Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
PÍA<br />
los ¡iidM-ioiTS latí penileales, que á raiz <strong>de</strong> las carnes vostia<br />
m jfüwa híxho dii ospai lo, anudado y torcido, á modo <strong>de</strong><br />
malla ó red, y los calzones <strong>de</strong> lo mistíio; y cuando se los<br />
<strong>de</strong>snudaba, era para lomar sangrienlas disciplinas, 6 ponerse<br />
nías ásperos cilicios. Acabada la teología, y enírando<br />
en los veinte y cinco años <strong>de</strong> edad, le mandaron los prelados<br />
se or<strong>de</strong>nase <strong>de</strong> misa, aneftift resisliéndolo s» humildad.<br />
Después <strong>de</strong> haberse or<strong>de</strong>nado, so preparó para celebrar<br />
la misa primera, con largas vigilias, con tan fervientes<br />
<strong>de</strong>seos, con tanta humildad y encendido amor <strong>de</strong> l>ios.,<br />
que parece cju.'i'ia exce<strong>de</strong>r á los serafines. Lo que sumamente<br />
<strong>de</strong>seaba y pedia á Dios con instancia, era que le<br />
conservase su Majestad toda su vida la blanca estola qne<br />
le vistió en el bautismo, y que hasta entonces, por especial<br />
gracia suya, liabia procurado guardar intacta. Cuando<br />
en la misa tuvo al Señor en sus manos, <strong>de</strong> suerte enfervorizó<br />
la súplica, que mereció oír por respuesta: Yo te<br />
concedo lo que me pi<strong>de</strong>s. Quedó el santo sacerdote Um<br />
agra<strong>de</strong>cido como consolado; porque juntamente sinlió en<br />
su alma una espiritual renovación, y haberle el Señor concedido<br />
una pureza tan feliz, que le restituyó á la inocencia<br />
<strong>de</strong> un niño <strong>de</strong> dos años, y confirmó en gracia, al modo<br />
que á los sagrados apóstoles, para que jamás le llegase<br />
á ofen<strong>de</strong>r con culpa grave, como se supo <strong>de</strong> sus confesores<br />
y <strong>de</strong> dos personas espiriluales á quienes nuestro Señor<br />
lo reveló: y á esto parece aludia lo que la sania madre<br />
Teresa solia repetir (siendo ya el siervo <strong>de</strong> Dios carmelita<br />
<strong>de</strong>scalzo), diciendo, que ei P. Fr. Juan <strong>de</strong> la Cruz era una<br />
<strong>de</strong> las almas mas puras y santas que Dios tenia en su<br />
Iglesia, y que le habla infundido gran<strong>de</strong>s tesoros <strong>de</strong> luz,<br />
pureza y sabiduría <strong>de</strong>l cielo.<br />
Para asegurar maslales tesoros, <strong>de</strong>seaba escon<strong>de</strong>rlos y<br />
retirarlos mas <strong>de</strong>l mundo: y para hacerlo iba Irafando <strong>de</strong><br />
pasarse ala Cartuja para vivir mas <strong>de</strong>sconocido y mas ú<br />
solas con Dios. Andamio con estos pensamienlos, vino <strong>de</strong><br />
Salamanca á Medina en ocasión que la santa madre Teresa<br />
acababa do fundar el convento <strong>de</strong> sus monjas en aejue-<br />
Ita villa, y disponía el fundar otro <strong>de</strong> frailes, también <strong>de</strong>scalzos,<br />
porque hasta entonces solo habia fundado monjas.<br />
Tenia para todo las <strong>de</strong>bidas licencias ; pero faltábanle sugelos<br />
que lo principiasen. Noticiada <strong>de</strong> las buenas calida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> Fr. Juan <strong>de</strong> San Matias, le <strong>de</strong>claró sus intentos <strong>de</strong><br />
fundar unconvento<strong>de</strong> lamisma ót<strong>de</strong>n muy reformado, y en<br />
don<strong>de</strong> los frailes profesasen también la misma austeridad,<br />
pobreza, retiro y regla primitiva que ya liabia entablado<br />
en las monjas: y que pues este mismo espíritu le tiraba á<br />
la Cartuja; buena Cartuja tendría aquí <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>su or<strong>de</strong>n.<br />
No fué menester mas para que le diese su consentimiento<br />
el siervo <strong>de</strong> Dios; porque mientras hablaba la santa, le<br />
acordó el Señor, que esto era lo que le dijo antes <strong>de</strong> tomar<br />
el hábilo en aquellas palabras, « que seria religioso<br />
en una religión, cuya perfección antigua ayudaría á levantar,»<br />
con que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego se ofreció eon gusto á la<br />
santa.<br />
Aun no tenia la santa madre sitio ni casa alguna para<br />
el efecto; pero Dios, que era el principal autor <strong>de</strong> este negocio,<br />
presto le envió un caballero que le ofreció una casa<br />
ó cortijuelo en la al<strong>de</strong>a <strong>de</strong>Doruelo, entre Yalladolíd y Medina<br />
<strong>de</strong>l Campo, que es en Castilla la Vieja. Estaba la casa<br />
en un campo <strong>de</strong>sabrigado, expuesto á lodos vientos y soles,<br />
junto á un arroyuelo llamado Risalmar: consistia toda<br />
ella en un razonable portal ¡ á un lado <strong>de</strong> él corría una<br />
NOVIEMBRE. 439<br />
cámara no muy larga, tan baja, que casi ofendia las cabezas:<br />
