Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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algunos lo qucsc los ofrecía; dijo Estanislao, que para gloria del santo qnoria hacer algunas morlificaciones, y por medio del mismo santo escribir una carta á la sanlísima Virgen, su Madre (que así la solia llamar), suplicándola afectuosamente, que le sacase presto de este destierro, para hallarse présenle en el cielo á la fiesta de su gloriosa Asunción, Con este, intento, la víspera de san Lorenzo salió al refectorio con pública disciplina y de rodillas dijo sus faltas, y besó los piés á todos y comió en el suelo, pidiendo la comida y bebida de limosna, como se usa en la Compañía; y de allí se fué á servir á la cocina, y con la ocasión del fuego que allíhabia, se puso á meditar el tormento de las parrillas del glorioso san Lorenzo; lo que hizo con tanta vehemencia é intención, que allí le dió un grande desmayo y fué necesario llevarle á la cama. Sobrevínoleuna calentura, que aunque al principio fué lijera y los médicos decían que no era cosa de peligro, él dijo al padre rector, que sin duda moriría de aquella enfermedad: y después mas claramente dijo, que no se levantaría de aquella cama, y que moriría siu falla la víspera de la Asunción de nuestra Seílora i y así en aquel mismo día comenzó á desfallecer notablemente: y conociendo él que se acercaba la hora de su dichoso tránsito, pidió cou grande instancia y humildad al padre rector, que le dejase echar y morir en el suelo para imitar en algo la pobreza del Salvador, que pobre y desnudo murió en la cruz. Echáronle en un colchoncilk) sobre el suelo: y habiéndole sobrevenido un gran flujo de sangre con un sudor frío, y recibido los santos sacramentos de la confesión, viático y extremaunción con singular ternura y devoción, luegó fijó los ojos en el cielo y estuvo un rato sin hablar palabra, elevado y trasportado en Dios, hasta que el padre rector le preguntó si estaba resignado en las manos del Señor, y aparejado para salir de esta vida caduca cuando él fuese servido. Entonces con mucha alegría de su alma respondió: Mi corazón está aparejado. Dios mío, mi corazón está aparejado: y habiéndose tornado á reconciliar y recibido á los padres y hermanos que le venían á visitar con mucha dulzura y amor, regalándose con una imagen de nuestra Señora, que en vida solia tener delante de los «•jos, y bcsádola y abrazádola con afecto y ternura extraordinaria, y dicho otras oraciones devotas y propias de aquel 'iempo; hizo un coloquio en latin, hablando con un erncifij0) tan largo y tan amoroso, que, bien se echaba do ver que no era sacado de los libros sino de lo mas intimo de su corazón. En él dió infinitas gracias al Señor por todos los beneficios y misericordias, así generales como particulares, que de su liberalfsima mano había recibido, y le suplicó le perdonase sus pecados y que recibiese en paz su alma y en sus manos sacratísimas, no hartándose de besar las llagas de los piés, manos y costado, y úllimamcnte las de la cabeza; y pidió que le dijesen la letónla de los santos, que por suertes le habian cabido aquellos pocos meses que había estado en la Compañía, y él los tenia escritos, y les suplicaba que en aquel trance le socorriesen Eslando en esto e apareció la santísima Virgen acompañada de otras muchas purísimas vírgenes, con las cuales estuvo regaladamente hablando un ralo; y luego con un suive silencio entregó su bienaventurado espíritu al Señor que le había criado á tres horas de noche, del día 11 L agosto del año 1568, y