Tomo Tres Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

27.08.2017 Views

m 13. NOVIEMBRE, 3G7 aunque su hermano mudins veces 1c reprendía por verle laii recogido y retirado; á él no sts le daba nada; porque tenia los ojos puestos en Dios, á quien solo deseaba agradar. Andando tan bien ocupado y oslando tan bien dispuesto Estanislao, el Señor le encendió mas en su amor y le inspiró que entrase en la religión de la Compañía de Jesús; y él se determinó á entrar é hizo voto de ello; aunque no descubrió este su propósito sino á su confesor, á quien pasados seis meses manifestó su determinación y el voto que habia hecho. Por este mismo tiempo le sobrevino una grave y peligrosa enfermedad, y al principio de ella, estando en su aposento le apareció el demonio en figura de un gran perro negro, horrible y espantoso, y por tres veces le acometió y se llegó á la garganta para ahogarle; pero Estanislao se encomendó muy de veras al Señor, y con su favor y la señal de la cruz, le ahuyentó de manera, que desapareció aquel monstruo y no le acometió mas. Creció tanto la enfermedad, que llegó al cabo y los módicos le desahuciaron; y el bendito mozo se vio muy afligido, no tanto con la muerlc que tenia presente, como porque deseaba comulgarse y recibir el cuerpo del Señor por viático, y no sabia cómo poderlo hacer; porque el huésped, en cuya casa posaba é! y su hermano, era hereje. Acudió al Señor, y encomendóse muy entrañablemente y con gran devoción á la bienavoiilurada virgen y mártir santa Bárbara, asi porque esta santa es palrona y abogada de la congregación de los estudiantes del colegio de la Compañía de Jesús de Vieaa, donde él estudiaba, como especialmente por haber leido en su vida que lodos los que le son devotos y se encomieiuian á ella no mueren sinsaci-amen'.os; y ánles de eslo el dia misino de sania ¡íárbai a que es á 4 de diciembre, habiendo acabado de confesar y comulgar, le suplicó que le alcanzase gracia del Sefior, que no saliese de esta vida sin recibir ios santísimos sacramentos de la Iglesia; y ahora estando tan apretado de la enfermedad y cen peligro de morir, de nuevo y con mayor instancia se lo suplicó. Oyóle el Señor; y una noche estando des|¡ierto y muy fatigado del mal de la muerte, vió entrar en su aposento á la bienaventurada santa Bárbara, acompr.ñada de los ángeles vestidos do un resplandor celestial, que con •'everencia traían el santísimo Sacramento, de cuyas manos él le recibió. Hallóse presente un ayo suyo, que se llamaba Juan Bilinski, y después fué canónigo de Plozka, á quien Estanislao avisó que hiciese profunda reverencia al santísimo Sacramento, que le iraia la gloriosa santa Bárbara. Después de este tan gran favor recibió 0*0 singular y no menos maravdloso; porque estando muy congojado del mal y cas. al cabo do la vida, le apareció la Virgen sacra- .sima nuestra Señora con el Niño Jesús en los brazos, y le habló y le dijo que se entrase m la Compañía • v dejándole al Niño Jesús sobre la cama , desapareció la Madre santUáiaa : y Estanislao con este favor y celestial rehilo comenzó á mejorar y cobró entera salud, con grande admiración de los médicos que le hablan curado, los cuales decian que aquella salud era milagrosa y contra todas las regtaa do medicina. Estos dos favores del Señor tan raros v admirables, pocos dias ánles de su muerte manifestó el beato Estanislao; porque sin reparar en lo que decia Dios nuestro Señor se los hizo decir á un grandísimo ami-o y condisrípnlo suyo, que se llamaba Estéban Auguro y al padre Manuel de Sá; aunque después de haberlos descubierto reparó en lo que habia dicho sin mirar en ello, y quedó como corrido y lloroso; y de estos dos testigos después se supieron. Cobrada la salud, acordándose del voto que habia heclio de entrar en la Compañía, y lo que la beatísima Virgen le habia mandado estando enfermo, no vió la hora de ponerlo por obra. Tratólo con su confesor, y entendió que enViena no le recibirian, por estudiar en nuestro colegio sin consentimiento y bendición de su padre; mas él, ni qncria aguardar tanto tiempo, ni esperaba poder alcanzar esta licencia de su padre: y su hermano Pablo, como era diferente en las costumbres é intentos do su hermano, dábalo mala vida, y tratábale mal de palabras y aun de manos: lo cual el bienaventurado mozo llevaba con mucha paciencia y alegría interior, porque padecía por la virtud ; pero exteriormenle mostraba algún sentimiento para tomar ocasión de ejecutar sus buenos propósitos y entrarse en la Compañía ; y asi un dia se lo dijo á su hermano, y que lo trataba de manera que le obligaba á dejarle é irse de su casa; y que así lo baria, y que él daria cuenta de él á sus padres: y otra mañana se lo tornó á decir, y el hermano con gran cólera y saña le respondió que se fuésc en hora mala adonde quisiese. Estanislao con mucha paz de su alma y alegría tomó esta ocasión como venida del cielo, y se vistió pobremente, y se confesó y comulgó, y encomendándose muy de veras á Dios y á su santísima Madre, se partió luego á pió de Viena háciala ciudad de Augusla, en busca del padre Pedro Canisio, que á la sazón era provincial en la provincia de Germania la alia , para quien lleviiba cartas de un padre grave de la misma Compañía, que vivia en el colegio de Viena, y era predicador de la majestad de la emperatriz doñaiMaría. Cuando su hermano Pablo echó menos á su hermano Estanislao, sintiólo mucho y conoció que su enojo y mal término habia echado á su hermano de casa: buscólo por toda Viena en los templos y conventos de religiosos; y no pudo hallar rastro de él; pero finalmente, por el dicho de un estudiante húngaro, condiscípulo de Estanislao, y mucho mas por un billete que el mismo hermano habia escrito á su ayo, y dejado dentro de un libro, entendió la resolución y camino que habia tomado; y el hermano y el ayo y otro criado, y el huésped de la casa, fuéron Iras él en un coche á gran priesa. Alcanzáronle y hallártnle en un campo; y fué nuestro Señor servido, que conociéndolos é!, no le conocieron por verle en aquel traje. Pasaron adelante, y con salir los caballos de refresco, y ser briosos y fuertes, se pararon de manera que el cochero nunca pudo hacerles ir adelanlc, y les fué fuerza volver atrás. Con oslo quedó Estanislao consolado y libre de aquel peligro, y prosiguiendo su camino y llegando á un pueblo, entró una mañana en una iglesia que al parecer era de católicos, con gran deseo y propósito de recibir el santísimo Sacramento en elia; pero después supo que la iglesia no era de católicos sino de herejes, y quedó sobremanera afligido y desconsolado. Volvióse á nuestro Señor, y suplicóle con afectuosas lágrimas que no le privase del mantenimiento de su alma que tanto deseaba. Oyóle el Señor, y como padre piadoso quiso regalar á su devoto hijo, y envióle del cielo un ángel de admirable hermosura, que de su mano le dio la sagrada comunión, como otra vez lo habia hecho cuando estuvo enfermo y arriba queda referido.

