas y brazos, basta <strong>de</strong>jarle solo el vientre<br />

y la cabeza. Estaba el santo con admirable constancia<br />

y alegría, y <strong>de</strong>cia: Oídme, Señor, Dios <strong>de</strong> los vivos y <strong>de</strong><br />

los muertos: no tengo <strong>de</strong>dos, Señor, ni manos para alzarlas<br />

á vos: mis piés han sido truncados y mis rodillas cortadas,<br />

<strong>de</strong> manera que no me puedo inclinar: soy como una<br />

casa que está para caer por haberle quitado los pilares<br />

que la sustentaban. Pues, Señor nuestro Jesucristo, oidme<br />

por vuestra sagrada pasión, y librad mi alma <strong>de</strong> la cárcel<br />

<strong>de</strong>esle cuerpo. En acabando <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir estas palabras,<br />

uno <strong>de</strong> aquellos sayones arremetió á él y le corló la cabeza;<br />

y los cristianos se animaron con el ejemplo <strong>de</strong> na<br />

mái'tir tan esclarecido, y lomando secretamente su cuerpo<br />

le enterraron.<br />

Fué su martirio á los 2T <strong>de</strong> noviembre, y con él murieron<br />

otros innumerables cristianos en tiempo <strong>de</strong>l emperador<br />

Teodosio, el menor. Hacen mención <strong>de</strong> él el Martirologio<br />

romano y los latinos; y los griegos en su Menologio;<br />

Nicéforo, lib. xiv <strong>de</strong> su Historia, cap. 20; Surioen<br />

el vu tomo; Mombricio lomo x; y el car<strong>de</strong>nal Baronio en<br />

sus anotaciones.<br />

SAN VAULAAN V SAN JCSAFAT, CONFESORES. — La vida<br />

<strong>de</strong> los santos confesores Bariaan y Josafat escribió largamente<br />

san Juan Damasceno; y reducida á brevedad, fué <strong>de</strong><br />

esta manera.<br />

Después que el glorioso apóstol santo Tomé ilustró las<br />

partes <strong>de</strong> la India oriental con la predicación evangélica,<br />

y convirtió á innumerables indios á la fé <strong>de</strong> Cristo nuestro<br />

Re<strong>de</strong>ntor, muchos cristianos comenzaron á abrazar la vida<br />

perfecta, y dando libelo <strong>de</strong> repudio á todas las cosas <strong>de</strong> la<br />

tierra, retirarse á la soledad, hacer monasterios, vivir en<br />

ellos con extremada santidad, <strong>de</strong> manera que la religión<br />

cristiana florecía en aquellas parles que ántes solían ser<br />

tan ¡ucultas y estériles. Vino á tener imperio <strong>de</strong> la India<br />

un rey llamado Abenner, varón en la hermosura <strong>de</strong> su<br />

rostro, gran<strong>de</strong>zas y fuerzas <strong>de</strong>l cuerpo señalado, y muy<br />

excelente por las guerras que había hecho, y por las victorias<br />

que había alcanzado <strong>de</strong> sus enemigos; pero juntamente<br />

era muy dado al vano culto <strong>de</strong> sus dioses, y entre<br />

sus gran<strong>de</strong>s felicida<strong>de</strong>s sentía muebo el no tener<br />

hijos á quienes <strong>de</strong>jar sus copiosos tesoros. Viendo, pues,<br />

la vida que los monges hacian, y la fé <strong>de</strong> Críslo que<br />

predicaban, y que mucha gente noble y principal abrazaba<br />

su doctrina, ciego con el celo <strong>de</strong> sus falsos dioses, <strong>de</strong>terminó<br />

con rabia y furor perseguir á lodos ios crislianos<br />

y especialmente á los monges, y ejecutar en ellos bravísimos<br />

tormentos hasta quitarles las vidas. Púsolo por obra*<br />

y muchos cristianos murieron en aquella persecución y<br />

otros huyeron á los <strong>de</strong>siertos mas apartados. Nacióle en<br />

este tiempo un hijo tan <strong>de</strong>seado, y púsole por nombre Josafal,<br />

y juntando muchos cal<strong>de</strong>os y varones sabios en la<br />

TOMO III.<br />

NOVIEMBRE. 457<br />

aslrología, preguniólcs acerca <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> su hijo lo<br />

que entendían ¿qué sería <strong>de</strong> él? Ellos le respondieron, por<br />

lisonjearle, que había <strong>de</strong>serun príncipe felicísimo y po<strong>de</strong>rosísimo,<br />

y vencer en estado y riquezas á lodos los reyes<br />

sus antepasados: pero uno <strong>de</strong> ellos que tenia nombre <strong>de</strong><br />