encima un <strong>de</strong>sván á teja vana, á quien daba ó quitaba<br />
luz una leja que servia <strong>de</strong> ventana: fuera <strong>de</strong> esto habia<br />
una cocinilla, y lodo lo abrazaba una cerca rüslica.<br />
Aquí envió sania Teresa al bendito Fr. Juan con un peón,<br />
para que aliñasen y compusiesen aquella pobre posada en<br />
forma <strong>de</strong> convento, mienlras iban dos frailes mas que ya<br />
tenia prevenidos, para que diesen principio á la reformación.<br />
Todo el ajuar que llevaba era un recado para <strong>de</strong>cir<br />
misa, y el hábito <strong>de</strong> pobre y riguroso sayal que la santa<br />
madre le dió, cosido por sus manos para veslirlo en <strong>de</strong>scalzándose.<br />
Con este pobre aparato llegó á Duruelo; y con<br />
el gran<strong>de</strong> fervor <strong>de</strong> espíríluquc llevaba, le pareció haber<br />
llegado á las Indias <strong>de</strong> sus mayores riquezas y al centro<br />
<strong>de</strong>sús <strong>de</strong>seos. Todo ei dia gastó en formar y componer<br />
aquel resumido convento, mo<strong>de</strong>lo y ejemplar originario <strong>de</strong><br />
todos los que ahora ocupan las cuatro partes <strong>de</strong>l mundo.<br />
Comenzó barriendo toda la casa, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> bien limpia<br />
ia adornó <strong>de</strong> calaveras y cruces que hizo <strong>de</strong> palo rústico.<br />
A la noche, cuando le faltó la luz <strong>de</strong>l dia para po<strong>de</strong>r trabajar,<br />
se acordó hablan pasado lodo el dia sin comer, Envió<br />
al compañero á pedir alguna limosna, con que pasaron<br />
aquella noche. Al otro dia, dispuesto el monasíerio bien<br />
pobremente, vistióse su hábito <strong>de</strong>scalzo, angosto y breve,<br />
hasta el tobillo, en la forma que ahora lo llevan los padres<br />
Garmelitas <strong>de</strong>scalzos, todo muy estrecho y reformado, <strong>de</strong>scalzo<br />
<strong>de</strong>l todo, sin abrigo, sin <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> pies y piornas;<br />
porque <strong>de</strong>spués admitieron las sandalias ó alpargatas que<br />
ahora usan. Así <strong>de</strong>snudo y recoleto presentó á los ojos <strong>de</strong>l<br />
inundóla figura <strong>de</strong>l primer <strong>de</strong>scalzo carmelita, renovador<br />
<strong>de</strong> la antigua severidad profética. Admiraban los labradores<br />
en aquel nuevo ermitaño el áspero Irüje nunca visto,<br />
la aspereza <strong>de</strong> vida, el aspecto endiosado y el Iralo todo<strong>de</strong>l<br />
cielo. Oíanle palabras <strong>de</strong> vida, y al olor <strong>de</strong> tanta santidad<br />
se iban tras él; y no se hablaba <strong>de</strong> otra cosa por las al<strong>de</strong>as<br />
comarcanas, sino <strong>de</strong>l fraile <strong>de</strong>scalzo. No <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> acometer<br />
el <strong>de</strong>monio al nuevo guerrero <strong>de</strong> muchas maner as<br />
en esto liempo; pero no sacando mas que confusión lo <strong>de</strong>jo<br />
por entonces.<br />
Casi dos meses estuvo solo el santo padre aguardando<br />
los compañeros que llegaron á 27 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1568:<br />
y habiendo pasado la noche en larga y fervorosa oración,<br />
dijeron misa al otro dia; é hincándose <strong>de</strong> rodillas <strong>de</strong>lanlo<br />
<strong>de</strong>l sanUsirao Sacramento, renovaron la profesión y renunciaron<br />
soleranemenle la regla mitigada en que ánlcs<br />
habían vivido, y prometieron áDios nuestro Señor y á la<br />
Virgen María <strong>de</strong>l monte Carmelo, y al reverendísimo padi c<br />
general, vivir conforme á la primitiva sin mitigación hasta<br />
la muerte. Mudaron los sobrenombres, por haberlo así<br />
introducido la santa madre en las religiosas : el P. Fr. Antonio<br />
<strong>de</strong>Heredia se llamó Fr. Antonio <strong>de</strong> Jesús: el padre<br />
Fr. Juan <strong>de</strong> San Matías se apellidó <strong>de</strong> la Cruz; y el hermano<br />
Fr. José se nombró <strong>de</strong> Cristo; haciendo todos tres<br />
un Cristo Jesús crucificado, con que dieron principio á la<br />
familia <strong>de</strong> los carmelitas <strong>de</strong>scalzos, para gran<strong>de</strong> edificación<br />
<strong>de</strong>l mundo y gloria <strong>de</strong> Dios. Presto llegó el padre provincial<br />
<strong>de</strong> la observancia, y nombró por prior al P. Fr. Antonio<br />
<strong>de</strong> Jesús: por superior al P. Fr. Juan déla C.uz; y a\<br />
hermano Fr. José <strong>de</strong> Cristo cupieron lasllaves <strong>de</strong> portería<br />
y sacristía.<br />
Dejando lo <strong>de</strong>más parala historia <strong>de</strong> la religión, proseguiremos<br />
la vida <strong>de</strong>l glorioso san Juan <strong>de</strong> la Cruz, á quien