Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

DIA 1 Í.
sobre eslc [KirliouliU-, con auloridíul aposíólica, por el tenor
de las presentes lelras concedemos á los amados liijos,
clero secular y regular de los dichos reinos deEspaila ,
que en alguna dominica dei mes de noviembre que ha de
señalar el ordinario, puedan celebrar todos los años fiesla
del Patrocinio de la bienaventurada siempre Virgen María,
con oficio de duplex., etc. Fuera de esío, para aumentar
la devoción de los fieles y la salud de las almas
con los celestiales tesoros de la Iglesia , movidos de piadosa
caridad , concedemos misericordiosamente en el Señor,
indulgencia plenaria y remisión de todos sus pecados
á todos los fieles de Cristo, asi hombres como mujeres,
que verdaderamente penitentes, confesados y comulgados
en este día asistieren á la misa solemne, y en olla rogaren
á Dios por la paz entre los príncipes cristianos , extirpación
de las herejías y exaltación de la santa madre Iglesia,
etc. Dada en Roma sub amulo piscaíom , a 28
de julio de 1636, en el segundo de nuestro pon ificado.»
Por la piedad de nuestros reyes, y con el jubileo de su
santidad , se ha hecho esta fiesta una de las mas solemnes
que se celebran á nuestra Señora en España : y podemos
decir aquí muy á tiempo lo que dice Jorge Nicomedicnse
, autor antiguo y muy grave, en un sermun de
la Virgen hablando con ella; « Embaraza con tus ruegos
las guerras que se han movido contra tu pueblo. No hallamos
socorro mas poderoso que tu socorro. Solamente el
poder de tu Hijo es mayor que el tuyo ; pero los beneficios
que recibimos de tu Hijo, por lu medio los recihimos
ISien sabes que oslribaen tí toda la esperanza del
pueblo cristiano; haz que se frustre su esperanza y que
tudo le suceda con prosperidad. Ningún asilo tiene para
huir de los males que ie cercan, sino solamente lu inexpugnable
socorro. Los que dominan pusieron en lí su confianza
, y te oponen á los ejércitos enemigos en lugar de
todas las armas : liénenle por escudo y loriga para su defensa
: llevante sobre su cabeza por corona do su gloria:
pusiéronte por muro de su imperio ; y confiaron de tí el
cetro de su reino. Levántate, pues, en la grandeza de tu
virtud á vista de tu pueblo , para que libres de su impío
furor nos gocemos con universal alegría; y magnificando
tu gloriosísimo nombre , adoremos al Padre y al Espirilu
Santo, por los siglos de los siglos. Amen.»
Ya que hemos tratado largamente del patrocinio de María
santísima en las batallas con los enemigos visibles,
por ser el principa! objeto de esta festividad ; diremos algo
brevemente del patrocinio do Mai ía, así en las balalias
espirituales que cada dia tenemos con los enemigos
invisibles , como universuiinenle en todas nuestras necesidades
, aíhcciones y trabajos ; porque en todas es María
nuestra patrona, protectora y abogada. Y en materia tan
c datada en que la misma abundancia de lo que hay que
decu-, ocasiona carestía de palabras y enmudece á la lengua
mas elocuente; quiero antes hablar con las palabras
delossantos qucconlasmias y labrar una cadena de
oro de sus sentencias , aunque sean por fuerza de inferior
metal las uniones. San Gorman, obispo de Coustaníinopla,
dice, hablando con María : «¿Quien después de tu
Hijo cuida, como tú , del género humano ? ¿Quié,, asi m¿
defiende en nuestras aflicciones ? A Quién inlermh; así
por los pecadores ? Como tienes confianza y poder de Madre
para con el nije , con tus ruegos é intercesión nos haces
familiares á él: nos alcanzas la salvación v libras del
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eterno suplicio. Todas tus cosas son adnrirabies, ó Madre
de Dios; todas son sublimes y que exceden cu el orden de
las demás; y por esto tu patrocinio es mayor de lo que se
puede entender: » y concluye mas abajo : «Poderoso es
tu socorro, ó Madre de Dios, para la salvación , y no necesita
otro intercesor para con Dios, quien te merece por
abogada.» San Agustín, alegado por san línenaventura,
dice: « Así como María es mas poderosa con Dios que todos
los santos; así es mas solícita de nuestra salud que todos
ellos.» Pero el mismo san Buenaventura compara á María
con María, no sé si con mayor elocuencia ó devoción:
^Grande fué la misericordia de María para con los misera-i
bles cuando vivia en la tierra ; pero mucho mayor es su
misericordia ahora que reina en el cíelo. Mayor misericordia
ostenta ahora haciendo innumerables beneficios; porque
ve mejor ahora las innumerables miserias de los hombres:
y si por el resplandor de ia primera misericordia es
María hermosa como la luna ; por ei resplandor de la segunda
misericordia es elegida como el sol: porque de la
manera que el sol vence á la luna en la grandeza de su
claridad ; así vence á la primera misericordia do María la
grandeza de la segunda. ¿Quién os aquel á quion niega el
sol sus luces? ¿Quiénes afjuel á quien niega María sus
resplandores? El sol extiende sus rayos sóbrelos buenos
y los malos , sin hacer excepción de personas ; y María,
sin examinar mériíos, á todos se muestra exorable: á lodos
se ostenta clomonlisima ; y tinalmente se apiada con afecto
de misericordia de las miserias de Iodos.» San Anselmo
con igual elegancia divide el palmciuio entre Cristo y
María, y quiere que aplaquemos a! Hijo con la Madre y
á la Madre con el Hijo. «Huya (dice) el reo do Dios justo
á la Madre piadosa do Dios misericordioso: y buya el reo
de la Madre ofendida al piadoso Hijo de la benigna Madre.
Acójase á los dos el reo de los dos í póngase entre el Hijo
y ta Madre. Piadoso Soñor, perdona al siervo do tu madre.
Piadosa Señora , perdona ai siervo de tu Hijo. Si me pongo
entre dos tan inmensas piedades , no caeré entre dos
tan poderosas severidades.» Amoldo Cainotense con no
menos propiedad nos propone una escala por donde suban
al Padre eterno nuestras peticiones, para que bajen do
ella sus beneficios. «Tiene el hombre por mediador de su
causa al Hijo para con el Padre ; y á ia Madre para con
el Hijo. Cristo mués Ira á su Padre el costado y las llagas
por donde derramo su sangre: María muestra á su Hijo
las entrañas en quo 1c tuvo nuevo meses, y los pechos
con que le dió leche ; y no puede haber repulsa , cuando
oran con mayor elocnencia que todas las lenguas tales
monumentos de clemencia y tales insignias de caridad,)*
Oirá sin duda á su Madreo! Hijo, como dice san Bernardo,
y oirá á su Hijo el Padre: porque si Cristo, como arguye
Boda, oye las oraciones de los santos; ¿cuánto mejor
oirá á su Madre cuando ruega por los pecadores? Ni
hay duda, dicesan Agustin, que puede mas que todos
la que mereció dar á su Hijo la sangro que ofreció por
todos.
Por estos y otros toslimonios de los santos que pudiéramos
traer sin término , y por buenas razones , siente el
eximio doctor Francisco Suároz y otros teólogos, que la
intercesión y patrocinio de María santísima no solamente
excede en la eficacia y poder á la de cualquier sanio y
ángel singular, mas también á la de todos los santos, ángeles
y justos; de manera que si fingiéramos lo que no