Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

374 LA LEYENDA DE ORO.
qnceran ensílanos y que era una abominación el cultode
los ídolos. Firmiliano, sin mas averiguación ni mas preparalívo,
los mandó degollar en medio de la plaza pública
de Cesárea. El mismo dia condujeron los soldados al tribunal
á una virgen de la misma ciudad, llamada Ennala,
y la acusaron de adorar á Jesucristo. La santa virgen, que
solo deseaba derramar su sangre por la fé, confesó que no
solo era cristiana, sitio que deseaba dar un público íestimonio
de amor á su Esposo, cp»e era Jesucristo. Al momento,
fué también sentenciada, y habiéndola metido viva
en una hoguera, acabó allí su gloriosa carrera, recibiendo
la palma del martirio. Sucedió, según Pagi, el año 303.
LOS SANTOS ARCADIO, PiSCASIO, PttOBO, ElITIQUíANO Y
BLITO, MÁRTIRES.—Estos santos, según el Martirologio romano,
fueron españoles, aunque no se puede saber de qué
punto eran, ni porqué pasaron á África. En esta región
padecieron martirio en tiempo délos vándalos. ¡Noqueriendo
ninguno de ellos consentir en los errores de Arrio, ni
blrsfemar de la divinidad de Jesucristo, por órden del rey
Genserico fueron desterrados, cruelmente atormentados y
por fin los mataron con diverso género de suplicios. Señalóse
principalmente en constancia el niño Pablito, hermano
da los santos Pascasio y Euliquiano, que no queriendo de
ninguna manera renegar de la fé católica, fué cruelmente
azotado por largo tiempo con varas, y después condenado
á vil esclavitud, en donde á fuerza de malos tratamientos
acabó su vida. El cardenal Baronio coloca el martirio de
estos santos en el año 437.
SAN NICOLÁS I,PAPA y CONFESOR.—Era diácono de la Iglesia
di Uoma, su patria, cuando lo eligieron soberano pontífice
el dia 24 de abril del año 8:58, y fué consagrado
el mismo dia en la iglesia de Sao Pedro, hallándose presente
el emperador Luis 11. En 860 envió legados á Constantinopla
para examinar la causa de san Ignacio, y pronunció
anatemas contra Focio, hombre soberbio y rencoroso,
primer autor del deplorable cisma que subsiste aun
entre las Iglesias griega y latina. Nicolás obligó á Lolario
á separarse de Valdrada, su concubina, y anuló los decretos
de los dos concilios que habían aprobado el divorcio
de aquel príncipe con Treberga, su esposa. La zelosa
solicitud del pontífice por lapropagacion de la fé produjo la
conversión de Bogoris, rey do los búlgaros, que en 863
abrazó la religión cristiana, con gran parte de su nación.
El año siguiente envió este rey á su hijo y á muchos señores
principales de su córteá Roma, para que ofreciesen al
papa algunos presentes en su nombre, y lo pidiesen sacerdotes
y obispos, consultándole a! mismo tiempo, sobre
ciento y seis cuestiones de religión, á las cuales el pontífice
contestó con otros tantos artículos, que son célebres en
la historia de la disciplina eclesiástica. Por el mismo tiempo
mandó Nicolás tres legados á Constanlinopla; pero habiendo
sido indignamente maltratados al llegar á las fronteras
del imperio, se vieron obligados á volverse á Boma.
En 861, el heresiarca Focio juntó un conciliábulo en Constanlinopla,
en el que se pronunció sentencia de deposición
contra el papa Nicolás, y de excomunión contra todos los
que comunicaban con él, y se declaró, que cuando los
emperadores se hablan trasladado de Boma á Constanlinopla,
el primado de la Iglesia de Roma y sus privilegios
habían pasado también á la Iglesia de Constanlinopla.