á los diez y nueve de su edad v diez meses de su noviciado, y consiímmaíws tn Wé' TOMO III. rt exple- NOVIEMBRE. U§ vil lemporamulta, como dice el Espíritu Santo por el Sabio, en pocos días de vida vivió mucho y alcanzó grandes merecimientos y coronas, como si hubiera vivido muchos años. Quedó el cuerpo difunto tan hermoso, con el rostro tan sereno y los ojos tan claros como si no hubiera espirado; y notóse que todo el tiempo de la enfermedad (sino era cuando le hablaban y preguntaban alguna cosa) siempre estaba con los ojos cerrados, aunque despierto; y algunas veces cuando los abria, como si dispertara, los levantaba al cielo con un semblante alegre y risueño, como quien veía alguna cosa que causaba en su alma gran gozo y júbilo. Enterráronle en una caja (que fué cosa particular, pero indicio de la opinión que tenia de su santidad) en la iglesia de San Andrés de la misma casa de los novicios, y fué el primero de la Compañía que en ella se enterró. Fué notable el concurso que hubo en su entierro, no solo do los déla Compañía que estaban en Roma, sino de otra mucha gente, y tanta la devoción con que le besaban lo» piés y laropa y procuraban hacer alguna reliquia suya,que el doctor Francisco Toledo que después fué cardenal, admirado de esto dijo: Gran cosa es, que un mozo novicio y polaco, muerto, mueva cu Roma tanto á la gente para verle, y tocarle y besarle como á santo. Creció esta opinión de la santidad de Estanislao con el libro de su vida, que dos años después de su muerte se imprimió en Roma en lengua italiana, con nombre de beato, y en Polonia se escribió en latin y corria por todo aquel reino, y muchos leyéndola se movieron á entrar en la Compañía. Fué esto de manera, que en el mismo reino do Polonia comenzaron á pintar la imagen de Estanislao y estamparla con nombre de santo: y no solamente el pueblo y gente vulgar, sino también los obispos, prelados, palatinos, señores y gente principal, y hasta el mismo rey á tenerla en su palacio y reverenciarla como imágen de santo : y el día del arcángel san Miguel del año de JGOí, habiéndose llevado á la ciudad de Galisian algunas reliquias de este bienaventurado novicio, fueron recibidas con pública y solemne procesión y sermón, acudiendo todos á besarlas con particular devoción y afecto. En el año de 1602-, la santidad del papa Clemente VIH, que había sido legado en el reino de Polonia, concedió dos breves, el uno en que daba el titulo de beato al hermano Estanislao, y el otro en que concedía diez años y diez cuarentenas de indulgencia á todos los que el día de su muerte visitasen cierta capilla que se le había hecho en su patria; y en la misma ciudad de Roma es venerado su sagrado cuerpo, y el año de 1605 á 1 i de agosto, que es el dia en que murió (como dijimos), la santidad de Paulo V; habiendo leído el sumario de la vida y milagros del bienavenlurado Estanislao, dió licencia para que se pusiese en público su imágen junto á su sepulcro, con lámpara y con las memorias y votos de los milagros que nuestro Señor por él había obrado; y así se hizo con extraordinario concurso de la ciudad y córtede Roma, cantando la misa el mismo embajador del rey de Polonia, y toda la música del papa con grande ornatoy magnificencia; y al domingo siguiente infra octavam, cantó la misa pontifical el obispo de Servia, asistiendo á ella el embajador y toda la nobleza de Polonia que había en Roma. Lo mismo se hizo en el reino de Polonia en muchas iglesias, y levantaron altares ricamente adornados con reliquias é imágenes del bienaventurado 47

