Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

4'26 LA LEYENDA DE ORO
por el suyo, con que hahia consngrndo al mismo Dios
para siempre su virginidad ; los sacerdotes maravillados
de aquella novedad, hicieron mucha oración y consullaron
con el divino oráculo lo que en aquel caso hablan de
hacer; respondió el Señor que todos los del linaje de David
que estaban presentes en Jerusalen se juntasen, y que
de ellos aquel se casase con ella á quien le cupiese la dichosa
suerte: y la Virgen tuvo revelación de Dios, que
obedeciese á los sacerdotes y no temiese; porque él la
gttardaria y conservaria entera y sin mengua en su propósito
y limpieza angelical. Cupo la suerte á Josó, de la
tribu de Judá, natural de Belén y de oficio carpintero, varón
sanio y de madura edad, y virgen y lleno de tantas y
-tan excelentes virtudes, cual convenia que fuese el esposo
de tal esposa; y siéndola sacratísima Virgen de trece
años y tres meses, se desposaron y fué entregada á su esposo
para guardarla, servirla y mirar por ella.
De la fiesta de la Presentación de nuestra Señora hacen
mención los Martirologios romano y de üsuardo, á los 21
de noviembre, que es el dia en que fué presentada. Molano
dice que el papa Pió 11, y el papa Paulo, también U,
instituyeron esta liesta y concedieron indulgencia á los que
la celebrasen, y quoántcs estaba recibida en las iglesias
de Francia perla devoción de Carlos V, su rey, como consta
por una epístola suya, escrita á Nicolás, obispo antisiodorense,
el año del Señor de l^To; pero parece que mas
antiguamente se celebraba esla festividad | porque los griegos
hacen mencicn de ella en su Menologio, y en una institución
dH emperador Manuel; qne cita Teodoro Balsamon,
demás de muchas oraciones de san Gregorio Niscno,
Hermanno, obispo de Conslantinopla y Gregorio, obispo
deNicomedia, que trae Matafrasle, y reíiere Lipomano -
y Sm io en el sexto tomo de las Vidas de los santos. Por
donde se: ve, que esta fiesta fué muy célebre en las Iglesias
de Oriente; pero habiéndose caldo y dejádosc de usar en
las de Occidente, la santidad do Sixto V, sumo pontífice
in.iiidó celebraren toda la universal Iglesia la fiesta de
la Presentación de nuestra Señora, á los 21 de noviembre,
por nn brcv.e despachado en Roma á 1 de setiembre, año
de 1988; que fué el primero de su pontificado
* S\x RÜFO, CONFESOIV.—El apóslolsan Pablo convirtió á
-esle santo á la religión cristiana, y de él hace especial
memoria en el capítulo 1C versículo trece de la caria á los
romanos, cuando dice: Saludad á Rufo escogido en el Señor.
Doroteo citado por Baronio dice que fué consagrado
obispo de Tebas por el mismo apóstol, y que murió santamente
en el Señor el año 38 de Jesucrislo. Sabemos que
san Policarpo escribió su vida, de la que no hemos tenido
noticia.
Los SANTOS CELSO Y CLEMENTE, MÁRTIUES.—Solo sabemos
por Criílcsinio que fueron dos santos muy célebres en
Roma durante los primeros siglos de la Iglesia.
Los SANTOS DEMETRIO Y lloxoaio, MÁRTIRES.—'Tampoco
sabemos de ellos mas que sus nombres conservados en
todos los Martirologios. Parece que padecieron martirio
en Ostia, ciudad de la campaña de Roma.