Afligido el corazón del soberano pontífice por aquellos excesos
(pie turbaban la paz, escribió entonces á los obispos
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DIA 13.
de Francia, que se hallaban reunidos en el concilio de Troyes,
una carta llenado unción y de caridad, en ta cual les
daba cuenta del estado de las cosas, y acababa exhortándoles
á trabajar con todas sus fuerzas para reconquistar la
unidad que los díscolos habían rolo. Poco después de este
suceso, afligido por los males de la Iglesia y en medio de
los importantes trabajos que habia emprendido para aliviarlos,
Nicolás acabó santamente sus dias, muriendo el
dia 13 de noviembre del año 867. El mundo cristiano lloró
la pérdida de este pontífice con muestras de sensible dolor
: sus contemporáneos y la posteridad lo han dado el título
de grande; le han mirado como otro de los mas esclarecidos
personajes que han ocupado la santa sede; y todos
los escritores convienen en que por su ilustrado zelo, la
firmeza de su carácter y por su inagotable calidad, es
acreedor á la admiración y al respetode toda la Iglesia.
SAN GONDULFO, OBISPO Y CONFESOR.—Nada se sabe délas
acciones ni de la vida de este santo, y hasta se ignora de
qué Iglesia fué obispo. Sin embargo, hace muchos siglos
que se le da culto en la diócesis de París, y en su iglesia
catedral existe su sagrada cabeza.
SAN EUGENIO, OBISPO Y CONFESOR.—Fué el tercer prelado
de este nombre en la diócesis de Toledo. Crióse desde
niño en aquella santa Iglesia metropolitana, y sintiéndose
después llamado por Diosa vida mas estrecha, huyó de la
córte, y en Zaragoza donde se refugió, hizo vida monástica,
dedicándose al culto de los santos mártires y estudiando
noche y dia la ciencia de la verdadera salud. De
Zaragoza fué llevado con violencia otra vez á Toledo, por
haber sido elegido obispo de olla en la vacante de Eugenio
II. Dedicóse desde luego á los oficios de un buen pastor:
arregló el culto y sus ceremonias, y puso órden en la
disciplina. Sus virtudes pastorales oslaban esmalladas con
la ciencia do la divina Escritura y con el cultivo de l;i
poesía. Dejó escrito un tratado sobre la santísima Trinidad,
muy docto y elegante, digno de compararse con lo mejor
que hasta entonces se habia publicado, y dos opúsculos dev
poesía y prosa escogida sobre distintos puntos sagrados.
Fué amigo del rey Recesvinto, para el cual tradujo los libros
de Draconcio, que tratan de la creación del mundo, y
algunos libros del Antiguo Testamento. También se cree
que, á instancias del arzobispo de Tarragona, escribió la
misa de san Hipólito, márlir. Con fecha del 20 de mayo
del año 6í8 escribió á dicho arzobispo una caria, que
existe aun en la biblioteca del Escorial, En Gil! asistió al
concilio toledano séptimo, en 633 al octavo, en 633 presidió
el noveno, y el décimo en 636. Su pontificado fué glorioso,
y murió el dia 13 de noviembre del año 637, siendo
sepultado en la iglesia de Santa Leocadia de la misma ciudad
de Toledo. Su discípulo san Ildefonso le sucedió en
el episcopado, y honró su memoria como merecían sus
grandes cualidades.
SAN ABBON, MÁRTIR.—Esto santo, llamado también Albon,
nació en Orleans y fué educado en el monaslerio de
l'lenry, donde después tomó el hábito. Era sabio en letras,
pero lo que mas le hacia recomendable eran sus virtudes
Cediendo á las súplicas de san Osvaldo, pasó Alibon á Inglaterra,
y dirigió algún tiempo la escuela del monasterio
de Ramsey. A su vuelta á Flenry, fué nombrado abad do
aquel monasterio, y estableció en él la mas rigurosa disciplina.
La alta idea que se tenia de su sabiduría y santidad,
hacia que le mirasen como el oráculo de aquellos