3G8 LA LEYENDA DE ORO. DIA 13. Con este esfuerzo del cielo se alentó y cobró mayores fuerzas Estanislao: Hogó á la ciudad de Augusta; y no habiendo dallado al padre Ganisio, se fué á Dilinga, que está como diez leguas de Augusta, y allí le bailó, y fué de él recibido con mocha caridad, y poco después le envió á Roma con otros dos compañeros, adonde, habiendo entrado en los diez y ocho años do su edad, llegó con extraordinario gozo, y fué recibido del padre Francisco de Borja, general de la Compañía, el dia de los gloriosos após!oles san Simón y Judas, á 28 de octubre del año Llegó, habiendo caminado mas de doscienías y sesenta leguas á pié, bien cansado del trabajo del camino, pero muy gozoso por verse en el puerto que él tanto desenba. Cuando su padre, supo lo que su hijo Estanislao habia hecho, y que habia entrado en Roma en la Compañía, no se puede fácilmente creer el sentimiento que tuvo; porque le amaba muy tiernamenfe según la carne y sangre. Escribióle luego una carta brava y colérica, con grandes amenazas, diciéndole que habia deshonrado á su casa y linaje entrando en la Compañía , y que si en algún tiempo volviese á Polonia le sacarla aunque estuviese debajo de tierra, y que en lugar de las muchas riquezas, cadenas de oro y joyas que le habia pensado dar si viviera en el siglo, le cargarla de prisiones y cadenas de hierro. A esta carta respondió Estanislao por una parte con mucha modestia y humildad, y por otra con gran fortaleza y constancia: que él no merecía padecer por aquel Señor que fanlo hahia padecido por los hombres; pero que cuando el Señor fuese servido, ningnna cosa le podría suceder de mayor guslo y coulenlo para su alma, que morir por guardar los votos que habia hecho, sin quebrantar en un punto lo que á Dios habia prometido. No podia bai larse de dar gracias á nuestro Señor con suaves y copiosas lágrimas, cuando so vió en el noviciado de la Compañía, quebradas ya las cadenas é impedimentos de sus deudos, y en el puerto seguro de la sagrada religión, y fuera de lasondas y tormentas de! siglo. Parecíale que ya no tenia padre en ia tierra sino en el cielo, ni otra madre sino á la santísima VírgiMi. Miraba á lodos los oíros novicios comoá santos, para imitar á sus, virtudes, y teníase por indigno de vivir cnlre tantos ángeles, y por gran favor y misericordia de Dios, poderse emplear en servir á los que tan de veras le servían. Era miiy humilde y bien fundado en el conocimiento de sí mismo, y en el deseo de ser humillado y abatido por amor del Señor, y mostrábalo en el vestido; y de esta sucrle llegóá lanío Estanislao, que por medio de su oración dio Dios suma Irantpiiüdad á un hermano, librándole deunalormenia que padecía. Tuvo señalado don de lágrimas, las cuales derramaba en grande abundancia y con maravillosa suavidad. Ilustrábale Dios nuestro Señor con su luz celestial, y dábale tanta inteligencia de las cosas espii iluales, que lodos se maravillaban de ver tanta prudencia y discreción espiritual en un mozo de lan pocos años y en un novicio de tan pocos dias. Y no eran menores las consolaciones y gustos espirituales que el Señor infundiaá aquella alma bendita y el fuego de amor divino con que le abrasaba, que algunas veces era tan encendido y fervoroso, que venia á desmayarse y desfallecer, y era necesario con lienzos mojados y agua fresca bañarle y refrescarle el pecho, por el grande fuego que sentía en él, y notablemente le debilitaba y enflaquecía el cuerpo. Pues ¿qué diré de aquella