SAN ALBKKTO, OBISPO Y MÁRTIR.—Natural do Francia y
educado en las ciencias eclesiásticas, aprovechó tanto en
ellas, que por su iluslre ciencia unida á sus relevantes virí
Hdes, mereció ser elegido y consagrado obispo de Lieja
por el papa Celestino ID. Llegó á ser temible á los herejes
de-su-tiempo; pues la fuerza de su dialéctica, la encr-
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gía y robustez de sus discursos, y la claridad y brillanlez
de su vastísima erudición, le dieron tantas armas contra
el error, que al fin los herejes se decidieron á deshacerse
de un adversario tan formidable, asesinándole traidoramente
á fines del siglo XII. La Iglesia le veneró en seguida
como mártir, y sus reliquias fucion depositadas en la
iglesia principal de Rheims, donde se veneran.
Los SANTOS HONORIO, EUTIQUIO YESTÉVAN, MÁRTÍIIES.—
Ignoramos de cierto el lugar de su naturaleza, y solo sabemos
que derramaron su sangre por la confesión de la fé
de Jesucrislo, en una ciudad de España, durante la persecución
de Diocleciano.
SAN ELIODORO, MÁRTIR.—Durante la persecución del
emperador Aureliano fué este santo preso en Panfilia y llevado
como cristiano á la presencia del gobernador Aecio.
Quiso este obligarle á ofrecer Incienso á los dioses paganos;
pero el glorioso soldado de, Chisto se negó, diciendo
que jamás cometerla semejante apostasía: Condenáronle
pues á horribles tormentos ; los cuales suíi ió con santa
paciencia, triunfando de todos ellos por la virtud divina
que en él residía. Los mismos verdugos que le atormentaban,
admirados de su constancia y de sus milagros, abrazaron
también la religión y fueron con Eliodoro precipitados
en el mar, donde acaharon gloriosamente su martirio
el dia 21 de noviembre del afio 275.
SANOELASIO, PAPA Y CONFESOR.—Nació en Roma de padres
africanos, y se dedicó al esludio de las ciencias eclesiásticas.
Habiendo sido ordenado sacerdote, se distinguió
tanto por su santidad y doctrina en el clero romano, que
habiendo vacado la santa silla, fué Gelasio elegido y consagrado
soberano pontífice, por los primeros dias de marzodel
año í 92. Su principal cuidado fué desde luego restituir
la paz á las Iglesias de Oriente, lo cual no pudo conseguir.
Rehusó constantemente la comunión eclesiástica á
Eufemio, patriarca de Conslantinopla, que se habia mostrado
enemigo de la doctrina católica ; y el año 49í convocó
un concilio en Roma, compuesto de setenta obispos.
Formóse en él un catálogo de las Escrituras santas, que es
et mismo que aun hoy dia reconoce la Iglesia por canónico.
Trabajó con un zelo Incansable contra la herejía de
Eutiques, y tuvo que sufrir calumnias y persecuciones de
parte de aquellos sectarios, y del emperador de Conslantinopla
que los favorecía. Por fin, cumulado de méritos,
murió el santo pontífice en el Señor, el dia 21 de noviembre
del año 496. Su eminente sabiduría resplandece en los
escritos que nos dejó y que son: tratado contra Eutiques
y Nestorio; muchas carias, que sirvieron principalmente á
Baronio para la composición de sus Anales: algunos himnos,
prefacios y oraciones para el santo sacrificio, y para
la administración de los sacramenlos, y un antiguo Sacrainenlurio
de la Iglesia romana, que contiene todas las misas
del año, y las fórmulas para los sacramentos. San Gelasio
fué el primer papa que fijó la ordenación en las cuatro
témporas del año. «Las costumbres de esle pontífice,
dice un antiguo biógrafo, honraron su sabiduría y sus talentos.
Era de rarísima piedad; daba á la oración y á
otros santos entreicnimienlos con los masdignos servidores
de Dios, todo el tiempo que le dejaban libre las sublimes
funciones de su ministerio. Elevado á la maseminenledignidad,
la consideró siempre como una pesadísima carga y
una verdadera esclavitud, que le hacia responsable de todo
el mundo. Soeorria y alimentaba á cuantos pobres podía