;m LA LRYIÍMU DE ORO. Kslanislao, de donde le lian onviudo nuicLos y muy ricos dones para adorno de su se|iukTo y del aliar que tiene en Uoinn, donde cada dia es visitado y reverenciado con parlicular devoción, por los muchos y grandes milagros que conlinuamenle obra el Señor por su interce-ion en diversas partes, y cuelgan sus votos para memoria de los beneficios recibidos ríe la mano del Señor por medio de este bienavcnlurado mozo y novicio de la Compañía. Algunas personas devolas suyas, haciendo oración, ban senlido una fragancia celeslial y olor suavísimo que salía de su sepulcro: y habiéndole abierto muchos años después de muerto, hallaron su cuerpo entero y sin alguna corrupción. Los milagros que nuestro Señor hasta ahora ha obrado por este siervo suyo, se pueden ver en el libio que anda impreso de su vida, de los cuales yo referiré aquí brevemente algunos. En la provincia de Rusia, estando un sacerdote que le era muy devoto gravemente enfermo, le apareció el bienaventurado Estanislao acompañado con otros dos santos, y le dijo, que presto se verian junios en la gloria, de lo cual el sacerdote quedó consolado, y de allí á pocos dias murió. En Roma un hombre que se llamaba Nicolás Nursino estaba endemoniado y gravemente atormenlado de los espíritus malignos; y quedó libre por los merecimientos del bienaventurado Estanislao. En el reino de Francia una señora muy ilustre, llamada Teodora Ligvivila, estaba de la cintura abajo toda tullida por cierta ponzoña que la habían dado; y haciéndose llevar á la iglesia en una silla, y suplicando á nuestro Señor, que por los merecimientos del bienaventurado Estanislao la librase de aquella enfermedad, súbitamente cobró salud, y delante de mucha gente se levantó de la silla en que estaba y comenzó á andar por sus piés con admiración de todos los que allí estaban, y mucho mas de los médicos que la tenían por incurable. Otras mujeres han sido socorridas en los partos revesados y peligrosos : otros enfermos de calenturas continuas y cuartanas, fatigados de apretura y sangre del pecho, de palpitaciones de corazón, de hinchazones de lodo el cuerpo, de mal de ojos, de brazos quebrados y de otras enfermedades, y casi desahuciados alcanzaron entera salud o encomendándose al bienaventurado Estanislao, ó bebiendo uu poco de viuo en que se habia lavado un hueso suyo, ó con un diente ó con una astilla de su ataúd, ó con olía reliquia suya. Y aconteció en Roma el año de 1602, que estando un caballero polaco con calentura continua y casi tísico, rogó á un sacerdote muy devoto del bienaventurado Estanislao que hiciese oración por él; y el buen sacerdote con grande autoridad y confianza dijo á la calentura: Por los merecimíenlos del bienaventurado Estanislao, yo le mando que salgas de este enfermo, y no vuelvas mas á él. El sacerdote lo dijo, y Dios concurrió con su palabra, y el caballero quedó sano y sin calentura. pót; eslos y oíros milagros es muy frecuentado el sepulcro del bienaventurado Estanislao en Roma, y hay tanto concurso á él, que algunos dias es necesario á todas horas tener abierta la iglesia del noviciado de San Andrés, donde está con tanta riqueza y adorno, que en el libro que anda escrito de las cosas notables de Roma, hablando de la iglesia de San Andrés de Monte-Cavallo, se pone potos.» insigne el sepulcro del bienaventurado Estanislao. DIA 1 3 Fué este santo novicio de mediana eslalura, cabello negro, de color blanco y colorado, el rostrolleno, los ojosalegres, de hermoso aspecto y de una tan rara y singular modestia, que daba muestras de su virginal pureza, y con su visla movía á los que le miraban á devoción y castidad. La vida del bienaventurado Estanislao se ha sacado de lo que sus maestros de novicios y confesores han dicho 6 escrito, y de lo que Jorge Soborítano y otros autores poco después de su rauerlc escribieron de él, y principalmente de los procesos que en la Italia, Francia, Flande?, Bohemia. Felonía y España, han hecho los obispes y personas puestas en dignidad. El que atentamente la leyere, podrá sacar de ella muchos y raros ejemplos de virtud, y entender que no hay edad inhábil para Dios, y que en pocos años, el que es prevenido de su gracia y se emplea develasen su servicio puede ganar mucho, y muriendo en breve, alcanzar mas gloria que los que viven largos años con tibieza y flojedad. Novicio era Estanislao, mozo noble, rico y delicado de complexión; pero en solos diez meses que vivió en la Compañía, se dió al estudio de la perfección con tanto ahinco y valor, que viviendo fué tenido por santo; y después de muerto Dios nuestro Señor, ha mostrado que lo fué, esclareciéndole con tantos milagros como se cuenlan en su vida. SAN iUucro, OBISPO Y CONFESOR.—Muchos comienzan bien y acaban mal; y otros hay que habiendo dejado el buen camino que comienzan declinan de la virtud ; y después conociendo su culpa y alumbrados con la luz delcielo vuelven al caminoderecho,y aunque con trabajo llegan á puerto de salud. Esto vemos en san Bricio, obispo de Tours: cuya vida queremos brevemente aquí escribir. Fué san Bricio discípulo y sucesor en el obispado á san Martin: crióse desde niño en el inonaslerio que el santo habia edificado, y debajo de su mano é instrucción muy religiosamente, y dió tan buenas muestras de su aprovechamíenlo y virtud que el sanio prelado le ordede presbítero. Mas la nueva dignidad que debía encenderle mas en la devoción y acrecentar el estudio y cuidado de la perfección, le fué ocasión de eutibiat le y aflojar en ella; porque después que se hizo clérigo, comenzó á desmandarse y darse á la libertad y vida licenciosa, á gustos, en- Irelenimientos y vanidades del siglo. Compraba esclavos, muchachos y muchachas de buen parecer: criaba caballos; y para decirlo en una palabra, vivía mas como caballero libre y seglar, que no como clérigo honesto y religioso. Avisóle muchas veces el glorioso san Marlin de esta mudanza de vida y del gran escándalo que daba á lodo el pueblo con su mal ejemplo, amonestóle, reprendióle, é hizo con él oficio de verdadero padre: pero Bricio, no solo no se enmendó y tomó con agradecimiento lo que el santo padre le dijo; antes se embraveció y salió fuera de sí, de tal manera, que le dijo en su cara muchas injurias y baldones, é instigado de los demonios que el mismo san Martin había visto que le atizaban y estaban sobre él, poco falló que no pusiese en él las manos; mas el santo le venció y sosegó con una admirable paciencia y mansedumbre. Otra vez, estando Uricio en la plaza, vinoá él un enfermo que buscaba á san Martín para que le diese salud: y preguntólo si sabia dónde estaba , porque no le podía hallar ; y respondió Bricio: Si buscas aquel loco, veslc allí léjos donde está mirando como insensato, según