singular y entrañable devoción que tuvo á la Reina de los ángeles nuestra Señora? Porqui de solo pensar en ella se derrelia en dulzura, y de dia y de noche no parece que pensaba en otra cosa sino en cómo la servirla, y en meditar los mislerios de su santa vida. La devoción y afecto de esta soberana Señora (pie bullía en su pecho, rebosaba por laboca, saludándola muy á menudo con el Ave María, y hablando siempre de sus grandezas y virtudes, y entreteniéndose las noches en amorosos colo(|uios con la misma Virgen, llamándola: Madre mia. Madre mia. Era tan sabida entre los novicios esta devoción de Estanislao para con nueslra Señora, que para darle gusto cuando estaban con él, ellos mismos melian plática y tratabande loores,'privilegios y excelencias deesta Señora; y por su respeto ordenó elmaestro de novicios que ála hora que sejunfabanála rpiiete, al principio y fin deella se hincasen todos los novicios de rodillas hacia la iglesia de Santa María la Mayor,saludando álasacratísima Yirgeny pidiendo su bendición ; y que lo mismo hiciesen en las noches acabado el examen de conciencia, suplicándola que amparase y favoreciese á lodos los que tenían deseo de entrar en la Compañía. Con osla devoción y ternura con la Virgen, deseó morir la vigilia de su gloriosa Asunción, y dijo, que así seria ; como fué, y adelante se dirá. Pues, ¿qué diré de las otras virludes tan raras y singulares que de la fuente copiosísima y perenne de la divina lihcralidad por este caño y arcaduz de la santísima Virgen, se derivaron en el alma de este bieiiavenlurado novicio? ¿Qué de su obediencia lan puntual, tan cierna y perfecta, quo nunca halló repugnancia enrosa que se le mandase; porque para él la voz de Cristo y su voluntad siempre oslaba ajusCada con la voluntad del superior? ¿Oué de su mansedumbre, de su afabilidad, de su compostura, de su modestia y silencio, y de aquella mortiiieacion lan rigurosa y atiriera, con que afligía su cuerpo con ayunos, disciplinas y cilicios, como si fuera grandísimo pecador ; siendo cosa cierta, por lesUmonio de los confesores que le confesaron generalmente, que nunca en su vida pecó morlalmenle, y que muchas veces en las confesiones ordinarias no hallaban materia de absolución? Finalmente, todos los novicios se miraban en él cqmo en un espejo y dechado de santidad; y el maestro de los novicios los exhortaba á mirar é imitar sus ejemplos, y lodos los que lo trataban y conversahan familiarmente, le ttminn por mozo escocido de Dios y muy rico de virludes y merecimienlos, y cu solo mirarle se componian y cncendian en el amor y temor santo del Señor. Echando pues el bienavcnlurado Estanislao laníos y (an esclarecidos rayos de virludes, y habiendo en lan pocos dias de noviciado caminado á tan largos pasos y ganado lauta tierra, ó por mejor decir, tanto cielo; abrasado del amor divino y encemiidodeseo de honrar en el cielo á la Virgen santísima, le suplicó que le llevase á su patria, para gozar de su gloriosa vista; y el Señor se lo concedió: y sucedió de esta manera. A los 8 de agosto, víspera de la víspera del forlísimo mártir san Lorenzo, habiéndole cabido aquel mes á este santo conforme á la costumbre de la Compañía, comenzó á pensar en su martirio, con un fervoroso deseo de imitarle y de ser encendido en vivas llamadas del amor del Señor; y aquel dia estando todos los novicios juntos, les preguntó, cómo podría uno ser abrasado por Cristo nuestro Señor á imitación de san Lorenzo. Y habiendo respondido