mas sabio, respondió que era verdad lo que los otros <strong>de</strong>cían,<br />

pero nó <strong>de</strong> la manera que ellos lo entendían; porque<br />

el po<strong>de</strong>r y felicidad <strong>de</strong> su hijo habia <strong>de</strong> ser, nó acá en la<br />

tierra, sino en el cíelo y en el reino <strong>de</strong> los cristianos, cuya<br />

religión habia <strong>de</strong> abrazar y seguir. Esto dijo el cal<strong>de</strong>o y<br />

astrólogo, nó porque las estrellas le pudiesen enseñar esta<br />

verdad, sino porque Dios nuestro Señor se la hizo <strong>de</strong>cir,<br />

para mayor gloria <strong>de</strong> su religión y prueba <strong>de</strong> su divina<br />

gracia como a<strong>de</strong>lante se verá.<br />

Mucho se afligió el rey cuando oyó esta nueva , y se le<br />

aguó el gozo <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong> su hijo; pero para atajarcl<br />

daño que <strong>de</strong> ser cristiano se le podía seguir, mandó edificar<br />

en un lugar apartado <strong>de</strong> su córte un suntuoso [¡alacio,<br />

y criar allí á su hijo, dándole ayo y criados que le sirviesen<br />

y guardasen, mandando expresamente que ninguno<br />

le nombrase el nombre <strong>de</strong> Críslo ni <strong>de</strong> cristiano, ni le dijese<br />

cosa que lo pudiese dar disgusto, ni noticia <strong>de</strong> las miserias<br />

<strong>de</strong> esta vida. Creció con el tiempo Josaíat, y diéron-<br />

1c maestros que le enseñasen lasarles liberales y ciencias<br />

que los persas aprendían: y como era <strong>de</strong> tan vivo y agudo<br />

ingenio, fácilmente Jas aprendió, y en breve tiempo aprovechó<br />

mucho en ellas, con gran<strong>de</strong> admiración <strong>de</strong> sus mismos<br />

maestros. Con los años iba creciendo el seso y juicio<br />

<strong>de</strong> Josafat: y viendo que estaba tan encerrado y guardado,<br />

y que no le <strong>de</strong>jaban salir <strong>de</strong> su palacio, quiso saber la<br />

causa <strong>de</strong> ello, y preguntósela á uno <strong>de</strong> sus mas familiares<br />

y fieles criados. Supo que la causa era el temor que su<br />

padre tenía <strong>de</strong> que no se hiciese cristiano; y con esta ocasión<br />

vino á tener noticia <strong>de</strong> quiénes eran los cristianos,<br />

que ley tenían, qué fé profesaban y cómo vivían ; y locándole<br />

nuestro Señor el corazón le dió vivos <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> ser<br />

cristiano. Fué un día el rey su padre á verle: hallóle triste<br />

y pensativo, quiso saber la causa, y él respondió que<br />

era por verse tan encerrado y como preso, sin tener libertad<br />

<strong>de</strong> salir <strong>de</strong> su palacio como sus criados salían. E(<br />

rey, que tiernamente le amaba, le dió licencia para quo<br />

saliése cuando quisiese; pero dióle personas <strong>de</strong> quienes se<br />

fiaba para que siempre le acompañasen y no le <strong>de</strong>jasen<br />

hablar con cristiano alguno, especialmente con monge solitario,<br />

y juntamente or<strong>de</strong>nó que apartasen <strong>de</strong> la vista <strong>de</strong><br />

su hijo todos los pobres enfermos, contrahechos y personas<br />

miserables, para que no topase con ellos ni viese cosa<br />

que le pudiese congojar, sino que le entretuviesen en fieslas<br />

y regocijos, y en lodo lo que le pudiese dar contento y<br />

alegría. Salió, pues, el príncipe Josafat <strong>de</strong> su encerramiento<br />

: y como son tantas y tan comunes las miserias humanas,<br />

por mucho que se las quisieron <strong>de</strong>sviar, luego que<br />

anduvo por el mundo encontró con ellas. Vió algunos hombres<br />

ciegos, mancos, cojos y oíros viejos acorvados y cercanos<br />

á la muerte: y como lodo esto le era nuevo y él<br />

era <strong>de</strong> lindo y curioso ingenio, luego preguntaba qué era<br />

aquello : y entendiendo que son manqueras y miserias <strong>de</strong><br />

la naturaleza humana, y que no hay hombre ninguno aunque<br />

sea rey, que por su condición y estado sea exento <strong>de</strong><br />

ellas, y que Ia muerte es fin y remate <strong>de</strong> todos los placeres<br />

y gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> esta vida, por una parle se enternecia<br />

consi<strong>de</strong>rando la flaqueza <strong>de</strong>l hombre, y por otra hacia<br />

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