Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

38G LÁ LEYENDA DE ORO. DIA 15.
Mbafrable g zo y alearte de sus almas, á los 15 dé no-
\mm\xe en que les fueron cortadas las cabezas , impei-audo
Dioclcciano. Después andanclo el licnipo en la misma
ciudad do Ldeso, siendo Licinio emperador de Oriente,
|ué'presoOBsanto diácono, llamado Abibo, que era de
ki misma patria que los sobredichos mártires Guria y Samona:
y sabiendo que el presidente Lisias le buscaba, él
mismo se manifestó y presentó; y teniéndolo por demasiado
atrevimiento y por afrenta suya , él inicuo juez lo
mandó extender en un madero tan reciamente, que fué
maravilla no hacerse pedazos los brazrs; y después con
peines de-hierro abrirle las entrañas. Como tan atroces
penas no hiciesen mella en aquel pecho sagrado y mas
fuerte que el acero y que el diamante, mandó que á fuego
lento ic quemasen para que !a muerte fuese tanto mas dolorosa
, cuanto mas prolija; y con este género de martirio
dió Abibo su espíritu al Señor, y fué sepultado su cuerpo
donde estaban los cuerpos de los otros dos. líi martirio de
estos valerosos caballeros y santos mártires de Jesucristo
escribió Metafiasle, y Arete, arzobispo de-Cesarea, hizo
una oración en su alabanza , y d IVTr. Lorenzo Surio los
pono en su sexto tomo. Elimo y el otro autor refieren un
milagro que quiero yo escribir aquí, porque de él podemos
sacar la reverencia que se debe á los santos, y lo
que Dios los eslima y obra por ellos: y que aunque disimula.y
eaila y perece que duerme, permitiendo que algunos
pecadores-suelten la rienda á sus apetitos y corran
&iu freno y-se enlreguen á la maldad; al cabo los alcanza
y castiga sin que se puedan escaparle sus manos. Dicen,
pues estos autores, que habiendo venido sobro la ciudad
de Edesa los hunos, gente feroz y bárbara, y siliádoía con:
un cerco apretado, el emperador romano envió, gente de
guerra para que la defendiesen. Entre los otros soldados
vino un godo (ahora sea que é! so llamaba por este nombre,
ahora porque era godo de . nación): este posó en
Edesa en casa de una viuda honrada, que tenia una hija
por extremo hermosa , honesta y recogida, la cual por
nuicho que huiael ser vista de los hombres, no pudo excusarse
tanto, que un dia no fuese vista del godo, que
posaba (cómoda dijimos) en su casa , y él se enamoró
tanto de su belleza que se determinó por cualquiera via
haberla. Pidióla per mujer á su madre con gran sumisión
y comedimiento: y "habiendo sido desechado muchas voces
de ella, tanto la importunó con sus palabras humildes,
con ricos dones y largas promesas, que la pobre madre
se rindió J prometió darle á su hija por mujer, habiendo
aquel hombre bárbaro primero jurado que no tenia mujer
ni hijos, como algunos decían. Dízose el casamiento: concibió
del godo la bija; é idos los hunos sin tomar la ciudad
y acabada aquella guerra,el godo quiso volverse A su
tierra y llevar consigo á su mujer preñada; pero la triste
madre que sentia mucho el apartarse de su hija, y