m 13. NOVIEMBRE, 3G7<br />

aunque su hermano mudins veces 1c reprendía por verle<br />

laii recogido y retirado; á él no sts le daba nada; porque<br />

tenia los ojos puestos en Dios, á quien solo <strong>de</strong>seaba<br />

agradar.<br />

Andando tan bien ocupado y oslando tan bien dispuesto<br />

Estanislao, el Señor le encendió mas en su amor y le inspiró<br />

que entrase en la religión <strong>de</strong> la Compañía <strong>de</strong> Jesús; y<br />

él se <strong>de</strong>terminó á entrar é hizo voto <strong>de</strong> ello; aunque no<br />

<strong>de</strong>scubrió este su propósito sino á su confesor, á quien pasados<br />

seis meses manifestó su <strong>de</strong>terminación y el voto que<br />

habia hecho.<br />

Por este mismo tiempo le sobrevino una grave y peligrosa<br />

enfermedad, y al principio <strong>de</strong> ella, estando en su<br />

aposento le apareció el <strong>de</strong>monio en figura <strong>de</strong> un gran perro<br />

negro, horrible y espantoso, y por tres veces le acometió<br />

y se llegó á la garganta para ahogarle; pero Estanislao<br />

se encomendó muy <strong>de</strong> veras al Señor, y con su<br />

favor y la señal <strong>de</strong> la cruz, le ahuyentó <strong>de</strong> manera, que <strong>de</strong>sapareció<br />

aquel monstruo y no le acometió mas. Creció<br />

tanto la enfermedad, que llegó al cabo y los módicos le<br />

<strong>de</strong>sahuciaron; y el bendito mozo se vio muy afligido, no<br />

tanto con la muerlc que tenia presente, como porque <strong>de</strong>seaba<br />

comulgarse y recibir el cuerpo <strong>de</strong>l Señor por viático,<br />

y no sabia cómo po<strong>de</strong>rlo hacer; porque el huésped, en<br />

cuya casa posaba é! y su hermano, era hereje. Acudió al<br />

Señor, y encomendóse muy entrañablemente y con gran<br />

<strong>de</strong>voción á la bienavoiilurada virgen y mártir santa Bárbara,<br />

asi porque esta santa es palrona y abogada <strong>de</strong> la<br />

congregación <strong>de</strong> los estudiantes <strong>de</strong>l colegio <strong>de</strong> la Compañía<br />