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Kslanislao, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> le lian onviudo nuic<strong>Los</strong> y muy ricos<br />

dones para adorno <strong>de</strong> su se|iukTo y <strong>de</strong>l aliar que tiene en<br />

Uoinn, don<strong>de</strong> cada dia es visitado y reverenciado con parlicular<br />

<strong>de</strong>voción, por los muchos y gran<strong>de</strong>s milagros que<br />

conlinuamenle obra el Señor por su interce-ion en diversas<br />

partes, y cuelgan sus votos para memoria <strong>de</strong> los beneficios<br />

recibidos ríe la mano <strong>de</strong>l Señor por medio <strong>de</strong> este bienavcnlurado<br />

mozo y novicio <strong>de</strong> la Compañía.<br />

Algunas personas <strong>de</strong>volas suyas, haciendo oración, ban<br />

senlido una fragancia celeslial y olor suavísimo que salía<br />

<strong>de</strong> su sepulcro: y habiéndole abierto muchos años <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> muerto, hallaron su cuerpo entero y sin alguna corrupción.<br />

<strong>Los</strong> milagros que nuestro Señor hasta ahora ha<br />

obrado por este siervo suyo, se pue<strong>de</strong>n ver en el libio que<br />

anda impreso <strong>de</strong> su vida, <strong>de</strong> los cuales yo referiré aquí<br />

brevemente algunos. En la provincia <strong>de</strong> Rusia, estando un<br />

sacerdote que le era muy <strong>de</strong>voto gravemente enfermo, le<br />

apareció el bienaventurado Estanislao acompañado con<br />

otros dos santos, y le dijo, que presto se verian junios<br />

en la gloria, <strong>de</strong> lo cual el sacerdote quedó consolado, y<br />

<strong>de</strong> allí á pocos dias murió. En Roma un hombre que se<br />

llamaba Nicolás Nursino estaba en<strong>de</strong>moniado y gravemente<br />

atormenlado <strong>de</strong> los espíritus malignos; y quedó<br />

libre por los merecimientos <strong>de</strong>l bienaventurado Estanislao.<br />

