Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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w propio (k' Bálá lugar, sino es [ralardo su vida y viiiudos;
dt'jyrcm(;s osta materia, remiliendo al que ioqoisíera
ver mas en particulíir, al cardenal Baronio y Sixto Senense,
que tratan de esta materia; y mas copiosamente con
grande erudición el padre doctor Francisco Turriano, do
la Compañía de Jesus. el cual escribió dos libros, uno en
•defensa de las Constituciones y Cánones apostólicos de san
Ciemenle, y otro do sus epístolas y de las otras de los
romanos pontífices. Escribieron de san Clemente, san Ireneo,
san Epifanio, san Agustín, San Gerónimo, Opiato Jlilevitano
y EiKpierio, y todos los Martirologios y escritores
do las vidas de sumos pontífices.
NOVIEMBRE
S.WTA FELÍCITAS, MÁivm.—Uno de los afectos que los
que tienen bijos deben tnas moderar y vencer, es e! amor
cgura.
Dichosa ella que tiene en el cielo (antas luces, cuarrtos
hijos tuvo en la tierra : dichosa fué en parirlos , y dichosísima
fué en enviarlos al cielo. Andaba mas diligente
entre los cuerpos mueitos, cuando el tirano solos mandaba
malar, que cuando los tenia en las cunas y les daba el
pecho ; porque con los ojos del alma consideraba , que
cuántas eran las heridas, lanías habian de ser las joyas de
la victoria : cuantos los tormentos, tantos los premios ; y
y cumio mas duras las batallas , mas gloriosas las coronas.
?()né diré do esta valerosa mujer? Sino que no es
verdadera madre , la que no sabe amar á sus hijos, como
esta amó á los suyos.» Ilasla aquí son palabras de SÜD Pedro
de Ra vena. Fué el martirio do sania Felicitas á los
23 de noviembre, del-año del Señor ii:>. Hacen mención
de ella el Martirologio romano y los demás.
* SIN'TA l.ur.BF.m, víimiíN Y MÁaTin.—En algunos Martirologios
se hace mención de esta santa virgen española,
y según diceel P. Florez en su España Sagrada, ya en el siglo
sexto habia en Mérida un templo consagrado á Dios
bajo la invocación de esta santa. No se sabe de cierto
cuando sufrió el martirio, creyendo algunos fuera en
tiempo de Decio. Según el cardenal Baronio murió el
año 303, y (lalesinio afirma que fue degollada de órden
de Deciauo en tiempo del emperador Diodcciuno.
SAN SISIMO, MÁUTIU.—Era un cristiano de Mármora, en
el Helesponlo , que por los últimos días de persecución
contra la Iglesia dió ilustre leslimonio de su fé. Sufrió
horribles tormentos, en medio de los cuales no cesó de
glorificar al Dios por quien padecía, y por fin fué degollado,
el año 311.
SAN ANFILOQUIO, OBISPO Y UWESOII.—Nació en Capadocia,
y se dedicó al estudio de la retórica y del derecho.
Fué magistrado de su patria ; mereció ser estimado de todos
por su probidad y sus costumbres, y estuvo uiHdo en
estrecha amistad con san Basilio y san Gregorio Nacianceno,
que eran de mucha mas edad que él. Por consejo
de este último dejó Anfiloquio el mundo, y se retiró á servir
á Dios en el desierto, d.inde vivió solo con su padre
anciano y enfermo, dedicándose lodo entero á la meditación
y al esludio d« las sagradas Letras. Hallándose en
Iconia de Pisidia , el año 31í , fué elegido obispo déla
misma ciudad, y á pefar do su humildad, fué desde luego
ordenado sacerdote y consagrado obispo por san Basilio,
que miró su elección como una providencia particular
del cielo en favor de la Iglesia de Oriente. El nuevo pastor
justificó osla opinión, trabajando de continuo para oponerse
á los vicios y á las herejías , corregir los abusos,
tronar con santa libertad contra el mar, y gobernar en
paz y justicia su rebaño. Obtuvo del emperador Teodosio
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