<strong>de</strong> Jesús <strong>de</strong> Vieaa, don<strong>de</strong> él estudiaba, como especialmente<br />

por haber leido en su vida que lodos los que le son<br />

<strong>de</strong>votos y se encomieiuian á ella no mueren sinsaci-amen'.os;<br />

y ánles <strong>de</strong> eslo el dia misino <strong>de</strong> sania ¡íárbai a que es á 4 <strong>de</strong><br />

diciembre, habiendo acabado <strong>de</strong> confesar y comulgar, le<br />

suplicó que le alcanzase gracia <strong>de</strong>l Sefior, que no saliese<br />

<strong>de</strong> esta vida sin recibir ios santísimos sacramentos <strong>de</strong> la<br />

Iglesia; y ahora estando tan apretado <strong>de</strong> la enfermedad y<br />

cen peligro <strong>de</strong> morir, <strong>de</strong> nuevo y con mayor instancia se<br />

lo suplicó. Oyóle el Señor; y una noche estando <strong>de</strong>s|¡ierto<br />

y muy fatigado <strong>de</strong>l mal <strong>de</strong> la muerte, vió entrar en su<br />

aposento á la bienaventurada santa Bárbara, acompr.ñada<br />

<strong>de</strong> los ángeles vestidos do un resplandor celestial, que con<br />

•'everencia traían el santísimo Sacramento, <strong>de</strong> cuyas manos<br />

él le recibió. Hallóse presente un ayo suyo, que se llamaba<br />

Juan Bilinski, y <strong>de</strong>spués fué canónigo <strong>de</strong> Plozka, á quien<br />

Estanislao avisó que hiciese profunda reverencia al santísimo<br />

Sacramento, que le iraia la gloriosa santa Bárbara.<br />

Después <strong>de</strong> este tan gran favor recibió 0*0 singular y<br />

no menos maravdloso; porque estando muy congojado <strong>de</strong>l<br />

mal y cas. al cabo do la vida, le apareció la Virgen sacra-<br />

.sima nuestra Señora con el Niño Jesús en los brazos, y le<br />

habló y le dijo que se entrase m la Compañía • v <strong>de</strong>jándole<br />

al Niño Jesús sobre la cama , <strong>de</strong>sapareció la Madre<br />

santUáiaa : y Estanislao con este favor y celestial rehilo<br />

comenzó á mejorar y cobró entera salud, con gran<strong>de</strong> admiración<br />

<strong>de</strong> los médicos que le hablan curado, los cuales <strong>de</strong>cian<br />

que aquella salud era milagrosa y contra todas las regtaa<br />

do medicina. Estos dos favores <strong>de</strong>l Señor tan raros v<br />

admirables, pocos dias ánles <strong>de</strong> su muerte manifestó el<br />

beato Estanislao; porque sin reparar en lo que <strong>de</strong>cia Dios<br />

nuestro Señor se los hizo <strong>de</strong>cir á un grandísimo ami-o y<br />

condisrípnlo suyo, que se llamaba Estéban Auguro y al<br />

padre Manuel <strong>de</strong> Sá; aunque <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberlos <strong>de</strong>scubierto<br />

reparó en lo que habia dicho sin mirar en ello, y<br />

quedó como corrido y lloroso; y <strong>de</strong> estos dos testigos <strong>de</strong>spués<br />

se supieron.<br />

Cobrada la salud, acordándose <strong>de</strong>l voto que habia heclio<br />

<strong>de</strong> entrar en la Compañía, y lo que la beatísima Virgen le<br />

habia mandado estando enfermo, no vió la hora <strong>de</strong> ponerlo<br />

por obra. Tratólo con su confesor, y entendió que enViena<br />

no le recibirian, por estudiar en nuestro colegio sin consentimiento<br />

y bendición <strong>de</strong> su padre; mas él, ni qncria<br />

aguardar tanto tiempo, ni esperaba po<strong>de</strong>r alcanzar esta<br />

licencia <strong>de</strong> su padre: y su hermano Pablo, como era diferente<br />

en las costumbres é intentos do su hermano, dábalo<br />

mala vida, y tratábale mal <strong>de</strong> palabras y aun <strong>de</strong> manos:<br />