En el reino <strong>de</strong> Francia una señora muy ilustre, llamada<br />

Teodora Ligvivila, estaba <strong>de</strong> la cintura abajo toda tullida<br />

por cierta ponzoña que la habían dado; y haciéndose llevar<br />

á la iglesia en una silla, y suplicando á nuestro Señor, que<br />

por los merecimientos <strong>de</strong>l bienaventurado Estanislao la librase<br />

<strong>de</strong> aquella enfermedad, súbitamente cobró salud, y<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> mucha gente se levantó <strong>de</strong> la silla en que estaba<br />

y comenzó á andar por sus piés con admiración <strong>de</strong> todos<br />

los que allí estaban, y mucho mas <strong>de</strong> los médicos que<br />

la tenían por incurable.<br />

Otras mujeres han sido socorridas en los partos revesados<br />

y peligrosos : otros enfermos <strong>de</strong> calenturas continuas<br />

y cuartanas, fatigados <strong>de</strong> apretura y sangre <strong>de</strong>l pecho, <strong>de</strong><br />

palpitaciones <strong>de</strong> corazón, <strong>de</strong> hinchazones <strong>de</strong> lodo el cuerpo,<br />

<strong>de</strong> mal <strong>de</strong> ojos, <strong>de</strong> brazos quebrados y <strong>de</strong> otras enfermeda<strong>de</strong>s,<br />

y casi <strong>de</strong>sahuciados alcanzaron entera salud o<br />

encomendándose al bienaventurado Estanislao, ó bebiendo<br />

uu poco <strong>de</strong> viuo en que se habia lavado un hueso suyo,<br />

ó con un diente ó con una astilla <strong>de</strong> su ataúd, ó con<br />

olía reliquia suya. Y aconteció en Roma el año <strong>de</strong> 1602,<br />

que estando un caballero polaco con calentura continua y<br />

casi tísico, rogó á un sacerdote muy <strong>de</strong>voto <strong>de</strong>l bienaventurado<br />

Estanislao que hiciese oración por él; y el buen sacerdote<br />

con gran<strong>de</strong> autoridad y confianza dijo á la calentura:<br />

Por los merecimíenlos <strong>de</strong>l bienaventurado Estanislao,<br />

yo le mando que salgas <strong>de</strong> este enfermo, y no<br />

vuelvas mas á él. El sacerdote lo dijo, y Dios concurrió<br />

con su palabra, y el caballero quedó sano y sin calentura.<br />

pót; eslos y oíros milagros es muy frecuentado el sepulcro<br />

<strong>de</strong>l bienaventurado Estanislao en Roma, y hay tanto<br />

concurso á él, que algunos dias es necesario á todas<br />

horas tener abierta la iglesia <strong>de</strong>l noviciado <strong>de</strong> San Andrés,<br />

don<strong>de</strong> está con tanta riqueza y adorno, que en el libro que<br />

anda escrito <strong>de</strong> las cosas notables <strong>de</strong> Roma, hablando <strong>de</strong><br />

la iglesia <strong>de</strong> San Andrés <strong>de</strong> Monte-Cavallo, se pone potos.»<br />

insigne el sepulcro <strong>de</strong>l bienaventurado Estanislao.<br />

DIA 1 3<br />

Fué este santo novicio <strong>de</strong> mediana eslalura, cabello negro,<br />

<strong>de</strong> color blanco y colorado, el rostrolleno, los ojosalegres,<br />

<strong>de</strong> hermoso aspecto y <strong>de</strong> una tan rara y singular mo<strong>de</strong>stia,<br />

que daba muestras <strong>de</strong> su virginal pureza, y<br />

con su visla movía á los que le miraban á <strong>de</strong>voción y<br />

castidad.<br />

La vida <strong>de</strong>l bienaventurado Estanislao se ha sacado <strong>de</strong><br />

lo que sus maestros <strong>de</strong> novicios y confesores han dicho 6<br />

escrito, y <strong>de</strong> lo que Jorge Soborítano y otros autores poco<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su rauerlc escribieron <strong>de</strong> él, y principalmente<br />

<strong>de</strong> los procesos que en la Italia, Francia, Flan<strong>de</strong>?, Bohemia.<br />

