Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

430 LA LEYENDA DE ORO. DJA n .
algunas leyes muy severas contra los lierejes, haciéndole
conocer los Iraslornos que excita siempre el espíritu de
secta en el estado, lo mismo que en la religión. Cuéntase,
que incomodado un dia Anfiloquio poi que aquel príncipe
oia favorablemente á los arrianos, fué al palacio imperial,
y afectó hacer poco caso de Arcadio, hijo del emperador.
Ofendido este de semejante conducta, mandó que el venerable
obispo fuese echado á la calle ; mas el sanio le dijo
entonces con entereza : «Señor , vos no queréis que se
falte al respeto á vuestro hijo, y os indignáis contra los
que no le veneran : ¿cómo creéis que tratará el Dios del
universo á los que blasfeman contra su Hijo üníco ?» Semejante
indicación , cuya Gesta y sabiduría conoció Teodosio,
decidió al emperador á reprimir los excesos de los
arrianos. San Anfiloquio asistió al primer concilio general
d&.Consianlinopla en 381 , presidió el concilio de Sida , y
en uno y otro hízose admirar por sus luces y su zelo. Parece
que murió el ano de 39 4 ; dejando á la posteridad la
reputación de uno de los padres mas ilustres de la Iglesia
griega. San Gregorio Nacianccno le llama «pontífice irreprensible
, ángel del Señor y héroe de la verdad,» y él
mismo nos dice que el santo obispo de Iconia curó á muchos
enfermos por medio de sus oraciones, por la invocación
de la santísima Trinidad , y por la oblación del incruento
sacrificio.
SAN GREGORIO, OBISPO T CONFESOR.—Floreció en el siglo
VI, siendoobispode Agrigento en Sicilia. Su zelo por la
defensa de la verdad católica le acarreó el odio de los herejos,
y sufrió con .paciencia y alegría todas las persecuciones.
Una vez fué acusado al pap;).san Gregorio, y tuvo
que ir á Roma para defenderse ; pero el pontífice, que conoció
su inocencia, le colmó de presentes y le animó á
continuar su tarea. Efectivamente, habiendo llegado á una
santa vejez, murió en el Señor, entre sus ovejas , el
año S92.
SAN TRUDON, OBISPO T CONFESOR.—Ilustró el territorio de
la Hasbania con el resplandor de sus virtudes. Habiendo
perdido á sus padres , so retiró á Melz , y se puso bajo la
dirección de su piadoso obispo. Durante algunos años distribuyó
su tiempo entre el estudio, las obras de caridad,
la lectura de los salmos, la meditación de la ley del Señor
y otros ejercicios de piedad. Después mandó edificar un
monasterio en una do sus posesiones, no solo para que
sirviese de asilo á los solitarios, sino para abrir en 61 una
escuela, en la cual aprendiese la juventud, lascienciasy la
piedad. Fué ordenado sacerdote, y con sus predicaciones
extirpó los restos de la idolatría ; estuvo también dotado
del don de milagros, y murió santamente el año «93.
SAN DANIEL, OBISPO T CONFESOR—Floreció al principio
del siglo VI en la Gran Bretaña, cuyas Iglesias lo han
tenido en grande veneración. El año 516 fundó un monasterio
ó colegio junto al canal que separa la isla de Anglesey
del país d# Gales. Poco después se levantó en el mismo
sitio una ciudad, de la cual fué Daniel nombrado
obispo , gobernándola hasta el año 3í;;, en que murió.
DIA 24.
SAN CRISÓGONO , MÁRTIR.—Entre los santos mártires,
que por mandado del emperador Diodcciano murieron por
Cristo, fué un Crisógono, caballero romano y varón muy
ilustre, el cual estuvo dos años en Roma detenido en la
cárcel, ministrándole en ella y proveyéndole de lo necesario
para su sustento una sania mujer llamada Anastasia,
que estaba casada con Publio, hombre principal y poderoroso,
pero no menos cruel y enemigo de cristianos : el
cual, sabiendo que Anastasia lo era , y loque hacia con
Crisógono, la encerró en un aposento de su casa con estrechas
guardas, para que no pudiese ejercer su religión,
ni proveer á Crisógono de comida y sustento, ni aun le
tuviese para sí, sino que poco á poco viniese á perecer de
hambre. Cuando se vió la santa apretada , buscó modo
para escribir una carta á Crisógono , en esta forma : «Al
santo confesor de Cristo , Crisógono , Anastasia. Aunque
el padre que me engendró fué gentil, Fausta ( otros
leen Flavia), mi madre, fué cristiana , y mujer muy
casta'; y ella desde niña me hizo cristiana , y después
de su muerte ful casada con un hombre cruel y
sacrilogo , cuya compañía y cama yo he huido por la
misericordia de Dios, con achaque de estar enferma. Empléeme
de noche y de dia en- hacer oración á Jesucristo,
y en imitar sus santas pisadas. Este hombre cruelísimo,
gastando mi patrimonio (con el cual se honra) con gente
iaquerosa y rnahi; á mí, como á maga y sacrilega , me
tiene puesta en la cárcel, tan dura, que pienso acabar la
vida en ella, porque no me falta para acabarla , sino espirar.
Y puesto caso que á mí me sea dulce y 'sabroso
perder la vida por Cristo , no dejo de sentir mucho que
mi hacienda (la cual yo toda habia ofrecido á Dios ) se
gaste en torpezas y en servicios de falsos dioses. Por
tanto yo te ruego, ó siervo de Dios, que supliques al Señor,
que, ó dé vida á este hombre , si se ha de reconocer
y convertirse á él, ó que se le lleve , si há de perseverar
en su dureza y obstinación : porque mejor le será perder
la vida que negar al Hijo Dios , y atormentar a los
que le confiesan. Yo hago testigo y prometo á Dios todopoderoso
, que si me veo libre de este trance , me emplearé
toda en su servicio, como solia, remediando y proveyendo
las necesidades de los santos confesores. Sea
Dios contigo, varón de Dios ; y acuérdate de mí.»
Recibió san Crisógono esta carta , estando en la cárcel
con otros muchos confesores: y después de hecho con
ellos oración al Señor por santa Anastasia, la respondió
de esta manera : «Entre las tempestades y torbellinos
de esto mundo en que andas fluctuando, ten por cosa
cierta, señora, que le ha de favorecer Jesucristo, y derribar
con una palabra en el profundo al demonio que te atormenta
y hace guerra : ten paciencia en medio de los trabajos
; y haz cuenta que estás en medio del mar combatida
de alguna furiosa tormenta , y confia que vendrá
Cristo sobre esas ondas, y te librará de ellas , y clama y
da voces con el Profeta, diciendo: ¿Por qué estás triste,
alma mia, y por qué te turbas ? Espera en Dios, que por
mucho que te pruebe y ejercite, no por eso deja de ser lu
salud. Piensa , señora , que Dios te quiere dar los bienes
del cielo; pues te quita los de la tierra : y si le parece
que tarda, entiende que lo hace para que estimes mas sus
dones. No te turbes ni le congojes, porque, viviendo bien,
le suceden males y trabajos : Dios prueba y no engaña. El
hombre es engañoso; y el que fia del hombre y pone en
él su esperanza, es maldito ; y bendito el que la pone en
Dios. Huye con gran cuidado y estudio todos los pecados,
y desea ser consolada de solo Dios , cuyos mandamientos
guardas ¡ porque cuando ménos lo pienses, él será gervido