Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

45 i LA LEYENDA DE ORO.
Céforo Calixto; la Historia Tripartita 5 Beda; Üsuardo y
Adon; y el Martirologio romano, y el cardenal Baronio en
el tercero tomo de sus Anales.
* Los DESPOSOIUOS DE NUESTIU SIÍSOIU.—Estos desposorios
fueron celebrados en Jenisalen, y de ellos dice el gran
canciller de París, Gerson, que no fueron dos esposos José
y María, sino dos virginidades que se unieron.
Los SANTOS FAISTO, DIDIO Y AMMONÍO, MÍRTIUES.—Eran
sacerdotes de la Iglesia de Alejandría, y murieron derramando
ÍU sangre en la misma ciudad, en compañía de su
venerable pastor san Pedro Alejandrino, cuya vida acabamos
de poner en este mismo dia.
Los SANTOS FILE AS, ESJQIHO, PACOMIO Y TEOOORO, MÁRTI­
RES.—Todos eran obispos de distintas ciudades de Egipto.
En tiempo del emperador Diocleciano, murieron martirizados
con otros seiscientos y sesenta criáliaaús, los-cuales
fueron levantados al cielo, dice el Martirologio, por la espada
de la persecución. El cardenal Baronio cree qtie
m muerte fué elaíio 310.
SAN MARCKLO, PRESUÍTEILO Y MÁRTIR.—Floreció durante el
KÍg!o IY en Nicomedia^ y muriójá mediados del mismo siglo.
Gomo era muy zeloso en la defensa de las verdades
católicas, el obispo de dieba ciudad, llamado Ensebio,
unido á los arríanos^ lo bi/o precipitar de una roca muy
alta, y alcanzó la corona de la vida cierna.
SIN BEUNO, OBISPO Y MÁRTIR.—Fué obispo de Pavía en el
siglo XII, y murió á manos de los herejes el año 1149,
después de baber dado ilustre testimonio de santidad y de
alta sabiduría. Por sus muchos milagros, testificados después
completamente, el papa Eugenio IV le colocó solemnemente
en el catálogo de los santos.
SAN Siaicjo, PAPA Y CONFESOR.—Nació en Roma, abrazó
el estado eclesiástico, sobresalió ert las ciencias sagradas,
y el dia 1 de diciembre del año 381, fué electo soberano
pontífice para suceder al papa san Dámaso. Gobernó la
Iglesia con gran prudencia, y brilló con todas las virtudes
apostólicas. Escribió cartas inslruclivas á varios obispos
sobre punios de disciplina, y es célebre sobre todas la
que dirigió al metropolitano de Tarragona, llamado Ilimcrio,
en la que contesta h algunas cuestiones importantes
que había propuesto aquel prelado, carta que es considerada
por los críticos como la primera epístola diecretal que
debe reconocerse por verdadera. Silicio condenó á Joviniano
y á sus sectarios, y murió santamente el dia 23 de
noviembre del año 398, llorado por todos los fieles, á
quienes habia edificado con el espectáculo de sus emíneales
virtudes.
SAN AMADOR, OBISPO Y CONFESOR—Gobernó la Iglesia de-
Autun en el siglo VI, de cuyo territorio acabó de desterrar
los restos de la idolatría. Estuvo unido con los vínculos
de la virtud y la amistad con el papa san Silveno, al
cual consoló en el destierro con cartas y din&ro. Estuvo
dotado del don de milagros, y durmió tranquilo en el Señor
á mediados de dicho siglo VI.
SAN CONRADO, OBISPO Y CONFESOR.—Nació de la ilustrísima
casa de los Güelfos en Alemania, y desde su infancia
anunció que seria un santo. Estudió en la célebre escuela
de Confianza y salió muy aventajado en las ciencias.