Felonía y España, han hecho los obispes y personas<br />

puestas en dignidad. El que atentamente la leyere, podrá<br />

sacar <strong>de</strong> ella muchos y raros ejemplos <strong>de</strong> virtud, y<br />

enten<strong>de</strong>r que no hay edad inhábil para Dios, y que en pocos<br />

años, el que es prevenido <strong>de</strong> su gracia y se emplea<br />

<strong>de</strong>velasen su servicio pue<strong>de</strong> ganar mucho, y muriendo<br />

en breve, alcanzar mas gloria que los que viven largos<br />

años con tibieza y flojedad. Novicio era Estanislao, mozo<br />

noble, rico y <strong>de</strong>licado <strong>de</strong> complexión; pero en solos diez<br />

meses que vivió en la Compañía, se dió al estudio <strong>de</strong> la<br />

perfección con tanto ahinco y valor, que viviendo fué tenido<br />

por santo; y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerto Dios nuestro Señor,<br />

ha mostrado que lo fué, esclareciéndole con tantos milagros<br />

como se cuenlan en su vida.<br />

SAN iUucro, OBISPO Y CONFESOR.—Muchos comienzan bien<br />

y acaban mal; y otros hay que habiendo <strong>de</strong>jado el buen<br />

camino que comienzan <strong>de</strong>clinan <strong>de</strong> la virtud ; y <strong>de</strong>spués<br />

conociendo su culpa y alumbrados con la luz <strong>de</strong>lcielo vuelven<br />

al camino<strong>de</strong>recho,y aunque con trabajo llegan á puerto<br />

<strong>de</strong> salud. Esto vemos en san Bricio, obispo <strong>de</strong> Tours: cuya<br />

vida queremos brevemente aquí escribir.<br />

Fué san Bricio discípulo y sucesor en el obispado á san<br />

Martin: crióse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niño en el inonaslerio que el santo<br />

habia edificado, y <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su mano é instrucción muy<br />

religiosamente, y dió tan buenas muestras <strong>de</strong> su aprovechamíenlo<br />

y virtud que el sanio prelado le or<strong>de</strong>nó <strong>de</strong><br />

presbítero. Mas la nueva dignidad que <strong>de</strong>bía encen<strong>de</strong>rle<br />

mas en la <strong>de</strong>voción y acrecentar el estudio y cuidado <strong>de</strong><br />

la perfección, le fué ocasión <strong>de</strong> eutibiat le y aflojar en ella;<br />

porque <strong>de</strong>spués que se hizo clérigo, comenzó á <strong>de</strong>smandarse<br />

y darse á la libertad y vida licenciosa, á gustos, en-<br />

Irelenimientos y vanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l siglo. Compraba esclavos,<br />

muchachos y muchachas <strong>de</strong> buen parecer: criaba caballos;<br />

y para <strong>de</strong>cirlo en una palabra, vivía mas como caballero<br />

libre y seglar, que no como clérigo honesto y religioso.<br />

Avisóle muchas veces el glorioso san Marlin <strong>de</strong> esta<br />

mudanza <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong>l gran escándalo que daba á lodo el<br />

pueblo con su mal ejemplo, amonestóle, reprendióle, é<br />

hizo con él oficio <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ro padre: pero Bricio, no solo<br />

no se enmendó y tomó con agra<strong>de</strong>cimiento lo que el santo<br />

padre le dijo; antes se embraveció y salió fuera <strong>de</strong> sí, <strong>de</strong><br />

tal manera, que le dijo en su cara muchas injurias y baldones,<br />

é instigado <strong>de</strong> los <strong>de</strong>monios que el mismo san Martin<br />

había visto que le atizaban y estaban sobre él, poco<br />

falló que no pusiese en él las manos; mas el santo le<br />

venció y sosegó con una admirable paciencia y mansedumbre.<br />

Otra vez, estando Uricio en la plaza, vinoá él<br />

un enfermo que buscaba á san Martín para que le diese<br />

salud: y preguntólo si sabia dón<strong>de</strong> estaba , porque no le<br />

podía hallar ; y respondió Bricio: Si buscas aquel loco,<br />

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