lo cual el bienaventurado mozo llevaba con mucha paciencia<br />

y alegría interior, porque pa<strong>de</strong>cía por la virtud ; pero<br />

exteriormenle mostraba algún sentimiento para tomar ocasión<br />

<strong>de</strong> ejecutar sus buenos propósitos y entrarse en la<br />

Compañía ; y asi un dia se lo dijo á su hermano, y que lo<br />

trataba <strong>de</strong> manera que le obligaba á <strong>de</strong>jarle é irse <strong>de</strong> su<br />

casa; y que así lo baria, y que él daria cuenta <strong>de</strong> él á sus<br />

padres: y otra mañana se lo tornó á <strong>de</strong>cir, y el hermano<br />

con gran cólera y saña le respondió que se fuésc en hora<br />

mala adon<strong>de</strong> quisiese. Estanislao con mucha paz <strong>de</strong> su alma<br />

y alegría tomó esta ocasión como venida <strong>de</strong>l cielo, y<br />

se vistió pobremente, y se confesó y comulgó, y encomendándose<br />

muy <strong>de</strong> veras á Dios y á su santísima Madre,<br />

se partió luego á pió <strong>de</strong> Viena háciala ciudad <strong>de</strong> Augusla,<br />

en busca <strong>de</strong>l padre Pedro Canisio, que á la sazón era provincial<br />

en la provincia <strong>de</strong> Germania la alia , para quien<br />

lleviiba cartas <strong>de</strong> un padre grave <strong>de</strong> la misma Compañía,<br />

que vivia en el colegio <strong>de</strong> Viena, y era predicador <strong>de</strong> la<br />

majestad <strong>de</strong> la emperatriz doñaiMaría.<br />

Cuando su hermano Pablo echó menos á su hermano<br />

Estanislao, sintiólo mucho y conoció que su enojo y mal<br />

término habia echado á su hermano <strong>de</strong> casa: buscólo<br />

por toda Viena en los templos y conventos <strong>de</strong> religiosos; y<br />

no pudo hallar rastro <strong>de</strong> él; pero finalmente, por el dicho<br />

<strong>de</strong> un estudiante húngaro, condiscípulo <strong>de</strong> Estanislao, y<br />

mucho mas por un billete que el mismo hermano habia<br />

escrito á su ayo, y <strong>de</strong>jado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un libro, entendió la<br />

resolución y camino que habia tomado; y el hermano y el<br />

ayo y otro criado, y el huésped <strong>de</strong> la casa, fuéron Iras él<br />

en un coche á gran priesa. Alcanzáronle y hallártnle en<br />

un campo; y fué nuestro Señor servido, que conociéndolos<br />

é!, no le conocieron por verle en aquel traje. Pasaron a<strong>de</strong>lante,<br />

y con salir los caballos <strong>de</strong> refresco, y ser briosos y<br />

fuertes, se pararon <strong>de</strong> manera que el cochero nunca pudo<br />

hacerles ir a<strong>de</strong>lanlc, y les fué fuerza volver atrás. Con oslo<br />

quedó Estanislao consolado y libre <strong>de</strong> aquel peligro, y prosiguiendo<br />

su camino y llegando á un pueblo, entró una<br />

mañana en una iglesia que al parecer era <strong>de</strong> católicos, con<br />

gran <strong>de</strong>seo y propósito <strong>de</strong> recibir el santísimo Sacramento<br />

en elia; pero <strong>de</strong>spués supo que la iglesia no era <strong>de</strong> católicos<br />

sino <strong>de</strong> herejes, y quedó sobremanera afligido y <strong>de</strong>sconsolado.<br />

Volvióse á nuestro Señor, y suplicóle con afectuosas<br />

lágrimas que no le privase <strong>de</strong>l mantenimiento <strong>de</strong> su<br />

alma que tanto <strong>de</strong>seaba. Oyóle el Señor, y como padre<br />

piadoso quiso regalar á su <strong>de</strong>voto hijo, y envióle <strong>de</strong>l cielo<br />

un ángel <strong>de</strong> admirable hermosura, que <strong>de</strong> su mano le dio<br />

la sagrada comunión, como otra vez lo habia hecho cuando<br />

estuvo enfermo y arriba queda referido.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!