Disgustóse de las cosas del mundo, y se entregó al servicio
de Dios con fervor extraordinario. Presidia álodas sus
acciones una sencillez cristiana, que le hacia amable á
Dios y á los hombres. Cuando recibió las sagradas órdenes,
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le confirieron la dignidad de preboste de la iglesia caledial
de Constanza, y habiendo muerto aquel obispo el
año 93i, Conrado fué elegido desde luego sucesor suyo
por la voz unánime de cuantos tenían parte en la elección.
Su bumildad se resistió por mucho tiempo á admitir aquel
cargo; pero al fin cedió á las visibles señales de la voluntad
del cielo, y fué consagrado. Trabajó desde luego con
zelo infatigable en los negocios elesiáslicos, y habiendo
empezado á ser muy frecuentes en aquel tiempo las peregrinaciones
á Jerusalen, Conrado visitó por tres veces ios
lugares santos, animado siempre de sentimientos de penitencia
y piedad. Habiendo llegado ya á una edad avanzada,
se preparó para el paso á la eternidad, con el ejercicio
mas fervoroso de todas virtudes : sus ovejas enconlrarnn
en él un padre y un consolador, un maestro y una luz segura
que las guiaba por el camino de la verdad. Después
de un episcopado de cuarenta y dos años, murió en el
Señor, el año 9T6, glorioso en milagros.
SAN SILVESTRE, ABAD Y PUNDADOU.—Nació el añoim
en Osimo de Italia. Estudió el derecho y la teología en
Bolonia y en Padua, y fué hecho después canónigo de su
patria. Entregóse á la educación del pueblo, á la meditacio»
y al estudio sagrado, y aun en medio de estas santas
ocupaciones, se vió hecho el blanco de muchas persecuciones
por parle de aquellos á quienes reprendía. La vista
del cadáver de un hombre, que habia sido muy admirado
por su belleza, acabó de separarlo enteramente del
mundo. Partió secretamente de Osimo, y se retiró á un desierto
situado á treinta millas de la ciudad. El siervo do
Dios tenia entonces cuarenta años. La fama de su santidad
le atrajo dentro de poco un número considerable de disefpnlos,
y el año 1231 fundó el monasterio de Monte Fano,
en la Marca de Ancona. Dió á sus discípulos la regla de
san Benito, y la nueva órden fué poco después aprobada
por la santa sede y milagrosamente extendida por toda
la llalla. El piadoso fundador murió el 2G de noviembrede
1267, á la edad de noventa años, ilustre en la penitencia,
en la oración y en el don de milagros.
SAN BÁSOLO, CONFESOR.— Fué natural del Lcmosin y de
familia vica. El deseo de vivir solo para Dios le hizo abandonar
sus riquezas y su patria, y se fué á Rheims, en cuya
diócesis buscó una soledad, se lijó en ella, ediíicó una capilla,
y después de haber pasado cuarenta años en los
ejercicios de aquella sania vida, murió el dia 26 de noviembre
del año 620. Su nombre llegó á ser célebre por
los muchos milagros obrados por su intercesión.
SAN ESTIUANO, CONFESOR.—Fué anacoreta en Andrinópolis
de PaQagonia, y esclarecido en grandes milagros,
descansó en santa paz á mediados del siglo VII.
SAN NICON, MONGE.—Natural del Ponto, dejó á los pocos
afíos su patria para ir á vivir en un monasterio. Después
de doce años de estudio, penitencia y fervorosa preparación,
fué destinado al ministerio de la predicación, y produjeron
taalo fruto sus discursos, que sus superiores lo
enviaron en calidad de misionero á la Armenia y luego á
la isla de Creta, dominada entonces por los sarracenos. En
todas partes m glorioso rebultado coronaba sus trabajos,
y posteriormente hizo admirables conversioaes en el Peloponeso,
la Acaya, el Epiro y otros lugares de la Grecia,
hasta que el Señor le llamó á su sania morada, hallándose
en el Peloponeso, el año 998.
SAN GOINZALO, ODISPO Y CONEESOK.—Fué obispo deMon-